El COVID-19 se caracteriza por un cuadro de infección respiratoria (3). Dentro de la población de alto riesgo se encuentran adultos mayores, pacientes con comorbilidades cardiovasculares, alteraciones metabólicas, enfermedad pul- monar crónica, estados de inmunosupresión y profesionales de la salud.La mayoría de las personas se recuperan por completo sin necesidad de tratamiento hospitalario. En lo que respecta a las personas con COVID-19 que corren un alto riesgo de enfermarse gravemente (véase la pregunta a continuación), la OMS ha formulado recomendaciones sobre tratamientos farmacológicos eficaces para mejorar los resultados y evitar las hospitalizaciones. Además, es importante permanecer vigilantes para reconocer a las personas con enfermedad grave y a las que necesitan tratamiento hospitalario, a fin de tratarlas sin dilación. Las consecuencias de la COVID-19 grave incluyen muerte, insuficiencia respiratoria, síndrome séptico, tromboembolismo (trombosis) e insuficiencia multiorgánica, incluidas las lesiones en el corazón, el hígado o los riñones. En raras ocasiones, los niños pueden desarrollar un síndrome inflamatorio grave unas semanas después de la infección.Toda persona con síntomas tales como la aparición de fiebre alta y tos debería hacerse una prueba, siempre que sea posible, para asegurarse de recibir la atención clínica adecuada. Las personas que no tienen síntomas pero han tenido contacto estrecho con alguien que está infectado, o que podría estarlo, también podrían considerar la posibilidad de realizar la prueba. Sírvase consultar y seguir las directrices de salud locales. Mientras una persona espera los resultados de la prueba es conveniente que utilice una mascarilla cuando interactúe con otras personas, dentro o fuera de su hogar, o comparta espacios con ellas. Cuando la capacidad para realizar pruebas sea limitada se priorizará a las personas con mayor riesgo de infección, por ejemplo, el personal de salud y quienes corren mayor riesgo de enfermedad grave, entre ellos las personas mayores, especialmente las que viven en residencias de ancianos o centros de atención crónica. Las personas con signos y síntomas indicativos de COVID-19, o aquellas cuyas prueban arrojen resultados positivos para el virus, deberían usar una mascarilla cuando interactúen con otras personas dentro o fuera de su hogar o compartan espacios con ellas. El tiempo medio desde la exposición a la COVID-19 hasta el momento en que comienzan a manifestarse los síntomas es de 5 a 6 días, pero puede variar entre 1 y 14 días. Por este motivo se aconseja a las personas que han estado expuestas al virus, que permanezcan en casa y se mantengan alejadas de los demás, a fin de evitar la propagación del virus.Los síntomas más comunes de la COVID-19 son los siguientes: fiebre escalofríos dolor de garganta. Otros síntomas que son menos comunes y pueden afectar a algunos pacientes incluyen: dolor muscular fatiga o cansancio intensos secreción nasal intensa o nariz