El Tribunal de Arbitraje Deportivo amplió la suspensión de Paolo Guerrero a 14 meses por un resultado analítico adverso en un control antidoping tras un partido de las Eliminatorias, dejándolo fuera del Mundial. Guerrero declaró que se siente penalizado e inocente por castigar formalidades y que el sistema antidoping tiene contradicciones y desproporciones.