El documento describe la escultura griega del segundo clasicismo del siglo IV a.C., enfocándose en artistas como Praxíteles, Lisipo y Escopas. Praxíteles representó a los dioses de una manera más humana y emotiva. Sus esculturas se caracterizaron por una línea curva conocida como la "curva praxiteliana". Lisipo introdujo un nuevo canon masculino más delgado y dinámico. Escopas se destacó por expresar sentimientos intensos y composiciones agitadas.