LA COLONIZACIÓN DE LA ATMÓSFERA - JC Centenojulioccenteno
Aunque la atmósfera es un bien común, está siendo colonizada rápidamente por una minoría de la población mundial, sin costo alguno, amenazando la seguridad de toda la humanidad y la estabilidad del planeta. Los costos sociales y ambientales de sus procesos de desarrollo son arbitrariamente transferidos a todos los pueblos del mundo.
Los países industrializados, donde se encuentra sólo el 18% de la población mundial, son responsables por el 72% de las emisiones de CO2 acumuladas en la atmósfera entre 1850 y el 2014. Sin embargo, se niegan a reconocer su desproporcionada responsabilidad por el calentamiento global. Se niegan a asumir compromisos vinculantes sobre la reducción de emisiones, sobre la transferencia de recursos financieros y tecnológicos a los países más pobres, al reconocimiento de responsabilidades proporcionales por los daños causados a terceros y a reconocer las extremas limitaciones impuestas a las aspiraciones de desarrollo de la mayoría de la humanidad.
El objetivo central es la inevitable transformación de la matriz energética mundial, para sustituir los combustibles fósiles por fuentes alternas y renovables de energía limpia. El consumo de combustibles fósiles deberá ser rápida y fuertemente restringido, sometido a penalidades económicas y comerciales que impidan su uso.
Los compromisos asumidos hasta la fecha como preámbulo al acuerdo de Paris de diciembre 2015 implican que nuestros descendientes más inmediatos heredarán un planeta hostil, con un pronunciado desequilibrio energético que tiende a aumentar la temperatura superficial promedio muy por encima de lo conocido por la especie humana.
LA COLONIZACIÓN DE LA ATMÓSFERA - JC Centenojulioccenteno
Aunque la atmósfera es un bien común, está siendo colonizada rápidamente por una minoría de la población mundial, sin costo alguno, amenazando la seguridad de toda la humanidad y la estabilidad del planeta. Los costos sociales y ambientales de sus procesos de desarrollo son arbitrariamente transferidos a todos los pueblos del mundo.
Los países industrializados, donde se encuentra sólo el 18% de la población mundial, son responsables por el 72% de las emisiones de CO2 acumuladas en la atmósfera entre 1850 y el 2014. Sin embargo, se niegan a reconocer su desproporcionada responsabilidad por el calentamiento global. Se niegan a asumir compromisos vinculantes sobre la reducción de emisiones, sobre la transferencia de recursos financieros y tecnológicos a los países más pobres, al reconocimiento de responsabilidades proporcionales por los daños causados a terceros y a reconocer las extremas limitaciones impuestas a las aspiraciones de desarrollo de la mayoría de la humanidad.
El objetivo central es la inevitable transformación de la matriz energética mundial, para sustituir los combustibles fósiles por fuentes alternas y renovables de energía limpia. El consumo de combustibles fósiles deberá ser rápida y fuertemente restringido, sometido a penalidades económicas y comerciales que impidan su uso.
Los compromisos asumidos hasta la fecha como preámbulo al acuerdo de Paris de diciembre 2015 implican que nuestros descendientes más inmediatos heredarán un planeta hostil, con un pronunciado desequilibrio energético que tiende a aumentar la temperatura superficial promedio muy por encima de lo conocido por la especie humana.