Las turberas peruanas se encuentran principalmente en la Amazonía y los Andes. Son ecosistemas frágiles que almacenan grandes cantidades de carbono y juegan un papel importante en la regulación hídrica. Sin embargo, están amenazadas por actividades humanas como la extracción de recursos y el cambio de uso de suelo, así como por el cambio climático. Es necesario conservar y usar sosteniblemente las turberas para proteger el carbono que almacenan y los servicios ecosistémicos que brindan.