Una mujer recién casada observaba a su vecina tender la ropa a través de la ventana de su casa. Cada pocos días, la mujer criticaba lo sucia que estaba la ropa de la vecina. Después de un mes, la mujer se sorprendió al ver que la ropa de la vecina estaba limpia. Su marido le reveló que él había limpiado los cristales de la ventana, por lo que su perspectiva había cambiado. La lección es que debemos limpiar nuestro propio corazón antes de criticar a los demás, para poder ver las cosas con claridad
1. Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo. En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero. .
2. Quizas necesita un jabón nuevo... ¡ Ojalá pudiera ayudarla a lavar las sábanas ! El marido miró y quedó callado. . Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero .. !
3. Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento. .
4. Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpias, y dijo al marido: ¡ Mira, la vecina aprendió a lavar la ropa ! ¿¿ Le enseñaría otra vecina ?? .
5. El marido le respondió: ¡No, hoy me he levantado más temprano y limpie los cristales de nuestra ventana ! .
6. Y la vida es así. Todo depende de la limpieza de la ventana, a través de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, quizás sería conveniente chequear si hemos limpiado el corazón para poder ver más claro. Entonces podremos ver claramente la limpieza del corazón de los demás ... . .
7. Sin duda hoy ..... te veo incluso mejor que ayer Feliz Dia!