20. La auténtica creación de Bernini es toda la capilla Una auténtica explosión de mármol y metal, blancos y dorados que llenan la composición. La combinación de materiales permite un juego de contrastes, muy propio del barroco.
21. El mismo contraste se puede vislumbrar entre la suavidad del cuerpo del ángel, con la dureza de pliegues quebrados de la santa que no se sabe si cae o se incorpora sobre la algodonosa y blanda nube. También ayuda la combinación de rayos dorados que permiten la impresión de ascensión de las esculturas en un marco abierto. El mármol duro y pesado consigue la sorprendente sensación de ligereza por ese cerco de nubes en el que se eleva la santa.
22. La cúpula tiene frescos con un cielo de trampantojo, repleto de querubines, y con la luz descendente del Espíritu Santo representado en forma de paloma. La luz es otro de los efectos escenográficos buscado en esta composición. Hay una ventana en la parte superior (que ilumina de forma clara los rayos dorados consiguiendo un contraste de luces y sombras entre éstos y las dos figuras que quedan en una semioscuridad propiciada por la capilla.
23. Estos contrastes resaltan el intenso momento que se vive. Bernini trata que los fieles que observan la obra participen de la pasión de la Santa. Por eso toda la obra se representa como una escena teatral, muy propia del Barroco, donde Teresa y el ángel son el acto principal y los miembros de la familia del cardenal Cornaro observan desde los simulados palcos como espectadores de lujo.
26. Bernini escoge el momento en el que el querubín saca la flecha del pecho de la santa.
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28. Toda la obra destaca por su tensión dramática, la fuerza arrolladora de los personajes, el sobrecogedor sentimiento que envuelve la escena. Bernini consigue en ella complementar la arquitectura con la escultura en una sola. El conjunto escultórico y la capilla están unidos de tal forma que no puede apreciarse el arrebato de la santa sin contemplarlo en un todo.
29. La propia composición de líneas cruzadas del Barroco marca el momento dramático entre una santa en la parte inferior de la composición y el ángel en la superior. Berniniconsigue resumir todos los elementos propios de la escultura barroca. Es el valor de lo sensorial sobre lo racional. Es el tiempo para un arte coherente y lúcido pero lleno de movimiento y creatividad. Es un tiempo para grandes artistas. A través del movimiento de estas figuras, de los pliegues que se mueven angulosos y zigzaguentas, del rostro de la santa que se contorsiona en su arrebato religioso y en la propia acción del ángel de sacar el dardo del corazón,
30. La perfección técnica de la obra es incuestionable. Los rostros de los representados buscan el máximo del sentimentalismo en la acción. El ángel mira a la santa con alegría y satisfacción. Pero la santa alcanza el paroxismo cuando a través de ella se contempla la vehemencia del momento. Con la boca entreabierta, los ojos entornados y la mano al corazón, el espectador es llevado de la mano de Bernini a participar en la emocionante escena.
31. Bernini demostró su valía como retratista con el Busto de Constanza Buonarelli donde destaca el naturalismo de la ejecución, pero quizás la obra que más nos recuerda a ésta que nos interesa es la que Bernini realizó de la Beata LudovicaAlbertoni que murió en arrebato místico en Roma.