Son aquellos adverbios que no tienen función sintáctica pero cuya presencia afecta a todo el enunciado. En el análisis sintáctico, este adverbio terminado en -mente no realiza ninguna función, pero su presencia nos indica nuestro punto de vista; en este caso nos alegramos. Si cambiamos este adverbio por desgraciadamente, la oración cambia de significado y aunque las funciones sintácticas no cambian, sí lo hace el sentido. Es más incluso podría resultar incoherente porque ¿Quién se disgusta de que alguien se encuentre bien? La posición de dicho adverbio puede cambiar a lo largo de la oración (encontrarse en posición inicial, media o final). Aunque no siempre son estos adverbios los que realizan esta función extraoracional; podemos encontrarnos otras estructuras que funcionan igual: por fortuna, se encuentra bien. Hay que tener en cuenta que un mismo adverbio puede funcionar como modificador verbal, adjetival y oracional. Distinguimos tres grupos: 1- Adverbios de la enunciación o acto verbal: aportan contenidos que aluden a algún componente del acto verbal. 2- Adverbios temáticos o de tópico: adelantan cierto contenido sobre el que se va a centrar el mensaje. 3- Adverbios del enunciado: se centran en el contenido informativo del mensaje.