SlideShare a Scribd company logo
1 of 4
Download to read offline
Del desierto y los oasis
Hannah Arendt
En 1955, Hannah Arendt --de cuyo nacimiento se cumplen cien años--dictó en la
Universidad de Berkeley el curso "Historia de la teoría política". En estas
páginas se reproduce la conclusión recientemente aparecida en español de
aquellas classe. El crecimiento moderno de la amundanidad [imposibilidad de
una comunión de los hombres con el cosmos y entre sí, N. de E.], el declive de
todo entre humano [distancia que separa pero al mismo tiempo posibilita el
encuentro, N. de E.], también se puede describir como la propagación del
desierto. El primero que reconoció que vivimos y nos movemos en un mundo
desértico fue Nietzsche y también fue él quien cometió el primer error decisivo
diagnosticándolo. Como casi todos los que vinieron tras él, Nietzsche pensaba que
el desierto está en nosotros. Así se revelaba a sí mismo no solo como uno de los
primeros habitantes conscientes del desierto, sino también y por lo mismo, como
la víctima de su más terrible ilusión. La psicología moderna es psicología del
desierto: cuando perdemos la facultad de juzgar, "de sufrir y de condenar",
comenzamos a pensar que hay algo equivocado en nosotros si no podemos vivir
bajo las condiciones del desierto. En la medida en que la psicología trata de
"ayudarnos" nos ayuda a "ajustarnos" a aquellas condiciones y nos quita nuestra
única esperanza; a saber: que nosotros, que no somos del desierto aunque
vivamos en él, somos capaces de transformarlo en un mundo humano. La
psicología pone todo del revés: precisamente porque sufrimos bajo las
condiciones del desierto somos aún humanos y estamos aún intactos; el peligro
consiste en que nos convirtamos en verdaderos habitantes del desierto y nos
sintamos cómodos en él. El mayor peligro en el desierto consiste en que hay
tempestades de arena; en que el desierto no siempre es tranquilo como un
cementerio. Allí donde, al fin y al cabo, todo sigue siendo posible, puede
desencadenarse un movimento autónomo. Esas tormentas de arena son los
movimientos totalitarios, cuya car acterística principal reside en que se ajustan
extraordinariamente bien a las condiciones del desierto. De hecho, no cuentan
con nada más, y por ello parecen ser la forma política más adecuada a la vida del
desierto. Ambos, la psicología -la disciplina de ajustar la vida humana al desierto-
y los movimientos totalitarios -las tempestades de arena, en las cuales lo que es
tranquilo como la muerte explota repentinamente en pseudoacción- plantean un
peligro inminente a las dos facultades humanas que pacientemente nos capacitan
para transformar el desierto en lugar de transformarnos a nosotros mismos: las
facultades conjuntadas de acción y pasión. Es cierto que cuando somos
alcanzados por los movimientos totalitarios o por los ajustes de la psicología
moderna sufrimos menos; pero perdemos la facultad de sufrir y con ella la virtud
de resistir. Y sólo de aquellos que consiguen resistir el padecimiento de vivir bajo
las condiciones del desierto es de quienes podemos esperar que se armen del
coraje necesario que se encuentra en la raíz de toda acción, del coraje que
convierte a un hombre en un ser actuante. Las tormentas de arena amenazan
también esos oasis en el desierto sin los que ninguno de nosotros podría resistir
allí, mientras que la psicología sólo intenta acostumbrarnos a la vida en el
desierto de modo que ya no sintamos la necesidad de los oasis. Los oasis
constituyen todos esos dominios de la vida que existen independientemente, o al
menos en gran medida independientemente, de las circunstancias políticas. Lo
que en ellos disuena es la política, es decir, nuestra experiencia plural, pero no lo
que podemos hacer y crear en la medida en que existimos en singular: en el
aislamiento del artista, en la soledad del filósofo, en la relación inherentemente
amundana entre seres humanos tal como existe en el amor y a veces en la
amistad "cuando un corazón se dirige directamente a otro, como en la amistad, o
cuando el entre, el mundo, asciende en llamas como en el amor". Sin la
intangibilidad de esos oasis no sabríamos cómo respirar. Y los especialistas en
ciencia política deberían saber esto. Si aquellos que deben gastar sus vidas en el
desierto, intentando hacer esto o aquello, preocupándose constantemente por sus
condiciones, no saben cómo usar los oasis, se convertirán en habitantes del
desierto, incluso sin ayuda de la psicología. En otras palabras, los oasis se
secarán si no los mantenemos intactos, y ellos no son meros lugares de "relax"
sino las fuentes dispensadoras de vida que nos permiten vivir en el desierto sin
reconciliarnos con él. El peligro opuesto es mucho más frecuente. Su nombre
habitual es escapismo: huir del mundo del desierto, de la política, hacia lo que
quiera que sea es una forma menos peligrosa y más refinada de aniquilar los
oasis que las tormentas de arena, que amenazan su existencia, por así decirlo,
desde fuera. Tratando de huir transportamos la arena del desierto a los oasis
"como Kierkegaard, tratando de escapar de la duda, introdujo su duda en la
religión cuando dio el salto a la fe". La falta de resistencia, el fracaso de reconocer
y resistir la duda como una de las condiciones fundamentales de la vida
moderna, introduce la duda en el único ámbito en que nunca debió entrar: el
ámbito religioso; hablando estrictamente, el ámbito de la fe. Eso es sólo un
ejemplo para que veamos lo que hacemos cuando intentamos huir del desierto.
Porque aniquilamos los oasis dispensadores de vida cuando vamos a ellos con la
intención de huir, parece a veces como si todo conspirase para generalizar las
condiciones del desierto.
También esto es una ilusión. En último análisis, el mundo humano es sempre el
producto del amor mundi del hombre, un artificio humano cuya inmortalidad
potencial está siempre sujeta la mortalidad de aquellos que lo construyen y a la
natalidad de aquellos que comienzan a vivir en él. Lo que Hamlet dijo es siempre
verdad: "El tiempo está fuera de quicio. ¡Maldita suerte la mía, haber nacido para
ponerlo en orden!". En este sentido, en la necesidad que tiene el mundo de los
que comienzan para que pueda ser comenzado de nuevo, el mundo es siempre un
desierto. Sin embargo, a partir de las condiciones de amundanidad que
aparecieron por primera vez en la Edad Moderna -amundanidad que no debería
ser confundida con la ultramundanidad cristiana- nació la cuestión de Leibniz,
Schelling y Heidegger: ¿por qué hay algo en lugar de nada? Y a partir de las
condiciones específicas de nuestro mundo contemporáneo que nos amenaza no
sólo con que no-haya-nada, sino también con que no-haya-nadie, puede surgir la
pregunta: ¿por qué hay alguien en lugar de nadie? Estas cuestiones pueden
sonar nihilistas pero no lo son. Al contrario, son las cuestiones antinihilistas
planteadas en una situación objetiva de nihilismo, donde el que no-haya-nada y
el que no-haya-nadie amenazan con destruir el mundo.
Por Hannah Arendt
Traducción: Juan A. Guerriero
© Revista de Occidente
Del deserto e le oasi
Nel 1955, Hannah Arendt - della cui nascita si commemorano cento anni - dettò
nell'Università di Berkeley il corso "Storia della teoria politica". In queste pagine si
riproduce la conclusione recentemente apparsa in spagnolo di quelle classi
La crescita moderna dell'amundanidad [impossibilità di una comunione degli
uomini col cosmo e metta sé, N. di E.], il pendio di tutto tra umano [distanzia che
separa ma contemporaneamente facilita l'incontro, N. di E.], può descriversi
anche come la propagazione del deserto. Il primo che riconobbe che viviamo e ci
muoviamo in un mondo desertico fu Nietzsche ed anche egli fu chi commise il
primo errore decisivo diagnosticandolo. Come quasi tutti quelli che vennero dietro
lui, Nietzsche pensava che il deserto sta in noi. Così si rivelava a sé stesso non
suolo come uno dei primi abitanti coscienti del deserto, ma anche e per la stessa
cosa, come la vittima della sua più terribile illusione. La psicologia moderna è
psicologia del deserto: quando perdiamo la facoltà di giudicare, "di soffrire e di
condannare", cominciamo a pensare che c'è qualcosa di sbagliato in noi se non
possiamo vivere sotto le condizioni del deserto. Nella misura in cui la psicologia
commercia di "aiutarci" c'aiuta a "adattarci" a quelle condizioni e ci toglie la
nostra unica speranza; a sapere: che noi che non siamo del deserto benché
viviamo in lui, siamo capaci di trasformarlo in un mondo umano. La psicologia
mette tutto del rovescio: precisamente perché soffriamo sotto le condizioni del
deserto siamo ancora umani e siamo ancora intatti; il pericolo consiste in che
trasformiamoci in veri abitanti del deserto e sentiamoci comodi in lui. Il maggiore
pericolo nel deserto consiste in che ci sono tempeste di sabbia; in cui il deserto
non è sempre tranquillo come un cimitero. Lì dove, in fin dei conti, tutto continua
ad essere possibile, può liberarsi un movimento autonomo. Quelli temporali di
sabbia sono i movimenti totalitari la cui caratteristica principale risiede in che si
stringono straordinariamente bene alle condizioni del deserto. In realtà, non
contano su nient'altro, e per ciò sembrano essere la forma politica più adeguata
alla vita del deserto. Ambedue, la psicologia - la disciplina di adattare la vita
umana al deserto - ed i movimenti totalitari - le tempeste di sabbia, nelle quali
quello che è tranquillo la morte sfrutta come improvvisamente in pseudoacción -
espongono un pericolo imminente alle due facoltà umane che pazientemente
c'abilitano per trasformare il deserto invece di trasformarci stessi: le facoltà
conjuntadas di azione e passione. È certo che quando siamo raggiunti per i
movimenti totalitari o per gli accomodamenti della psicologia moderna soffriamo
meno; ma perdiamo la facoltà di soffrire e con lei la virtù di resistere. E solo di
quelli che riescono a resistere il patimento di vivere sotto le condizioni del deserto
è di chi possiamo sperare che si armino del coraggio necessario che si trova nella
radice di ogni azione, del coraggio che trasforma un uomo in un essere interprete.
I temporali di sabbia minacciano anche quelle oasi nel deserto senza il quale
nessuno di noi potrebbe resistere lì, mentre la psicologia cerca solo di abituarci
alla vita nel deserto in modo che non sentiamo oramai la necessità delle oasi. Le
oasi costituiscono tutti quelli domini della vita che esistono indipendentemente, o
almeno in larga misura indipendentemente, delle circostanze politiche. Quella che
dissuona in essi è la politica, cioè, la nostra esperienza plurale, ma non quello
che possiamo fare e creare nella misura in cui esistiamo in singolare:
nell'isolamento dell'artista, nella solitudine del filosofo, nella relazione
inerentemente amundana tra esseri umani come esiste nell'amore ed a volte
nell'amicizia "quando un cuore si dirige direttamente ad un altro, come
nell'amicizia, o quando quello tra, il mondo, ascende in fiamme come in quello
amore". Senza l'intangibilità di quelle oasi non sapremmo come respirare. Ed i
specialisti in scienza politica dovrebbero sapere questo. Se quelli che devono
spendere le sue vite nel deserto, cercando di fare questo o quello,
preoccupandosi costantemente per le sue condizioni, non sanno come usare le
oasi, si trasformeranno in abitanti del deserto, perfino senza aiuto della
psicologia. In altre parole, le oasi si asciugheranno se non li manteniamo intatti,
ed essi non sono meri posti di "relax" altro che le fonti dispensatrici di vita che ci
permettono di vivere nel deserto senza riconciliarci con lui. Il pericolo opposto è
molto più frequente. Il suo nome abituale è derealizzazione: fuggire dal mondo del
deserto, della politica, verso quello che voglia che sia è una forma meno
pericolosa e più raffinata di annichilire le oasi che i temporali di sabbia che
minacciano la sua esistenza, per così dirlo, da fosse. Tentando di fuggire
trasportiamo la sabbia del deserto alle oasi "come Kierkegaard, tentando di
scappare dal dubbio, introdusse il suo dubbio nella religione quando diede il salto
alla fede". La mancanza di resistenza, il fallimento di riconoscere e resistere il
dubbio come una delle condizioni fondamentali della vita moderna, introduce il
dubbio nell'unico ambito in che non dovette entrare mai: l'ambito religioso;
parlando strettamente, l'ambito della fede. Quello è solo un esempio affinché
vediamo quello che facciamo quando cerchiamo di fuggire dal deserto. Perché
annichiliamo le oasi dispensatori di vita quando andiamo da essi con l'intenzione
di fuggire, sembra a volte come se tutto cospirasse per generalizzare le condizioni
del deserto.
Anche questa è un'illusione. In ultima analisi, il mondo umano è sempre il
prodotto dell'amore mundi dell'uomo, un artificio umano il cui immortalità
potenziale sta sottomette sempre la mortalità di quelli quale lo costruiscono ed
alla natalità di quelli che cominciano a vivere in lui. Quella che Hamlet disse è
sempre verità: "Il tempo è fuori di senno. Maledetta fortuna la mia, essere nato
per metterlo in ordine! ". In questo senso, nella necessità che ha il mondo del
quale cominciano affinché possa essere cominciato di nuovo, il mondo è sempre
un deserto. Tuttavia, a partire dalle condizioni di amundanidad che apparvero
per la prima volta nell'Età Moderna - amundanidad che non dovrebbe essere
confusa con l'ultramundanidad cristiana - nacque la questione da Leibniz,
Schelling e Heidegger: perché c'è qualcosa invece di niente? Ed a partire dalle
condizioni specifiche del nostro mondo contemporaneo che ci minaccia non solo
con che no-faggio-niente, ma anche con che no-faggio-nessuno, può sorgere la
domanda: perché c'è qualcuno invece di nessuno? Queste questioni possono
suonare nichilisti ma non lo sono. Al contrario, sono le questioni antinihilistas
esposto in una situazione obiettiva di nichilismo, dove quello che no-faggio-niente
e quello che no-faggio-nessuno minaccia di distruggere il mondo.
Per Hannah Arendt
Traduzione: Juan A. Guerriero
© Rivista di Occidente

More Related Content

Similar to Arendt

L'uomo tra esigenza d'Infinito e grido spezzato
L'uomo tra esigenza d'Infinito e grido spezzatoL'uomo tra esigenza d'Infinito e grido spezzato
L'uomo tra esigenza d'Infinito e grido spezzatonapolinelquore
 
Gli autori della follia
Gli autori della folliaGli autori della follia
Gli autori della follialuch94
 
Gli autori della follia...
Gli autori della follia...Gli autori della follia...
Gli autori della follia...luch94
 
Tesina - L'Estetismo e il conflitto con la Morale
Tesina - L'Estetismo e il conflitto con la MoraleTesina - L'Estetismo e il conflitto con la Morale
Tesina - L'Estetismo e il conflitto con la MoraleGiovanni Bozzano
 
DEPRESSION: A PERSONALIST READING
DEPRESSION: A PERSONALIST READINGDEPRESSION: A PERSONALIST READING
DEPRESSION: A PERSONALIST READINGHaskell Lambda
 
Introduzione al situazionismo
Introduzione al    situazionismoIntroduzione al    situazionismo
Introduzione al situazionismoAlain Denis
 
La ginestra
La ginestraLa ginestra
La ginestraGnigni
 
Villano - SMOM Granpriorati e Sottopriorati - Presidenti Acismom
Villano -  SMOM Granpriorati e Sottopriorati - Presidenti AcismomVillano -  SMOM Granpriorati e Sottopriorati - Presidenti Acismom
Villano - SMOM Granpriorati e Sottopriorati - Presidenti AcismomRaimondo Villano
 
Il caso Nietzsche - dalla nascita della tragedia alla follia e le diverse int...
Il caso Nietzsche - dalla nascita della tragedia alla follia e le diverse int...Il caso Nietzsche - dalla nascita della tragedia alla follia e le diverse int...
Il caso Nietzsche - dalla nascita della tragedia alla follia e le diverse int...lucantonini
 
Mein kampf_Il delirio del pensiero disumano e disumanizzante
Mein kampf_Il delirio del pensiero disumano e disumanizzanteMein kampf_Il delirio del pensiero disumano e disumanizzante
Mein kampf_Il delirio del pensiero disumano e disumanizzanteCristinaGalizia
 
Dialettica del postmodernismo, omnium
Dialettica del postmodernismo, omniumDialettica del postmodernismo, omnium
Dialettica del postmodernismo, omniumUNIVERSITY OF COIMBRA
 
Dialettica del postmodernismo, omnium
Dialettica del postmodernismo, omniumDialettica del postmodernismo, omnium
Dialettica del postmodernismo, omniumUNIVERSITY OF COIMBRA
 
Il rischio aziendale come cigno nero o vaso di pandora
Il rischio aziendale come cigno nero o vaso di pandoraIl rischio aziendale come cigno nero o vaso di pandora
Il rischio aziendale come cigno nero o vaso di pandoraGiovanni Rudello
 

Similar to Arendt (20)

L'uomo tra esigenza d'Infinito e grido spezzato
L'uomo tra esigenza d'Infinito e grido spezzatoL'uomo tra esigenza d'Infinito e grido spezzato
L'uomo tra esigenza d'Infinito e grido spezzato
 
Gli autori della follia
Gli autori della folliaGli autori della follia
Gli autori della follia
 
Gli autori della follia...
Gli autori della follia...Gli autori della follia...
Gli autori della follia...
 
Uomo Natura Romanticismo XIX secolo
Uomo Natura Romanticismo XIX secoloUomo Natura Romanticismo XIX secolo
Uomo Natura Romanticismo XIX secolo
 
Tesina - L'Estetismo e il conflitto con la Morale
Tesina - L'Estetismo e il conflitto con la MoraleTesina - L'Estetismo e il conflitto con la Morale
Tesina - L'Estetismo e il conflitto con la Morale
 
DEPRESSION: A PERSONALIST READING
DEPRESSION: A PERSONALIST READINGDEPRESSION: A PERSONALIST READING
DEPRESSION: A PERSONALIST READING
 
Introduzione al situazionismo
Introduzione al    situazionismoIntroduzione al    situazionismo
Introduzione al situazionismo
 
La ginestra
La ginestraLa ginestra
La ginestra
 
Villano - SMOM Granpriorati e Sottopriorati - Presidenti Acismom
Villano -  SMOM Granpriorati e Sottopriorati - Presidenti AcismomVillano -  SMOM Granpriorati e Sottopriorati - Presidenti Acismom
Villano - SMOM Granpriorati e Sottopriorati - Presidenti Acismom
 
Umanesimo e rinascimento
Umanesimo e rinascimentoUmanesimo e rinascimento
Umanesimo e rinascimento
 
Il caso Nietzsche - dalla nascita della tragedia alla follia e le diverse int...
Il caso Nietzsche - dalla nascita della tragedia alla follia e le diverse int...Il caso Nietzsche - dalla nascita della tragedia alla follia e le diverse int...
Il caso Nietzsche - dalla nascita della tragedia alla follia e le diverse int...
 
Mein kampf_Il delirio del pensiero disumano e disumanizzante
Mein kampf_Il delirio del pensiero disumano e disumanizzanteMein kampf_Il delirio del pensiero disumano e disumanizzante
Mein kampf_Il delirio del pensiero disumano e disumanizzante
 
Dialettica del postmodernismo, omnium
Dialettica del postmodernismo, omniumDialettica del postmodernismo, omnium
Dialettica del postmodernismo, omnium
 
Dialettica del postmodernismo, omnium
Dialettica del postmodernismo, omniumDialettica del postmodernismo, omnium
Dialettica del postmodernismo, omnium
 
Il rischio aziendale come cigno nero o vaso di pandora
Il rischio aziendale come cigno nero o vaso di pandoraIl rischio aziendale come cigno nero o vaso di pandora
Il rischio aziendale come cigno nero o vaso di pandora
 
Friedrich Nietzsche
Friedrich NietzscheFriedrich Nietzsche
Friedrich Nietzsche
 
Prima prova miur
Prima prova miurPrima prova miur
Prima prova miur
 
Tracce prova italiano maturita2013
Tracce prova italiano maturita2013Tracce prova italiano maturita2013
Tracce prova italiano maturita2013
 
Esame di stato 2013
Esame di stato  2013Esame di stato  2013
Esame di stato 2013
 
News 55 settembre 2015
News 55 settembre  2015News 55 settembre  2015
News 55 settembre 2015
 

More from maribrondo

Feldman, treinta y seis capacidades
Feldman, treinta y seis capacidadesFeldman, treinta y seis capacidades
Feldman, treinta y seis capacidadesmaribrondo
 
Allau,a. los maestros y su historia
Allau,a. los maestros y su historiaAllau,a. los maestros y su historia
Allau,a. los maestros y su historiamaribrondo
 
Terigi conferencia
Terigi conferenciaTerigi conferencia
Terigi conferenciamaribrondo
 
Soler villanou
Soler villanouSoler villanou
Soler villanoumaribrondo
 
Quevedo la escuela frente a los jovenes
Quevedo la escuela frente a los jovenesQuevedo la escuela frente a los jovenes
Quevedo la escuela frente a los jovenesmaribrondo
 
Posmodernidad y educacion colom
Posmodernidad y educacion colomPosmodernidad y educacion colom
Posmodernidad y educacion colommaribrondo
 
Ernst cassirer
Ernst cassirerErnst cassirer
Ernst cassirermaribrondo
 
Lev s vygotsky pensamiento y lenguaje
Lev s vygotsky  pensamiento y lenguajeLev s vygotsky  pensamiento y lenguaje
Lev s vygotsky pensamiento y lenguajemaribrondo
 
Fundamento antropologico de la educacion
Fundamento antropologico de la educacionFundamento antropologico de la educacion
Fundamento antropologico de la educacionmaribrondo
 
Educacion para la_liberacion
Educacion para la_liberacionEducacion para la_liberacion
Educacion para la_liberacionmaribrondo
 
La diversidad bajo sospecha
La diversidad bajo sospechaLa diversidad bajo sospecha
La diversidad bajo sospechamaribrondo
 

More from maribrondo (13)

Feldman, treinta y seis capacidades
Feldman, treinta y seis capacidadesFeldman, treinta y seis capacidades
Feldman, treinta y seis capacidades
 
Allau,a. los maestros y su historia
Allau,a. los maestros y su historiaAllau,a. los maestros y su historia
Allau,a. los maestros y su historia
 
Terigi conferencia
Terigi conferenciaTerigi conferencia
Terigi conferencia
 
Soler villanou
Soler villanouSoler villanou
Soler villanou
 
Quevedo la escuela frente a los jovenes
Quevedo la escuela frente a los jovenesQuevedo la escuela frente a los jovenes
Quevedo la escuela frente a los jovenes
 
Posmodernidad y educacion colom
Posmodernidad y educacion colomPosmodernidad y educacion colom
Posmodernidad y educacion colom
 
Ernst cassirer
Ernst cassirerErnst cassirer
Ernst cassirer
 
Lev s vygotsky pensamiento y lenguaje
Lev s vygotsky  pensamiento y lenguajeLev s vygotsky  pensamiento y lenguaje
Lev s vygotsky pensamiento y lenguaje
 
Fundamento antropologico de la educacion
Fundamento antropologico de la educacionFundamento antropologico de la educacion
Fundamento antropologico de la educacion
 
Educacion para la_liberacion
Educacion para la_liberacionEducacion para la_liberacion
Educacion para la_liberacion
 
La diversidad bajo sospecha
La diversidad bajo sospechaLa diversidad bajo sospecha
La diversidad bajo sospecha
 
nuevo
nuevonuevo
nuevo
 
invitado
invitadoinvitado
invitado
 

Recently uploaded

Lorenzo D'Emidio_Vita e opere di Aristotele.pptx
Lorenzo D'Emidio_Vita e opere di Aristotele.pptxLorenzo D'Emidio_Vita e opere di Aristotele.pptx
Lorenzo D'Emidio_Vita e opere di Aristotele.pptxlorenzodemidio01
 
Lorenzo D'Emidio- Lavoro sulla Bioarchittetura.pptx
Lorenzo D'Emidio- Lavoro sulla Bioarchittetura.pptxLorenzo D'Emidio- Lavoro sulla Bioarchittetura.pptx
Lorenzo D'Emidio- Lavoro sulla Bioarchittetura.pptxlorenzodemidio01
 
Lorenzo D'Emidio_Francesco Petrarca.pptx
Lorenzo D'Emidio_Francesco Petrarca.pptxLorenzo D'Emidio_Francesco Petrarca.pptx
Lorenzo D'Emidio_Francesco Petrarca.pptxlorenzodemidio01
 
XIII Lezione - Arabo G.Rammo @ Libera Accademia Romana
XIII Lezione - Arabo G.Rammo @ Libera Accademia RomanaXIII Lezione - Arabo G.Rammo @ Libera Accademia Romana
XIII Lezione - Arabo G.Rammo @ Libera Accademia RomanaStefano Lariccia
 
Lorenzo D'Emidio_Vita di Cristoforo Colombo.pptx
Lorenzo D'Emidio_Vita di Cristoforo Colombo.pptxLorenzo D'Emidio_Vita di Cristoforo Colombo.pptx
Lorenzo D'Emidio_Vita di Cristoforo Colombo.pptxlorenzodemidio01
 
XI Lezione - Arabo LAR Giath Rammo @ Libera Accademia Romana
XI Lezione - Arabo LAR Giath Rammo @ Libera Accademia RomanaXI Lezione - Arabo LAR Giath Rammo @ Libera Accademia Romana
XI Lezione - Arabo LAR Giath Rammo @ Libera Accademia RomanaStefano Lariccia
 

Recently uploaded (6)

Lorenzo D'Emidio_Vita e opere di Aristotele.pptx
Lorenzo D'Emidio_Vita e opere di Aristotele.pptxLorenzo D'Emidio_Vita e opere di Aristotele.pptx
Lorenzo D'Emidio_Vita e opere di Aristotele.pptx
 
Lorenzo D'Emidio- Lavoro sulla Bioarchittetura.pptx
Lorenzo D'Emidio- Lavoro sulla Bioarchittetura.pptxLorenzo D'Emidio- Lavoro sulla Bioarchittetura.pptx
Lorenzo D'Emidio- Lavoro sulla Bioarchittetura.pptx
 
Lorenzo D'Emidio_Francesco Petrarca.pptx
Lorenzo D'Emidio_Francesco Petrarca.pptxLorenzo D'Emidio_Francesco Petrarca.pptx
Lorenzo D'Emidio_Francesco Petrarca.pptx
 
XIII Lezione - Arabo G.Rammo @ Libera Accademia Romana
XIII Lezione - Arabo G.Rammo @ Libera Accademia RomanaXIII Lezione - Arabo G.Rammo @ Libera Accademia Romana
XIII Lezione - Arabo G.Rammo @ Libera Accademia Romana
 
Lorenzo D'Emidio_Vita di Cristoforo Colombo.pptx
Lorenzo D'Emidio_Vita di Cristoforo Colombo.pptxLorenzo D'Emidio_Vita di Cristoforo Colombo.pptx
Lorenzo D'Emidio_Vita di Cristoforo Colombo.pptx
 
XI Lezione - Arabo LAR Giath Rammo @ Libera Accademia Romana
XI Lezione - Arabo LAR Giath Rammo @ Libera Accademia RomanaXI Lezione - Arabo LAR Giath Rammo @ Libera Accademia Romana
XI Lezione - Arabo LAR Giath Rammo @ Libera Accademia Romana
 

Arendt

  • 1. Del desierto y los oasis Hannah Arendt En 1955, Hannah Arendt --de cuyo nacimiento se cumplen cien años--dictó en la Universidad de Berkeley el curso "Historia de la teoría política". En estas páginas se reproduce la conclusión recientemente aparecida en español de aquellas classe. El crecimiento moderno de la amundanidad [imposibilidad de una comunión de los hombres con el cosmos y entre sí, N. de E.], el declive de todo entre humano [distancia que separa pero al mismo tiempo posibilita el encuentro, N. de E.], también se puede describir como la propagación del desierto. El primero que reconoció que vivimos y nos movemos en un mundo desértico fue Nietzsche y también fue él quien cometió el primer error decisivo diagnosticándolo. Como casi todos los que vinieron tras él, Nietzsche pensaba que el desierto está en nosotros. Así se revelaba a sí mismo no solo como uno de los primeros habitantes conscientes del desierto, sino también y por lo mismo, como la víctima de su más terrible ilusión. La psicología moderna es psicología del desierto: cuando perdemos la facultad de juzgar, "de sufrir y de condenar", comenzamos a pensar que hay algo equivocado en nosotros si no podemos vivir bajo las condiciones del desierto. En la medida en que la psicología trata de "ayudarnos" nos ayuda a "ajustarnos" a aquellas condiciones y nos quita nuestra única esperanza; a saber: que nosotros, que no somos del desierto aunque vivamos en él, somos capaces de transformarlo en un mundo humano. La psicología pone todo del revés: precisamente porque sufrimos bajo las condiciones del desierto somos aún humanos y estamos aún intactos; el peligro consiste en que nos convirtamos en verdaderos habitantes del desierto y nos sintamos cómodos en él. El mayor peligro en el desierto consiste en que hay tempestades de arena; en que el desierto no siempre es tranquilo como un cementerio. Allí donde, al fin y al cabo, todo sigue siendo posible, puede desencadenarse un movimento autónomo. Esas tormentas de arena son los movimientos totalitarios, cuya car acterística principal reside en que se ajustan extraordinariamente bien a las condiciones del desierto. De hecho, no cuentan con nada más, y por ello parecen ser la forma política más adecuada a la vida del desierto. Ambos, la psicología -la disciplina de ajustar la vida humana al desierto- y los movimientos totalitarios -las tempestades de arena, en las cuales lo que es tranquilo como la muerte explota repentinamente en pseudoacción- plantean un peligro inminente a las dos facultades humanas que pacientemente nos capacitan para transformar el desierto en lugar de transformarnos a nosotros mismos: las facultades conjuntadas de acción y pasión. Es cierto que cuando somos alcanzados por los movimientos totalitarios o por los ajustes de la psicología moderna sufrimos menos; pero perdemos la facultad de sufrir y con ella la virtud de resistir. Y sólo de aquellos que consiguen resistir el padecimiento de vivir bajo las condiciones del desierto es de quienes podemos esperar que se armen del coraje necesario que se encuentra en la raíz de toda acción, del coraje que convierte a un hombre en un ser actuante. Las tormentas de arena amenazan también esos oasis en el desierto sin los que ninguno de nosotros podría resistir allí, mientras que la psicología sólo intenta acostumbrarnos a la vida en el desierto de modo que ya no sintamos la necesidad de los oasis. Los oasis constituyen todos esos dominios de la vida que existen independientemente, o al menos en gran medida independientemente, de las circunstancias políticas. Lo
  • 2. que en ellos disuena es la política, es decir, nuestra experiencia plural, pero no lo que podemos hacer y crear en la medida en que existimos en singular: en el aislamiento del artista, en la soledad del filósofo, en la relación inherentemente amundana entre seres humanos tal como existe en el amor y a veces en la amistad "cuando un corazón se dirige directamente a otro, como en la amistad, o cuando el entre, el mundo, asciende en llamas como en el amor". Sin la intangibilidad de esos oasis no sabríamos cómo respirar. Y los especialistas en ciencia política deberían saber esto. Si aquellos que deben gastar sus vidas en el desierto, intentando hacer esto o aquello, preocupándose constantemente por sus condiciones, no saben cómo usar los oasis, se convertirán en habitantes del desierto, incluso sin ayuda de la psicología. En otras palabras, los oasis se secarán si no los mantenemos intactos, y ellos no son meros lugares de "relax" sino las fuentes dispensadoras de vida que nos permiten vivir en el desierto sin reconciliarnos con él. El peligro opuesto es mucho más frecuente. Su nombre habitual es escapismo: huir del mundo del desierto, de la política, hacia lo que quiera que sea es una forma menos peligrosa y más refinada de aniquilar los oasis que las tormentas de arena, que amenazan su existencia, por así decirlo, desde fuera. Tratando de huir transportamos la arena del desierto a los oasis "como Kierkegaard, tratando de escapar de la duda, introdujo su duda en la religión cuando dio el salto a la fe". La falta de resistencia, el fracaso de reconocer y resistir la duda como una de las condiciones fundamentales de la vida moderna, introduce la duda en el único ámbito en que nunca debió entrar: el ámbito religioso; hablando estrictamente, el ámbito de la fe. Eso es sólo un ejemplo para que veamos lo que hacemos cuando intentamos huir del desierto. Porque aniquilamos los oasis dispensadores de vida cuando vamos a ellos con la intención de huir, parece a veces como si todo conspirase para generalizar las condiciones del desierto. También esto es una ilusión. En último análisis, el mundo humano es sempre el producto del amor mundi del hombre, un artificio humano cuya inmortalidad potencial está siempre sujeta la mortalidad de aquellos que lo construyen y a la natalidad de aquellos que comienzan a vivir en él. Lo que Hamlet dijo es siempre verdad: "El tiempo está fuera de quicio. ¡Maldita suerte la mía, haber nacido para ponerlo en orden!". En este sentido, en la necesidad que tiene el mundo de los que comienzan para que pueda ser comenzado de nuevo, el mundo es siempre un desierto. Sin embargo, a partir de las condiciones de amundanidad que aparecieron por primera vez en la Edad Moderna -amundanidad que no debería ser confundida con la ultramundanidad cristiana- nació la cuestión de Leibniz, Schelling y Heidegger: ¿por qué hay algo en lugar de nada? Y a partir de las condiciones específicas de nuestro mundo contemporáneo que nos amenaza no sólo con que no-haya-nada, sino también con que no-haya-nadie, puede surgir la pregunta: ¿por qué hay alguien en lugar de nadie? Estas cuestiones pueden sonar nihilistas pero no lo son. Al contrario, son las cuestiones antinihilistas planteadas en una situación objetiva de nihilismo, donde el que no-haya-nada y el que no-haya-nadie amenazan con destruir el mundo. Por Hannah Arendt Traducción: Juan A. Guerriero © Revista de Occidente
  • 3. Del deserto e le oasi Nel 1955, Hannah Arendt - della cui nascita si commemorano cento anni - dettò nell'Università di Berkeley il corso "Storia della teoria politica". In queste pagine si riproduce la conclusione recentemente apparsa in spagnolo di quelle classi La crescita moderna dell'amundanidad [impossibilità di una comunione degli uomini col cosmo e metta sé, N. di E.], il pendio di tutto tra umano [distanzia che separa ma contemporaneamente facilita l'incontro, N. di E.], può descriversi anche come la propagazione del deserto. Il primo che riconobbe che viviamo e ci muoviamo in un mondo desertico fu Nietzsche ed anche egli fu chi commise il primo errore decisivo diagnosticandolo. Come quasi tutti quelli che vennero dietro lui, Nietzsche pensava che il deserto sta in noi. Così si rivelava a sé stesso non suolo come uno dei primi abitanti coscienti del deserto, ma anche e per la stessa cosa, come la vittima della sua più terribile illusione. La psicologia moderna è psicologia del deserto: quando perdiamo la facoltà di giudicare, "di soffrire e di condannare", cominciamo a pensare che c'è qualcosa di sbagliato in noi se non possiamo vivere sotto le condizioni del deserto. Nella misura in cui la psicologia commercia di "aiutarci" c'aiuta a "adattarci" a quelle condizioni e ci toglie la nostra unica speranza; a sapere: che noi che non siamo del deserto benché viviamo in lui, siamo capaci di trasformarlo in un mondo umano. La psicologia mette tutto del rovescio: precisamente perché soffriamo sotto le condizioni del deserto siamo ancora umani e siamo ancora intatti; il pericolo consiste in che trasformiamoci in veri abitanti del deserto e sentiamoci comodi in lui. Il maggiore pericolo nel deserto consiste in che ci sono tempeste di sabbia; in cui il deserto non è sempre tranquillo come un cimitero. Lì dove, in fin dei conti, tutto continua ad essere possibile, può liberarsi un movimento autonomo. Quelli temporali di sabbia sono i movimenti totalitari la cui caratteristica principale risiede in che si stringono straordinariamente bene alle condizioni del deserto. In realtà, non contano su nient'altro, e per ciò sembrano essere la forma politica più adeguata alla vita del deserto. Ambedue, la psicologia - la disciplina di adattare la vita umana al deserto - ed i movimenti totalitari - le tempeste di sabbia, nelle quali quello che è tranquillo la morte sfrutta come improvvisamente in pseudoacción - espongono un pericolo imminente alle due facoltà umane che pazientemente c'abilitano per trasformare il deserto invece di trasformarci stessi: le facoltà conjuntadas di azione e passione. È certo che quando siamo raggiunti per i movimenti totalitari o per gli accomodamenti della psicologia moderna soffriamo meno; ma perdiamo la facoltà di soffrire e con lei la virtù di resistere. E solo di quelli che riescono a resistere il patimento di vivere sotto le condizioni del deserto è di chi possiamo sperare che si armino del coraggio necessario che si trova nella radice di ogni azione, del coraggio che trasforma un uomo in un essere interprete. I temporali di sabbia minacciano anche quelle oasi nel deserto senza il quale nessuno di noi potrebbe resistere lì, mentre la psicologia cerca solo di abituarci alla vita nel deserto in modo che non sentiamo oramai la necessità delle oasi. Le oasi costituiscono tutti quelli domini della vita che esistono indipendentemente, o almeno in larga misura indipendentemente, delle circostanze politiche. Quella che dissuona in essi è la politica, cioè, la nostra esperienza plurale, ma non quello che possiamo fare e creare nella misura in cui esistiamo in singolare: nell'isolamento dell'artista, nella solitudine del filosofo, nella relazione inerentemente amundana tra esseri umani come esiste nell'amore ed a volte
  • 4. nell'amicizia "quando un cuore si dirige direttamente ad un altro, come nell'amicizia, o quando quello tra, il mondo, ascende in fiamme come in quello amore". Senza l'intangibilità di quelle oasi non sapremmo come respirare. Ed i specialisti in scienza politica dovrebbero sapere questo. Se quelli che devono spendere le sue vite nel deserto, cercando di fare questo o quello, preoccupandosi costantemente per le sue condizioni, non sanno come usare le oasi, si trasformeranno in abitanti del deserto, perfino senza aiuto della psicologia. In altre parole, le oasi si asciugheranno se non li manteniamo intatti, ed essi non sono meri posti di "relax" altro che le fonti dispensatrici di vita che ci permettono di vivere nel deserto senza riconciliarci con lui. Il pericolo opposto è molto più frequente. Il suo nome abituale è derealizzazione: fuggire dal mondo del deserto, della politica, verso quello che voglia che sia è una forma meno pericolosa e più raffinata di annichilire le oasi che i temporali di sabbia che minacciano la sua esistenza, per così dirlo, da fosse. Tentando di fuggire trasportiamo la sabbia del deserto alle oasi "come Kierkegaard, tentando di scappare dal dubbio, introdusse il suo dubbio nella religione quando diede il salto alla fede". La mancanza di resistenza, il fallimento di riconoscere e resistere il dubbio come una delle condizioni fondamentali della vita moderna, introduce il dubbio nell'unico ambito in che non dovette entrare mai: l'ambito religioso; parlando strettamente, l'ambito della fede. Quello è solo un esempio affinché vediamo quello che facciamo quando cerchiamo di fuggire dal deserto. Perché annichiliamo le oasi dispensatori di vita quando andiamo da essi con l'intenzione di fuggire, sembra a volte come se tutto cospirasse per generalizzare le condizioni del deserto. Anche questa è un'illusione. In ultima analisi, il mondo umano è sempre il prodotto dell'amore mundi dell'uomo, un artificio umano il cui immortalità potenziale sta sottomette sempre la mortalità di quelli quale lo costruiscono ed alla natalità di quelli che cominciano a vivere in lui. Quella che Hamlet disse è sempre verità: "Il tempo è fuori di senno. Maledetta fortuna la mia, essere nato per metterlo in ordine! ". In questo senso, nella necessità che ha il mondo del quale cominciano affinché possa essere cominciato di nuovo, il mondo è sempre un deserto. Tuttavia, a partire dalle condizioni di amundanidad che apparvero per la prima volta nell'Età Moderna - amundanidad che non dovrebbe essere confusa con l'ultramundanidad cristiana - nacque la questione da Leibniz, Schelling e Heidegger: perché c'è qualcosa invece di niente? Ed a partire dalle condizioni specifiche del nostro mondo contemporaneo che ci minaccia non solo con che no-faggio-niente, ma anche con che no-faggio-nessuno, può sorgere la domanda: perché c'è qualcuno invece di nessuno? Queste questioni possono suonare nichilisti ma non lo sono. Al contrario, sono le questioni antinihilistas esposto in una situazione obiettiva di nichilismo, dove quello che no-faggio-niente e quello che no-faggio-nessuno minaccia di distruggere il mondo. Per Hannah Arendt Traduzione: Juan A. Guerriero © Rivista di Occidente