1. Cómo cura el Barça las lesiones musculares
La plantilla del Barça sufre un promedio de 21 lesiones musculares por temporada, en línea con los estudios que
la UEFA realizó entre 2003 y 2007 en el fútbol europeo, que sitúan el riesgo lesional en 2 por cada 1.000 horas de
exposición (entrenamiento y competición). Durante la temporada 2012/13, el rango había descendido a 13
incidentes musculares en el mes de abril, con la particularidad de que la mayoría de recuperaciones se produjeron
en menor tiempo del estandarizado.
A este factor diferencial, el de la veloz recuperación de las lesiones musculares, dedicamos el siguiente informe.
Los jugadores del Barça poseen las mismas flaquezas que el resto de futbolistas y deportistas, pero a
diferencia del resto de los mortales sus roturas fibrilares parecen ser curadas en tiempos récord. A
menudo, los plazos de recuperación establecidos por los médicos para curar y cicatrizar un desgarro
muscular se acortan hasta límites insospechados, a veces casi inexistentes en cuanto a partidos de baja
se refiere.
¿Cuál es la explicación de dicho fenómeno? ¿Cómo se explica que Messi quien, en principio, pareció
sufrir una microrrotura fibrilar en los isquiotibiales en el partido de ida de cuartos de final de Champions
contra el PSG no estuviera descartado para jugar ocho días después, cuando cualquier otro deportista
hubiera necesitado un mínimo de tres semanas para curarse de esa misma lesión?
No, no hay milagros, ni en la musculatura del futbolista ni en los tratamientos que se emplean. De Messi a
Xavi, todos los futbolistas del Barça sufren idénticos procesos biológicos que el resto de competidores. La
rapidez en las recuperaciones -en algunas recuperaciones, pues también hemos visto casos negativos-
procede de la suma de tres factores: diagnósticos “inflados”; tecnología de alta gama; y protocolos de
actuación inmediata.
LOS TRES FACTORES
“No hay milagros, lo que hay son malos diagnósticos”. Es la afirmación de nuestro fisioterapeuta y osteopata
de cabecera, de quien mantendremos discretamente su personalidad. Él siempre nos desmiente cualquier
diferencia morfológica: “La biología de un jugador de fútbol, sea del nivel que sea, es la misma que la de una
persona que juega squash de manera amateur”. Así pues, empecemos por el diagnóstico.
Suele ser bastante habitual que los diagnósticos de las lesiones musculares de los futbolistas que se
entregan a los medios de comunicación posean un contenido algo más grave de la situación real. A
2. menudo, lo que se anuncia como una microrrotura fibrilar es, en realidad, una distensión o elongación, lo
que equivale a un tiempo de recuperación bastante más reducido que el necesario en caso de una rotura.
Y si nos hablan de un desgarro de cinco centímetros es harto probable que se trate de una rotura de tres
centímetros, lo que en lugar de exigir cinco semanas de recuperación la limitará a solo tres.
Los clubes que emplean esta dinámica comunicativa lo basan en dos razones: primero, por la propia
prudencia médica en el diagnóstico muscular, que admite oscilaciones notables según sea la lesión, el
edema que lo rodea o incluso la nitidez de las imágenes radiológicas; y segundo, porque la lesión y
posterior recuperación de un jugador es, en la actualidad, un arma estratégica importante en la alta
competición.
El segundo factor a tener en cuenta en el análisis de las recuperaciones barcelonistas reside en la
excelencia del cuerpo médico y la tecnología de alta gama que se emplea. Médicos, fisioterapeutas y
recuperadores de primer nivel, así como aparatos y métodos punteros de recuperación, lo que significa un
apoyo formidable al lesionado.
Un buen diagnóstico, controles periódicos de
evolución de la lesión, tratamientos diarios, tanto con técnicas manuales como con aparatos específicos,
ejercicios guiados de fortalecimiento y un largo etcétera, sin duda permiten acortar significativamente los
plazos de recuperación de una rotura fibrilar, si los comparamos con los de un deportista medio que deba
buscarse y pagarse los servicios de un “fisio”, quien probablemente solo le podrá tratar una o dos veces
por semana y, quizás, con la única ayuda tecnológica de un aparato de ultrasonidos.
Y en tercer lugar, los años de experiencia de los servicios médicos del club blaugrana han permitido
elaborar unos protocolos exhaustivos de actuación en el abordaje de cada tipo de lesión o patología que
facilitan unas curaciones más rápidas. Conocen detalladamente todas las metodologías que funcionan
para cada individuo y también las que no, con lo que actúan sobre seguro.
EL DIAGNÓSTICO
Ante cualquier lesión, sin lugar a dudas lo más importante es acertar el diagnóstico lo más rápidamente
posible e iniciar cuanto antes el tratamiento para la curación, lo que no siempre resulta sencillo para un
deportista sin medios, pero sí lo es para un futbolista del Barça.
En el FC Barcelona, el diagnóstico de las lesiones musculares se basa en primer lugar en la historia
clínica del jugador (antecedentes, enfermedades…); en el cómo y cuándo se produce; y en la exploración
física (signos externos, palpación, evaluación del dolor en los distintos tipos de contracción del músculo
afectado, valoración de la flexibilidad…).
3. Transcurridas entre 24 y 48 horas se procede a la realización de una Resonancia Magnética, así como
una ecografía músculo-esquelética, dos métodos de diagnosis por imagen que permiten obtener la
información exacta de la lesión muscular en relación con el tejido conectivo afectado, conociendo así el
rango de gravedad de la lesión, la longitud de la herida y, sobre todo, el pronóstico de días de baja.
La valoración por imagen mediante ecografía se utilizará periódicamente durante todo el proceso de
sanación con el fin de ir monitorizando la evaluación del daño muscular: remisión del
hematoma/edema, fase de cicatrización, orientación de las fibras musculares…
Conocido el diagnóstico se procede a poner en marcha el protocolo de tratamiento específico para el tipo
y grado de lesión detectada con el empleo de métodos y tecnología de primer nivel.
MÉTODOS DE RECUPERACIÓN ALTO STANDING
Entre los métodos terapéuticos de ‘alto standing’ que disponen los jugadores del FC Barcelona y que les
permiten acortar plazos se hallan, entre otros, el método Indiba * (Tecarterapia) y la infiltración en la zona
lesionada de Plasma Rico en Plaquetas (PRP), conocidos más popularmente como “factores de
crecimiento”, una técnica legal y aprobada por la Agencia Mundial Antidopaje.
Si bien el Indiba es una terapia no invasiva y exenta de riesgos -puede utilizarse a diario durante todo el
tiempo de curación y también en el día a día para lograr una mejor recuperación muscular y articular tras
los entrenamientos, evitar inflamaciones y paliar molestias- no ocurre lo mismo con el empleo de PRP.
Que un jugador del Barça sufra una rotura fibrilar no conlleva ni mucho menos que, inevitablemente, vaya
a ser tratado con PRP. De hecho, las lesiones musculares tratadas mediante la infiltración de PRP no
siempre evolucionan bien, pues a veces surgen complicaciones.
Por este motivo, por tratarse de un método más invasivo y porque las lesiones de tipo muscular de por sí
progresan bien, no suelen inyectarse “factores de crecimiento” como norma habitual cuando hay una
rotura fibrilar, aunque sí se contempla recurrir a dicha terapia en el caso de roturas recidivas, graves o
que no terminan de curar mediante métodos no invasivos.
En cambio, el tratamiento con “factores de crecimiento” o PRP sí suelen aplicarse de forma sistemática en
lesiones tendinosas crónicas y de cartílagos. Tales son los casos de Xavi Hernández, que utilizó este
método para tratarse una tendinopatía aquilea en 2010.
PROTOCOLOS
Inmediato post-lesión
Una vez se produce la lesión, la primera fase del tratamiento que se pone en marcha habitualmente es la
siguiente:
Durante las primeras 72 horas se procede a aplicar el denominado RICE, es decir: Rest (descanso
deportivo); Ice (hielo); Compression (compresión) y Elevation (elevación).
4. El reposo o la inmovilización permiten prevenir
futuras retracciones de la rotura y disminuir el hematoma. La crioterapia o aplicación de hielo también
contribuye a reducir el hematoma, la inflamación y acelerar la recuperación. La compresión, aunque
disminuye el flujo sanguíneo, produce un efecto antiinflamatorio. Se suelen combinar la compresión y la
crioterapia, repitiendo intervalos de 15 a 20 minutos de duración (que pueden ser superiores o menores
en función del volumen de masa muscular y susceptibilidad cutánea del deportista) cada 3 o 4 horas,
aproximadamente.
A partir del tercer día es importante empezar con la movilización de la parte afectada, iniciando con
ejercicios isométricos de diferentes amplitudes en los que se vaya aumentando de forma gradual la
intensidad hasta llegar a la aparición de dolor.
Otros tipos de trabajo complementario que se suelen pautar son: ejercicios de estabilización y
movilización de la cintura lumbopélvica (core), estiramientos sin dolor o con una molestia soportable,
propiocepción y movimientos aeróbicos de la estructura no lesionada y también la lesionada, siempre que
no haya dolor o sea una molestia soportable. Estos ejercicios pueden efectuarse en piscina, bicicleta
estática o elíptica, según permita la parte dañada.
Durante esta etapa también pueden utilizarse masajes para drenar, electroterapia de efecto analgésico y
descontracturante (tipo Compex), hipertermia y diatermia (Indiba) y ultrasonidos.
A partir del séptimo día, cuando el jugador ya puede andar durante un hora con “molestia soportable” se
le permite pasar a realizar carrera continua a un ritmo submáximo de 8-10 Km/h, que es justo la fase
superior a andar rápido, e ir aumentando paulatinamente el ritmo siempre teniendo el dolor como
marcador.
Protocolo de Lesión Grado I de la UMT (unión músculo-tendinosa) del bíceps femoral porción proximal
De 0 a 3 días
. RICE
. Electroterapia
. Masaje de tipo drenaje
De 3 a 7 días
. Ultrasonidos diarios o hipertermia, en días alternos, o diatermia diaria (Indiba)
5. . Inicio de ejercicios isométricos manuales
. Valoración e inicio
. Valoración e inicio del trabajo con ejercicios de estabilización lumbopélvica
. Estiramientos activos
. Trabajo de propiocepción
. Inicio de trabajo de fisioterapia en piscina
. Trabajo de fisioterapia en el campo (andar adelante y atrás, estiramientos activos, desplazamientos laterales, etc…)
De 7 a 14 días
. Inicio del trabajo manual de la fuerza mediante ejercicios excéntricos submáximos (baja intensidad) de 4 a 6 series
de 8 a 10 repeticiones
. Refuerzo de trabajo isométrico, concéntrico y excéntrico realizados por el deportista con cinturón ruso o musculador
. Seguir con el trabajo de campo, introduciendo el balón
. Continuar con los ejercicios de fortalecimiento lumbopélvico en el gimnasio
. Seguir evolucionando con el trabajo de campo y, según el caso, realizar transferencia con readaptadores
. Inicio del trabajo parcial con el grupo y específico a parte, con preparadores físicos
Día 15 aproximadamente
Alta médica
6. En el caso específico de Leo Messi, cabe decir que el diagnóstico que hizo público el club fue extraordinariamente
ambiguo. Si bien las primeras informaciones surgidas en la ida de Champions en París hablaban de una microrrotura,
el Barça no confirmó en ningún momento dicha lesión, mencionando exclusivamente lo siguiente: “Leo Messi padece
una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha. Es baja para el partido de Liga del sábado y su
evolución marcará su disponibilidad de cara a los compromisos posteriores”.
Comprobamos, por lo tanto, la ambigüedad extrema del diagnóstico externo, del que resulta imposible
extraer conclusión alguna: no podemos saber -por el texto ofrecido- si se trataba de una leve sobrecarga,
una elongación o una microrrotura, con lo que el club emplea el diagnóstico ambiguo como instrumento
estratégico.
* La tecnología Indiba se basa en producir un incremento térmico (Diatermia o hipertermia) en la zona del
cuerpo a tratar, utilizando para ello la circulación de una corriente eléctrica de alta frecuencia que se
transmite entre dos eléctrodos.
- Bibliografía: Guía de Práctica Médica de las lesiones musculares. Epidemiología, diagnóstico, tratamiento y
prevención. Servicios médicos del Fútbol Club Barcelona.