If Venice had not existed, Verona would probably have been the most beautiful city in northern Italy. But Venice exists, and Verona must settle for second place. However, when we talk about Italy, the second place is also a superlative.
If Venice had not existed, Verona would probably have been the most beautiful city in northern Italy. But Venice exists, and Verona must settle for second place. However, when we talk about Italy, the second place is also a superlative.
Marialva, a remote medieval portuguese villageMario Ricca
Marialva is a walled historic granite village, declared heritage village, converted to a small jewel in a remote region close to the Portuguese border with Spain.
4 reyes conjunto gótico y crecimiento hasta siglo xiii inglés
1. 2.3. Barcelona with and without the Spanish monarchy. (13th-17th Century) Jaume I (1208-1276) Pere III, el Ceremoniós “the Ceremonious” (1319-1387) Martí l’Humà “ the Humane” (1356-1410) Fernando II de Aragón , Isabel I de Castilla (Ferdinand II of Aragon and Isabella I of Castile) (1452-1516) Carlos II de España, El Hechizado (Charles II of Spain , The betwitch) (1661-1700)
2. At the area between the Old Castle and the acueduct the city started expanding during the 10th. That burg became a very urbanised area during the 11th. There are many important families living there. Because of them richness they were named «burgueses» in the 12th century. In the 12th century this burg had another expansion outside the city walls around Santa Maria del Mar. In the 12th century new streets were build and there was a growth of the number of artesian center. At the end of the 13th century the new burgs were included inside the town by means of the construction of a new city walls comisionated by Jaume I Around the west side from the new citywall there was a moat that recolected the rain water. That place was las Ramblas.
3. Comparative map. The new city walls finished at the 13th century (left). Las Ramblas (right).
4. Street ligth at Las Ramblas. Were designed and installed during the 19th century. Front gate from The Market of St. Josep, La Boquería Fountain located in Portaferrissa
5. La Catedral de Barcelona Façade from the Cathedral, 1880 Planta de la Catedral de Barcelona. La zona marcada con color rojo era la basílica paleocristiana. Neogothic façade without the crossing tower, 1900
6. The first stone was laid in 1298, but it wasn't completed until the 20th century with the construction of the dome (originally planned for the 15th century) and the main façade, the work of architect Josep Oriol Mestres with Mestre Carlí's design from 1408. The main altar was consecrated in 1338. The first mention we have of a cathedral in Barcelona dates back to the 4th century. The remains of the ecclesiastic complex from this period until the Moorish city (8th century) can be seen in the basement of the Museu d'Història de Barcelona (Barcelona History Museum), with a baptistery and a building that scholars believe to be the Bishop's Palace. Bernat Pelegrí (1288-1300) started on the construction of the Gothic building that has come down to us today.
7. View of the main nave and altar of Barcelona Cathedral.
8. Crypt for the relics of Santa Eulàlia, by Jaume Fabra. St Eulalia's crypt is located below the high altar and was built by Jaume Fabre when Ponç de Gualba (1303-34) was bishop. It houses the remains of Barcelona's patron saint, in a sarcophagus created by the Pisa sculptor Lupo di Francesco (1327).
9. In the Cathedral cloister, as well as a number of chapels, there is a fountain and a flock of 13 geese acting as guardians. There are 13 because this was how old Saint Eulàlia was when she was tortured. L’ou Com valla
10. Door into the Cathedral from the cloisters, one of the few remains of the old Roman cathedral. Stone sepulchral tablet in the Cathedral cloisters. View of Barcelona from the roof of the Cathedral.
11. Pulpit and organ from the Cathedral of Barcelona. Photos of a seat in the choir stall in Barcelona Cathedral. The first shows in detail the quality of the woodwork.
12. In the old Sala Capitular, which was converted into the Capella del Santíssim, there is the Christ of Lepanto, one of the images which the public have always expressed most devotion to.
Editor's Notes
La dinastia Trastàmara a Catalunya es va instal·lar, igual que a la resta de la Corona d'Aragó , arran dels acords del Compromís de Casp que varen triar un nou rei després de la mort de Martí l'Humà de la Casa de Barcelona . La nova dinastia, més acostumada als modes de fer de Castella , no s'acostumava al pactisme que des del segle XIII limitava el poder del rei en favor de les Corts Catalanes i la Diputació del General . A les Corts de Barcelona de 1413 va haver de cedir a les pressions, donant-los més poder, però tot i així va mantenir el cèlebre enfrontament del vectigal , el 1416 , amb els poders de Barcelona . Ja va crear molt de malestar quan, en adreçar-se a les Corts, ho va fer en castellà amb disgust de molts assistents. El malestar entre les institucions catalanes i la nova dinastia arribà al moment de màxima tensió en la Guerra Civil Catalana , quan la Generalitat va declarar que el rei no tenia el dret de posar el peu a Catalunya sense el seu consentiment. Enmig de la guerra intentaren canviar de dinastia moltes vegades sense èxit, triant diversos nous reis. Finalment, el rei va traslladar-se a viure a fora de la Corona d'Aragó, a Castella, perdent la pressió dels catalans i posant les bases per tal que al segle XVII Felip IV de Castella veiés Catalunya com a un apèndix i pogués annexionar-la i assimilar-la a la cultura castellana.
La bajada de precios después del 1030, a raíz del final del flujo musulmán, propició que la nobleza abandonara la ciudad. Con la vuelta del oro, a mediados de siglo, se renovó la actividad en muchos barrios, como la zona entre Sant Miquel, Sants Just i Pastor y Sant Jaume, y entre Sant Miquel y las murallas, mientras que la del Regomir estuvo libre de edificios hasta el siglo siguiente. Hacia el 1080, una nueva disminución del oro provocó otra caída de demanda y precios. Fuera de las murallas se produjo un notable desarrollo, después del 1060, en la zona del Mercadal. Aparecieron burgos, aunque no tan importantes, en Sant Pere de les Puelles (1010), fuera de la puerta del Regomir (1016) y en Santa Maria del Pi (1018), además de casas en Sant Pau del Camp y una nueva iglesia, Sant Cugat del Camí, que posteriormente se llamó del Rec.
Ramon Berenguer IV a Almería, quien tras su victoria sobre la ciudad se llevó de vuelta a Barcelona una gran cantidad de tesoros, entre ellos una impresionante puerta que instaló en la muralla medieval de la ciudad condal, según cuenta la leyenda, la gente ante semejante trofeo se paraba ante la puerta con la boca abierta y de ahí, con el paso del tiempo, derivó el nombre de Boqueria. Esta historia podría resultar ser cierta si no fuera porque entre la expedición de Ramon Berenguer IV a Almería (1147) y la construcción de las murallas de Las Ramblas (1250-1275 aprox.) transcurre más de un siglo. Esta guarda relación con la comunidad judía barcelonesa y su mercado de carne de chivo (boc en catalán). Existe documentación de inicios del S. XIII donde en la prolongación de la actual calle de la Boqueria (el antiguo decomanu romano) se instalan puestos de venta de carne en las inmediaciones del Call Menor. Con la construcción de las nuevas murallas los puestos fueron instalados al otro lado de la puerta, pero siguiendo la prolongación de la calle, que se convertía en camino hacia los pueblos del Pla de Barcelona y hacia el Llobregat, con el paso del tiempo y a medida que la densidad de Barcelona crecía fué necesario encontrar un nuevo emplazamiento para la venta de los productos de la huerta barcelonesa y el espacio que ocupaban los puestos judíos de venta de carne fue uno de los elegidos. Pese a los disturbios antisemitas de 1391, que supusieron la expulsión de los judíos barceloneses; y a los distintos nombres oficiales que a lo largo de los siglos ha ido recibiendo el mercado, el legado judío en esa zona quedó grabado en la memoria colectiva de los barceloneses, dando nombre tanto a la puerta, hoy en día desaparecida, como al mercado. Estos grupos de farolas las encontramos en cinco puntos distintos y sirven para marcar las antiguas entradas de la muralla medieval del siglo XIII y derribada a finales del siglo XVIII. Los antiguos portales son los de Santa Anna, que recibía este nombre por encontrase cerca de la parroquia homónima; Porta Ferrisa, cuyo nombre se debía a que en ese portal se encontraba una “cana” (antigua medida medieval) de hierro; la Porta de la Boqueria, sobre su nombre existen diversas versiones que explicaremos en el próximo post; la de los Trenta Claus, seguramente debido a que las maderas de la puerta estaban remachadas con treinta clavos y por último la de Fra Menors, su nombre se debe al encontrase delante del primer convento franciscano peninsular. Pese a que podríamos pensar que el único recuerdo sobre las antiguas murallas son estos conjuntos lumínicos, no es cierto, en la antigua ubicación de la Porta Ferrisa nos encontramos con un mural cerámico donde se nos explica brevemente la historia del lugar y cerca de la Porta dels Trenta Claus, en la entrada de un parquing, podemos encontrar un trozo de la antigua muralla dicha de Jaume I.
un año más tarde se inauguró la cripta , y las naves y el claustro se construyeron entre la segunda mitad del XIV y la primera del XV. Un motivo de esta «lentitud» se halla en el hecho de que la vieja catedral románica se incluyó en los límites de la gótica y fue derribada gradualmente mientras se construía la nueva, lo que condicionó su forma. Bajo el presbiterio se encuentra la cripta de santa Eulalia. El claustro tiene capillas en tres lados, y el cuarto lado está reservado para las salas capitular y de administración, así como la antigua capilla episcopal (s. XIII), que hoy está bajo la advocación de santa Lucía, fundada por el obispo Arnau de Gurb. El edificio aloja las campanas en dos campanarios y conserva un impresionante patrimonio, del cual destacan el sepulcro de san Ramon de Penyafort (procedente del convento de Santa Caterina); el crucifijo del siglo XVI llamado Santo Cristo de Lepanto que se venera en la capilla dedicada al Santísimo; el coro de los canónigos que preside la capilla episcopal del siglo XIV y la sillería del coro, obra de Pere Sanglada y Macià Bonafé, entre otros, con un trascoro de mármol con relieves de Bartolomé Ordóñez y Pedro del Villar, del XVI; retablos góticos pintados por Bernat Martorell, Guerau Gener, Miquel Nadal y Pere García de Benavarri; el conjunto de rejas góticas que cierran las capillas del templo y del claustro; las vidrieras góticas de la cabecera y del baptisterio, elaborado por Gil Fontanet según el diseño de Bartolomé Bermejo, y la custodia y la llamada Silla del Rey Martín, del siglo XV, que le sirve de peana. Cabe mencionar también la Pietat Desplà , de Bartolomé Bermejo, conservada en el Museo de la Catedral, y los papiros, códices, incunables y pergaminos que guarda el Archivo de la misma.
Construido en los siglos XIV-XV, el ala adosada a la basílica fue la primera que se alzó y la de la calle del Bisbe, la última, terminada en 1448. Rodeado por una serie de capillas con retablos que fueron trasladados a inicios del siglo XX, está lleno de escudos heráldicos y de las cofradías de artesanos. También tiene una fuente, obra del arquitecto Escuder, en cuyo surtidor, decorado por los escultores Claperós, se hace bailar un huevo en la fiesta del Corpus. Si durante el siglo XIII el patrocinio del arte estaba reservado a la nobleza, la monarquía y la Iglesia, en el siglo XIV se añadieron los estamentos populares -ricos burgueses, mercaderes y artesanos-, que encargaron obras para sus residencias, capillas y casas gremiales.
Intervinieron seis artistas, el más destacado de los cuales fue Pere Sanglada, responsable de la sillería alta, con las 48 misericordias decoradas con temas profanos, como la matanza del cerdo, y del púlpito, al cual se llega por una escalera esculpida por Jordi Joan, con figuras de María y el arcángel Gabriel. Los otros son Maties Bonafé (autor de la sillería baja), con la colaboración de Antoni Claperós y John Lambert, y Joan Frederic de Kassel y Michael Lochner, autores de los altos doseles en forma de pináculo. Otros nombres relacionados con el coro son Joan de Borgonya, Bartolomé Ordóñez y Pedro del Villar. El primero pintó en los respaldos los escudos de los participantes en el XIX capítulo de la Orden del Toisón de Oro, reunida en Barcelona en 1519, y presidida por el emperador Carlos V. Los segundos son los autores del conjunto escultórico del trascoro, que reproduce en mármol escenas del martirio de santa Eulalia, y que se acabó entre 1563 y 1564.