SlideShare a Scribd company logo
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 15
DOSSIERArticles
teresa abelló
marc andreu
néstor bogajo
Desideri díez
jaume fabre
valeria giacomoni
josep maria loperena
josé luis oyón
fernando pindado
antonina rodrigo
marc villoro
Fotografia
anna carlota
dani codina
Jordi tarrés
Portada
Rai ferrer
(onomatopeya)
Del 25 al 31 de juliol de 1909, els
barris de Barcelona van ser escenari
dels tràgics successos coneguts com
a “Setmana Tràgica”. Amb el dossier
que presentem intentem recuperar la
memòria, informar i reflexionar sobre
tot allò que va ocórrer
La Setmana Tràgica a Barcelona
josé luis oyón
urbanista y historiador
ontamos con excelentes libros
sobre la Semana Trágica y el
lerrouxismo (Connelly Ullman,
Romero Maura, Culla, Álvarez Junco).
Mientras algunas visiones apuntan a
la extrañeza del lerrouxismo no sólo al
mundo catalanista, por descontado, sino
al propio mundo obrero, Romero y Álva-
rez Junco, los que más se han preocupado
por hacer historia social de la revolución
de 1909, apuntan a una tesis sobre la
proximidad y la práctica identificación
entre mundo obrero y popular y radica-
lismo lerrouxista. Para Romero Maura
“el votante radical estaba cerca, muy
cerca del obrero que no votaba. Quien
quemó conventos (...), quién solo con-
fraternizo con la tropa y gritó contra la
guerra, quien declaró la República en su
calle y el obrero que quedó en su casa, co-
incidían casi todos en un modo de ver las
cosas cuya plasmación política era el le-
rrouxismo”. El análisis sociológico del vo-
tante lerrouxista que hace Álvarez Junco
revela su “nítido perfil obrero, mayorita-
riamente analfabeto, no necesariamente
castellano-parlante ni inmigrante”.
Pero estos argumentos no son aún to-
talmente concluyentes. Las correlaciones
entre variables en base a los diez distri-
tos de la ciudad son demasiado grandes
para hacer un análisis fino. Lo ideal sería
particularizar un estudio concreto de los
actores, de las “turbas exaltadas”, de las
más de 2.500 personas detenidas a raíz
de la Semana Trágica, de las 1.725 juzga-
das, de las más del centenar condenadas
o de los 200 fallecidos durante los enfren-
tamientos callejeros. Ese análisis lleva-
ría su tiempo y no llegaría a resultados
concluyentes hasta no identificar en los
padrones municipales los rasgos familia-
res, profesionales e inmigratorios de los
insurrectos. Algo complicado y quizá im-
posible porque no se han encontrado aún
los padrones anteriores al de 1930.
Solo así se podría poner a prueba esa
idea de proximidad o identificación plena
entre lerrouxistas y mundo obrero, o más
exactamente de mundo obrero y popu-
lar, un conglomerado en el que convivían
desde obreros y artesanos cualificados a
proletarios sin oficio, pero también mu-
jeres obreras de fábrica, trabajadoras a
domicilio, aprendices y aprendizas, pe-
queños artesanos de taller, modestos co-
merciantes de barrio, e incluso obreros de
cuello blanco y algún burgués despistado
que compartían los mismos espacios ur-
banos. Porque en realidad lo que subyace
bajo ese mundo lerrouxista, y en general
en el republicanismo, es la idea de lo que
Pere Gabriel llama “mezcla social de lo
popular”. La pregunta clave como urba-
nista es si esa cercanía sociológica entre
lerrouxistas y mundo obrero y popular te-
nía un fundamento territorial, una base
en la ciudad a ras de suelo. ¿No era en de-
finitiva tal proximidad sociológica, como
parece llegar a sugerir Romero Maura,
la expresión de una proximidad real en
la ciudad, de la cercanía misma que se
materializa en el vecindario, en la vida
de calle, en las solidaridades comparti-
das surgidas en la taberna, en el colmado
y el lavadero, en la sociedad de socorros
mútuos, en el centro obrero? ¿No fueron
las solidaridades creadas no sólo en el
centro del taller y la fábrica sino también
fuera de los mismos, las solidaridades te-
rritoriales, el barrio en definitiva, agen-
tes vehiculadores de muchos comporta-
mientos que subyacían bajo esa cercanía
a la que me refiero?
La lógica barrial
Son múltiples las pistas sobre la relevan-
cia del barrio que surgen al analizar el
desarrollo de la revuelta de 1909. Joan
Connelly Ullman señaló, y Pere López lo
recordó luego, que las iniciativas de ocu-
pación de la calle, levantamiento de ba-
rricadas y quema de conventos prendie-
ron de forma desconectada en múltiples
focos barriales. La tesina de Adrià Palo-
mar dirigida por Enric Ucelay ha dibuja-
do los edificios incendiados y los trayectos
callejeros de los revoltosos iconoclastas
descubriendo también una lógica barrial.
Los incendios se dieron prácticamente
en cada barrio popular a excepción de la
Barceloneta, Sants, Sagrera y Santa Mó-
nica. La misma quema de conventos po-
dría interpretarse, como señaló Manuel
Delgado, como una resignificación de una
geografía barrial apropiada por el poder
de la iglesia, una geografía que respondía
a otra lógicas que debían ser anuladas,
tachadas del paisaje urbano. Las barrica-
das se construyeron asímismo siguiendo
una lógica multipolar, barrial. A través
de la ocupación de la calle, la revuelta
se reapropió de los espacios cotidianos
del barrio, realizó un afianzamiento de
lo propio, como expresa Pere López. Un
último aspecto interesante es la gran
presencia de mujeres y niños en las fo-
tos, tanto en las barricadas como contem-
plando los incendios: son las dos figuras
más características de la proximidad, no
lo olvidemos, las auténticas practicantes
de los espacios del vecindario y de la calle
dentro de cada barrio.
La mayor parte de indicios que pue-
den dar una idea de la ciudad obrera y
popular barcelonesa en 1909 a los que he
tenido acceso se basan en informaciones
de la década de 1910 y nos hablan de un
barrio que se asemeja más al tipo de ba-
rrio popular mezclado propio de la Euro-
pa urbana del siglo XIX que al homogé-
neo suburbio proletario que creció en el
siglo XX. El proceso de cambio industrial
y de proletarización no vino acompañado
de una alteración sustancial de la geo-
grafía obrera hasta finalizar la Primera
Guerra Mundial. El seguimiento atento
de las licencias de obras en la ciudad des-
de la anexión municipal de 1897 muestra
que el crecimiento, muy modesto por otra
parte, se dio en la forma de densifica-
ción, de simple prolongación del callejero
existente. Fuera de tímidos crecimientos
en el Carmel, apenas surgieron núcleos
obreros y populares separados de la man-
cha urbana existente.
Los barrios que explotaron en la Se-
mana Trágica eran barrios populares
todavía bastante mezclados; obreros y
otras capas sociales se situaban relativa-
mente próximos en el espacio. El cambio
más sustantivo de la geografía social de
Barcelona, el paso de la mezcla a la se-
paración se dio sobre todo después. Al
medir el índice de posesión del servicio
doméstico en los hogares, un índice que
indica la variedad social y la mezcla, la
presencia en suma junto a los obreros de
clases no manuales, se descubre que de
una situación relativamente mezclada en
1900 se pasó a una mucha más separada
en 1930. En sólo 30 años la distancia fí-
sica entre el mundo del trabajo manual
y el del no manual incrementó en un
46%. Tal ascenso, un gran cambio en la
forma urbana y en la geografía social, se
produjo en el período de entreguerras,
debido en buena medida al surgimiento
al acabar la Primera Guerra Mundial de
unas nuevas periferias mucho más ho-
mogéneamente proletarias, sin apenas
rastro de burgueses o de la variedad so-
cial típica de los viejos barrios populares
y a la pérdida de la diversidad social de
algunas zonas del centro histórico. Dado
el escaso crecimiento urbano entre 1900
y 1909, la geografía social de los barrios
obreros a la altura de la Semana Trágica
se identificaba por fuerza con la más so-
cialmente mezclada de 1900 que no con
la del barrio periférico homogéneamente
C
Barrio y revolución en la Semana Trágica
lA través de la ocupación
de la calle, la revuelta se
reapropió de los espacios
cotidianos del barrio,
afianzándose en lo propio
lLos barrios de la Semana
Trágica estaban todavía
mezclados; obreros y otras
capas sociales se situaban
próximos en el espacio
2pasa a la página 16
‘La actualidad’, AHCB
Barricadas en la calle Riera Alta
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 16
proletario de 1930.
El barrio de la Semana Trágica era
un barrio en el que se trabajaba, donde
la vida doméstica latía al ritmo del taller
o de la fábrica. Datos de la Maquinista,
una empresa metalúrgica moderna lo
confirman: en la década de 1910, más de
dos tercios de los obreros llegaban a la
fábrica caminando y un 41% de los obre-
ros vivían en el mismo barrio de la em-
presa, la Barceloneta. El caso de la gran
fábrica del metal sería además el modelo
de distribución menos barrial, donde la
mano de obra masculina era indiscu-
tiblemente mayoritaria y más alejada.
La industria barcelonesa era a la altura
de 1909 fundamentalmente textil, una
industria de mano de obra mayoritaria-
mente femenina, con un patrón residen-
cial de las obreras de enorme cercanía a
la fábrica. El proceso de proletarización
del sector textil que ha estudiado Carles
Enrech a partir de 1880 y hasta 1909 no
fue acompañado de un cambio sustancial
en la geografía urbana heredada del si-
glo XIX. Las nuevas fábricas que se fun-
daron a finales del siglo XIX se situaron
en el límite de los antiguos suburbios po-
pulares, sin que eso comportase un cam-
bio en la localización geográfica de los
trabajadores. Lo mismo ocurría en otros
sectores como el de los estibadores y pes-
cadores del puerto, o los numerosísimos
pequeños talleres artesano-comerciantes
de las plantas bajas de los edificios. La
hegemonía de la movilidad a pie era casi
absoluta en la Barcelona de principios
del 1900. Sólo algunos obreros cualifi-
cados hacían uso del tranvía y las cifras
de uso de ese medio de transporte única-
mente comenzaron a dispararse durante
la etapa de bonanza económica de la Pri-
mera Guerra Mundial.
Sociabilidades barriales
Los barrios de la revolución de 1909
eran comunidades con lazos de solida-
ridad muy estrechos. Las tasas de endo-
gamia matrimonial barrial eran casi con
seguridad muy altas. En 1920, cuando
todavía no había comenzado a quebrar-
se la cohesión de los barrios obreros y
populares, hasta un 88% de los matri-
monios en el Raval de Ponent y en Sants
y Hostafrancs eran entre residentes en
el mismo barrio, un 25% de las uniones
eran entre vecinos de escalera y un 34%
entre vecinos de calle en el Raval. Todas
las relaciones de sociabilidad primaria,
desde el espacio del cortejo a las relacio-
nes de vecindario y amistad tenían en la
calle el gran espacio de despliegue. Ese
sentido de la calle como lugar de estan-
cia y no de paso, lugar de intercambio
de información, desde el debate más o
menos serio hasta el cotilleo, de juego
y de espectáculos ocasionales hacía de
ella el auténtico “foro de la comunidad”
a la más pequeña escala.
Como venía ocurriendo desde el siglo
XIX, el lavadero público constituía un
núcleo elemental de sociabilidad de las
mujeres de los barrios. En 1914 existían
221 lavaderos en la ciudad con cerca de
7.000 bancas. A pesar del crecimiento
muy ralentizado de la ciudad, su número
había todavía aumentado desde princi-
pios de siglo (191 lavaderos en 1906). El
uso del lavadero posiblemente tocó techo
en el momento de la Semana Trágica y
la red de lavaderos muestra una distri-
bución en el espacio claramente barrial.
Otro importante lugar de sociabilidad
diaria de las mujeres se encontraba en
los numerosos comercios de primera
necesidad. Dado su elevadísimo núme-
ro, esos pequeños locales de aprovisio-
namiento diario: (abacerías, tiendas de
comestibles y ultramarinos, lecherías,
carbonerías y muchas carnicerías) te-
nían una distribución tremendamente
repartida en el espacio urbano. En la
Barcelona de 1914 había en total más de
1.600 abacerías y tiendas de comestibles
y ultramarinos repartidas por todo el
espacio urbano. Cumplían muchas veces
funciones de aglutinador social a la es-
cala vecinal. Todos los barrios populares
disponían también de un mercado y a
veces, como Gracia, de más de uno. Los
barrios densificados del centro históri-
co habían consolidado sus imponentes
mercados en la década de los ochenta del
siglo XIX. El mercado, “la plaza” como
significativamente se le seguía denomi-
nando para connotar ese poder de inter-
cambiador social, era núcleo de activi-
dad esencial de estos barrios. Tabernas,
bodegones y cafés económicos eran final-
mente los núcleos más elementales de la
sociabilidad vecinal masculina. Para un
importante número de obreros eran sin
duda alguna lugares de reunión cotidia-
nos. El número de tabernas en la Barce-
lona de principios de la Primera Guerra
Mundial superaba el millar y doblaría
esa cifra si incluyéramos también los
bodegones y cafés económicos y su dis-
tribución era por supuesto de carácter
barrial-vecinal.
Al estudiar la sociabilidad secundaria
se confirma la misma idea de cohesión
barrial. Como el ocio comercializado no
tuvo hasta los años 20 una importancia
destacada (el cine de barrio y el fútbol
alcanzaron su apogeo más tarde), el ocio
canalizado por centros asociativos obre-
ros y populares fue según todos los indi-
cios muy destacado. Según Pere Gabriel,
se produjo un desarrollo extremo del
asociacionismo popular con base barrial
hasta 1914. Todos esos focos de sociabi-
lidad -casinos y ateneos, cooperativas,
hermandades de socorros mutuos y orfeo-
nes- eran centros de barrio muy frecuen-
tados y cumplían además la función de
refugio de iniciativas políticas y sindica-
les. Estaban ubicados esencialmente en
los barrios obreros y populares del centro
histórico y de los suburbios populares, los
mismos que estallaron en 1909.
Pistas para una búsqueda
Pero, evidentemente, constatar la rele-
vancia del barrio barcelonés en la época
de la Semana Trágica no es por sí mis-
mo una explicación de los sucesos. El
barrio, sus proximidades y sus solidari-
dades, era simplemente algo que estaba
ahí, dispuesto a ser practicado. La co-
incidencia en determinados espacios de
trabajadores y otros grupos populares en
situaciones similares de ingresos, alqui-
ler, sentimiento comunitario y solidari-
dades espaciales hicieron simplemente
más probable la acción colectiva. Pero de
modo alguno se sigue que eso fuera una
condición de por sí suficiente para ese
estallido insurreccional. Desde al menos
la mitad del siglo XIX muchos barrios en
muchas ciudades europeas eran simila-
res y sólo de tanto en tanto la situación
explotó. Lo que realmente debería hacer-
se es comprobar la auténtica barrialidad
de los sujetos revolucionarios, de los efec-
tivamente implicados en la revolución,
tanto lerrouxistas como anarquistas; re-
pasar en las largas listas de muertos y
detenidos, de procesados e inculpados su
comportamiento preciso en toda esa serie
de variables socio-espaciales enunciadas
para así dilucidar el rol de la variable
barrial. Y, al final de esa búsqueda ¿no
puede ocurrir incluso que los más revolu-
cionarios terminen siendo justamente los
“menos barriales”?
Lo que sí parece claro en todo caso
es que la ciudad de la Semana Trágica
era todavía la ciudad del barrio obrero
y popular, un barrio de mezcla social
popular atravesado por solidaridades
variadas, muchas veces no estrictamen-
te proletarias. El patrón se asemejaría
mucho más al de las ciudades francesas
de la segunda mitad del siglo XIX que
no al de los barrios más homogénea-
mente proletarios que comenzaron a
surgir en la Europa de finales de siglo,
pero que no harán su aparición en Bar-
celona hasta el final del primer conflicto
mundial. Como en la Francia urbana
del las revoluciones del siglo XIX, tam-
bién en los barrios obreros y populares
barceloneses de la Semana Trágica se
combinaban actitudes políticas republi-
canas y luchas obreras en el taller, pero
ambas cuestiones se disociaban en la
acción colectiva: por un lado se votaba
(o no) o se protestaba políticamente, y
por otro se revindicaban mejoras en la
fábrica. Lo sindical, la fábrica y el ta-
ller, se mantuvieron al margen. Ni fá-
bricas ni burgueses fueron atacados. El
naciente sindicalismo revolucionario de
Solidaridad Obrera se vio superado por
los acontecimientos desde del primer
día de huelga general y la represión
se cebó más en las filas sindicales que
no en las de los republicanos radicales.
Con la fundación de la CNT al año de
los sucesos y, sobre todo, con el enorme
crecimiento del sindicato anarquista
durante la década de 1910, las actitudes
políticas y los comportamientos sindica-
les se convertirán cada vez más en una
sola y única cosa. Cuando los confedera-
les adquieran la hegemonía absoluta en
tiempos de la huelga de la Canadiense
(1919), en los barrios obreros y popu-
lares barceloneses actitudes políticas y
sindicales acabaron por fundirse. Como
decía Xavier Benguerel del Poblenou de
la novela Suburbi: “En el fons, i sovint
en el fons i en la forma, el suburbi era el
Sindicat. Tot girava al seu entorn, amb
una força a moments esborronadora”.
Según eso, los obreros habían sacado
sus conclusiones de la Semana Trágica.
lLa ciudad de la Semana
Trágica era la ciudad del
barrio obrero y popular, de
mezcla social y muchas veces
no estrictamente proletaria
2 viene de la página 15
lEl naciente sindicalismo
revolucionario de Solidaridad
Obrera se vio superado por
los acontecimientos desde el
primer día de huelga general
institut cartogràfic de catalunya
“Plano General de Barcelona, de su ensanche y pueblos del llano en 1911” donde se sitúan 54 edificios religiosos
saqueados o incendiados durante la Semana Trágica. Otros 26 sufrieron desperfectos menores. La práctica
totalidad de ellos fueron reconstruidos en el plazo de un año. Todo un récord.
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 17
“El 1909 va ser més bullanga que revolució”
marc andreu
a Setmana Tràgica, l’Es-
cola Moderna de l’afu-
sellat Francesc Ferrer i
Guàrdia i l’anarquisme barceloní
reinterpretat des de l’actualitat.
Tots plegats queden desmitifi-
cats i sense tòpics en les refle-
xions que la historiadora de la
Universitat de Barcelona Tere-
sa Abelló aporta amb motiu del
centenari de la vaga general, la
protesta antimilitarista i el motí
anticlerical que, a finals de juliol
de 1909, van encendre la ciutat
que el poeta Joan Maragall va
reclamar, després, “del perdó”.
Com s’explica que tothom
a Barcelona, des de
l’Ajuntament als arxius
històrics de barri, des de la
CGT a la Fundació Ferrer
i Guàrdia, s’hagi llençat a
commemorar el centenari de
la Setmana Tràgica?
D’entrada, cal dir que nor-
malment els fets històrics no
solen tenir com a protagonis-
tes els barris, i en aquest cas sí
que va ser així, perquè la vaga
i la crema d’edificis religiosos
de la Setmana Tràgica van te-
nir per escenari tots els barris
de Barcelona. Ara bé, aquest
esclat commemoratiu ha estat
una sorpresa fins i tot per a
l’Ajuntament. ¿Què l’explica?
Em penso que es busquen re-
ferents una mica massa fàcils.
Pensem-hi: ¿Hi ha algun canvi
significatiu a la ciutat entre
abans i després de la Setmana
Tràgica? Vist en perspectiva
històrica, no. Aquell 1909, el
moment devia de ser dramàtic,
i les columnes de fum dels edifi-
cis religiosos cremats aixecant-
se sobre la ciutat van suposar,
sens dubte, un panorama dan-
tesc; així ho va testimoniar el
poeta Joan Maragall. Però, més
enllà d’una repressió que va
endarrerir un o dos anys el pro-
cés d’organització obrera que
cristal·litzaria amb la CNT, la
Setmana Tràgica no canvia el
balanç històric de la ciutat.
Què va ser, realment,
doncs: ¿una protesta
antimilitarista, una vaga
general revolucionària, un
motí anticlerical?
Una mica totes tres coses a la
vegada. A només 10 anys de la
fi de la guerra de Cuba, es pot
parlar de motí antimilitarista
(no pas de protesta pacifista)
en contra de la guerra quan les
famílies s’adonen que no envien
els seus homes a un servei mi-
litar encobert, sinó a morir al
L
Teresa Abelló
Historiadora
Marroc. En protesta contra les
lleves es convoca una vaga ge-
neral ben vista per la població
i no mal vista per determinats
empresaris que, a diferència del
marquès de Comillas o el comte
de Güell, no tenen cap interès al
Rif. El 26 de juliol, primer dia de
la setmana, la vaga general és
total i sense enfrontaments im-
portants. El mateix governador
civil, Ossorio y Gallardo, encara
el conflicte com una vaga més
i no pas com una revolució i es
nega a treure l’Exèrcit al carrer
com li ordena el Govern des de
Madrid, que el destitueix.
No hi ha cap intent d’esclat
revolucionari?
No hi ha revolució social.
Només un ambient de protesta
social clarament utilitzat pels
lerrouxistes del Partit Radical,
que van incitar un moviment
anticlerical de crema d’esglésies
i convents. Quan això comença,
el segon dia, el comitè de vaga es
confessa desbordat.
I com s’explica que una
vaga general antimilitarista
acabés en un motí
anticlerical?
No se sap ben bé. Liderada
per grups molt reduïts que pre-
nen la iniciativa a cada barri,
la protesta agafa les caracte-
rístiques d’un avalot urbà més
semblant a les bullangues del
segle XIX que a un esclat revo-
lucionari del segle XX. Les ma-
nifestacions que culminen en la
vaga general les protagonitzen
sobretot dones, nens i reclutes,
que protesten perquè es cridi
al Marroc els reservistes, que
són homes casats i amb cana-
lla. Però no encaixa que siguin
aquestes mateixes dones, que
durant la vaga van pactar obrir
la Boqueria unes hores per abas-
tir-se de menjar, les que prota-
gonitzessin la crema d’esglésies
i convents. El motí anticlerical
imita, en alguns casos, el guió
preestablert d’una obra teatral
de Jaume Piquet, Los misterios
de un convento o la monja enter-
rada en vida, molt popular a la
Barcelona de l’època.
Si el 1909 és més bullanga
que revolució, la Setmana
Tràgica no es pot considerar
una fita de l’anarquisme
com la vaga de la
Canadenca de 1919 o la
revolució de 1936?
És lamentable agafar la
Setmana Tràgica com a fita de
l’anarquisme. Fer-ho només es
pot fer des d’una visió presen-
tista i anacrònica, ja que l’anar-
quisme de l’època, amb la seva
doble ànima àcrata i anarcosin-
dicalista, no va presentar mai
els fets de 1909 com una fita. I
és que malgrat que la vaga ge-
neral del 26 de juliol de 1909 la
va convocar la plural Solidaritat
Obrera, la direcció de la revolta
no la van dur els anarquistes,
sinó la mà negra dels radicals;
i la repressió posterior, que va
acabar amb molta gent a la pre-
só, va jugar en contra de l’anar-
cosindicalisme.
La constitució de la
CNT, el 1911, no és una
conseqüència directa de la
Setmana Tràgica?
La Setmana Tràgica va fre-
nar la constitució de la CNT,
que probablement hahuria nas-
cut abans sense la repressió de
1909. Hem de tenir present que
en el seu origen hi ha la Unió
Local de Societats Obreres de
Barcelona o Solidaritat Obrera,
creada el 1907 i que aglutinava
anarcosindicalistes, republi-
cans radicals i socialistes de la
UGT. En el procés de fer el salt
de Solidaritat Obrera cap a una
organització sindical d’ampli
abast com la CNT, la UGT es va
despenjar i va deixar els radi-
cals seguidors de Lerroux, la mà
negra de la Setmana Tràgica,
en una incòmoda posició mino-
ritària enfront dels anarquistes,
que són qui més van patir la re-
pressió de 1909.
Efectivament, la icona de
la repressió de 1909 és el
pedagog Francesc Ferrer i
Guàrdia.
L’anarquisme l’ha reivindi-
cat -i tots som presoners de les
simpaties i el joc de la confusió
al què ens va dur el llarguís-
sim franquisme-, però Ferrer
i Guàrdia no era anarquista.
Com a personatge va ser un re-
publicà de segona fila, exiliat a
França i protagonista d’alguns
obscurs episodis familiars. Però
era llest i, imbuït de la figura
de l’intel·lectual esquerranós
francès, en heretar la fortuna
d’una alumna fascinada amb
els seus projectes va tenir el
mèrit de no gastar-se-la a la
Riviera sinó d’invertir-la com a
mecenes a Barcelona.
Ell va fundar l’Escola
Moderna el 1901 i pagava
el lloguer de la seu de
Solidaritat Obrera el 1909.
Sí. I va finançar el diari La
Huelga General. I va fer tra-
duir i publicar textos impor-
tants de teoria social a la seva
editorial, on va donar feina a
vells anarquistes com Anselmo
Lorenzo i també a petardistes
com Mateo Morral, autor de
l’atemptat contra Alfons XIII el
1906. Ara bé, Ferrer i Guàrdia
no era pedagog i la seva Escola
Moderna, tot i ser un projecte
innovador en el context espa-
nyol, el que va fer és recollir lí-
nies educatives que ja existien
a Europa per oferir-les en esco-
la per a la classe mitjana-alta,
completament al marge de les
societats obreres.
La seva execució a Montjuïc,
el 13 d’octubre de 1909, és la
d’un cap de turc?
Sí, va ser el cap de turc de
la Setmana Tràgica, durant
la qual va incitar a la vaga i
a alguna altra cosa més però
en la qual difícilment va poder
liderar la revolta. Si el comitè
de vaga no va poder dirigir res,
Ferrer i Guàrdia menys. Amb
la seva execució es van saldar
altres comptes, com la seva
vinculació amb Mateo Morral.
Després, i amb l’ajut de la ma-
çoneria, que va treure la gent
als carrers de París contra la
seva execució, Ferrer i Guàr-
dia es va convertir en un màr-
tir, que sempre van bé, i en el
símbol de l’Escola Racionalista
arreu d’Europa.
La ‘dolça’ del
Noi del Sucre
Professora titular
d’Història Contemporània
de la UB, Teresa Abelló
(Vinaixa, Les Garrigues,
1955) és potser l’exponent
més dolç (pel to de les
seves classes) de la
singular constel·lació
d’historiadores
especialistes en
l’anarquisme català. Amb
Susanna Tavera, Eulàlia
Vega, Anna Monjo i Dolors
Marín, i amb les nord-
americanes Joan Connelly
Ullman i Temma Kaplan,
Abelló sobresurt en aquest
camp amb col·legues
homes també destacats
com Albert Balcells,
Josep Termes, Ferran
Aisa, José Luis Oyón i el
britànic Chris Ealham.
Que el moviment obrer
i l’anarcosindicalisme
català de finals del segle
XIX i primers del XX
donen per a tant ho
prova la trajectòria de la
pròpia Abelló. El 1984
va llegir la tesi sobre les
relacions internacionals
de l’anarquisme català
(1881-1914), ha estudiat a
fons el procés de Montjuïc
de 1896 (que troba més
emblemàtic de la repressió
al castell que no l’execució,
allí, de Ferrer i Guàrdia) i
ara treballa sobre la figura
de Salvador Seguí, el Noi
del Sucre, que encara no té
biografia definitiva. Sobre
Ferrer i Guàrdia, Abelló en
recomana curiosament una
escrita per un madrileny:
Francisco Ferrer y Guardia.
Pedagogo, anarquista y
mártir, del catedràtic de
la UNED Juan Avilés
(Marcial Pons, 2006).
lNo hi va haver
revolució social,
només un ambient
de protesta utilitzat
pels lerrouxistes, que
van incitar la crema
d’esglésies i convents
lL’anarquisme de
l’època no va presentar
mai els fets de 1909
com una fita: la
repressió posterior
va jugar en contra de
l’anarcosindicalisme
anna carlota
Teresa Abelló al seu despatx de la UB davant d’una foto de manifestació contra la guerra
del Marroc a Madrid, abans de la Setmana Tràgica de Barcelona
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 18
El paper de la premsa en la repressió
jaume fabre
historiador i periodista
a és ben curiós que l’article més
famós sobre la Setmana Tràgica
sigui un que va romandre durant
un quart de segle en el fons d’un calaix.
El va escriure Joan Maragall per al dia-
ri La Veu de Catalunya, portaveu de la
Lliga, però Prat de la Riba en va impe-
dir la publicació. Sí que van publicar-se,
en canvi, dos altres articles de Maragall
sobre les esglésies cremades aquells dies,
encara que amb modificacions obligades
per la censura interna del diari. L’his-
toriador Josep Benet va dedicar al tema
un dels seus millors llibres, Maragall i la
Setmana Tràgica.
La revolta que ha passat a la història
amb el nom de Setmana Tràgica va aca-
bar amb un fracàs. No es va estendre a
la resta d’Espanya i cap personalitat re-
publicana va voler agafar la direcció del
moviment, tot i que els republicans radi-
cals eren en bona part responsables d’en-
cendre l’esperit de protesta i les manifes-
tacions anticlericals dels obrers. Havia
començat el dilluns 26 de juliol de 1909
amb una vaga general contra la guerra
del Marroc i es va donar per acabada el di-
vendres 30 de juliol per la tarda. Aquells
cinc dies van deixar de sortir diaris i les
comunicacions van restar tallades. El
conflicte es va estendre des de Barcelona
a la resta de Catalunya, amb vagues, ma-
nifestacions, esglésies cremades, atacs a
casernes, atemptats a les vies ferroviàri-
es, ferits i fins i tot algun mort. Tot això,
cal insistir-hi perquè sovint s’oblida, no
solament a la ciutat comtal, sinó també a
molts altres llocs.
Una repressió despietada
El governador civil durant els fets, l’advo-
cat conservador Àngel Osorio y Gallardo,
va ser destituït. El nou governador, Eva-
risto Crespo Azorín, també advocat i del
mateix partit que Osorio, va arribar el 8
d’agost i va portar a terme una repressió
despietada, amb clausura de locals (fins
i tot el del CEC), milers de detinguts,
empresonaments massius, i deportacions
a pobles d’Espanya de dirigents obrers,
indiscriminadament i sense cap acusació
concreta. Un cop acabada la seva feina
depuradora, Crespo va ser a la seva ve-
gada substituït.
La repressió va trobar el suport dels
mitjans conservadors, que van portar a
terme una forta campanya exigint mà
dura. Un dels articles més destacats
en aquest sentit és el que va publicar
a La Veu de Catalunya, el 12 d’agost,
el seu cap de redacció, Ferran Agulló,
que signava Pol, un periodista que no
ha passat a la història ni pel seu trac-
te despòtic amb els redactors ni per
les seves idees ultrareaccionàries, sinó
J
El 29 de setembre, de retorn de les vacances, Maragall
va enviar a la redacció del diari un altre article, “Ah!
Barcelona....”, que, aquest sí, es va publicar a La Veu de
Catalunya l’1 d’octubre del 1909. Es referia als fets de la
Setmana Tràgica i altres situacions revolucionàries anteriors
que li havien fet guanyar a Barcelona el qualificatiu de “ciutat
de les bombes”. Ho feia sobretot tractant de trobar-ne les
causes, que atribuïa a manca d’educació i de cohesió social.
El 18 de desembre de 1909 va publicar el segon i últim
article dels tres que va escriure sobre el tema, “L’església
cremada”, escrit un mes abans. Durant aquest llarg període
de quarantena, el van revisar dos sacerdots amics de Maragall,
que li van proposar algunes correccions i van defensar la
publicació de l’article davant les reticències del diari.
Finalment, al cap de quinze dies de negociacions, es va
publicar amb algunes esmenes més. Maragall va anotar al
seu diari que va sortir “bon xic deformat”. Mossèn Clascar
va conservar el text original i el lliurà a la Biblioteca de
Catalunya, on es guarda.
L’article és llarg i a partir de la descripció d’un temple
cremat i l’emoció d’una missa feta posteriorment en ell,
compara el comportament i la fe dels creients amb el
comportament i la fe dels revolucionaris, elogiant el coratge
d’aquests últims i criticant el conformisme dels creients que
van al temple a buscar pau i tranquil·litat. És una excepció
enmig de l’esperit venjatiu que desprenien la majoria dels
textos publicat als mitjans catòlics de l’època.
Finalment cal tenir en compte que Maragall es va referir
també a la Setmana Tràgica en un altre text no periodístic: el
poema “Oda nova a Barcelona”. L’havia començat a escriure
el 4 de febrer del 1909 i només en tenia feta la meitat quan
es van produir els fets de la Setmana Tràgica. En continuar-lo,
hi va introduir referències als esdeveniments. Es va publicar
a La Veu de Catalunya l’1 de maig del 1910, cosa que no té
res d’estranya, ja que era corrent en aquell temps publicar
poemes a la premsa.
Altres textos de Maragall sobre la Setmana Tràgica
lLa repressió va trobar suport
en els mitjans conservadors,
que van portar a terme una
forta campanya exigint
mà dura. Una posició no
compartida per tots els qui hi
col·laboraven, com ara el cas
del catòlic Joan Maragall a
‘La Veu de Catalunya’
Dibuix de l’Apa (Feliu Elias) al Papitu del 29 de setembre del 1909, al·lusiu
als afusellaments consecutius a la Setmana Tràgica. Sota el títol “Els
encarrilats”, la llegenda diu: “Sents, Papitu? No en vulguis ser mai de
republicà: tots els criminals acaben així”
Ferran Argulló
“Pol”, redactor
de La Veu de
Catalunya
i secretari
de la Lliga
Regionalista,
va publicar
un destacat
article
reclamant la
repressió
perquè se li atribueix haver inventat
el nom de Costa Brava per designar el
litoral català des de Blanes a Cadaqu-
és, tot i que a hores d’ara ja està prou
demostrat que ni aquest mèrit va tenir,
perquè es va limitar a plagiar una idea
que altres havien tingut abans, sense
tanta difusió.
Altres mitjans, en canvi, van man-
tenir la mesura. Les primeres peticions
d’amnistia les van formular el 30 de
setembre els diaris La Publicidad y El
Liberal, amb l’excusa de la victòria del
Gurugú obtinguda per l’exèrcit al Mar-
roc. Aquesta petició va trobar la rèplica
en articles publicats a La Vanguardia, El
Correo Catalán i La Veu de Catalunya.
Aquest últim va reproduir el text que La
Vanguardia havia publicat oposant-s’hi.
Això per esmentar només la premsa de
certa rellevància.
“La ciutat del perdó”
Però les posicions defensades pels mit-
jans no eren, lògicament, compartides
per tots els qui hi col·laboraven. El cas
de Joan Maragall és un dels més elo-
qüents. Catòlic practicant, molt vincu-
lat a la Lliga i articulista de La Veu de
Catalunya, Maragall va mantenir posi-
cions discordants sobre les causes i les
conseqüències de la Setmana Tràgica.
El 9 d’octubre va escriure a Cambó de-
manant la seva intervenció perquè ces-
sessin els afusellaments. Cal recordar
que amb detinguts arran dels fets de la
Setmana es van fer més de dos milers
de consells de guerra. El primer, el 2
d’agost, primer dia de treball després
de la vaga. El 17 d’agost, es va executar
la primera pena de mort, dictada en un
consell del dia 11. El 28 d’agost, la sego-
na. El 13 de setembre, la tercera. El 3
d’octubre, la quarta. Uns dies més tard,
el 9 d’octubre, va ser quan Maragall va
escriure a Cambó.
L’endemà, 10 d’octubre, es va fer pú-
blica la sentència de mort contra Ferrer i
Guàrdia, la cinquena que anava a execu-
tar-se. Maragall, que no coneixia Ferrer,
va escriure aleshores l’article “La ciutat
del perdó”. Desmarcant-se de l’opinió
majoritària en els ambients en què es
movia, Maragall va construir una peça
periodística sol·licitant el perdó sobre la
base d’argumentacions cristianes i sense
entrar en la culpabilitat o no del pedagog
anarquista.
Va enviar l’article a la redacció de La
Veu de Catalunya el mateix dia 10. Es
va compondre amb caràcters tipogràfics
i se’n van treure proves, una de les quals
es va fer arribar l’endemà al matí, dia 11,
a Maragall perquè la revisés i una altra a
Prat de la Riba, en funcions de comissari
polític, perquè en conegués el text. L’arti-
cle hauria pogut publicar-se el mateix dia
11, a l’edició del vespre, 24 hores abans
que es reunís el govern per assabentar-se
de la pena de mort contra Ferrer i Guàr-
dia i decidir o no l’indult. Però Prat de la
Riba en va aturar la publicació. El dia 13,
a les 9 del matí, Ferrer i Guàrdia va ser
afusellat.
El dia 16, Maragall va rebre una carta
de Prat de la Riba on li comunicava que
el seu text havia estat rebutjat per causa
de diversos fets que produïen un “estat
d’opinió que fa impossible i contrapro-
duent en el moment actual el publicar el
seu article, fins en el cas improbable que
ho permetés la censura”.
L’article va restar inèdit durant molts
anys. L’original, recuperat per Maragall,
va ser trobat pels hereus entre els seus
papers i es va incloure en l’edició de les
seves Obres Completes feta pòstuma-
ment el 1932.
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 19
Algunes nobles veus que aquí mateix s’han alçat i al-
tres que n’he sentit per altra banda m’han demostrat
que a Barcelona hi ha voluntat d’amor. Mes en totes
aquestes veus, aixís com en algunes menys amoroses,
un xic iròniques, que també he sentit, hi batega o apa-
reix clarament en un to o altre aquesta pregunta: -¿I
quin ha d’ésser l’objecte del nostre amor, redemptor
de la ciutat?- Jo diria: -El que el cor vos diga en cada
moment-. I quan tristament pressento que més d’un
hauria de respondre’m: -És que en aquest moment el
cor no em diu res!
¿EI cor no vos diu res, ara, mentres estan afuse-
llant gent a Montjuïc solament perquè en ella es ma-
nifestà amb més claredat aquesf mal que és el de tots
nosaltres? ¿EI cor no vos diu anar a demanar perdó,
a genallons si convé, i els mes ofesos els primers, per
aquests germans nostres en desamor que volien ater-
rar per odi aquesta mateixa ciutat que nosaltres els
deixàrem abandonada per egoisme? Estem en paus,
doncs. ¿I ells han de pagar la pena només perquè la
seva acció cau dintre un còdic; mentres la nostra in-
acció és tan baixa que ja no pot caure enlloc? Aneu
a demanar perdó per ells a la justicia humona, que
serà demanar-ne per vosaltres mateixos a la divina,
davant de la qual sou potser més culpables que ells.
Com vos podeu estar aixís tranquils a casa vostra i
en els vostres quefers sabent que un dia, al bon solet
del dematí, allà dalt de Mantjuïc, trauran del castell
un home lligat, i el passaran per davant del cel i del
món i del mar, i del port que trafiqueja i de la ciu-
tat que s’aixeca indiferenta i poc a poc, ben poc a poc,
perquè no s ‘hagi d’esperar, el portaran a un racó de
fosso, i allí quan toqui l’hora, aquell home, aquella
obra magna de Déu en cos i ànima, viu, en totes ses
potències i sentits, amb aquest mateix afany de vida
que teniu vosaltres s’agenollarà de cara a un mur, i li
ficaran quatre bales al cap, i ell farà un salt i caurà
mort com un conill... ell, que era un home tan home
com vosaltres... potser més que vosaltres!
¿Com vos podeu estor a casa vostra, i asseure-us a
taula voltats de fills i posar-vos al llit amb la muller, i
atendre a vostres negocis, i que aquesta visió no se us
posi al davant i no us nuï el mos de pa en la gola, i no
us glaci el petó als llavis i no us privi d’atendre a tota
altra cosa que no sia ella?
I això no us despertarà l’amor? ¿Encara pregun-
tareu quin puga ésser són objecte, ara, de seguida?
Doncs quin altre que aquest? ¿Com podeu pensar en
res més del món ara com ara? ¿Ni com heu pogut dei-
xar passar tant de temps? I mentrestant ja han mort
aixís tres homes, i els que s’esperen..!
No la sentiu la germanor amb aquests infelisos?
No ho volgueu saber lo que han fet: mireu-los només a
dintre els ulls: vegeu! sou vosaltres mateixos: un home
com vosaltres; amb això n’hi ha prou: capaç de tot el vos-
tre bé i de tot el vostre mal: com vosaltres del seu. An
aquest home, jo no dic que se’l deixi anar i se l’abandoni i
se’l torni lliure al seu odi i a les seves malifetes; no, an ell
com a nosaltres, ens convé ésser presos d’una manera o
altra, i redreçats baldament sia a cops de mall, i pastats
tots plegats de cap i de nou en l’amor de la ciutat nova
encara que sia amb gran sofriment d’ell i nostre, men-
tres el sofrim junts; però, en compte d’això, ¿matar lo,
matar-lo fredament per un tramit senyalat i a una hora
fixa, com si la justícia humana fos quelcom segur, infali-
ble, definitiu com la mort que dóna? Què us en sembla?
Si an aquest home l’haguéssiu mort batent-vos
com a lleons amb ell al peu d’una barricada o a la por-
ta d’una iglésia, ja no us en podria fer cap càrrec, per-
què en tal cambat haurieu demostrat el vostre amor
a alguna cosa, exposant la vostra vida pel vostre ide-
al; i per l’amor d’un ideal i sa valentia podem ésser
absolts de moltes coses. Mes ara, ¿qui us absol? On
és el vostre ideal, el voste amor i el vostre sacrifici?
On l’heu demostrat el vostre valor? Doncs no volgueu
ésser covards dues vegades. Si llavores el vostre valor
havia d’estar en les armes i no el tinguéreu, tingueu-
lo almenys ara en el perdó, que és ben bé l’hora.
I ja ho veureu: les vides que haureu salvat us sem-
blaran obra vostra; i an aquests homes que haureu ar-
rencat de les portes de la mort, vos els estimareu com a
fills i i ja no els perdreu mai més de vista; i allà on siau
us cuidareu d’ells i dels seus semblans, i vostre amor
els forçarà a l’amor; i sols per aquesta obra de perdó
amb què començareu, Barcelona ja camençarà a ésser
una ciutat. Perquè els de fora que ho sàpiguen no diran
pas -que no puguen dir!- : -An aquest i an aquell els
salvaren i redimiren aquests o aquells, els blancs, els
negres o els rojos-; sinó que hauran de dir: -Barcelona
ha demanat i obtingut el perdó dels seus condemnats
a mort. I per bombes que després hi hagi, Barcelona ja
no podrà ésser dita la ciutat de les bombes; sinó que
l’anomenada us vindrà d’una altra cosa que és més for-
ta que totes les bombes plegades i que tots els odis i
que tota la malícia humana: I’anomenada us vindrà de
l’amor, i Barcelona serà dita: “la ciutat del perdó”, i des
d’aquell punt i hora començará a ésser una ciutat.
Doncs comencem-la: Al Rei que pot perdonar, als
seus Ministres que poden aconselíar-li el perdó, als
jutges que poden temperar la justicia amb la pietat:
Perdó pels condemnats a mort de Barcelona! Caritat
per tots!
I bella cosa fóra que comencessin els més ofesos.
La ciutat
del perdó
Joan Maragall
article censurat a ‘La veu de Catalunya’
el 10 d’octubre de 1909
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 20
Horta, l’últim baluard
desideri díez
historiador
urant la primera dècada del se-
gle XX, Horta, que encara era un
poble tranquil i que semblava
que estava al marge dels esdeveniments
revolucionaris de la ciutat, va viure tam-
bé la Setmana Tràgica, malgrat que tot
feia pensar que la violència no hi arri-
baria. Ho feien pensar les condicions de
la seva geografia, de la seva població, el
fet que hi havia molt poques fàbriques,
que era un poble sense tallers, sense im-
migrants, la distància respecte del nucli
principal...
Però, un dia, al carrer del Carme,
Emiliano Iglesias va parlar amb Ramon
Font, dirigent radical d’Horta qui, des-
prés de participar activament en la lluita
pels carrers cèntrics de Barcelona, a la fi
de la setmana, marxà a Horta a continu-
ar lluitant.
Durant el divendres 30 de juliol, els
rebels que restaven encara a Barcelona
es replegaren cap a Sant Andreu i des-
prés a Horta, on es van concentrar per
concloure la campanya de crema de con-
vents abans de prosseguir la lluita als
carrers.
És a dir, mentre es restaurava l’ordre
a Barcelona mitjançant dues companyies
d’infanteria arribades de Tortosa i Va-
lència, a més dels tres-cents guàrdies ci-
vils que patrullaven pels carrers, a Horta
arribaven els darrers revolucionaris que
havien fugit de Barcelona.
Sant Andreu fou presa pacíficament,
gràcies, d’una banda, a la reconciliació
entre l’exèrcit i els obrers, i de l’altra, al
fet que els militars més combatents s’ha-
vien desplaçat a Horta, escenari últim de
la lluita.
Com ja hem indicat, Horta no era un
lloc adient per a una rebel·lió. Situat
lluny del centre de Barcelona, posseïa
una petita àrea comercial habitada per
obrers, però sobretot estava constituït
per cases senyorials i residencials. Ha-
via romàs molt tranquil tota la setmana
fins a l’arribada dels homes que fugien
de les tropes concentrades a Sant An-
dreu i el Clot.
Lerrouxistes radicals
A Horta, com arreu, el Centre Radical,
seu del Partit Radical d’Alejandro Ler-
roux, era el centre dels desordres. El
Centro de la Fraternidad Republicana
d’Horta es constituí el gener de 1904 a
la plaça de la Constitució, 2 -avui Santes
Creus-. Després passà al carrer de Pere
Pau fins al 1926. Tenia al voltant de cent
socis molt actius. El local sofrí diverses
clausures governatives (1909, 1917...).
El 1909 establí una “mutualidad sobre el
paro forzoso entre sus afiliados”. En fo-
ren directius Jaume Morros Prats, Joan
Guillermí, Ramon Font i Joaquim Ferrer
i sobrevisqué fins a la República. El seu
president, Ramon Font, que sortí escollit
regidor dels radicals de Lerroux, va ser
un membre important de la fracció extre-
mista del partit.
Precisament, Font retornà a Horta per
dirigir la revolta, després d’haver lluitat
els tres dies precedents en el barri de les
Drassanes, on Emiliano Iglesias havia
baixat al carrer per conversar-hi. Font va
poder comptar amb l’ajut d’Andreu Grau,
porter del Centre Radical, anticlerical,
però va trobar molt pocs voluntaris. Per
aquest motiu hagué de llogar incendiaris,
a set pessetes i cinquanta cèntims per
cap. Les autoritats militars van tractar
de demostrar posteriorment que Fran-
cesc Ferrer i Guàrdia havia proporcionat
els fons per pagar els incendiaris, cosa
que no van aconseguir.
Un individu anomenat Juan Alemán
arribà el divendres a la nit per donar fons
a un grup compost per 49 individus, in-
cloent-hi dos joves de catorze anys.
A la mitjanit van incendiar l’església
parroquial de Sant Joan i tot seguit van
travessar el carrer Campoamor per sa-
quejar i destruir parcialment el col·legi
de les Dominiques. L’edifici estava buit,
car les monges havien fugit. Aquest in-
ternat-convent fou l’últim que es va cre-
mar durant la Setmana tràgica.
Lluites i consells de guerra
Horta havia estat l’últim baluard de la
revolta. Encara que els 50 o 60 homes
que van saquejar i incendiar l’indret
eren superats per l’exèrcit i els guàrdies
civils, van continuar lluitant fins a ser
vençuts. Durant tot el matí del dissab-
te 31 de juliol hi va haver trets, amb
morts i ferits. Tan bon punt va acabar
la lluita, el líder radical Ramon Font
va fugir a França, on va estar-se fins
al 1911. Aquell any retornà i fou triat
conseller per Horta a les eleccions mu-
nicipals del mes de novembre de 1911,
juntament amb Lluís Massó i Simó, tots
dos pel districte XI, que s’anomenava
aleshores. El 1912, un tribunal militar
revisà el seu cas i el va condemnar a
mort. Font aconseguí fugir novament
a França. No només es va fer el consell
de guerra a Font, sinó que hi va haver
altres consells de guerra per al grup de
revolucionaris d’Horta (29 persones)
que van intervenir en les darreres re-
voltes de la Setmana Tràgica, com foren
les cremes de l’església parroquial i el
convent de les Dominiques.
Un consell de guerra, segons diuen
les cròniques, esperat: “La vista de este
proceso era esperada con gran ansiedad
porque se sabía que el fiscal iba a for-
mular peticiones gravísimas. Todos los
sucesos ocurridos en Horta durante la
semana revolucionaria se englobaron en
esta causa instruida contra 49 vecinos de
aquella barriada, de los cuales sólo 29 se
sentaban en los banquillos”.
El president del consell de guerra
era Amadeo Enseñat, coronel d’arti-
lleria. El jutge instructor Antonio Fer-
rando “que lee el apuntamiento que es
voluminosísimo. Se contrae a todos les
hechos ocurridos en Horta durante la
semana revolucionaria (...) En todo el
apuntamiento se transparenta la idea
de que vecinos y procesados tratan de
cargar sobre Ramon Font Garriga (pre-
sidente del Centro Radical de Horta,
Fraternidad Republicana) las respon-
sabilidades de la dirección de aquel mo-
vimiento espontáneo. Font está ausente
de España”.
Al llarg procés trobem un seguit d’acu-
sacions en contra de cada acusat amb les
seves intervencions, dels defensors i de
veïns d’Horta, que hi van intervenir amb
acusacions particulars en contra dels
protagonistes de la Setmana Tràgica a
Horta. Es van demanar fins a dotze pe-
nes de mort per als acusats.
Comissió Pro Presos
Cal deixar constància d’un fet important
i que honora el poble d’Horta, com és la
constitució d’una Comissió Pro Presos
d’Horta, que va haver de plantar cara als
lerrouxistes, que s’atribuïen mèrits que
no els corresponien. A tall d’exemple, el
títol “Los embaucadores del pueblo” sortí
a El Diluvio l’11 de gener de 1911: “Véan-
se los siguientes varapalos que un puñado
de ciudadanos atizan al lerrouxismo y su
Gazeta para castigarles ese afán de atri-
buirse éxitos en los que para nada han
intervenido, sin duda preconcebido objeto
de sacar ventajas políticas: La Comisión
Pro-presos de Horta, reunida en el día de
hoy después de leídas las reseñas de los
diarios de los días 16 y 17, en particular
El Poble Català y El Progreso, en lo que
se refiere a la merienda celebrada en el
Casino Federal, declara:
1. Que el obsequio de la merienda era
dirigido a les expresos de Horta y a los
prohombres que trabajaron para conse-
guir su indulto.
2. Que de los datos que obran en el
archivo de la comisión no consta que los
radicales hayan hecho nada para su libe-
ración.
3. Que una carta que mandó la Comi-
sión a don Emiliano Iglesias no tuvo con-
testación, y
4. Que la Comisión puede justificar
que las altas personalidades que estuvie-
ron siempre a las órdenes de la Comisión
para trabajar en pro de la libertad de los
presos de Horta son D. Luis de Zulueta,
D. Emilio Junoy, D. Pedro Corominas,
Pablo Iglesias, D. Francisco Puigpiqué,
doctor Pulido, D. José M. Vallés y Ribot,
Sol y Ortega, Salvatella, Azcárate, D. Ig-
nacio Iglesias, D. Jaime Carner, goberna-
dor civil y alcalde de Barcelona.
Horta, 1 de enero de 1911 (...)”.
En acabar aquest resum dels darrers
fets de la Setmana Tràgica a Barcelona,
que van tenir lloc a l’escenari d’Horta, cal
assenyalar que investigar aquest apartat
és molt apassionant. Hi ha abundant ma-
terial.
Amb l’incendi de l’església i el col·legi-
convent de les Dominiques de l’Anuncia-
ta, la rebel·lió havia acabat a Barcelona.
“Y Horta, la pacífica, vio de este modo
[amb la destrucció de l’església parro-
quial de Sant Joan i del convent de les
Dominiques] destruida su esperanza de
que no llegaran a ella los rigores de la
lucha. Creíase a salvo y más afortunada
que las otras barriadas de Barcelona. Se
lo hacía imaginar así las condiciones de
su población, sin fábricas, ni talleres, sin
acoplamientos de gentes de otros luga-
res; podría creerlo además por ser la más
distante y la más escondida del núcleo
principal, y sobre todo, porque la trágica
semana tocaba a su fin sin que en aque-
lla barriada se hubiera alterado lo más
mínimo la imperturbable serenidad que
la acompaña durante el año entero”. Au-
gusto Riera a La Semana Trágica.
D
àngel toldrà viazo (AFB)
Els incendiaris van fugir de Sant Andreu cap a Horta (a la imatge, postal
de l’interior de l’església de San Andrés)
lEls radicals, amb Ramon
Font al capdavant, van llogar
incendiaris a set pessetes
i cinquanta cèntims per cap
en no trobar voluntaris
lL’església parroquial de Sant
Joan d’Horta i el col·legi de
les Dominiques van ser els
últims edificis en cremar
durant la Setmana Tràgica
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 21
La mujer en los frentes de las barricadas
Antonina rodrigo
escritora
“La Guardia Civil siempre
ha molestado a las mujeres”.
María Monje
nselmo Lorenzo escribía a Fe-
rrer i Guardia, el 21 de julio de
1909, “Estalló en Barcelona la
revolución social… ¡Nadie la capitaneó!
Ni los liberales, ni los separatistas, ni
los republicanos, ni los socialistas, ni
los anarquistas…” Se olvidaba del papel
que jugó la mujer en aquella semana lla-
mada trágica pero también gloriosa. El
liderazgo de la mujer trabajadora en la
lucha callejera la elevó, por méritos pro-
pios, a la primera línea delante y detrás
de los piquetes y barricadas levantadas
por doquier: nada más que en Gracia, se
contabilizaron hasta 76. La participación
de la mujer obrera curtida en agitaciones
y tensiones sociales, a menudo ocupaba
en la época un primer plano en los movi-
mientos de protesta, en la lucha laboral.
Su protagonismo en la oposición popular
antimilitarista, conocida por la Semana
Trágica, en julio de 1909, estaba más que
justificada: el Gobierno les arrebataba a
sus hijos, hermanos y compañeros, al no
poder pagar la “cuota” exigida para exi-
mirlos del servicio militar, obligándoles a
luchar en las campañas de Marruecos. El
Gobierno les ofrecía a cambio cincuenta
céntimos diarios a las familias de los re-
servistas movilizados, cuando el coste de
la vida exigía dos pesetas diarias.
El domingo 18 de julio de 1909, las
madres, las hermanas y las mujeres de
los reservistas, acudieron al muelle de
Barcelona a despedirlos, dispuestas a
obstaculizar el embarque de sus hombres
en solidaridad con el movimiento obre-
ro contra la guerra. A punto de zarpar,
varias señoras aristócratas caritativas,
de las Damas Blancas, entre ellas las
marquesas de Comillas y Castellflorite,
empezaron a repartir medallas, esca-
pularios y cigarrillos a los combatientes
que partían a la guerra de Marruecos, a
defender intereses capitalistas, al son de
charangas y las engañifas patrioteras de
siempre. Los expedicionarios echaban al
agua los objetos religiosos, mientras las
mujeres proletarias gritaban: “…tirad
vuestras armas, que se vayan los ricos, o
todos o ninguno, que se vayan los frailes”.
La ridícula acción de las ensombreradas
señoras, según se observa en las fotogra-
fías, ajenas al sufrimiento de las mujeres
por los suyos, provocaron los primeros tu-
multos populares.
El lunes 26 de julio fue el día seña-
lado para la huelga general. Las muje-
res llevaban lazos blancos, insignia de
la protesta. A primera hora, la obrera
María Monje animaba a las masas en la
plaza de Cataluña. El día antes, un gru-
po de mujeres cívicamente comprometi-
das habían advertido a los responsables
que la huelga debía transformarse en
abierta rebelión Al correr las horas la si-
tuación fue adquiriendo un aire inequí-
vocamente insurreccional, hasta quedar
tomada la ciudad. La participación de la
mujer la resaltaba la prensa: “Las mu-
jeres han sido las más bizarras, las que
más denuedo han mostrado. Sacaban a
los hombres de sus casas y los obligaban
a pelear”. Recordemos que en aquellos
momentos las trabajadoras eran 34.333
y pertenecían en su gran mayoría al
sector textil o derivados de la industria
algodonera. Teresa Claramunt, obrera
del textil de Sabadell, agitaba y movi-
lizaba las conciencias. Su influencia fue
extraordinaria en la denodada lucha del
proletariado contra el capitalismo sal-
vaje y la defensa de la explotación de la
mujer y el niño. En 1889, junto a Ama-
lia Domingo Soler y Ángeles López de
Ayala, fundaron La Sociedad Autónoma
de Mujeres de Barcelona, con proyectos
de una escuela laica, gratuita y clases
nocturnas para las mujeres trabajado-
ras, llamada Fomento de la Instrucción
Libre. Claramunt sufriría represalias
por su activismo en la Semana Trágica.
El antimilitarismo pero también esen-
cialmente el anticlericalismo, fueron los
dos componentes fundamentales del mo-
vimiento insurreccional que estalló en
Cataluña en 1909. El cliché que ha pa-
sado a la historia, que define la Semana
Trágica, es la quema de conventos, igle-
sias y otros edificios religiosos. Lo cual
es una constante en la historia del obre-
rismo, siempre que ha intentado poner
proa a la revolución social. La explicación
es clara. La iglesia ha estado siempre al
lado del poderoso, explotador del obrero y
ha sido pilar básico del ejército. Durante
la guerra civil, en mi tierra andaluza, se
dio el caso de que un hombre que entraba
en la iglesia a por los santos para echarlos
a la hoguera, prendida a la puerta de la
iglesia: se quitaba la gorra, cada vez que
entraba al templo. Lo hacía inconsciente-
mente, era su respeto a la casa de Dios y
su ira desatada contra el clero, que eleva-
ba las imágenes a santidad milagrera con
que subyugaban a las gentes, mantenidas
en la ignorancia, la miseria y en creencias
serviles para ganar la eternidad.
El cliché de la Barcelona de la Se-
mana Trágica, con columnas de humo
disparando a los cielos, se ha explotado
hasta la saciedad por el beaterio uni-
versal. Cuando nuestros rojos llegaron
a Francia en 1939, se volvió a poner en
pie, merced a la propaganda franquista,
la fama de quemaiglesias y comecuras
de los depauperados exiliados, y, es que
el brazo de la iglesia era largo, intoca-
ble, como en nuestros días. Las monjas
exclaustradas, durante la Semana Trá-
gica, fueron respetadas. Las hubo, en
su indefensión, que fueron acogidas por
familias anarquistas. A pesar de que en
los conventos correccionales, regidos
por las esposas de Cristo, ejercían una
dureza tremenda con las jóvenes des-
carriadas, confiadas a su custodia y su
educación, no existieron venganzas por
parte de aquella juventud, llena de tri-
bulaciones y desamparo, marcada por
la sociedad, en unas condiciones de vida
extremadamente precarias.
Entre los nombres de mujeres que
corrieron por las crónicas, de la Semana
Trágica hay que distinguir varios gru-
pos: el voluntarismo de las prostitutas,
mujeres curtidas por enfrentamientos
con la policía, desafiando su autoridad,
en defensa de los presos: “Cuarenta cén-
timos”, “La larga”, “La Valenciana”, “La
Bilbaína”, “La Castiza”. De estas dos úl-
timas, el inspector-jefe de la policía de
las Atarazanas, dijo: “Estas dos muje-
res son y han sido siempre las cabeci-
llas de todos los motines iniciados en la
calle del Mediodia, protectoras y encu-
bridoras de ladrones y asesinos…”. “La
Valenciana” (Rosa Esteller), levantó ba-
rricadas y, a punta de pistola, obligó a
abrir las casas para que los amotinados
pudieran disparar desde los tejados y
terrados. “La Cuarenta céntimos” (Ma-
ría LLopis Berger), al frente de un pi-
quete, destrozaron las lunas de los cafés
que no secundaban la huelga, volcaron
tranvías y cargaron contra una patrulla
de la Guardia Civil.
Las afiliadas a las Damas Radicales
del partido Radical de Lerroux, creado a
fines de 1908, perseguían según los esta-
tutos “…auxiliar y socorrer a los presos
y perseguidos por cuestiones políticas y
sociales”.
Las Damas Rojas, organización naci-
da en la primavera de 1909, de carácter
anticlerical, defendía los matrimonios y
entierros civiles. Tenía como prioridad
“…propagar entre las mujeres las ideas
de libertad y de República y socorrerse
mutuamente las asociadas en sus necesi-
dades”. Las dos asociaciones fueron ins-
trumentos de sus respectivos partidos,
como reflejan los testimonios ante el Tri-
bunal Militar, que investigó los hechos
de la Semana Trágica. Algunos líderes
consideraron nula la acción real de estas
mujeres, estimándolas un tanto ridícu-
las. No obstante, el bocazas de Lerroux,
pasado el peligro de persecución, alar-
deaba de “haber logrado enrolar en sus
filas, además de obreros, a las mujeres y
niños de Cataluña”.
Como siempre en situaciones de alto
voltaje, las mujeres han sido convoca-
das o sacadas de sus casas, por grado o
por fuerza, y pasado el peligro, los ven-
cedores o vencidos han reducido la mag-
nitud de su heroísmo, confinadas al ám-
bito privado, sometidas oscuramente a
las vicisitudes de la casa, de la familia,
del trabajo, sin reconocer sus iniciati-
vas y la dimensión de su entrega en los
enfrentamientos ideológicos, sociales y
laborales. Pero la acción individual y
colectiva de la mujer en la Semana Trá-
gica es memoria imbatible de libertad y
lucha, en la que seis de ellas pagaron
con sus vidas.
3 Bibliografía: Joan Connelly Ull-
man, Josep Maria Huertas Clavería, Do-
lors Marín, Alberto Talero.
A
Ilustración en La Campana de Gràcia del 24 de julio de 1909
lLa acción individual y
colectiva de la mujer en la
Semana Trágica es memoria
imbatible de libertad y
lucha, en la que seis de ellas
pagaron con sus vidas
lEl cliché de la Barcelona
con columnas de humo
disparando a los cielos se ha
explotado hasta la saciedad
por el beatario universal
lComo siempre en situaciones
de alto voltaje, las mujeres
han sido convocadas y una
vez pasado el peligro se ha
reducido la magnitud de su
heroísmo
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 22
La Setmana Tràgica als barris
néstor bogajo
nes fotografies fetes a l’agost del
1909 mostren la celebració d’una
missa a l’interior del claustre de
l’Oratori de Sant Felip Neri, ubicat al
carrer del Sol del barri de Gràcia. La seva
església havia cremat dies abans fins a
quedar inservible. De fet, la tradició diu
que el poeta Joan Maragall -que vivia a
Sant Gervasi i visitava sovint el temple-
s’inspirà en l’Oratori per redactar un dels
seus reportatges més coneguts, L’església
cremada, tota una crida a la reconciliació
després de la Setmana Tràgica.
Un dels espais de l’Oratori l’ocupa ara
el Taller d’Història de Gràcia. L’entitat
proposà fa uns mesos que els centres d’es-
tudis de la ciutat -els grups de recerca
local que estudien el passat i el present
dels barris- organitzessin una sèrie d’ac-
tivitats per investigar i difondre -des del
rigor científic, però també des de la proxi-
mitat- el que succeí a Barcelona durant la
Setmana Tràgica. Una proposta innova-
dora, doncs com destaca Joan Àngel Fri-
gola, president del Taller, “és la primera
vegada que els centres d’estudis s’avenen
a fer una programació conjunta”.
El projecte compta amb 10 centres or-
ganitzadors, la majoria dels quals formen
part de la Coordinadora de Centres d’Es-
tudis de Parla Catalana i de l’Institut
Ramon Muntaner. A diferència del que
ha succeït en altres centenaris, l’Ajun-
tament de Barcelona no va preveure cap
programació especial per commemorar
els cent anys de la Setmana Tràgica. És
per això que les activitats dels centres,
sumades a les d’altres entitats, han rebut
el suport del consistori fins a esdevenir
un important cartell conjunt.
La proposta dels grups de recerca in-
clou activitats al llarg de tot l’any, des
del juliol del 2009 fins al juliol del 2010.
D’aquesta manera, les entitats -que no
són professionals- es poden coordinar
més fàcilment alhora que no perden au-
diència. “Si el mateix dia féssim itinera-
ris a Sant Andreu, Gràcia i Poble Sec, ens
estaríem dividint el públic quan, al cap i
a la fi, la nostra realitat és Barcelona”,
recorda Frigola. Amb una programació
espaiada el públic no tindrà cap excusa
per no conèixer com es va viure la revolta
als barris veïns.
Les activitats
El juliol és un mes poc indicat per a
concentrar-hi gaires actes, ja que molta
gent marxa de vacances. Aquest aspecte
també ha influït en el fet que la progra-
mació del centenari s’allargui durant
tot un any. Una programació que inclou
un cicle de conferències, diferents re-
correguts pels barris, la publicació d’un
llibre i una exposició itinerant: La Set-
mana Tràgica als barris de Barcelona.
Motius i fets.
La mostra començarà a voltar a par-
tir del setembre. “La idea és que sigui
una exposició d’una vintena de plafons,
fàcil de transportar per tal que es pugui
veure a tots els barris”, apunta Frigola.
En els plafons s’hi explicaran les causes
i les conseqüències de la Setmana Tràgi-
ca, i s’analitzaran els fets que tingueren
lloc als diferents barris de Barcelona, un
punt de vista interessant donat el caràc-
ter irregular de la revolta, que va tenir
repercussions dispars segons la zona.
L’organització vol que l’exposició tam-
bé acompanyi les conferències programa-
des. N’hi haurà cinc de genèriques que
estudiaran el paper de personatges com
el pedagog Francesc Ferrer i Guàrdia, o
de col·lectius com l’Església, el moviment
obrer i els militars. La intenció és que
cada centre d’estudis aculli al seu territo-
ri alguna d’aquestes conferències i que, a
més a més, n’organitzi una altra.
Un cop acabat el centenari, les confe-
rències es publicaran en forma de llibre,
que també inclourà un annex amb el con-
tingut dels itineraris. Aquestes rutes visi-
taran els escenaris més coneguts de la Set-
mana Tràgica. En principi, es proposaran
per a una data concreta, però l’organitza-
ció està oberta perquè si hi ha un grup de
persones interessades en fer-ho un altre
dia “es parli per tal de poder lligar una
data alternativa”, comenta Frigola.
El recorregut per Gràcia -que es farà a
principis del 2010- encara no està tancat,
però és segur que passarà pel Torrent de
l’Olla, on els rebels aixecaren les seves
barricades. La visita als temples també
és obligatòria: “Josepets, perquè no es va
cremar; Sant Joan, perquè es va cremar”,
enumera Frigola. Quan la comitiva arri-
bi a l’Oratori de Sant Felip Neri, l’esglé-
sia tornarà a fer olor de fum. Però no cal
amoïnar-se. Tot serà fruit de la sugges-
tió, de voler apropar-se una mica més a
la història.
U
Arxius
i centres
d’estudis
històrics
Alguns districtes no en
tenen cap. D’altres en
tenen més d’un –a Sants
n’hi ha tres: a Montjuïc,
La Marina i Poble Sec–.
Són els centres d’estudis,
els arxius històrics, els
tallers... Entitats amb
noms diversos, però un
objectiu comú: treballar
per conèixer el territori
i difondre els resultats
de les investigacions.
Unes investigacions que
sovint van més enllà de
la història: la darrera
activitat del Taller
d’Història de Gràcia va
ser una tertúlia sobre els
noms populars dels núvols!
Les activitats sobre la
Setmana Tràgica han
potenciat noves recerques
i han tret partit de la feina
feta amb anterioritat.
3 Acte inaugural: 6 de juliol del
2009.
Presentació del programa i conferèn-
cia a càrrec de l’historiador Isidre Mo-
las, al Saló de Cent de l’Ajuntament.
3 Exposició: La Setmana Tràgica
als barris de Barcelona. Motius i fets.
A partir del setembre del 2009.
3 Mostra itinerant que explica les
causes i les conseqüències de la Set-
mana Tràgica als barris de la ciutat.
3 Conferències: juliol del 2009 - ju-
liol del 2010.
– La Setmana tràgica: visió global dels
fets, per Teresa Abelló (UB).
– L’Església i la Setmana Tràgica, per
Joan Bada (UB).
– El paper del moviment obrer, per
Pere Gabriel (UAB).
– El paper dels militars en la Setmana
Tràgica, per Gabriel Cardona (UB).
– Ferrer i Guàrdia, pendent de con-
firmació.
– La Setmana Tràgica a Sant Andreu
de Palomar, per Jordi Rabassa (Cen-
tres d’Estudis Ignasi Iglésias).
– La incidència de la Setmana Tràgi-
ca al Poble Sec i les seves rodalies, per
Julia Costa (CERHISEC).
– Gràcia i la Setmana Tràgica, per
Joan Àngel Frigola (Taller d’Història
de Gràcia).
– Montjuïc durant la Setmana Tràgica,
a càrrec del Centre d’Estudis de Mont-
juïc i l’Ateneu Enciclopèdic Popular.
3 Itineraris: juliol del 2009 - juliol
del 2010.
– La Setmana Tràgica a Gràcia, a càr-
rec del Taller d’Història de Gràcia.
– La Setmana Tràgica al Poble Sec i
les seves rodalies, a càrrec del CERHI-
SEC.
– La Setmana Tràgica al Clot-Camp
de l’Arpa, a càrrec del Taller d’Histò-
ria del Clot-Camp de l’Arpa.
– Montjuïc durant la Setmana Trà-
gica, a càrrec del Centre d’Estudis de
Montjuïc i l’Ateneu Enciclopèdic Po-
pular.
– La Setmana Tràgica al Poblenou,
a càrrec de l’Arxiu Històric del Po-
blenou.
– La Setmana Tràgica a Sant Andreu
de Palomar, a càrrec del Centre d’Es-
tudis Ignasi Iglésias.
3 Informació: www.irmu.org
arxiu fotogràfic de barcelona
La parròquia de Sant Joan -en una postal de l’època- formarà part de
l’itinerari organitzat a Gràcia
lLa primera programació
conjunta dels centres
d’estudis de Barcelona vol
apropar la Setmana Tràgica
a la ciutadania
lPer commemorar el
centenari es duran a terme
durant tot l’any conferències,
recorreguts pels barris i una
exposició itinerant
Des del passat mes de maig fins al febrer de l’any que
ve l’Ajuntament ha programat tota una sèrie d’actes
per commemorar el centenari dels fets de la Setmana
Tràgica.
3 Barcelona en flames! Intervenció fotogràfica al
Pati del castell de Montjuïc. Fins al 18 d’octubre de
2009.
3 Memòria gràfica d’una revolta: la Setmana
Tràgica a Catalunya. Exposició a l'Arxiu Nacional de
Catalunya. Fins al 9 d’octubre de 2009.
3 Setmana Tràgica: una crònica documental.
Exposició virtual.
A la web www.bcn.cat/setmanatragica
3 1909: fotografia, ciutat i conflicte. Exposició
fotogràfica a l’Arxiu Fotogràfic de Barcelona. Fins al 16
de gener de 2010.
3 Barcelona es revolta: 1909. V Mostra de
Documents. Al vestíbul de l’Arxiu Municipal
Administratiu de Barcelona. Fins al 28 de febrer de
2010.
D’altres entitats com la CGT també han preparat la
seva pròpia programació:
3 El crims d’Estat al voltant del record d’Agustí
Rueda, assassinat per la democràcia. Conferència
debat. 1 d’octubre de 2009 a les 18h. Via Laietana, 18
3 Detenció, judici i afusellament de Ferrer.
Conferència-debat. 13 d’octubre de 2009 a les 18h. Via
Laietana, 18.
3 Francesc Ferrer i Guàrdia. Exposició. Fins al 4
d’octubre. Via Lietana, 18.
Tot un any de commemoracions
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 23
Petita crònica d’un crim d’Estat
josep maria loperena
jurista i escriptor
egons la Sûreté de París, foren
més de cent-mil les persones que
es van concentrar el primer dia
de la revolta. Lenin es va afegir als ma-
nifestants. Dos dies després, un milió de
ciutadans van desfilar des de la plaça de
Clichy a la de la Concòrdia. L’execució a
Barcelona d’en Francesc Ferrer i Guàr-
dia pels militars després d’un conat de
Consell de Guerra indigne i barroer or-
denat per Madrid, va commocionar tota
Europa. Anatole France, premi Nobel
de literatura i defensor acèrrim d’Emile
Zola pel “cas Dreyfus”, va proposar a la
Societat Astronòmica de França, de la
qual era membre el Rei d’Espanya, l’ex-
pulsió d’Alfons XIII per raons d’honor i
dignitat. “La nostra Societat -va dir- no
pot acollir entre els seus membres un as-
sassí ni un torturador”. La moció no va
prosperar per raons polítiques: els esta-
tuts no preveien abordar aquella qüestió.
La resposta d’Anatole France va ésser
contundent:
-“Em nego a acceptar aquesta reso-
lució, perquè un assassí seguirà sent un
assassí per molta corona que porti al cap.
El dia que el nom d’Alfons XIII deixi de
figurar en la llista de socis de la nostra
entitat, tornaré a aquesta casa per dema-
nar la meva reintegració, però, fins ales-
hores, continuaré sentint-me ultratjat
per l’assassí d’en Ferrer i Guàrdia, mort
per haver sentit i propagat l’esperit cien-
tífic i modern de l’educació dels nens”.
Ferrer va viure a París bona part de
la seva existència. Allí tenia grans amics,
entre ells, Charles Malato, Sebastian
Faure, Jean Grave i el mateix Kropotkin.
Els cinc aspiraven a canviar el món a
partir de l’ensenyança. La seva propos-
ta “d’instruir divertint” fou el principi
de l’escola moderna que Ferrer instaurà
a Espanya. Però Ferrer sempre va tenir
mala premsa per part de la burgesia i el
govern ultraconservador d’Antoni Mau-
ra. Si bé era, a judici de Grave, una “per-
sona dolça, tranquil·la i senzilla”, tota la
seva vida va ser un compendi de proble-
mes de tota índole que el van portar a la
mort. Als pocs dies de la seva arribada
a París, monsieur Mouquin, comissari de
Policia del districte de Montmatre, va re-
bre una carta anònima acusant Ferrer de
ser anarquista. Donava la seva direcció
perquè pogués ser investigat.
La Sûreté va emetre el seu informe
dos mesos després. “Francesc Ferrer,
professor d’espanyol”, deia, “és un repu-
blicà avançat i lliure pensador, i les seves
opinions l’obligaren a sortir d’Espanya.
Rep diaris i abundant correspondència,
no es fica en política, motiu pel qual el
seu expedient no conté res desfavorable”.
Tot i així, l’atestat policial concloïa amb
una informació de gran interès: la seva
dona Teresa Sanmartí havia manifestat
en diverses botigues del barri que el faria
detenir com a anarquista.
Crec que la clau del reiterat assetja-
ment i les constants denúncies contra
Ferrer es troben en la Teresa, una rata
de sagristia a cent anys llum de la ideolo-
gia llibertària del seu marit. Teresa, molt
afectada per la mort dels seus dos fills,
va emmalaltir de neurastènia i es va tor-
nar summament agressiva. Va arribar a
disparar-li tres bales amb un revòlver al
mig del carrer que no el varen matar de
miracle. La premsa groga va optar per de-
fensar la Teresa Sanmartí i repudiar qui
va ser objecte de la seva ira. Els mitjans
convertiren Sanmartí en una víctima de
l’anarquisme canalla i vil, al temps que
la mala fama d’en Francesc Ferrer patí
un ascens vertiginós. A la seva tornada
a Espanya, es va convertir en el punt de
mira de Maura i els seus sicaris de la po-
licia política.
Acusacions sense proves
Primer, el van acusar d’haver llançat una
bomba el dia de les noces d’Alfons XIII i
Victòria Eugènia de Battenberg des del
quart pis d’una casa del carrer Major de
Madrid. Fou detingut, empresonat, pro-
cessat, jutjat i posteriorment absolt per
l’Audiència. El Fiscal no va poder aportar
prova alguna que acredités la seva parti-
cipació a l’atemptat. Després li van impu-
tar de ser el cap ideològic de la Setmana
Tràgica de Barcelona. Maura havia de-
cidit que el jutgés un tribunal militar a
fi que fos condemnat a mort. ‘Aquests no
s’anirien amb postures’, pensà. Nombra-
ria Evarist Crespo governador i allarga-
ria “l’estat de guerra” en la ciutat comtal.
El consell de guerra va durar unes tres
hores. No va declarar cap testimoni, ni
es va practicar cap prova. El secretari
va llegir l’apuntament i el fiscal militar
demanà la pena capital per en Ferrer.
Això va ser tot. A Ferrer Guàrdia el van
executar per allò que representava. Per
la seva dràstica oposició a la societat; per
la seva constant denúncia de l’església,
que no tenia altre objecte que alienar el
poble; per apostar per una societat sense
classes, lliure i igualitària. Aquest va ser
el seu gran delicte.
Maura va dimitir poc temps després. El
procés d’en Ferrer i Guàrdia fou el principi
de la fi de la monarquia d’Alfons XIII. El
1911 es va revisar el procés, reconeixent
que la condemna havia estat “errònia”.
Però els anys que robaren els seus assas-
sins a Ferrer van ser temps sense retorn,
compensats únicament per quatre mone-
des de memòria històrica sense cap valor.
lL’execució a Barcelona
de Ferrer i Guàrdia pels
militars després d’un conat
de Consell de Guerra indigne
va commocionar tota Europa
fondazione corriere della sera
L’afusellament de Ferrer i Guàrdia segons l’il·lustrador italià Beltrame
S
lLa condemna de Ferrer
fou el principi de la fi de
la monarquia d’Alfons
XIII; el 1911 es va revisar,
reconeixent-la com a errònia
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 24
El record de Ferrer i Guàrdia a Barcelona
jaume Fabre
historiador i periodista
an haver de passar 80 anys per·
què Barcelona aixequés un mo·
nument en record del fundador
de l’Escola Moderna, Francesc Ferrer i
Guàrdia, executat com a instigador intel·
lectual dels fets de la Setmana Tràgica.
El manteniment del marc polític monàr·
quic que havia fet possible el seu afuse·
llament, primer, la dictadura de Primo
de Rivera, després, les dificultats de la
República i la guerra civil, a continuació,
el franquisme i els condicionaments de la
Transició, per fi, van fer impossible que
Barcelona reparés la injustícia comesa el
1909 amb Ferrer i Guàrdia.
Ara n’hi ha tres, de monuments, el pri·
mer aixecat el 1990, i, des del 1988, a la
ciutat hi funciona una fundació molt acti·
va que porta el seu nom. Es reivindica, a
més, que torni a haver-hi a Barcelona un
carrer dedicat al pedagog. L’únic moment
que n’hi va haver un, va ser durant la
guerra civil, quan li van canviar el nom a
la plaça del bisbe Urquinaona.
Una vida agitada
Sobre la vida de Ferrer i Guàrdia planen
encara molts forats negres. Malgrat tot
allò que s’ha escrit, en la seva biografia
queden llacunes i, en els que es coneixen,
hi ha, com en tota vida humana, aspectes
controvertits. Nascut el 1859 a Alella, va
militar des de molt jove als rengles del
republicanisme federal. Amic del polític
republicà progressista Manuel Ruiz Zor·
rilla, impulsor des de l’exterior de l’intent
d’insurrecció republicana de Santa Colo·
ma de Farners, l’abril de 1884, Ferrer i
Guàrdia havia col·laborat amb el nucli
que era al cas del pronunciament i per
això va haver-se d’exiliar a França, on es
va adscriure a la maçoneria. Va viure a
París fins al 1901. Hi havia arribat amb
25 anys i en va marxar amb 42.
Va tenir una agitada vida sentimen·
tal. Es va casar primer amb la catòlica
Teresa Sanmartí i a París va tenir re·
lacions amb la mestra racionalista Leo·
poldine Bonnard i amb la filla de la mi·
lionària Jeanne-Ernestine Meunié, a qui
donava classes de llengua castellana. En
morir aquesta, va deixar a Ferrer una
herència d’un milió de francs d’or, amb
els quals Ferrer i Guàrdia va tornar el
1901 a Barcelona i els va invertir en la
creació d’una xarxa d’escoles privades
laiques, independents per tant de l’Es·
tat i de l’Església. Aquí es va unir amb
Soledat Vilafranca, que passà a dirigir
l’Escola mentre ell es dedicava sobretot
a l’editorial que creà amb el mateix nom.
Li va facilitar la multiplicació de centres
escolars la seva relació amb el partit ler·
rouxista. La seva tasca pedagògica no
era ben vista pels partits d’ordre i molt
menys per la patronal de l’ensenyament
privat, bàsicament en mans d’ordres re·
ligioses. Però va poder anar fent fins que
va tenir la desgràcia que un anarquista
que treballava a la seva editorial, Mateu
Morral, atemptés contra la vida dels reis
Alfons XIII i Victòria Eugènia el mateix
dia del seu casament, durant la desfilada
posterior, el 31 de maig del 1906. Els que
li tenien l’ull posat a Francesc Ferrer van
aprofitar l’ocasió per portar-lo davant
dels tribunals com inductor del llança·
ment de la bomba als reis pel seu emple·
at. Va ser absolt per falta de proves i el
judici li va aportar una gran notorietat
internacional.
La Setmana Tràgica
Declarat innocent el juny del 1907, en ser
posat en llibertat es va tornar a traslladar
a França i Bèlgica, on va fundar la Lliga
Internacional per a l’Educació Racional
de la Infància. Tot i que Francesc Ferrer,
que havia tornat a Espanya el mateix
1909, havia passat els quatre dies dels
fets a la seva residència d’Alella, i que
probablement no va tenir cap paper ni
en l’inici de la revolta ni en el seu desen·
volupament, va ser acusat altra vegada
de ser un instigador i portat a un consell
de guerra, enmig d’una nova campanya
internacional de solidaritat. En realitat,
l’única cosa que Francesc Ferrer va fer en
relació amb la Setmana Tràgica sembla
que van ser algunes gestions perquè els
dirigents lerrouxistes que sí que n’havien
estat en bona part els instigadors, assu·
missin la direcció del moviment, cosa que
no van fer, i aquest, mancat de direcció
política, acabà en no res i va anar seguit
d’una terrible repressió. Ferrer i Guàrdia
va ser executat el 13 d’octubre del mateix
1909. Abans que ell havien estat ja exe·
cutades altres tres persones relacionades
amb els fets, i després encara ho va ser
una altra. En total va haver-hi quasi dos
mil consells de guerra, amb nombroses
sentències amb pena de mort que van
acabar essent majoritàriament commu·
tades.
El primer projecte de monument
Aquest cop de res no va servir la nova
campanya internacional de solidaritat
amb Ferrer. L’objectiu dels qui el van
condemnar era destruir l’Escola Moder·
na i un símbol de l’ensenyament lliber·
tari. El mètode defensat per Ferrer va
quedar hivernat i el seu nom va ser silen·
ciat durant anys. Va caldre esperar a la
proclamació de la República, el 14 d’abril
de 1931, perquè la seva figura i el tipus
d’ensenyament que havia defensat fos
reivindicat oficialment. El 9 de setembre
d’aquell mateix any, l’Ajuntament de Bar·
celona va aprovar aixecar un monument
en el grup de Cases Barates de Montjuïc
que fins aleshores havia portat el nom
d’Eduardo Aunós, ministre de Treball de
la dictadura de Primo de Rivera, i al qual
la República batejà de nou amb el nom
de Ferrer i Guàrdia. Si el canvi de nom
del barri va ser immediat, el monument
va trigar més a portar-se a la pràctica.
Fins al 27 de juny de 1934 no es va posar
la primera pedra, però els Fets d’Octubre
d’aquell mateix any van suposar que no
es fes res més i el monument ja no es va
arribar a aixecar mai.
Brussel·les i la còpia barcelonina
En canvi, a Brussel·les, la ciutat del seu
exili de 1907 a 1909, havien aixecat el
1909 un monument que va fer l’escultor
August Puttemans. Sembla que els pro·
motors i finançadors van ser més aviat
membresdelamaçoneria,alaqualFerrer
pertanyia, que no pas grups anarquistes
o de pedagogs. El monument consisteix
en l’estàtua d’un home nu, de puntetes i
amb el seu cos atlètic en tensió, estirant-
se per alçar el més amunt possible, amb
les dues mans, una torxa encesa. Es pot
interpretar com un homenatge als qui
s’esforcen per portar la llum als homes,
cosa que aplega tant la simbologia maçò·
nica com la de l’ensenyament.
Quan Pasqual Maragall va arribar a
l’alcaldia, va recuperar l’acord munici·
pal de 1931 per aixecar un monument
a Ferrer i Guàrdia. Maragall tenia una
especial motivació en el desig que a
Barcelona hi hagués aquest record mo·
numental en el fet que el seu avi, Joan
Maragall, havia estat l’única veu sorgi·
da dels sectors catòlics que el 1909 va
defensar el perdó de Ferrer. La mane·
ra més senzilla de fer-ho era portar a la
pràctica un acord que l’Ajuntament ja
havia pres abans del franquisme. Però
Convergència i Unió i el Partit Popular
s’hi van oposar, i va caldre trobar un al·
tre mecanisme.
La Fundació Ferrer i Guàrdia crea·
da el desembre de 1987, va prendre la
proposta com a pròpia i la va presentar
a l’Ajuntament. El 13 d’octubre de 1989,
quan es complien exactament 80 anys de
l’afusellament de Ferrer i Guàrdia, hi va
haver un acte d’homenatge a la seva me·
mòria, al Saló de Cent. Malgrat algunes
reticències de CiU, finalment la majoria
del consistori va acceptar la iniciativa de
la fundació que duia el nom de l’home·
natjat per posar una còpia del monument
que Ferrer tenia a Brussel·les en algun
indret de Barcelona. Així va prosperar
la idea de fer una còpia de l’escultura
d’August Puttemans que hi ha a Brussel·
les. La còpia va ser realitzada pel belga
Robert Ghysels i es va posar sobre una
peanya dissenyada per Beth Galí, amb la
inscripció següent, redactada per Maria
Aurèlia Capmany, aleshores regidora de
Cultura: “A Francesc Ferrer i Guàrdia,
fundador de l’Escola Moderna (1859-
1909). Barcelona repara amb aquest mo·
nument molts anys d’oblit i d’ignorància
d’un home que va morir per defensar la
justícia social, la fraternitat i la toleràn·
cia. Ajuntament de Barcelona - Fundació
Ferrer i Guàrdia. 13 d’octubre de 1990”.
El lloc triat per posar-la a Barcelona
van ser les escales que des del Palau Na·
cional de Montjuïc porten fins a l’Estadi
Olímpic. La inauguració va tenir lloc, en
presència de l’alcalde Maragall i de Joan
Francesc Pont, president de la Fundació
Ferrer i Guàrdia, un plujós matí, el 13
d’octubre de 1990.
V
jordi tarrés
L’escultura de Montjuïc és una
còpia de l’existent a Brusel·les
lEs reivindica que torni a
haver a Barcelona un carrer
dedicat al pedagog (durant la
guerra civil ho va ser la plaça
del bisbe Urquinaona)
Onze anys més tard es va aixecar a Barcelona un altre
monument a Ferrer i Guàrdia, aquest cop promogut per
l’Escola Universitària d’Empresarials, que el va posar a la
paret dreta de l’entrada principal de la Facultat, situada
a la Zona Universitària. La iniciativa va sorgir, un cop més,
de la Fundació Ferrer i Guàrdia. Aquest segon cop, el motiu
va ser el centenari de la creació de l’Escola Moderna. Set
estudiants de Belles Arts de la ciutat italiana de Carrara, sota
els auspicis de l’Associació Germinal, van esculpir un baix
relleu de marbre que simbolitza l’afusellament de Ferrer,
el 13 d’octubre de 1909. Dirigits per l’escultor Dominique
Stroobant, els estudiants van dur a terme l’obra inspirant-se
en un dibuix de Flavio Constantini que, des de sempre, ha
estat una estampa clàssica de la iconografia sobre aquest fet
històric. El baix relleu és en una estela de marbre adossada a
la paret i subjectada formalment per dues columnes. A part
de la imatge de Ferrer afusellat pels militars, també hi ha un
capellà, la Guàrdia Civil i uns burgesos.
El monument va ser ofert a l’Escola de Ciències
Empresarials de la Universitat de Barcelona, a través de la
Fundació Ferrer i Guàrdia, que va acceptar posar-lo a la
façana principal tot coincidint amb el centenari de la creació
de l’Escola Moderna. El dia triat per posar-lo va ser el 16
d’octubre del 2001, en presència del director de l’escola,
Alfred Rocafort, i del president de la Fundació Ferrer i
Guàrdia, Joan Francesc Pont.
Posteriorment, el 2002, encara es va aixecar a Barcelona
un tercer monument a Ferrer i Guàrdia, davant de l’edifici
de Ciències de l’Educació del campus de la Vall d’Hebron. La
iniciativa va partir de la Divisió de Ciències de l’Educació,
que aplegava fins l’any 2003 les facultats de Pedagogia i de
Formació del Professorat de la Universitat de Barcelona.
Es van fer gestions amb l’escultor Francesc Torres, però el
projecte no va quallar a causa de limitacions de pressupost.
Aleshores es va trobar una solució més econòmica que és la
que finalment es va portar a terme: fer una còpia d’un bust
de Ferrer i Guàrdia que havia realitzat l’any 1902 l’escultor
Josep Cardona Furró. La còpia es va posar discretament,
el 23 d’abril, dia de Sant Jordi, de l’any 2002, al parterre
davant de l’entrada de l’església, cap al costat del pavelló de
Llevant on hi ha els despatxos dels departaments de la Divisió
de Ciències de l’Educació. El bust, de petites dimensions, es
va posar sobre una peanya d’aproximadament un metre amb
una placa que recordava el centenari de l’Escola Moderna.
Els altres dos monuments, a la Universitat
CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 25
L
La Fundació, memòria i actualització
marc villoro
a Fundació Francesc Ferrer i
Guàrdia és molt present en l’any
del centenari dels fets de la Set-
mana Tràgica. No pot ser d’una altra ma-
nera tractant-se d’una entitat que neix el
1987 amb la idea de recuperar aquesta
figura històrica i el seu llegat.
La fundació es crea amb una voca-
ció d’actualització quant al seu posici-
onament ideològic, de compromís ètic i
cívic, de l’educació i joventut com una
aposta de futur de la renovació i trans-
formació social, laïcitat i associacionis-
me. Segons David Prujà, director de la
Fundació, “una de les reflexions que fa
l’entitat és com 40 anys de franquisme
aconseguiren estroncar la continuïtat
d’un moviment organitzat de ciutadania
hereva dels valors de laïcitat i progrés,
que al primer terç del segle XX eren
molt estesos”.
La seva ubicació és al carrer Avinyó
en un edifici comprat a principis dels
90 i que és propietat de tres entitats:
la segona planta és d’Esplais Catalans
(ESPLAC), la quarta de la Fundació
Terra, i la resta pertany a la Fundació
Ferrer i Guàrdia. Aquestes organitza-
cions formen part del Moviment Laic i
Progressista que integra també Acció
Escolta de Catalunya, l’Associació de
Casals i Grups de Joves de Catalunya,
Cooperacció (no té la seu al carrer Avi-
nyó), Escola Lliure el Sol, Cooperativa
Entorn, i Ateneus Laics i Progressis-
tes. Com explica Prujà, “es tracta d’una
federació que necessita el lideratge de
totes les entitats, que té estructura prò-
pia, orientades sobretot a educació en
temps de lleure, però també hi ha eco-
logistes, de cooperació internacional, i
amb una visió molt clara de separar el
que és la gestió de serveis de l’activitat
associativa”.
En aquest sentit, s’estableix un tre-
ball en xarxa des de la consciència que
dani codina
Seu de la Fundació Francesc Ferrer i Guàrdia al carrer Avinyó
El legado de la Escuela Moderna
valeria giacomoni
historiadora
ara explicar la fundación de la
Escuela Moderna hay que situar-
la en el contexto socio-político de
la Cataluña de principios de siglo XX. La
creciente industrialización y la consecuen-
te migración del campo a las ciudades con-
llevaba unos inevitables cambios sociales
que se enfrentaban con el tradicionalismo
de costumbres y un sistema político de
partidos turnantes que se preocupaba de
mantener los privilegios de la Iglesia y de
la monarquía. Las pésimas condiciones
de vida de los trabajadores crearon te-
rreno fértil para una paulatina toma de
conciencia de la clase obrera y la difusión
de las ideologías socializantes, en primer
lugar del anarquismo. En el campo edu-
cativo hay que destacar que en Barcelona
dos tercios de la población era analfabeta
y que el monopolio de los centros de ense-
ñanza por parte de la Iglesia contribuía a
mantener las desigualdades sociales.
El rechazo de esta sociedad estática y
reaccionaria fue lo que acercó a las ideas
republicanas un personaje como Ferrer i
Guàrdia, hijo de pequeños propietarios
rurales de Alella, que se exilió a París
en 1886. Allí tuvo la ocasión de conocer
a muchos intelectuales y anarquistas de
la época (Jean Grave, Malato, Zola, Re-
clus...) y entró en contacto con los movi-
mientos de renovación pedagógica que se
oponían a la educación tradicionalista en
toda Europa y fue delineando su posición
“pedagogista”, asumiendo que el primer
paso consistía en la liberación de la men-
te humana de los dogmas. En París se
ganaba la vida como profesor de castella-
no, y fue una rica alumna suya, fascina-
da por sus ideales laicos y libertarios que
le dejó una consistente herencia y le dio
la oportunidad de volver a Barcelona en
1901 y plantear un desafío a la Iglesia y
al Estado desde la educación.
La Escuela Moderna proponía una
enseñanza laica, científica y mixta. Se
contraponía a la educación confesional
rechazando cualquier dogma y apun-
tando a una explicación científica para
cada cosa. La metodología se centraba
en el aprendizaje a través de la experi-
mentación, en estimular la curiosidad de
los niños mediante la observación direc-
ta de la naturaleza, con excursiones al
campo, y de la sociedad, haciendo visitas
a fábricas y talleres para que los libros
solo fueran un instrumento para conocer
mejor la realidad. Abogaba al desarrollo
del pensamiento crítico de los alumnos a
través de conferencias y debates y a una
educación integral, dirigida al desarrollo
armónico de todo el individuo, con cono-
cimientos intelectuales, físicos y manua-
les. Practicaba la coeducación de sexos,
clases mixtas de niños y niñas (gran no-
vedad para la época), y de clases sociales
con el objetivo de alcanzar la igualdad es-
tando en contacto y recibiendo la misma
educación desde la inocencia de la infan-
cia. Los valores que se proponían eran de
solidaridad, fraternidad y justicia social
en contraste con la dura realidad que se
vivía en la Barcelona de principio de si-
glo. La escuela se proponía como un es-
pacio abierto, dotado de biblioteca y sala
de conferencias, rompiendo con la estruc-
tura del aula tradicional que llevaba a la
pasividad; por las tardes y los domingos
había charlas abiertas a los padres que
aspiraban a convertirla en un punto de
encuentro alternativo a la Iglesia.
Hay que destacar también la creación
de una editorial paralela a la escuela que
editaba sus propios libros de texto que
proponían una aproximación diferente
de la institucional a la realidad y a las
ciencias y que más tarde serían utiliza-
dos por todas las escuelas racionalistas.
También se publicaba un Boletín de la
Escuela Moderna donde aparecían artí-
culos de debate sobre la renovación pe-
dagógica y sobre cuestiones sociales y po-
líticas. Estas publicaciones favorecieron
la creación de un círculo de intelectuales
alrededor de la Escuela, más o menos
cercanos al anarquismo.
Y fue a causa de un acto de propagan-
da por el hecho anarquista que la Escuela
fue clausurada: Mateo Morral, que había
sido bibliotecario de la Escuela Moderna,
tiró la bomba al cortejo nupcial de Alfon-
so XIII en 1906 y Ferrer fue encarcela-
do como instigador y cómplice. La falta
de pruebas permitió su liberación pero
la Escuela Moderna no volvió a abrir y
Ferrer se convirtió en un símbolo del li-
brepensamiento a nivel internacional
constituyendo fácil blanco de la represión
conservadora. Así que en 1909 fue acu-
sado de ser el instigador de la Semana
Trágica, debido al carácter anticlerical
de la revuelta y no hubo manifestaciones
ni movilizaciones internacionales que
le salvaran: Ferrer fue fusilado el 13 de
octubre en los fosos del Castillo de Mon-
tjuïc. Su muerte le elevó a mártir de la li-
bertad y resaltó la significación y el ideal
de la Escuela Moderna, que contribuyó a
difundir el movimiento en Europa y has-
ta en las Américas.
En España el modelo propuesto por
Ferrer encajó perfectamente con los idea-
les anarquistas que lo llevaron adelante
con las escuelas racionalistas.
El movimiento libertario en España,
después de una primera fase que atribuía
al evento revolucionario el poder de des-
truir la sociedad burguesa, puso el enfo-
que en la construcción de una nueva socie-
dad y sobretodo de personas que supieran
vivir dentro de ella y disfrutar de su liber-
tad. Se explica así el gran interés del anar-
quismo por la educación, considerando la
cultura el mejor medio de la emancipación
humana. Después de la fundación de la
CNT en 1910, alrededor de los diferentes
sindicatos se crearon Ateneos encargados
de la difusión cultural, que organizaron
bibliotecas, cursillos nocturnos para los
obreros y abrieron escuelas para sus hijos.
En estas escuelas, llamadas racionalistas
por basar sus conocimientos en la razón
en contra de los dogmas, se utilizaban los
libros de textos de la Escuela Moderna
y sus métodos de aprendizaje centrados
en la experimentación y en el desarrollo
de la personalidad del niño. La Escuela
Moderna constituyó una experiencia pre-
cursora que, aunque no fuese dirigida ex-
presamente a la clase obrera, dio forma a
las inquietudes del movimiento obrero en
materia de educación.
Las primeras escuelas racionalistas
de las que tenemos noticia son del año
1917 y a menudo no tenían vida muy lar-
ga debido a la represión contra la CNT
y a la clausura que podían sufrir sus lo-
cales. No había una red de escuelas sino
que se basaban en los esfuerzos que cada
sindicato podía dedicarle, sin embargo
una de las preocupaciones comunes era
la de locales sanos, espaciosos y bien ai-
reados, en contraste con los ambientes
poco higiénicos, oscuros y mal ventilados
de las fábricas de la época.
El Consell de l’Escola Nova Unificada
En las escuelas racionalistas los niños
podían moverse libremente entre aulas,
biblioteca y talleres y esta libertad, en
vez de perjudicar el interés y la atención
que ponían en sus trabajos, aumentaba
el entusiasmo, siendo ellos los artífices
del proceso creativo. Nada había de au-
toritario en la relación con los maestros,
éste era uno más de los compañeros; en
la mayoría de los casos representaba sí
un modelo moral pero sin repartir pre-
mios ni castigos, capaz de interpretar
las diferentes actitudes de cada niño.
La formación de los maestros era pues
una cuestión fundamental y fue una de
las principales preocupaciones de Joan
Puig Elías, pedagogo que recogió la he-
rencia de Ferrer y convirtió la Escuela
Natura del Clot en escuela piloto entre
las racionalistas en los años 30. Por su
destacada labor pedagógica fue el encar-
gado de reorganizar el proyecto educati-
vo cuando estalló la guerra civil en 1936
que se plasmó en el CENU. El Consell
de l’Escola Nova Unificada “institucio-
nalizó” durante la guerra un modelo es-
colar que aprovechaba de la experiencia
de las escuelas racionalistas y tenía sus
raíces en la Escuela Moderna.
P
arxiu fotogràfic fundació francesc
ferrer i guàrdia
Boletín de la Escuela Moderna
anunciando dos meses de suspensión
lSin ir dirigida a la clase
obrera, la Escuela Moderna
dio forma a las inquietudes
del movimiento obrero en
materia de educación
2passa a la pàgina 26
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III

More Related Content

Viewers also liked

De l'absolutisme a l'Estat liberal. L'Espanya del s.XIX
De l'absolutisme a l'Estat liberal. L'Espanya del s.XIXDe l'absolutisme a l'Estat liberal. L'Espanya del s.XIX
De l'absolutisme a l'Estat liberal. L'Espanya del s.XIX
David Busquets
 
Catalunya i espanya al segle xix
Catalunya i espanya al segle xixCatalunya i espanya al segle xix
Catalunya i espanya al segle xixjcestrella
 
Unitats 10 12-13 Espanya al segle XX
Unitats 10 12-13 Espanya al segle XXUnitats 10 12-13 Espanya al segle XX
Unitats 10 12-13 Espanya al segle XXlocoserrallo
 
De la restauració a la república (1874 1931)
De la restauració a la república (1874 1931)De la restauració a la república (1874 1931)
De la restauració a la república (1874 1931)Marcel Duran
 
El catalanisme polític (1898-1931).
El catalanisme polític (1898-1931).El catalanisme polític (1898-1931).
El catalanisme polític (1898-1931).Marcel Duran
 
7. CATALUNYA I ESPANYA AL SEGLE XX 1898-1931 4 ESO
7. CATALUNYA I ESPANYA AL SEGLE XX 1898-1931 4 ESO7. CATALUNYA I ESPANYA AL SEGLE XX 1898-1931 4 ESO
7. CATALUNYA I ESPANYA AL SEGLE XX 1898-1931 4 ESOmartav57
 

Viewers also liked (7)

De l'absolutisme a l'Estat liberal. L'Espanya del s.XIX
De l'absolutisme a l'Estat liberal. L'Espanya del s.XIXDe l'absolutisme a l'Estat liberal. L'Espanya del s.XIX
De l'absolutisme a l'Estat liberal. L'Espanya del s.XIX
 
Tema 5 espanya al segle xix
Tema 5 espanya al segle xixTema 5 espanya al segle xix
Tema 5 espanya al segle xix
 
Catalunya i espanya al segle xix
Catalunya i espanya al segle xixCatalunya i espanya al segle xix
Catalunya i espanya al segle xix
 
Unitats 10 12-13 Espanya al segle XX
Unitats 10 12-13 Espanya al segle XXUnitats 10 12-13 Espanya al segle XX
Unitats 10 12-13 Espanya al segle XX
 
De la restauració a la república (1874 1931)
De la restauració a la república (1874 1931)De la restauració a la república (1874 1931)
De la restauració a la república (1874 1931)
 
El catalanisme polític (1898-1931).
El catalanisme polític (1898-1931).El catalanisme polític (1898-1931).
El catalanisme polític (1898-1931).
 
7. CATALUNYA I ESPANYA AL SEGLE XX 1898-1931 4 ESO
7. CATALUNYA I ESPANYA AL SEGLE XX 1898-1931 4 ESO7. CATALUNYA I ESPANYA AL SEGLE XX 1898-1931 4 ESO
7. CATALUNYA I ESPANYA AL SEGLE XX 1898-1931 4 ESO
 

Similar to ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III

Contextualitzacio (realisme , impresionisme i postimpresionisme)
Contextualitzacio (realisme , impresionisme i postimpresionisme)Contextualitzacio (realisme , impresionisme i postimpresionisme)
Contextualitzacio (realisme , impresionisme i postimpresionisme)
sandroalfaro
 
Luis Corbí Rico (versió en català)
Luis Corbí Rico (versió en català)Luis Corbí Rico (versió en català)
Luis Corbí Rico (versió en català)
notorcor
 
Societat i pol. a l'espanya de ppis. del s.xx
Societat i pol. a l'espanya de ppis. del s.xxSocietat i pol. a l'espanya de ppis. del s.xx
Societat i pol. a l'espanya de ppis. del s.xxannasocials
 
Ciutat medieval
Ciutat medievalCiutat medieval
Ciutat medieval
Gemma Ajenjo Rodriguez
 
El modernisme i noucentisme
El modernisme i noucentisme El modernisme i noucentisme
El modernisme i noucentisme
Pilar Gobierno
 
La literatura al segle XIX
La literatura al segle XIXLa literatura al segle XIX
La literatura al segle XIXieslt
 
7 CATALUNYA I ESPANYA 1898-1931 4ESO 2013-2014
7 CATALUNYA I ESPANYA 1898-1931 4ESO 2013-20147 CATALUNYA I ESPANYA 1898-1931 4ESO 2013-2014
7 CATALUNYA I ESPANYA 1898-1931 4ESO 2013-2014martav57
 
Context històric modernisme
Context històric modernismeContext històric modernisme
Context històric modernismeBlancafort
 
Literatura
LiteraturaLiteratura
Literatura
mariaruiz97
 
El romanticisme contextualitzacio
El romanticisme contextualitzacio El romanticisme contextualitzacio
El romanticisme contextualitzacio
sandroalfaro
 
Transformacions economiques i socials
Transformacions economiques i socials Transformacions economiques i socials
Transformacions economiques i socials Ariadna Cintas
 
Tema 9 Transformacions Econòmiques al primer terç segle xx
Tema 9 Transformacions Econòmiques al primer terç segle xxTema 9 Transformacions Econòmiques al primer terç segle xx
Tema 9 Transformacions Econòmiques al primer terç segle xxneusgr
 
Literatura Selectivo Valenciano
Literatura Selectivo ValencianoLiteratura Selectivo Valenciano
Literatura Selectivo Valenciano
javier Soto
 
11c2 arquitec. xix
11c2  arquitec.  xix11c2  arquitec.  xix
11c2 arquitec. xixjgutier4
 
El modernisme - context general i literatura catalana
El modernisme - context general i literatura catalanaEl modernisme - context general i literatura catalana
El modernisme - context general i literatura catalanagemmaencamp
 
Unitat 9
Unitat 9Unitat 9
Unitat 9npintu
 
Esquema historia del mon contemporani
Esquema historia del mon contemporaniEsquema historia del mon contemporani
Esquema historia del mon contemporani
Gloria Heredia Sanchez
 

Similar to ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III (20)

Contextualitzacio (realisme , impresionisme i postimpresionisme)
Contextualitzacio (realisme , impresionisme i postimpresionisme)Contextualitzacio (realisme , impresionisme i postimpresionisme)
Contextualitzacio (realisme , impresionisme i postimpresionisme)
 
TREBALL_aRt
TREBALL_aRtTREBALL_aRt
TREBALL_aRt
 
Luis Corbí Rico (versió en català)
Luis Corbí Rico (versió en català)Luis Corbí Rico (versió en català)
Luis Corbí Rico (versió en català)
 
Societat i pol. a l'espanya de ppis. del s.xx
Societat i pol. a l'espanya de ppis. del s.xxSocietat i pol. a l'espanya de ppis. del s.xx
Societat i pol. a l'espanya de ppis. del s.xx
 
El realisme
El realismeEl realisme
El realisme
 
Ciutat medieval
Ciutat medievalCiutat medieval
Ciutat medieval
 
El modernisme i noucentisme
El modernisme i noucentisme El modernisme i noucentisme
El modernisme i noucentisme
 
La literatura al segle XIX
La literatura al segle XIXLa literatura al segle XIX
La literatura al segle XIX
 
7 CATALUNYA I ESPANYA 1898-1931 4ESO 2013-2014
7 CATALUNYA I ESPANYA 1898-1931 4ESO 2013-20147 CATALUNYA I ESPANYA 1898-1931 4ESO 2013-2014
7 CATALUNYA I ESPANYA 1898-1931 4ESO 2013-2014
 
Context històric modernisme
Context històric modernismeContext històric modernisme
Context històric modernisme
 
Literatura
LiteraturaLiteratura
Literatura
 
El romanticisme contextualitzacio
El romanticisme contextualitzacio El romanticisme contextualitzacio
El romanticisme contextualitzacio
 
Transformacions economiques i socials
Transformacions economiques i socials Transformacions economiques i socials
Transformacions economiques i socials
 
Tema 9 Transformacions Econòmiques al primer terç segle xx
Tema 9 Transformacions Econòmiques al primer terç segle xxTema 9 Transformacions Econòmiques al primer terç segle xx
Tema 9 Transformacions Econòmiques al primer terç segle xx
 
Literatura Selectivo Valenciano
Literatura Selectivo ValencianoLiteratura Selectivo Valenciano
Literatura Selectivo Valenciano
 
Modernisme
ModernismeModernisme
Modernisme
 
11c2 arquitec. xix
11c2  arquitec.  xix11c2  arquitec.  xix
11c2 arquitec. xix
 
El modernisme - context general i literatura catalana
El modernisme - context general i literatura catalanaEl modernisme - context general i literatura catalana
El modernisme - context general i literatura catalana
 
Unitat 9
Unitat 9Unitat 9
Unitat 9
 
Esquema historia del mon contemporani
Esquema historia del mon contemporaniEsquema historia del mon contemporani
Esquema historia del mon contemporani
 

More from damesdejuliol

ARTICLES SOBRE DONES I SETMANA TRÀGICA I
ARTICLES SOBRE DONES I SETMANA TRÀGICA IARTICLES SOBRE DONES I SETMANA TRÀGICA I
ARTICLES SOBRE DONES I SETMANA TRÀGICA Idamesdejuliol
 
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA I
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA IARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA I
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA Idamesdejuliol
 
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA II
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA IIARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA II
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA IIdamesdejuliol
 
LES DONES A PRINCIPIS DEL S.XX
LES DONES A PRINCIPIS DEL S.XXLES DONES A PRINCIPIS DEL S.XX
LES DONES A PRINCIPIS DEL S.XXdamesdejuliol
 
LES PROTAGONISTES DE LA REVOLTA
LES PROTAGONISTES DE LA REVOLTALES PROTAGONISTES DE LA REVOLTA
LES PROTAGONISTES DE LA REVOLTAdamesdejuliol
 
Revolución de julio
Revolución de julioRevolución de julio
Revolución de juliodamesdejuliol
 
laspetroleras
laspetroleraslaspetroleras
laspetroleras
damesdejuliol
 

More from damesdejuliol (11)

ARTICLES SOBRE DONES I SETMANA TRÀGICA I
ARTICLES SOBRE DONES I SETMANA TRÀGICA IARTICLES SOBRE DONES I SETMANA TRÀGICA I
ARTICLES SOBRE DONES I SETMANA TRÀGICA I
 
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA I
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA IARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA I
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA I
 
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA II
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA IIARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA II
ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA II
 
LES DONES A PRINCIPIS DEL S.XX
LES DONES A PRINCIPIS DEL S.XXLES DONES A PRINCIPIS DEL S.XX
LES DONES A PRINCIPIS DEL S.XX
 
Les dades
Les dadesLes dades
Les dades
 
LES PROTAGONISTES DE LA REVOLTA
LES PROTAGONISTES DE LA REVOLTALES PROTAGONISTES DE LA REVOLTA
LES PROTAGONISTES DE LA REVOLTA
 
Els fets dia a dia
Els fets dia a diaEls fets dia a dia
Els fets dia a dia
 
Revolución de julio
Revolución de julioRevolución de julio
Revolución de julio
 
La Censura
La CensuraLa Censura
La Censura
 
La Censura
La CensuraLa Censura
La Censura
 
laspetroleras
laspetroleraslaspetroleras
laspetroleras
 

ARTICLES SOBRE LES DONES A LA SETMANA TRÀGICA III

  • 1. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 15 DOSSIERArticles teresa abelló marc andreu néstor bogajo Desideri díez jaume fabre valeria giacomoni josep maria loperena josé luis oyón fernando pindado antonina rodrigo marc villoro Fotografia anna carlota dani codina Jordi tarrés Portada Rai ferrer (onomatopeya) Del 25 al 31 de juliol de 1909, els barris de Barcelona van ser escenari dels tràgics successos coneguts com a “Setmana Tràgica”. Amb el dossier que presentem intentem recuperar la memòria, informar i reflexionar sobre tot allò que va ocórrer La Setmana Tràgica a Barcelona josé luis oyón urbanista y historiador ontamos con excelentes libros sobre la Semana Trágica y el lerrouxismo (Connelly Ullman, Romero Maura, Culla, Álvarez Junco). Mientras algunas visiones apuntan a la extrañeza del lerrouxismo no sólo al mundo catalanista, por descontado, sino al propio mundo obrero, Romero y Álva- rez Junco, los que más se han preocupado por hacer historia social de la revolución de 1909, apuntan a una tesis sobre la proximidad y la práctica identificación entre mundo obrero y popular y radica- lismo lerrouxista. Para Romero Maura “el votante radical estaba cerca, muy cerca del obrero que no votaba. Quien quemó conventos (...), quién solo con- fraternizo con la tropa y gritó contra la guerra, quien declaró la República en su calle y el obrero que quedó en su casa, co- incidían casi todos en un modo de ver las cosas cuya plasmación política era el le- rrouxismo”. El análisis sociológico del vo- tante lerrouxista que hace Álvarez Junco revela su “nítido perfil obrero, mayorita- riamente analfabeto, no necesariamente castellano-parlante ni inmigrante”. Pero estos argumentos no son aún to- talmente concluyentes. Las correlaciones entre variables en base a los diez distri- tos de la ciudad son demasiado grandes para hacer un análisis fino. Lo ideal sería particularizar un estudio concreto de los actores, de las “turbas exaltadas”, de las más de 2.500 personas detenidas a raíz de la Semana Trágica, de las 1.725 juzga- das, de las más del centenar condenadas o de los 200 fallecidos durante los enfren- tamientos callejeros. Ese análisis lleva- ría su tiempo y no llegaría a resultados concluyentes hasta no identificar en los padrones municipales los rasgos familia- res, profesionales e inmigratorios de los insurrectos. Algo complicado y quizá im- posible porque no se han encontrado aún los padrones anteriores al de 1930. Solo así se podría poner a prueba esa idea de proximidad o identificación plena entre lerrouxistas y mundo obrero, o más exactamente de mundo obrero y popu- lar, un conglomerado en el que convivían desde obreros y artesanos cualificados a proletarios sin oficio, pero también mu- jeres obreras de fábrica, trabajadoras a domicilio, aprendices y aprendizas, pe- queños artesanos de taller, modestos co- merciantes de barrio, e incluso obreros de cuello blanco y algún burgués despistado que compartían los mismos espacios ur- banos. Porque en realidad lo que subyace bajo ese mundo lerrouxista, y en general en el republicanismo, es la idea de lo que Pere Gabriel llama “mezcla social de lo popular”. La pregunta clave como urba- nista es si esa cercanía sociológica entre lerrouxistas y mundo obrero y popular te- nía un fundamento territorial, una base en la ciudad a ras de suelo. ¿No era en de- finitiva tal proximidad sociológica, como parece llegar a sugerir Romero Maura, la expresión de una proximidad real en la ciudad, de la cercanía misma que se materializa en el vecindario, en la vida de calle, en las solidaridades comparti- das surgidas en la taberna, en el colmado y el lavadero, en la sociedad de socorros mútuos, en el centro obrero? ¿No fueron las solidaridades creadas no sólo en el centro del taller y la fábrica sino también fuera de los mismos, las solidaridades te- rritoriales, el barrio en definitiva, agen- tes vehiculadores de muchos comporta- mientos que subyacían bajo esa cercanía a la que me refiero? La lógica barrial Son múltiples las pistas sobre la relevan- cia del barrio que surgen al analizar el desarrollo de la revuelta de 1909. Joan Connelly Ullman señaló, y Pere López lo recordó luego, que las iniciativas de ocu- pación de la calle, levantamiento de ba- rricadas y quema de conventos prendie- ron de forma desconectada en múltiples focos barriales. La tesina de Adrià Palo- mar dirigida por Enric Ucelay ha dibuja- do los edificios incendiados y los trayectos callejeros de los revoltosos iconoclastas descubriendo también una lógica barrial. Los incendios se dieron prácticamente en cada barrio popular a excepción de la Barceloneta, Sants, Sagrera y Santa Mó- nica. La misma quema de conventos po- dría interpretarse, como señaló Manuel Delgado, como una resignificación de una geografía barrial apropiada por el poder de la iglesia, una geografía que respondía a otra lógicas que debían ser anuladas, tachadas del paisaje urbano. Las barrica- das se construyeron asímismo siguiendo una lógica multipolar, barrial. A través de la ocupación de la calle, la revuelta se reapropió de los espacios cotidianos del barrio, realizó un afianzamiento de lo propio, como expresa Pere López. Un último aspecto interesante es la gran presencia de mujeres y niños en las fo- tos, tanto en las barricadas como contem- plando los incendios: son las dos figuras más características de la proximidad, no lo olvidemos, las auténticas practicantes de los espacios del vecindario y de la calle dentro de cada barrio. La mayor parte de indicios que pue- den dar una idea de la ciudad obrera y popular barcelonesa en 1909 a los que he tenido acceso se basan en informaciones de la década de 1910 y nos hablan de un barrio que se asemeja más al tipo de ba- rrio popular mezclado propio de la Euro- pa urbana del siglo XIX que al homogé- neo suburbio proletario que creció en el siglo XX. El proceso de cambio industrial y de proletarización no vino acompañado de una alteración sustancial de la geo- grafía obrera hasta finalizar la Primera Guerra Mundial. El seguimiento atento de las licencias de obras en la ciudad des- de la anexión municipal de 1897 muestra que el crecimiento, muy modesto por otra parte, se dio en la forma de densifica- ción, de simple prolongación del callejero existente. Fuera de tímidos crecimientos en el Carmel, apenas surgieron núcleos obreros y populares separados de la man- cha urbana existente. Los barrios que explotaron en la Se- mana Trágica eran barrios populares todavía bastante mezclados; obreros y otras capas sociales se situaban relativa- mente próximos en el espacio. El cambio más sustantivo de la geografía social de Barcelona, el paso de la mezcla a la se- paración se dio sobre todo después. Al medir el índice de posesión del servicio doméstico en los hogares, un índice que indica la variedad social y la mezcla, la presencia en suma junto a los obreros de clases no manuales, se descubre que de una situación relativamente mezclada en 1900 se pasó a una mucha más separada en 1930. En sólo 30 años la distancia fí- sica entre el mundo del trabajo manual y el del no manual incrementó en un 46%. Tal ascenso, un gran cambio en la forma urbana y en la geografía social, se produjo en el período de entreguerras, debido en buena medida al surgimiento al acabar la Primera Guerra Mundial de unas nuevas periferias mucho más ho- mogéneamente proletarias, sin apenas rastro de burgueses o de la variedad so- cial típica de los viejos barrios populares y a la pérdida de la diversidad social de algunas zonas del centro histórico. Dado el escaso crecimiento urbano entre 1900 y 1909, la geografía social de los barrios obreros a la altura de la Semana Trágica se identificaba por fuerza con la más so- cialmente mezclada de 1900 que no con la del barrio periférico homogéneamente C Barrio y revolución en la Semana Trágica lA través de la ocupación de la calle, la revuelta se reapropió de los espacios cotidianos del barrio, afianzándose en lo propio lLos barrios de la Semana Trágica estaban todavía mezclados; obreros y otras capas sociales se situaban próximos en el espacio 2pasa a la página 16 ‘La actualidad’, AHCB Barricadas en la calle Riera Alta
  • 2. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 16 proletario de 1930. El barrio de la Semana Trágica era un barrio en el que se trabajaba, donde la vida doméstica latía al ritmo del taller o de la fábrica. Datos de la Maquinista, una empresa metalúrgica moderna lo confirman: en la década de 1910, más de dos tercios de los obreros llegaban a la fábrica caminando y un 41% de los obre- ros vivían en el mismo barrio de la em- presa, la Barceloneta. El caso de la gran fábrica del metal sería además el modelo de distribución menos barrial, donde la mano de obra masculina era indiscu- tiblemente mayoritaria y más alejada. La industria barcelonesa era a la altura de 1909 fundamentalmente textil, una industria de mano de obra mayoritaria- mente femenina, con un patrón residen- cial de las obreras de enorme cercanía a la fábrica. El proceso de proletarización del sector textil que ha estudiado Carles Enrech a partir de 1880 y hasta 1909 no fue acompañado de un cambio sustancial en la geografía urbana heredada del si- glo XIX. Las nuevas fábricas que se fun- daron a finales del siglo XIX se situaron en el límite de los antiguos suburbios po- pulares, sin que eso comportase un cam- bio en la localización geográfica de los trabajadores. Lo mismo ocurría en otros sectores como el de los estibadores y pes- cadores del puerto, o los numerosísimos pequeños talleres artesano-comerciantes de las plantas bajas de los edificios. La hegemonía de la movilidad a pie era casi absoluta en la Barcelona de principios del 1900. Sólo algunos obreros cualifi- cados hacían uso del tranvía y las cifras de uso de ese medio de transporte única- mente comenzaron a dispararse durante la etapa de bonanza económica de la Pri- mera Guerra Mundial. Sociabilidades barriales Los barrios de la revolución de 1909 eran comunidades con lazos de solida- ridad muy estrechos. Las tasas de endo- gamia matrimonial barrial eran casi con seguridad muy altas. En 1920, cuando todavía no había comenzado a quebrar- se la cohesión de los barrios obreros y populares, hasta un 88% de los matri- monios en el Raval de Ponent y en Sants y Hostafrancs eran entre residentes en el mismo barrio, un 25% de las uniones eran entre vecinos de escalera y un 34% entre vecinos de calle en el Raval. Todas las relaciones de sociabilidad primaria, desde el espacio del cortejo a las relacio- nes de vecindario y amistad tenían en la calle el gran espacio de despliegue. Ese sentido de la calle como lugar de estan- cia y no de paso, lugar de intercambio de información, desde el debate más o menos serio hasta el cotilleo, de juego y de espectáculos ocasionales hacía de ella el auténtico “foro de la comunidad” a la más pequeña escala. Como venía ocurriendo desde el siglo XIX, el lavadero público constituía un núcleo elemental de sociabilidad de las mujeres de los barrios. En 1914 existían 221 lavaderos en la ciudad con cerca de 7.000 bancas. A pesar del crecimiento muy ralentizado de la ciudad, su número había todavía aumentado desde princi- pios de siglo (191 lavaderos en 1906). El uso del lavadero posiblemente tocó techo en el momento de la Semana Trágica y la red de lavaderos muestra una distri- bución en el espacio claramente barrial. Otro importante lugar de sociabilidad diaria de las mujeres se encontraba en los numerosos comercios de primera necesidad. Dado su elevadísimo núme- ro, esos pequeños locales de aprovisio- namiento diario: (abacerías, tiendas de comestibles y ultramarinos, lecherías, carbonerías y muchas carnicerías) te- nían una distribución tremendamente repartida en el espacio urbano. En la Barcelona de 1914 había en total más de 1.600 abacerías y tiendas de comestibles y ultramarinos repartidas por todo el espacio urbano. Cumplían muchas veces funciones de aglutinador social a la es- cala vecinal. Todos los barrios populares disponían también de un mercado y a veces, como Gracia, de más de uno. Los barrios densificados del centro históri- co habían consolidado sus imponentes mercados en la década de los ochenta del siglo XIX. El mercado, “la plaza” como significativamente se le seguía denomi- nando para connotar ese poder de inter- cambiador social, era núcleo de activi- dad esencial de estos barrios. Tabernas, bodegones y cafés económicos eran final- mente los núcleos más elementales de la sociabilidad vecinal masculina. Para un importante número de obreros eran sin duda alguna lugares de reunión cotidia- nos. El número de tabernas en la Barce- lona de principios de la Primera Guerra Mundial superaba el millar y doblaría esa cifra si incluyéramos también los bodegones y cafés económicos y su dis- tribución era por supuesto de carácter barrial-vecinal. Al estudiar la sociabilidad secundaria se confirma la misma idea de cohesión barrial. Como el ocio comercializado no tuvo hasta los años 20 una importancia destacada (el cine de barrio y el fútbol alcanzaron su apogeo más tarde), el ocio canalizado por centros asociativos obre- ros y populares fue según todos los indi- cios muy destacado. Según Pere Gabriel, se produjo un desarrollo extremo del asociacionismo popular con base barrial hasta 1914. Todos esos focos de sociabi- lidad -casinos y ateneos, cooperativas, hermandades de socorros mutuos y orfeo- nes- eran centros de barrio muy frecuen- tados y cumplían además la función de refugio de iniciativas políticas y sindica- les. Estaban ubicados esencialmente en los barrios obreros y populares del centro histórico y de los suburbios populares, los mismos que estallaron en 1909. Pistas para una búsqueda Pero, evidentemente, constatar la rele- vancia del barrio barcelonés en la época de la Semana Trágica no es por sí mis- mo una explicación de los sucesos. El barrio, sus proximidades y sus solidari- dades, era simplemente algo que estaba ahí, dispuesto a ser practicado. La co- incidencia en determinados espacios de trabajadores y otros grupos populares en situaciones similares de ingresos, alqui- ler, sentimiento comunitario y solidari- dades espaciales hicieron simplemente más probable la acción colectiva. Pero de modo alguno se sigue que eso fuera una condición de por sí suficiente para ese estallido insurreccional. Desde al menos la mitad del siglo XIX muchos barrios en muchas ciudades europeas eran simila- res y sólo de tanto en tanto la situación explotó. Lo que realmente debería hacer- se es comprobar la auténtica barrialidad de los sujetos revolucionarios, de los efec- tivamente implicados en la revolución, tanto lerrouxistas como anarquistas; re- pasar en las largas listas de muertos y detenidos, de procesados e inculpados su comportamiento preciso en toda esa serie de variables socio-espaciales enunciadas para así dilucidar el rol de la variable barrial. Y, al final de esa búsqueda ¿no puede ocurrir incluso que los más revolu- cionarios terminen siendo justamente los “menos barriales”? Lo que sí parece claro en todo caso es que la ciudad de la Semana Trágica era todavía la ciudad del barrio obrero y popular, un barrio de mezcla social popular atravesado por solidaridades variadas, muchas veces no estrictamen- te proletarias. El patrón se asemejaría mucho más al de las ciudades francesas de la segunda mitad del siglo XIX que no al de los barrios más homogénea- mente proletarios que comenzaron a surgir en la Europa de finales de siglo, pero que no harán su aparición en Bar- celona hasta el final del primer conflicto mundial. Como en la Francia urbana del las revoluciones del siglo XIX, tam- bién en los barrios obreros y populares barceloneses de la Semana Trágica se combinaban actitudes políticas republi- canas y luchas obreras en el taller, pero ambas cuestiones se disociaban en la acción colectiva: por un lado se votaba (o no) o se protestaba políticamente, y por otro se revindicaban mejoras en la fábrica. Lo sindical, la fábrica y el ta- ller, se mantuvieron al margen. Ni fá- bricas ni burgueses fueron atacados. El naciente sindicalismo revolucionario de Solidaridad Obrera se vio superado por los acontecimientos desde del primer día de huelga general y la represión se cebó más en las filas sindicales que no en las de los republicanos radicales. Con la fundación de la CNT al año de los sucesos y, sobre todo, con el enorme crecimiento del sindicato anarquista durante la década de 1910, las actitudes políticas y los comportamientos sindica- les se convertirán cada vez más en una sola y única cosa. Cuando los confedera- les adquieran la hegemonía absoluta en tiempos de la huelga de la Canadiense (1919), en los barrios obreros y popu- lares barceloneses actitudes políticas y sindicales acabaron por fundirse. Como decía Xavier Benguerel del Poblenou de la novela Suburbi: “En el fons, i sovint en el fons i en la forma, el suburbi era el Sindicat. Tot girava al seu entorn, amb una força a moments esborronadora”. Según eso, los obreros habían sacado sus conclusiones de la Semana Trágica. lLa ciudad de la Semana Trágica era la ciudad del barrio obrero y popular, de mezcla social y muchas veces no estrictamente proletaria 2 viene de la página 15 lEl naciente sindicalismo revolucionario de Solidaridad Obrera se vio superado por los acontecimientos desde el primer día de huelga general institut cartogràfic de catalunya “Plano General de Barcelona, de su ensanche y pueblos del llano en 1911” donde se sitúan 54 edificios religiosos saqueados o incendiados durante la Semana Trágica. Otros 26 sufrieron desperfectos menores. La práctica totalidad de ellos fueron reconstruidos en el plazo de un año. Todo un récord.
  • 3. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 17 “El 1909 va ser més bullanga que revolució” marc andreu a Setmana Tràgica, l’Es- cola Moderna de l’afu- sellat Francesc Ferrer i Guàrdia i l’anarquisme barceloní reinterpretat des de l’actualitat. Tots plegats queden desmitifi- cats i sense tòpics en les refle- xions que la historiadora de la Universitat de Barcelona Tere- sa Abelló aporta amb motiu del centenari de la vaga general, la protesta antimilitarista i el motí anticlerical que, a finals de juliol de 1909, van encendre la ciutat que el poeta Joan Maragall va reclamar, després, “del perdó”. Com s’explica que tothom a Barcelona, des de l’Ajuntament als arxius històrics de barri, des de la CGT a la Fundació Ferrer i Guàrdia, s’hagi llençat a commemorar el centenari de la Setmana Tràgica? D’entrada, cal dir que nor- malment els fets històrics no solen tenir com a protagonis- tes els barris, i en aquest cas sí que va ser així, perquè la vaga i la crema d’edificis religiosos de la Setmana Tràgica van te- nir per escenari tots els barris de Barcelona. Ara bé, aquest esclat commemoratiu ha estat una sorpresa fins i tot per a l’Ajuntament. ¿Què l’explica? Em penso que es busquen re- ferents una mica massa fàcils. Pensem-hi: ¿Hi ha algun canvi significatiu a la ciutat entre abans i després de la Setmana Tràgica? Vist en perspectiva històrica, no. Aquell 1909, el moment devia de ser dramàtic, i les columnes de fum dels edifi- cis religiosos cremats aixecant- se sobre la ciutat van suposar, sens dubte, un panorama dan- tesc; així ho va testimoniar el poeta Joan Maragall. Però, més enllà d’una repressió que va endarrerir un o dos anys el pro- cés d’organització obrera que cristal·litzaria amb la CNT, la Setmana Tràgica no canvia el balanç històric de la ciutat. Què va ser, realment, doncs: ¿una protesta antimilitarista, una vaga general revolucionària, un motí anticlerical? Una mica totes tres coses a la vegada. A només 10 anys de la fi de la guerra de Cuba, es pot parlar de motí antimilitarista (no pas de protesta pacifista) en contra de la guerra quan les famílies s’adonen que no envien els seus homes a un servei mi- litar encobert, sinó a morir al L Teresa Abelló Historiadora Marroc. En protesta contra les lleves es convoca una vaga ge- neral ben vista per la població i no mal vista per determinats empresaris que, a diferència del marquès de Comillas o el comte de Güell, no tenen cap interès al Rif. El 26 de juliol, primer dia de la setmana, la vaga general és total i sense enfrontaments im- portants. El mateix governador civil, Ossorio y Gallardo, encara el conflicte com una vaga més i no pas com una revolució i es nega a treure l’Exèrcit al carrer com li ordena el Govern des de Madrid, que el destitueix. No hi ha cap intent d’esclat revolucionari? No hi ha revolució social. Només un ambient de protesta social clarament utilitzat pels lerrouxistes del Partit Radical, que van incitar un moviment anticlerical de crema d’esglésies i convents. Quan això comença, el segon dia, el comitè de vaga es confessa desbordat. I com s’explica que una vaga general antimilitarista acabés en un motí anticlerical? No se sap ben bé. Liderada per grups molt reduïts que pre- nen la iniciativa a cada barri, la protesta agafa les caracte- rístiques d’un avalot urbà més semblant a les bullangues del segle XIX que a un esclat revo- lucionari del segle XX. Les ma- nifestacions que culminen en la vaga general les protagonitzen sobretot dones, nens i reclutes, que protesten perquè es cridi al Marroc els reservistes, que són homes casats i amb cana- lla. Però no encaixa que siguin aquestes mateixes dones, que durant la vaga van pactar obrir la Boqueria unes hores per abas- tir-se de menjar, les que prota- gonitzessin la crema d’esglésies i convents. El motí anticlerical imita, en alguns casos, el guió preestablert d’una obra teatral de Jaume Piquet, Los misterios de un convento o la monja enter- rada en vida, molt popular a la Barcelona de l’època. Si el 1909 és més bullanga que revolució, la Setmana Tràgica no es pot considerar una fita de l’anarquisme com la vaga de la Canadenca de 1919 o la revolució de 1936? És lamentable agafar la Setmana Tràgica com a fita de l’anarquisme. Fer-ho només es pot fer des d’una visió presen- tista i anacrònica, ja que l’anar- quisme de l’època, amb la seva doble ànima àcrata i anarcosin- dicalista, no va presentar mai els fets de 1909 com una fita. I és que malgrat que la vaga ge- neral del 26 de juliol de 1909 la va convocar la plural Solidaritat Obrera, la direcció de la revolta no la van dur els anarquistes, sinó la mà negra dels radicals; i la repressió posterior, que va acabar amb molta gent a la pre- só, va jugar en contra de l’anar- cosindicalisme. La constitució de la CNT, el 1911, no és una conseqüència directa de la Setmana Tràgica? La Setmana Tràgica va fre- nar la constitució de la CNT, que probablement hahuria nas- cut abans sense la repressió de 1909. Hem de tenir present que en el seu origen hi ha la Unió Local de Societats Obreres de Barcelona o Solidaritat Obrera, creada el 1907 i que aglutinava anarcosindicalistes, republi- cans radicals i socialistes de la UGT. En el procés de fer el salt de Solidaritat Obrera cap a una organització sindical d’ampli abast com la CNT, la UGT es va despenjar i va deixar els radi- cals seguidors de Lerroux, la mà negra de la Setmana Tràgica, en una incòmoda posició mino- ritària enfront dels anarquistes, que són qui més van patir la re- pressió de 1909. Efectivament, la icona de la repressió de 1909 és el pedagog Francesc Ferrer i Guàrdia. L’anarquisme l’ha reivindi- cat -i tots som presoners de les simpaties i el joc de la confusió al què ens va dur el llarguís- sim franquisme-, però Ferrer i Guàrdia no era anarquista. Com a personatge va ser un re- publicà de segona fila, exiliat a França i protagonista d’alguns obscurs episodis familiars. Però era llest i, imbuït de la figura de l’intel·lectual esquerranós francès, en heretar la fortuna d’una alumna fascinada amb els seus projectes va tenir el mèrit de no gastar-se-la a la Riviera sinó d’invertir-la com a mecenes a Barcelona. Ell va fundar l’Escola Moderna el 1901 i pagava el lloguer de la seu de Solidaritat Obrera el 1909. Sí. I va finançar el diari La Huelga General. I va fer tra- duir i publicar textos impor- tants de teoria social a la seva editorial, on va donar feina a vells anarquistes com Anselmo Lorenzo i també a petardistes com Mateo Morral, autor de l’atemptat contra Alfons XIII el 1906. Ara bé, Ferrer i Guàrdia no era pedagog i la seva Escola Moderna, tot i ser un projecte innovador en el context espa- nyol, el que va fer és recollir lí- nies educatives que ja existien a Europa per oferir-les en esco- la per a la classe mitjana-alta, completament al marge de les societats obreres. La seva execució a Montjuïc, el 13 d’octubre de 1909, és la d’un cap de turc? Sí, va ser el cap de turc de la Setmana Tràgica, durant la qual va incitar a la vaga i a alguna altra cosa més però en la qual difícilment va poder liderar la revolta. Si el comitè de vaga no va poder dirigir res, Ferrer i Guàrdia menys. Amb la seva execució es van saldar altres comptes, com la seva vinculació amb Mateo Morral. Després, i amb l’ajut de la ma- çoneria, que va treure la gent als carrers de París contra la seva execució, Ferrer i Guàr- dia es va convertir en un màr- tir, que sempre van bé, i en el símbol de l’Escola Racionalista arreu d’Europa. La ‘dolça’ del Noi del Sucre Professora titular d’Història Contemporània de la UB, Teresa Abelló (Vinaixa, Les Garrigues, 1955) és potser l’exponent més dolç (pel to de les seves classes) de la singular constel·lació d’historiadores especialistes en l’anarquisme català. Amb Susanna Tavera, Eulàlia Vega, Anna Monjo i Dolors Marín, i amb les nord- americanes Joan Connelly Ullman i Temma Kaplan, Abelló sobresurt en aquest camp amb col·legues homes també destacats com Albert Balcells, Josep Termes, Ferran Aisa, José Luis Oyón i el britànic Chris Ealham. Que el moviment obrer i l’anarcosindicalisme català de finals del segle XIX i primers del XX donen per a tant ho prova la trajectòria de la pròpia Abelló. El 1984 va llegir la tesi sobre les relacions internacionals de l’anarquisme català (1881-1914), ha estudiat a fons el procés de Montjuïc de 1896 (que troba més emblemàtic de la repressió al castell que no l’execució, allí, de Ferrer i Guàrdia) i ara treballa sobre la figura de Salvador Seguí, el Noi del Sucre, que encara no té biografia definitiva. Sobre Ferrer i Guàrdia, Abelló en recomana curiosament una escrita per un madrileny: Francisco Ferrer y Guardia. Pedagogo, anarquista y mártir, del catedràtic de la UNED Juan Avilés (Marcial Pons, 2006). lNo hi va haver revolució social, només un ambient de protesta utilitzat pels lerrouxistes, que van incitar la crema d’esglésies i convents lL’anarquisme de l’època no va presentar mai els fets de 1909 com una fita: la repressió posterior va jugar en contra de l’anarcosindicalisme anna carlota Teresa Abelló al seu despatx de la UB davant d’una foto de manifestació contra la guerra del Marroc a Madrid, abans de la Setmana Tràgica de Barcelona
  • 4. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 18 El paper de la premsa en la repressió jaume fabre historiador i periodista a és ben curiós que l’article més famós sobre la Setmana Tràgica sigui un que va romandre durant un quart de segle en el fons d’un calaix. El va escriure Joan Maragall per al dia- ri La Veu de Catalunya, portaveu de la Lliga, però Prat de la Riba en va impe- dir la publicació. Sí que van publicar-se, en canvi, dos altres articles de Maragall sobre les esglésies cremades aquells dies, encara que amb modificacions obligades per la censura interna del diari. L’his- toriador Josep Benet va dedicar al tema un dels seus millors llibres, Maragall i la Setmana Tràgica. La revolta que ha passat a la història amb el nom de Setmana Tràgica va aca- bar amb un fracàs. No es va estendre a la resta d’Espanya i cap personalitat re- publicana va voler agafar la direcció del moviment, tot i que els republicans radi- cals eren en bona part responsables d’en- cendre l’esperit de protesta i les manifes- tacions anticlericals dels obrers. Havia començat el dilluns 26 de juliol de 1909 amb una vaga general contra la guerra del Marroc i es va donar per acabada el di- vendres 30 de juliol per la tarda. Aquells cinc dies van deixar de sortir diaris i les comunicacions van restar tallades. El conflicte es va estendre des de Barcelona a la resta de Catalunya, amb vagues, ma- nifestacions, esglésies cremades, atacs a casernes, atemptats a les vies ferroviàri- es, ferits i fins i tot algun mort. Tot això, cal insistir-hi perquè sovint s’oblida, no solament a la ciutat comtal, sinó també a molts altres llocs. Una repressió despietada El governador civil durant els fets, l’advo- cat conservador Àngel Osorio y Gallardo, va ser destituït. El nou governador, Eva- risto Crespo Azorín, també advocat i del mateix partit que Osorio, va arribar el 8 d’agost i va portar a terme una repressió despietada, amb clausura de locals (fins i tot el del CEC), milers de detinguts, empresonaments massius, i deportacions a pobles d’Espanya de dirigents obrers, indiscriminadament i sense cap acusació concreta. Un cop acabada la seva feina depuradora, Crespo va ser a la seva ve- gada substituït. La repressió va trobar el suport dels mitjans conservadors, que van portar a terme una forta campanya exigint mà dura. Un dels articles més destacats en aquest sentit és el que va publicar a La Veu de Catalunya, el 12 d’agost, el seu cap de redacció, Ferran Agulló, que signava Pol, un periodista que no ha passat a la història ni pel seu trac- te despòtic amb els redactors ni per les seves idees ultrareaccionàries, sinó J El 29 de setembre, de retorn de les vacances, Maragall va enviar a la redacció del diari un altre article, “Ah! Barcelona....”, que, aquest sí, es va publicar a La Veu de Catalunya l’1 d’octubre del 1909. Es referia als fets de la Setmana Tràgica i altres situacions revolucionàries anteriors que li havien fet guanyar a Barcelona el qualificatiu de “ciutat de les bombes”. Ho feia sobretot tractant de trobar-ne les causes, que atribuïa a manca d’educació i de cohesió social. El 18 de desembre de 1909 va publicar el segon i últim article dels tres que va escriure sobre el tema, “L’església cremada”, escrit un mes abans. Durant aquest llarg període de quarantena, el van revisar dos sacerdots amics de Maragall, que li van proposar algunes correccions i van defensar la publicació de l’article davant les reticències del diari. Finalment, al cap de quinze dies de negociacions, es va publicar amb algunes esmenes més. Maragall va anotar al seu diari que va sortir “bon xic deformat”. Mossèn Clascar va conservar el text original i el lliurà a la Biblioteca de Catalunya, on es guarda. L’article és llarg i a partir de la descripció d’un temple cremat i l’emoció d’una missa feta posteriorment en ell, compara el comportament i la fe dels creients amb el comportament i la fe dels revolucionaris, elogiant el coratge d’aquests últims i criticant el conformisme dels creients que van al temple a buscar pau i tranquil·litat. És una excepció enmig de l’esperit venjatiu que desprenien la majoria dels textos publicat als mitjans catòlics de l’època. Finalment cal tenir en compte que Maragall es va referir també a la Setmana Tràgica en un altre text no periodístic: el poema “Oda nova a Barcelona”. L’havia començat a escriure el 4 de febrer del 1909 i només en tenia feta la meitat quan es van produir els fets de la Setmana Tràgica. En continuar-lo, hi va introduir referències als esdeveniments. Es va publicar a La Veu de Catalunya l’1 de maig del 1910, cosa que no té res d’estranya, ja que era corrent en aquell temps publicar poemes a la premsa. Altres textos de Maragall sobre la Setmana Tràgica lLa repressió va trobar suport en els mitjans conservadors, que van portar a terme una forta campanya exigint mà dura. Una posició no compartida per tots els qui hi col·laboraven, com ara el cas del catòlic Joan Maragall a ‘La Veu de Catalunya’ Dibuix de l’Apa (Feliu Elias) al Papitu del 29 de setembre del 1909, al·lusiu als afusellaments consecutius a la Setmana Tràgica. Sota el títol “Els encarrilats”, la llegenda diu: “Sents, Papitu? No en vulguis ser mai de republicà: tots els criminals acaben així” Ferran Argulló “Pol”, redactor de La Veu de Catalunya i secretari de la Lliga Regionalista, va publicar un destacat article reclamant la repressió perquè se li atribueix haver inventat el nom de Costa Brava per designar el litoral català des de Blanes a Cadaqu- és, tot i que a hores d’ara ja està prou demostrat que ni aquest mèrit va tenir, perquè es va limitar a plagiar una idea que altres havien tingut abans, sense tanta difusió. Altres mitjans, en canvi, van man- tenir la mesura. Les primeres peticions d’amnistia les van formular el 30 de setembre els diaris La Publicidad y El Liberal, amb l’excusa de la victòria del Gurugú obtinguda per l’exèrcit al Mar- roc. Aquesta petició va trobar la rèplica en articles publicats a La Vanguardia, El Correo Catalán i La Veu de Catalunya. Aquest últim va reproduir el text que La Vanguardia havia publicat oposant-s’hi. Això per esmentar només la premsa de certa rellevància. “La ciutat del perdó” Però les posicions defensades pels mit- jans no eren, lògicament, compartides per tots els qui hi col·laboraven. El cas de Joan Maragall és un dels més elo- qüents. Catòlic practicant, molt vincu- lat a la Lliga i articulista de La Veu de Catalunya, Maragall va mantenir posi- cions discordants sobre les causes i les conseqüències de la Setmana Tràgica. El 9 d’octubre va escriure a Cambó de- manant la seva intervenció perquè ces- sessin els afusellaments. Cal recordar que amb detinguts arran dels fets de la Setmana es van fer més de dos milers de consells de guerra. El primer, el 2 d’agost, primer dia de treball després de la vaga. El 17 d’agost, es va executar la primera pena de mort, dictada en un consell del dia 11. El 28 d’agost, la sego- na. El 13 de setembre, la tercera. El 3 d’octubre, la quarta. Uns dies més tard, el 9 d’octubre, va ser quan Maragall va escriure a Cambó. L’endemà, 10 d’octubre, es va fer pú- blica la sentència de mort contra Ferrer i Guàrdia, la cinquena que anava a execu- tar-se. Maragall, que no coneixia Ferrer, va escriure aleshores l’article “La ciutat del perdó”. Desmarcant-se de l’opinió majoritària en els ambients en què es movia, Maragall va construir una peça periodística sol·licitant el perdó sobre la base d’argumentacions cristianes i sense entrar en la culpabilitat o no del pedagog anarquista. Va enviar l’article a la redacció de La Veu de Catalunya el mateix dia 10. Es va compondre amb caràcters tipogràfics i se’n van treure proves, una de les quals es va fer arribar l’endemà al matí, dia 11, a Maragall perquè la revisés i una altra a Prat de la Riba, en funcions de comissari polític, perquè en conegués el text. L’arti- cle hauria pogut publicar-se el mateix dia 11, a l’edició del vespre, 24 hores abans que es reunís el govern per assabentar-se de la pena de mort contra Ferrer i Guàr- dia i decidir o no l’indult. Però Prat de la Riba en va aturar la publicació. El dia 13, a les 9 del matí, Ferrer i Guàrdia va ser afusellat. El dia 16, Maragall va rebre una carta de Prat de la Riba on li comunicava que el seu text havia estat rebutjat per causa de diversos fets que produïen un “estat d’opinió que fa impossible i contrapro- duent en el moment actual el publicar el seu article, fins en el cas improbable que ho permetés la censura”. L’article va restar inèdit durant molts anys. L’original, recuperat per Maragall, va ser trobat pels hereus entre els seus papers i es va incloure en l’edició de les seves Obres Completes feta pòstuma- ment el 1932.
  • 5. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 19 Algunes nobles veus que aquí mateix s’han alçat i al- tres que n’he sentit per altra banda m’han demostrat que a Barcelona hi ha voluntat d’amor. Mes en totes aquestes veus, aixís com en algunes menys amoroses, un xic iròniques, que també he sentit, hi batega o apa- reix clarament en un to o altre aquesta pregunta: -¿I quin ha d’ésser l’objecte del nostre amor, redemptor de la ciutat?- Jo diria: -El que el cor vos diga en cada moment-. I quan tristament pressento que més d’un hauria de respondre’m: -És que en aquest moment el cor no em diu res! ¿EI cor no vos diu res, ara, mentres estan afuse- llant gent a Montjuïc solament perquè en ella es ma- nifestà amb més claredat aquesf mal que és el de tots nosaltres? ¿EI cor no vos diu anar a demanar perdó, a genallons si convé, i els mes ofesos els primers, per aquests germans nostres en desamor que volien ater- rar per odi aquesta mateixa ciutat que nosaltres els deixàrem abandonada per egoisme? Estem en paus, doncs. ¿I ells han de pagar la pena només perquè la seva acció cau dintre un còdic; mentres la nostra in- acció és tan baixa que ja no pot caure enlloc? Aneu a demanar perdó per ells a la justicia humona, que serà demanar-ne per vosaltres mateixos a la divina, davant de la qual sou potser més culpables que ells. Com vos podeu estar aixís tranquils a casa vostra i en els vostres quefers sabent que un dia, al bon solet del dematí, allà dalt de Mantjuïc, trauran del castell un home lligat, i el passaran per davant del cel i del món i del mar, i del port que trafiqueja i de la ciu- tat que s’aixeca indiferenta i poc a poc, ben poc a poc, perquè no s ‘hagi d’esperar, el portaran a un racó de fosso, i allí quan toqui l’hora, aquell home, aquella obra magna de Déu en cos i ànima, viu, en totes ses potències i sentits, amb aquest mateix afany de vida que teniu vosaltres s’agenollarà de cara a un mur, i li ficaran quatre bales al cap, i ell farà un salt i caurà mort com un conill... ell, que era un home tan home com vosaltres... potser més que vosaltres! ¿Com vos podeu estor a casa vostra, i asseure-us a taula voltats de fills i posar-vos al llit amb la muller, i atendre a vostres negocis, i que aquesta visió no se us posi al davant i no us nuï el mos de pa en la gola, i no us glaci el petó als llavis i no us privi d’atendre a tota altra cosa que no sia ella? I això no us despertarà l’amor? ¿Encara pregun- tareu quin puga ésser són objecte, ara, de seguida? Doncs quin altre que aquest? ¿Com podeu pensar en res més del món ara com ara? ¿Ni com heu pogut dei- xar passar tant de temps? I mentrestant ja han mort aixís tres homes, i els que s’esperen..! No la sentiu la germanor amb aquests infelisos? No ho volgueu saber lo que han fet: mireu-los només a dintre els ulls: vegeu! sou vosaltres mateixos: un home com vosaltres; amb això n’hi ha prou: capaç de tot el vos- tre bé i de tot el vostre mal: com vosaltres del seu. An aquest home, jo no dic que se’l deixi anar i se l’abandoni i se’l torni lliure al seu odi i a les seves malifetes; no, an ell com a nosaltres, ens convé ésser presos d’una manera o altra, i redreçats baldament sia a cops de mall, i pastats tots plegats de cap i de nou en l’amor de la ciutat nova encara que sia amb gran sofriment d’ell i nostre, men- tres el sofrim junts; però, en compte d’això, ¿matar lo, matar-lo fredament per un tramit senyalat i a una hora fixa, com si la justícia humana fos quelcom segur, infali- ble, definitiu com la mort que dóna? Què us en sembla? Si an aquest home l’haguéssiu mort batent-vos com a lleons amb ell al peu d’una barricada o a la por- ta d’una iglésia, ja no us en podria fer cap càrrec, per- què en tal cambat haurieu demostrat el vostre amor a alguna cosa, exposant la vostra vida pel vostre ide- al; i per l’amor d’un ideal i sa valentia podem ésser absolts de moltes coses. Mes ara, ¿qui us absol? On és el vostre ideal, el voste amor i el vostre sacrifici? On l’heu demostrat el vostre valor? Doncs no volgueu ésser covards dues vegades. Si llavores el vostre valor havia d’estar en les armes i no el tinguéreu, tingueu- lo almenys ara en el perdó, que és ben bé l’hora. I ja ho veureu: les vides que haureu salvat us sem- blaran obra vostra; i an aquests homes que haureu ar- rencat de les portes de la mort, vos els estimareu com a fills i i ja no els perdreu mai més de vista; i allà on siau us cuidareu d’ells i dels seus semblans, i vostre amor els forçarà a l’amor; i sols per aquesta obra de perdó amb què començareu, Barcelona ja camençarà a ésser una ciutat. Perquè els de fora que ho sàpiguen no diran pas -que no puguen dir!- : -An aquest i an aquell els salvaren i redimiren aquests o aquells, els blancs, els negres o els rojos-; sinó que hauran de dir: -Barcelona ha demanat i obtingut el perdó dels seus condemnats a mort. I per bombes que després hi hagi, Barcelona ja no podrà ésser dita la ciutat de les bombes; sinó que l’anomenada us vindrà d’una altra cosa que és més for- ta que totes les bombes plegades i que tots els odis i que tota la malícia humana: I’anomenada us vindrà de l’amor, i Barcelona serà dita: “la ciutat del perdó”, i des d’aquell punt i hora començará a ésser una ciutat. Doncs comencem-la: Al Rei que pot perdonar, als seus Ministres que poden aconselíar-li el perdó, als jutges que poden temperar la justicia amb la pietat: Perdó pels condemnats a mort de Barcelona! Caritat per tots! I bella cosa fóra que comencessin els més ofesos. La ciutat del perdó Joan Maragall article censurat a ‘La veu de Catalunya’ el 10 d’octubre de 1909
  • 6. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 20 Horta, l’últim baluard desideri díez historiador urant la primera dècada del se- gle XX, Horta, que encara era un poble tranquil i que semblava que estava al marge dels esdeveniments revolucionaris de la ciutat, va viure tam- bé la Setmana Tràgica, malgrat que tot feia pensar que la violència no hi arri- baria. Ho feien pensar les condicions de la seva geografia, de la seva població, el fet que hi havia molt poques fàbriques, que era un poble sense tallers, sense im- migrants, la distància respecte del nucli principal... Però, un dia, al carrer del Carme, Emiliano Iglesias va parlar amb Ramon Font, dirigent radical d’Horta qui, des- prés de participar activament en la lluita pels carrers cèntrics de Barcelona, a la fi de la setmana, marxà a Horta a continu- ar lluitant. Durant el divendres 30 de juliol, els rebels que restaven encara a Barcelona es replegaren cap a Sant Andreu i des- prés a Horta, on es van concentrar per concloure la campanya de crema de con- vents abans de prosseguir la lluita als carrers. És a dir, mentre es restaurava l’ordre a Barcelona mitjançant dues companyies d’infanteria arribades de Tortosa i Va- lència, a més dels tres-cents guàrdies ci- vils que patrullaven pels carrers, a Horta arribaven els darrers revolucionaris que havien fugit de Barcelona. Sant Andreu fou presa pacíficament, gràcies, d’una banda, a la reconciliació entre l’exèrcit i els obrers, i de l’altra, al fet que els militars més combatents s’ha- vien desplaçat a Horta, escenari últim de la lluita. Com ja hem indicat, Horta no era un lloc adient per a una rebel·lió. Situat lluny del centre de Barcelona, posseïa una petita àrea comercial habitada per obrers, però sobretot estava constituït per cases senyorials i residencials. Ha- via romàs molt tranquil tota la setmana fins a l’arribada dels homes que fugien de les tropes concentrades a Sant An- dreu i el Clot. Lerrouxistes radicals A Horta, com arreu, el Centre Radical, seu del Partit Radical d’Alejandro Ler- roux, era el centre dels desordres. El Centro de la Fraternidad Republicana d’Horta es constituí el gener de 1904 a la plaça de la Constitució, 2 -avui Santes Creus-. Després passà al carrer de Pere Pau fins al 1926. Tenia al voltant de cent socis molt actius. El local sofrí diverses clausures governatives (1909, 1917...). El 1909 establí una “mutualidad sobre el paro forzoso entre sus afiliados”. En fo- ren directius Jaume Morros Prats, Joan Guillermí, Ramon Font i Joaquim Ferrer i sobrevisqué fins a la República. El seu president, Ramon Font, que sortí escollit regidor dels radicals de Lerroux, va ser un membre important de la fracció extre- mista del partit. Precisament, Font retornà a Horta per dirigir la revolta, després d’haver lluitat els tres dies precedents en el barri de les Drassanes, on Emiliano Iglesias havia baixat al carrer per conversar-hi. Font va poder comptar amb l’ajut d’Andreu Grau, porter del Centre Radical, anticlerical, però va trobar molt pocs voluntaris. Per aquest motiu hagué de llogar incendiaris, a set pessetes i cinquanta cèntims per cap. Les autoritats militars van tractar de demostrar posteriorment que Fran- cesc Ferrer i Guàrdia havia proporcionat els fons per pagar els incendiaris, cosa que no van aconseguir. Un individu anomenat Juan Alemán arribà el divendres a la nit per donar fons a un grup compost per 49 individus, in- cloent-hi dos joves de catorze anys. A la mitjanit van incendiar l’església parroquial de Sant Joan i tot seguit van travessar el carrer Campoamor per sa- quejar i destruir parcialment el col·legi de les Dominiques. L’edifici estava buit, car les monges havien fugit. Aquest in- ternat-convent fou l’últim que es va cre- mar durant la Setmana tràgica. Lluites i consells de guerra Horta havia estat l’últim baluard de la revolta. Encara que els 50 o 60 homes que van saquejar i incendiar l’indret eren superats per l’exèrcit i els guàrdies civils, van continuar lluitant fins a ser vençuts. Durant tot el matí del dissab- te 31 de juliol hi va haver trets, amb morts i ferits. Tan bon punt va acabar la lluita, el líder radical Ramon Font va fugir a França, on va estar-se fins al 1911. Aquell any retornà i fou triat conseller per Horta a les eleccions mu- nicipals del mes de novembre de 1911, juntament amb Lluís Massó i Simó, tots dos pel districte XI, que s’anomenava aleshores. El 1912, un tribunal militar revisà el seu cas i el va condemnar a mort. Font aconseguí fugir novament a França. No només es va fer el consell de guerra a Font, sinó que hi va haver altres consells de guerra per al grup de revolucionaris d’Horta (29 persones) que van intervenir en les darreres re- voltes de la Setmana Tràgica, com foren les cremes de l’església parroquial i el convent de les Dominiques. Un consell de guerra, segons diuen les cròniques, esperat: “La vista de este proceso era esperada con gran ansiedad porque se sabía que el fiscal iba a for- mular peticiones gravísimas. Todos los sucesos ocurridos en Horta durante la semana revolucionaria se englobaron en esta causa instruida contra 49 vecinos de aquella barriada, de los cuales sólo 29 se sentaban en los banquillos”. El president del consell de guerra era Amadeo Enseñat, coronel d’arti- lleria. El jutge instructor Antonio Fer- rando “que lee el apuntamiento que es voluminosísimo. Se contrae a todos les hechos ocurridos en Horta durante la semana revolucionaria (...) En todo el apuntamiento se transparenta la idea de que vecinos y procesados tratan de cargar sobre Ramon Font Garriga (pre- sidente del Centro Radical de Horta, Fraternidad Republicana) las respon- sabilidades de la dirección de aquel mo- vimiento espontáneo. Font está ausente de España”. Al llarg procés trobem un seguit d’acu- sacions en contra de cada acusat amb les seves intervencions, dels defensors i de veïns d’Horta, que hi van intervenir amb acusacions particulars en contra dels protagonistes de la Setmana Tràgica a Horta. Es van demanar fins a dotze pe- nes de mort per als acusats. Comissió Pro Presos Cal deixar constància d’un fet important i que honora el poble d’Horta, com és la constitució d’una Comissió Pro Presos d’Horta, que va haver de plantar cara als lerrouxistes, que s’atribuïen mèrits que no els corresponien. A tall d’exemple, el títol “Los embaucadores del pueblo” sortí a El Diluvio l’11 de gener de 1911: “Véan- se los siguientes varapalos que un puñado de ciudadanos atizan al lerrouxismo y su Gazeta para castigarles ese afán de atri- buirse éxitos en los que para nada han intervenido, sin duda preconcebido objeto de sacar ventajas políticas: La Comisión Pro-presos de Horta, reunida en el día de hoy después de leídas las reseñas de los diarios de los días 16 y 17, en particular El Poble Català y El Progreso, en lo que se refiere a la merienda celebrada en el Casino Federal, declara: 1. Que el obsequio de la merienda era dirigido a les expresos de Horta y a los prohombres que trabajaron para conse- guir su indulto. 2. Que de los datos que obran en el archivo de la comisión no consta que los radicales hayan hecho nada para su libe- ración. 3. Que una carta que mandó la Comi- sión a don Emiliano Iglesias no tuvo con- testación, y 4. Que la Comisión puede justificar que las altas personalidades que estuvie- ron siempre a las órdenes de la Comisión para trabajar en pro de la libertad de los presos de Horta son D. Luis de Zulueta, D. Emilio Junoy, D. Pedro Corominas, Pablo Iglesias, D. Francisco Puigpiqué, doctor Pulido, D. José M. Vallés y Ribot, Sol y Ortega, Salvatella, Azcárate, D. Ig- nacio Iglesias, D. Jaime Carner, goberna- dor civil y alcalde de Barcelona. Horta, 1 de enero de 1911 (...)”. En acabar aquest resum dels darrers fets de la Setmana Tràgica a Barcelona, que van tenir lloc a l’escenari d’Horta, cal assenyalar que investigar aquest apartat és molt apassionant. Hi ha abundant ma- terial. Amb l’incendi de l’església i el col·legi- convent de les Dominiques de l’Anuncia- ta, la rebel·lió havia acabat a Barcelona. “Y Horta, la pacífica, vio de este modo [amb la destrucció de l’església parro- quial de Sant Joan i del convent de les Dominiques] destruida su esperanza de que no llegaran a ella los rigores de la lucha. Creíase a salvo y más afortunada que las otras barriadas de Barcelona. Se lo hacía imaginar así las condiciones de su población, sin fábricas, ni talleres, sin acoplamientos de gentes de otros luga- res; podría creerlo además por ser la más distante y la más escondida del núcleo principal, y sobre todo, porque la trágica semana tocaba a su fin sin que en aque- lla barriada se hubiera alterado lo más mínimo la imperturbable serenidad que la acompaña durante el año entero”. Au- gusto Riera a La Semana Trágica. D àngel toldrà viazo (AFB) Els incendiaris van fugir de Sant Andreu cap a Horta (a la imatge, postal de l’interior de l’església de San Andrés) lEls radicals, amb Ramon Font al capdavant, van llogar incendiaris a set pessetes i cinquanta cèntims per cap en no trobar voluntaris lL’església parroquial de Sant Joan d’Horta i el col·legi de les Dominiques van ser els últims edificis en cremar durant la Setmana Tràgica
  • 7. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 21 La mujer en los frentes de las barricadas Antonina rodrigo escritora “La Guardia Civil siempre ha molestado a las mujeres”. María Monje nselmo Lorenzo escribía a Fe- rrer i Guardia, el 21 de julio de 1909, “Estalló en Barcelona la revolución social… ¡Nadie la capitaneó! Ni los liberales, ni los separatistas, ni los republicanos, ni los socialistas, ni los anarquistas…” Se olvidaba del papel que jugó la mujer en aquella semana lla- mada trágica pero también gloriosa. El liderazgo de la mujer trabajadora en la lucha callejera la elevó, por méritos pro- pios, a la primera línea delante y detrás de los piquetes y barricadas levantadas por doquier: nada más que en Gracia, se contabilizaron hasta 76. La participación de la mujer obrera curtida en agitaciones y tensiones sociales, a menudo ocupaba en la época un primer plano en los movi- mientos de protesta, en la lucha laboral. Su protagonismo en la oposición popular antimilitarista, conocida por la Semana Trágica, en julio de 1909, estaba más que justificada: el Gobierno les arrebataba a sus hijos, hermanos y compañeros, al no poder pagar la “cuota” exigida para exi- mirlos del servicio militar, obligándoles a luchar en las campañas de Marruecos. El Gobierno les ofrecía a cambio cincuenta céntimos diarios a las familias de los re- servistas movilizados, cuando el coste de la vida exigía dos pesetas diarias. El domingo 18 de julio de 1909, las madres, las hermanas y las mujeres de los reservistas, acudieron al muelle de Barcelona a despedirlos, dispuestas a obstaculizar el embarque de sus hombres en solidaridad con el movimiento obre- ro contra la guerra. A punto de zarpar, varias señoras aristócratas caritativas, de las Damas Blancas, entre ellas las marquesas de Comillas y Castellflorite, empezaron a repartir medallas, esca- pularios y cigarrillos a los combatientes que partían a la guerra de Marruecos, a defender intereses capitalistas, al son de charangas y las engañifas patrioteras de siempre. Los expedicionarios echaban al agua los objetos religiosos, mientras las mujeres proletarias gritaban: “…tirad vuestras armas, que se vayan los ricos, o todos o ninguno, que se vayan los frailes”. La ridícula acción de las ensombreradas señoras, según se observa en las fotogra- fías, ajenas al sufrimiento de las mujeres por los suyos, provocaron los primeros tu- multos populares. El lunes 26 de julio fue el día seña- lado para la huelga general. Las muje- res llevaban lazos blancos, insignia de la protesta. A primera hora, la obrera María Monje animaba a las masas en la plaza de Cataluña. El día antes, un gru- po de mujeres cívicamente comprometi- das habían advertido a los responsables que la huelga debía transformarse en abierta rebelión Al correr las horas la si- tuación fue adquiriendo un aire inequí- vocamente insurreccional, hasta quedar tomada la ciudad. La participación de la mujer la resaltaba la prensa: “Las mu- jeres han sido las más bizarras, las que más denuedo han mostrado. Sacaban a los hombres de sus casas y los obligaban a pelear”. Recordemos que en aquellos momentos las trabajadoras eran 34.333 y pertenecían en su gran mayoría al sector textil o derivados de la industria algodonera. Teresa Claramunt, obrera del textil de Sabadell, agitaba y movi- lizaba las conciencias. Su influencia fue extraordinaria en la denodada lucha del proletariado contra el capitalismo sal- vaje y la defensa de la explotación de la mujer y el niño. En 1889, junto a Ama- lia Domingo Soler y Ángeles López de Ayala, fundaron La Sociedad Autónoma de Mujeres de Barcelona, con proyectos de una escuela laica, gratuita y clases nocturnas para las mujeres trabajado- ras, llamada Fomento de la Instrucción Libre. Claramunt sufriría represalias por su activismo en la Semana Trágica. El antimilitarismo pero también esen- cialmente el anticlericalismo, fueron los dos componentes fundamentales del mo- vimiento insurreccional que estalló en Cataluña en 1909. El cliché que ha pa- sado a la historia, que define la Semana Trágica, es la quema de conventos, igle- sias y otros edificios religiosos. Lo cual es una constante en la historia del obre- rismo, siempre que ha intentado poner proa a la revolución social. La explicación es clara. La iglesia ha estado siempre al lado del poderoso, explotador del obrero y ha sido pilar básico del ejército. Durante la guerra civil, en mi tierra andaluza, se dio el caso de que un hombre que entraba en la iglesia a por los santos para echarlos a la hoguera, prendida a la puerta de la iglesia: se quitaba la gorra, cada vez que entraba al templo. Lo hacía inconsciente- mente, era su respeto a la casa de Dios y su ira desatada contra el clero, que eleva- ba las imágenes a santidad milagrera con que subyugaban a las gentes, mantenidas en la ignorancia, la miseria y en creencias serviles para ganar la eternidad. El cliché de la Barcelona de la Se- mana Trágica, con columnas de humo disparando a los cielos, se ha explotado hasta la saciedad por el beaterio uni- versal. Cuando nuestros rojos llegaron a Francia en 1939, se volvió a poner en pie, merced a la propaganda franquista, la fama de quemaiglesias y comecuras de los depauperados exiliados, y, es que el brazo de la iglesia era largo, intoca- ble, como en nuestros días. Las monjas exclaustradas, durante la Semana Trá- gica, fueron respetadas. Las hubo, en su indefensión, que fueron acogidas por familias anarquistas. A pesar de que en los conventos correccionales, regidos por las esposas de Cristo, ejercían una dureza tremenda con las jóvenes des- carriadas, confiadas a su custodia y su educación, no existieron venganzas por parte de aquella juventud, llena de tri- bulaciones y desamparo, marcada por la sociedad, en unas condiciones de vida extremadamente precarias. Entre los nombres de mujeres que corrieron por las crónicas, de la Semana Trágica hay que distinguir varios gru- pos: el voluntarismo de las prostitutas, mujeres curtidas por enfrentamientos con la policía, desafiando su autoridad, en defensa de los presos: “Cuarenta cén- timos”, “La larga”, “La Valenciana”, “La Bilbaína”, “La Castiza”. De estas dos úl- timas, el inspector-jefe de la policía de las Atarazanas, dijo: “Estas dos muje- res son y han sido siempre las cabeci- llas de todos los motines iniciados en la calle del Mediodia, protectoras y encu- bridoras de ladrones y asesinos…”. “La Valenciana” (Rosa Esteller), levantó ba- rricadas y, a punta de pistola, obligó a abrir las casas para que los amotinados pudieran disparar desde los tejados y terrados. “La Cuarenta céntimos” (Ma- ría LLopis Berger), al frente de un pi- quete, destrozaron las lunas de los cafés que no secundaban la huelga, volcaron tranvías y cargaron contra una patrulla de la Guardia Civil. Las afiliadas a las Damas Radicales del partido Radical de Lerroux, creado a fines de 1908, perseguían según los esta- tutos “…auxiliar y socorrer a los presos y perseguidos por cuestiones políticas y sociales”. Las Damas Rojas, organización naci- da en la primavera de 1909, de carácter anticlerical, defendía los matrimonios y entierros civiles. Tenía como prioridad “…propagar entre las mujeres las ideas de libertad y de República y socorrerse mutuamente las asociadas en sus necesi- dades”. Las dos asociaciones fueron ins- trumentos de sus respectivos partidos, como reflejan los testimonios ante el Tri- bunal Militar, que investigó los hechos de la Semana Trágica. Algunos líderes consideraron nula la acción real de estas mujeres, estimándolas un tanto ridícu- las. No obstante, el bocazas de Lerroux, pasado el peligro de persecución, alar- deaba de “haber logrado enrolar en sus filas, además de obreros, a las mujeres y niños de Cataluña”. Como siempre en situaciones de alto voltaje, las mujeres han sido convoca- das o sacadas de sus casas, por grado o por fuerza, y pasado el peligro, los ven- cedores o vencidos han reducido la mag- nitud de su heroísmo, confinadas al ám- bito privado, sometidas oscuramente a las vicisitudes de la casa, de la familia, del trabajo, sin reconocer sus iniciati- vas y la dimensión de su entrega en los enfrentamientos ideológicos, sociales y laborales. Pero la acción individual y colectiva de la mujer en la Semana Trá- gica es memoria imbatible de libertad y lucha, en la que seis de ellas pagaron con sus vidas. 3 Bibliografía: Joan Connelly Ull- man, Josep Maria Huertas Clavería, Do- lors Marín, Alberto Talero. A Ilustración en La Campana de Gràcia del 24 de julio de 1909 lLa acción individual y colectiva de la mujer en la Semana Trágica es memoria imbatible de libertad y lucha, en la que seis de ellas pagaron con sus vidas lEl cliché de la Barcelona con columnas de humo disparando a los cielos se ha explotado hasta la saciedad por el beatario universal lComo siempre en situaciones de alto voltaje, las mujeres han sido convocadas y una vez pasado el peligro se ha reducido la magnitud de su heroísmo
  • 8. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 22 La Setmana Tràgica als barris néstor bogajo nes fotografies fetes a l’agost del 1909 mostren la celebració d’una missa a l’interior del claustre de l’Oratori de Sant Felip Neri, ubicat al carrer del Sol del barri de Gràcia. La seva església havia cremat dies abans fins a quedar inservible. De fet, la tradició diu que el poeta Joan Maragall -que vivia a Sant Gervasi i visitava sovint el temple- s’inspirà en l’Oratori per redactar un dels seus reportatges més coneguts, L’església cremada, tota una crida a la reconciliació després de la Setmana Tràgica. Un dels espais de l’Oratori l’ocupa ara el Taller d’Història de Gràcia. L’entitat proposà fa uns mesos que els centres d’es- tudis de la ciutat -els grups de recerca local que estudien el passat i el present dels barris- organitzessin una sèrie d’ac- tivitats per investigar i difondre -des del rigor científic, però també des de la proxi- mitat- el que succeí a Barcelona durant la Setmana Tràgica. Una proposta innova- dora, doncs com destaca Joan Àngel Fri- gola, president del Taller, “és la primera vegada que els centres d’estudis s’avenen a fer una programació conjunta”. El projecte compta amb 10 centres or- ganitzadors, la majoria dels quals formen part de la Coordinadora de Centres d’Es- tudis de Parla Catalana i de l’Institut Ramon Muntaner. A diferència del que ha succeït en altres centenaris, l’Ajun- tament de Barcelona no va preveure cap programació especial per commemorar els cent anys de la Setmana Tràgica. És per això que les activitats dels centres, sumades a les d’altres entitats, han rebut el suport del consistori fins a esdevenir un important cartell conjunt. La proposta dels grups de recerca in- clou activitats al llarg de tot l’any, des del juliol del 2009 fins al juliol del 2010. D’aquesta manera, les entitats -que no són professionals- es poden coordinar més fàcilment alhora que no perden au- diència. “Si el mateix dia féssim itinera- ris a Sant Andreu, Gràcia i Poble Sec, ens estaríem dividint el públic quan, al cap i a la fi, la nostra realitat és Barcelona”, recorda Frigola. Amb una programació espaiada el públic no tindrà cap excusa per no conèixer com es va viure la revolta als barris veïns. Les activitats El juliol és un mes poc indicat per a concentrar-hi gaires actes, ja que molta gent marxa de vacances. Aquest aspecte també ha influït en el fet que la progra- mació del centenari s’allargui durant tot un any. Una programació que inclou un cicle de conferències, diferents re- correguts pels barris, la publicació d’un llibre i una exposició itinerant: La Set- mana Tràgica als barris de Barcelona. Motius i fets. La mostra començarà a voltar a par- tir del setembre. “La idea és que sigui una exposició d’una vintena de plafons, fàcil de transportar per tal que es pugui veure a tots els barris”, apunta Frigola. En els plafons s’hi explicaran les causes i les conseqüències de la Setmana Tràgi- ca, i s’analitzaran els fets que tingueren lloc als diferents barris de Barcelona, un punt de vista interessant donat el caràc- ter irregular de la revolta, que va tenir repercussions dispars segons la zona. L’organització vol que l’exposició tam- bé acompanyi les conferències programa- des. N’hi haurà cinc de genèriques que estudiaran el paper de personatges com el pedagog Francesc Ferrer i Guàrdia, o de col·lectius com l’Església, el moviment obrer i els militars. La intenció és que cada centre d’estudis aculli al seu territo- ri alguna d’aquestes conferències i que, a més a més, n’organitzi una altra. Un cop acabat el centenari, les confe- rències es publicaran en forma de llibre, que també inclourà un annex amb el con- tingut dels itineraris. Aquestes rutes visi- taran els escenaris més coneguts de la Set- mana Tràgica. En principi, es proposaran per a una data concreta, però l’organitza- ció està oberta perquè si hi ha un grup de persones interessades en fer-ho un altre dia “es parli per tal de poder lligar una data alternativa”, comenta Frigola. El recorregut per Gràcia -que es farà a principis del 2010- encara no està tancat, però és segur que passarà pel Torrent de l’Olla, on els rebels aixecaren les seves barricades. La visita als temples també és obligatòria: “Josepets, perquè no es va cremar; Sant Joan, perquè es va cremar”, enumera Frigola. Quan la comitiva arri- bi a l’Oratori de Sant Felip Neri, l’esglé- sia tornarà a fer olor de fum. Però no cal amoïnar-se. Tot serà fruit de la sugges- tió, de voler apropar-se una mica més a la història. U Arxius i centres d’estudis històrics Alguns districtes no en tenen cap. D’altres en tenen més d’un –a Sants n’hi ha tres: a Montjuïc, La Marina i Poble Sec–. Són els centres d’estudis, els arxius històrics, els tallers... Entitats amb noms diversos, però un objectiu comú: treballar per conèixer el territori i difondre els resultats de les investigacions. Unes investigacions que sovint van més enllà de la història: la darrera activitat del Taller d’Història de Gràcia va ser una tertúlia sobre els noms populars dels núvols! Les activitats sobre la Setmana Tràgica han potenciat noves recerques i han tret partit de la feina feta amb anterioritat. 3 Acte inaugural: 6 de juliol del 2009. Presentació del programa i conferèn- cia a càrrec de l’historiador Isidre Mo- las, al Saló de Cent de l’Ajuntament. 3 Exposició: La Setmana Tràgica als barris de Barcelona. Motius i fets. A partir del setembre del 2009. 3 Mostra itinerant que explica les causes i les conseqüències de la Set- mana Tràgica als barris de la ciutat. 3 Conferències: juliol del 2009 - ju- liol del 2010. – La Setmana tràgica: visió global dels fets, per Teresa Abelló (UB). – L’Església i la Setmana Tràgica, per Joan Bada (UB). – El paper del moviment obrer, per Pere Gabriel (UAB). – El paper dels militars en la Setmana Tràgica, per Gabriel Cardona (UB). – Ferrer i Guàrdia, pendent de con- firmació. – La Setmana Tràgica a Sant Andreu de Palomar, per Jordi Rabassa (Cen- tres d’Estudis Ignasi Iglésias). – La incidència de la Setmana Tràgi- ca al Poble Sec i les seves rodalies, per Julia Costa (CERHISEC). – Gràcia i la Setmana Tràgica, per Joan Àngel Frigola (Taller d’Història de Gràcia). – Montjuïc durant la Setmana Tràgica, a càrrec del Centre d’Estudis de Mont- juïc i l’Ateneu Enciclopèdic Popular. 3 Itineraris: juliol del 2009 - juliol del 2010. – La Setmana Tràgica a Gràcia, a càr- rec del Taller d’Història de Gràcia. – La Setmana Tràgica al Poble Sec i les seves rodalies, a càrrec del CERHI- SEC. – La Setmana Tràgica al Clot-Camp de l’Arpa, a càrrec del Taller d’Histò- ria del Clot-Camp de l’Arpa. – Montjuïc durant la Setmana Trà- gica, a càrrec del Centre d’Estudis de Montjuïc i l’Ateneu Enciclopèdic Po- pular. – La Setmana Tràgica al Poblenou, a càrrec de l’Arxiu Històric del Po- blenou. – La Setmana Tràgica a Sant Andreu de Palomar, a càrrec del Centre d’Es- tudis Ignasi Iglésias. 3 Informació: www.irmu.org arxiu fotogràfic de barcelona La parròquia de Sant Joan -en una postal de l’època- formarà part de l’itinerari organitzat a Gràcia lLa primera programació conjunta dels centres d’estudis de Barcelona vol apropar la Setmana Tràgica a la ciutadania lPer commemorar el centenari es duran a terme durant tot l’any conferències, recorreguts pels barris i una exposició itinerant Des del passat mes de maig fins al febrer de l’any que ve l’Ajuntament ha programat tota una sèrie d’actes per commemorar el centenari dels fets de la Setmana Tràgica. 3 Barcelona en flames! Intervenció fotogràfica al Pati del castell de Montjuïc. Fins al 18 d’octubre de 2009. 3 Memòria gràfica d’una revolta: la Setmana Tràgica a Catalunya. Exposició a l'Arxiu Nacional de Catalunya. Fins al 9 d’octubre de 2009. 3 Setmana Tràgica: una crònica documental. Exposició virtual. A la web www.bcn.cat/setmanatragica 3 1909: fotografia, ciutat i conflicte. Exposició fotogràfica a l’Arxiu Fotogràfic de Barcelona. Fins al 16 de gener de 2010. 3 Barcelona es revolta: 1909. V Mostra de Documents. Al vestíbul de l’Arxiu Municipal Administratiu de Barcelona. Fins al 28 de febrer de 2010. D’altres entitats com la CGT també han preparat la seva pròpia programació: 3 El crims d’Estat al voltant del record d’Agustí Rueda, assassinat per la democràcia. Conferència debat. 1 d’octubre de 2009 a les 18h. Via Laietana, 18 3 Detenció, judici i afusellament de Ferrer. Conferència-debat. 13 d’octubre de 2009 a les 18h. Via Laietana, 18. 3 Francesc Ferrer i Guàrdia. Exposició. Fins al 4 d’octubre. Via Lietana, 18. Tot un any de commemoracions
  • 9. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 23 Petita crònica d’un crim d’Estat josep maria loperena jurista i escriptor egons la Sûreté de París, foren més de cent-mil les persones que es van concentrar el primer dia de la revolta. Lenin es va afegir als ma- nifestants. Dos dies després, un milió de ciutadans van desfilar des de la plaça de Clichy a la de la Concòrdia. L’execució a Barcelona d’en Francesc Ferrer i Guàr- dia pels militars després d’un conat de Consell de Guerra indigne i barroer or- denat per Madrid, va commocionar tota Europa. Anatole France, premi Nobel de literatura i defensor acèrrim d’Emile Zola pel “cas Dreyfus”, va proposar a la Societat Astronòmica de França, de la qual era membre el Rei d’Espanya, l’ex- pulsió d’Alfons XIII per raons d’honor i dignitat. “La nostra Societat -va dir- no pot acollir entre els seus membres un as- sassí ni un torturador”. La moció no va prosperar per raons polítiques: els esta- tuts no preveien abordar aquella qüestió. La resposta d’Anatole France va ésser contundent: -“Em nego a acceptar aquesta reso- lució, perquè un assassí seguirà sent un assassí per molta corona que porti al cap. El dia que el nom d’Alfons XIII deixi de figurar en la llista de socis de la nostra entitat, tornaré a aquesta casa per dema- nar la meva reintegració, però, fins ales- hores, continuaré sentint-me ultratjat per l’assassí d’en Ferrer i Guàrdia, mort per haver sentit i propagat l’esperit cien- tífic i modern de l’educació dels nens”. Ferrer va viure a París bona part de la seva existència. Allí tenia grans amics, entre ells, Charles Malato, Sebastian Faure, Jean Grave i el mateix Kropotkin. Els cinc aspiraven a canviar el món a partir de l’ensenyança. La seva propos- ta “d’instruir divertint” fou el principi de l’escola moderna que Ferrer instaurà a Espanya. Però Ferrer sempre va tenir mala premsa per part de la burgesia i el govern ultraconservador d’Antoni Mau- ra. Si bé era, a judici de Grave, una “per- sona dolça, tranquil·la i senzilla”, tota la seva vida va ser un compendi de proble- mes de tota índole que el van portar a la mort. Als pocs dies de la seva arribada a París, monsieur Mouquin, comissari de Policia del districte de Montmatre, va re- bre una carta anònima acusant Ferrer de ser anarquista. Donava la seva direcció perquè pogués ser investigat. La Sûreté va emetre el seu informe dos mesos després. “Francesc Ferrer, professor d’espanyol”, deia, “és un repu- blicà avançat i lliure pensador, i les seves opinions l’obligaren a sortir d’Espanya. Rep diaris i abundant correspondència, no es fica en política, motiu pel qual el seu expedient no conté res desfavorable”. Tot i així, l’atestat policial concloïa amb una informació de gran interès: la seva dona Teresa Sanmartí havia manifestat en diverses botigues del barri que el faria detenir com a anarquista. Crec que la clau del reiterat assetja- ment i les constants denúncies contra Ferrer es troben en la Teresa, una rata de sagristia a cent anys llum de la ideolo- gia llibertària del seu marit. Teresa, molt afectada per la mort dels seus dos fills, va emmalaltir de neurastènia i es va tor- nar summament agressiva. Va arribar a disparar-li tres bales amb un revòlver al mig del carrer que no el varen matar de miracle. La premsa groga va optar per de- fensar la Teresa Sanmartí i repudiar qui va ser objecte de la seva ira. Els mitjans convertiren Sanmartí en una víctima de l’anarquisme canalla i vil, al temps que la mala fama d’en Francesc Ferrer patí un ascens vertiginós. A la seva tornada a Espanya, es va convertir en el punt de mira de Maura i els seus sicaris de la po- licia política. Acusacions sense proves Primer, el van acusar d’haver llançat una bomba el dia de les noces d’Alfons XIII i Victòria Eugènia de Battenberg des del quart pis d’una casa del carrer Major de Madrid. Fou detingut, empresonat, pro- cessat, jutjat i posteriorment absolt per l’Audiència. El Fiscal no va poder aportar prova alguna que acredités la seva parti- cipació a l’atemptat. Després li van impu- tar de ser el cap ideològic de la Setmana Tràgica de Barcelona. Maura havia de- cidit que el jutgés un tribunal militar a fi que fos condemnat a mort. ‘Aquests no s’anirien amb postures’, pensà. Nombra- ria Evarist Crespo governador i allarga- ria “l’estat de guerra” en la ciutat comtal. El consell de guerra va durar unes tres hores. No va declarar cap testimoni, ni es va practicar cap prova. El secretari va llegir l’apuntament i el fiscal militar demanà la pena capital per en Ferrer. Això va ser tot. A Ferrer Guàrdia el van executar per allò que representava. Per la seva dràstica oposició a la societat; per la seva constant denúncia de l’església, que no tenia altre objecte que alienar el poble; per apostar per una societat sense classes, lliure i igualitària. Aquest va ser el seu gran delicte. Maura va dimitir poc temps després. El procés d’en Ferrer i Guàrdia fou el principi de la fi de la monarquia d’Alfons XIII. El 1911 es va revisar el procés, reconeixent que la condemna havia estat “errònia”. Però els anys que robaren els seus assas- sins a Ferrer van ser temps sense retorn, compensats únicament per quatre mone- des de memòria històrica sense cap valor. lL’execució a Barcelona de Ferrer i Guàrdia pels militars després d’un conat de Consell de Guerra indigne va commocionar tota Europa fondazione corriere della sera L’afusellament de Ferrer i Guàrdia segons l’il·lustrador italià Beltrame S lLa condemna de Ferrer fou el principi de la fi de la monarquia d’Alfons XIII; el 1911 es va revisar, reconeixent-la com a errònia
  • 10. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 24 El record de Ferrer i Guàrdia a Barcelona jaume Fabre historiador i periodista an haver de passar 80 anys per· què Barcelona aixequés un mo· nument en record del fundador de l’Escola Moderna, Francesc Ferrer i Guàrdia, executat com a instigador intel· lectual dels fets de la Setmana Tràgica. El manteniment del marc polític monàr· quic que havia fet possible el seu afuse· llament, primer, la dictadura de Primo de Rivera, després, les dificultats de la República i la guerra civil, a continuació, el franquisme i els condicionaments de la Transició, per fi, van fer impossible que Barcelona reparés la injustícia comesa el 1909 amb Ferrer i Guàrdia. Ara n’hi ha tres, de monuments, el pri· mer aixecat el 1990, i, des del 1988, a la ciutat hi funciona una fundació molt acti· va que porta el seu nom. Es reivindica, a més, que torni a haver-hi a Barcelona un carrer dedicat al pedagog. L’únic moment que n’hi va haver un, va ser durant la guerra civil, quan li van canviar el nom a la plaça del bisbe Urquinaona. Una vida agitada Sobre la vida de Ferrer i Guàrdia planen encara molts forats negres. Malgrat tot allò que s’ha escrit, en la seva biografia queden llacunes i, en els que es coneixen, hi ha, com en tota vida humana, aspectes controvertits. Nascut el 1859 a Alella, va militar des de molt jove als rengles del republicanisme federal. Amic del polític republicà progressista Manuel Ruiz Zor· rilla, impulsor des de l’exterior de l’intent d’insurrecció republicana de Santa Colo· ma de Farners, l’abril de 1884, Ferrer i Guàrdia havia col·laborat amb el nucli que era al cas del pronunciament i per això va haver-se d’exiliar a França, on es va adscriure a la maçoneria. Va viure a París fins al 1901. Hi havia arribat amb 25 anys i en va marxar amb 42. Va tenir una agitada vida sentimen· tal. Es va casar primer amb la catòlica Teresa Sanmartí i a París va tenir re· lacions amb la mestra racionalista Leo· poldine Bonnard i amb la filla de la mi· lionària Jeanne-Ernestine Meunié, a qui donava classes de llengua castellana. En morir aquesta, va deixar a Ferrer una herència d’un milió de francs d’or, amb els quals Ferrer i Guàrdia va tornar el 1901 a Barcelona i els va invertir en la creació d’una xarxa d’escoles privades laiques, independents per tant de l’Es· tat i de l’Església. Aquí es va unir amb Soledat Vilafranca, que passà a dirigir l’Escola mentre ell es dedicava sobretot a l’editorial que creà amb el mateix nom. Li va facilitar la multiplicació de centres escolars la seva relació amb el partit ler· rouxista. La seva tasca pedagògica no era ben vista pels partits d’ordre i molt menys per la patronal de l’ensenyament privat, bàsicament en mans d’ordres re· ligioses. Però va poder anar fent fins que va tenir la desgràcia que un anarquista que treballava a la seva editorial, Mateu Morral, atemptés contra la vida dels reis Alfons XIII i Victòria Eugènia el mateix dia del seu casament, durant la desfilada posterior, el 31 de maig del 1906. Els que li tenien l’ull posat a Francesc Ferrer van aprofitar l’ocasió per portar-lo davant dels tribunals com inductor del llança· ment de la bomba als reis pel seu emple· at. Va ser absolt per falta de proves i el judici li va aportar una gran notorietat internacional. La Setmana Tràgica Declarat innocent el juny del 1907, en ser posat en llibertat es va tornar a traslladar a França i Bèlgica, on va fundar la Lliga Internacional per a l’Educació Racional de la Infància. Tot i que Francesc Ferrer, que havia tornat a Espanya el mateix 1909, havia passat els quatre dies dels fets a la seva residència d’Alella, i que probablement no va tenir cap paper ni en l’inici de la revolta ni en el seu desen· volupament, va ser acusat altra vegada de ser un instigador i portat a un consell de guerra, enmig d’una nova campanya internacional de solidaritat. En realitat, l’única cosa que Francesc Ferrer va fer en relació amb la Setmana Tràgica sembla que van ser algunes gestions perquè els dirigents lerrouxistes que sí que n’havien estat en bona part els instigadors, assu· missin la direcció del moviment, cosa que no van fer, i aquest, mancat de direcció política, acabà en no res i va anar seguit d’una terrible repressió. Ferrer i Guàrdia va ser executat el 13 d’octubre del mateix 1909. Abans que ell havien estat ja exe· cutades altres tres persones relacionades amb els fets, i després encara ho va ser una altra. En total va haver-hi quasi dos mil consells de guerra, amb nombroses sentències amb pena de mort que van acabar essent majoritàriament commu· tades. El primer projecte de monument Aquest cop de res no va servir la nova campanya internacional de solidaritat amb Ferrer. L’objectiu dels qui el van condemnar era destruir l’Escola Moder· na i un símbol de l’ensenyament lliber· tari. El mètode defensat per Ferrer va quedar hivernat i el seu nom va ser silen· ciat durant anys. Va caldre esperar a la proclamació de la República, el 14 d’abril de 1931, perquè la seva figura i el tipus d’ensenyament que havia defensat fos reivindicat oficialment. El 9 de setembre d’aquell mateix any, l’Ajuntament de Bar· celona va aprovar aixecar un monument en el grup de Cases Barates de Montjuïc que fins aleshores havia portat el nom d’Eduardo Aunós, ministre de Treball de la dictadura de Primo de Rivera, i al qual la República batejà de nou amb el nom de Ferrer i Guàrdia. Si el canvi de nom del barri va ser immediat, el monument va trigar més a portar-se a la pràctica. Fins al 27 de juny de 1934 no es va posar la primera pedra, però els Fets d’Octubre d’aquell mateix any van suposar que no es fes res més i el monument ja no es va arribar a aixecar mai. Brussel·les i la còpia barcelonina En canvi, a Brussel·les, la ciutat del seu exili de 1907 a 1909, havien aixecat el 1909 un monument que va fer l’escultor August Puttemans. Sembla que els pro· motors i finançadors van ser més aviat membresdelamaçoneria,alaqualFerrer pertanyia, que no pas grups anarquistes o de pedagogs. El monument consisteix en l’estàtua d’un home nu, de puntetes i amb el seu cos atlètic en tensió, estirant- se per alçar el més amunt possible, amb les dues mans, una torxa encesa. Es pot interpretar com un homenatge als qui s’esforcen per portar la llum als homes, cosa que aplega tant la simbologia maçò· nica com la de l’ensenyament. Quan Pasqual Maragall va arribar a l’alcaldia, va recuperar l’acord munici· pal de 1931 per aixecar un monument a Ferrer i Guàrdia. Maragall tenia una especial motivació en el desig que a Barcelona hi hagués aquest record mo· numental en el fet que el seu avi, Joan Maragall, havia estat l’única veu sorgi· da dels sectors catòlics que el 1909 va defensar el perdó de Ferrer. La mane· ra més senzilla de fer-ho era portar a la pràctica un acord que l’Ajuntament ja havia pres abans del franquisme. Però Convergència i Unió i el Partit Popular s’hi van oposar, i va caldre trobar un al· tre mecanisme. La Fundació Ferrer i Guàrdia crea· da el desembre de 1987, va prendre la proposta com a pròpia i la va presentar a l’Ajuntament. El 13 d’octubre de 1989, quan es complien exactament 80 anys de l’afusellament de Ferrer i Guàrdia, hi va haver un acte d’homenatge a la seva me· mòria, al Saló de Cent. Malgrat algunes reticències de CiU, finalment la majoria del consistori va acceptar la iniciativa de la fundació que duia el nom de l’home· natjat per posar una còpia del monument que Ferrer tenia a Brussel·les en algun indret de Barcelona. Així va prosperar la idea de fer una còpia de l’escultura d’August Puttemans que hi ha a Brussel· les. La còpia va ser realitzada pel belga Robert Ghysels i es va posar sobre una peanya dissenyada per Beth Galí, amb la inscripció següent, redactada per Maria Aurèlia Capmany, aleshores regidora de Cultura: “A Francesc Ferrer i Guàrdia, fundador de l’Escola Moderna (1859- 1909). Barcelona repara amb aquest mo· nument molts anys d’oblit i d’ignorància d’un home que va morir per defensar la justícia social, la fraternitat i la toleràn· cia. Ajuntament de Barcelona - Fundació Ferrer i Guàrdia. 13 d’octubre de 1990”. El lloc triat per posar-la a Barcelona van ser les escales que des del Palau Na· cional de Montjuïc porten fins a l’Estadi Olímpic. La inauguració va tenir lloc, en presència de l’alcalde Maragall i de Joan Francesc Pont, president de la Fundació Ferrer i Guàrdia, un plujós matí, el 13 d’octubre de 1990. V jordi tarrés L’escultura de Montjuïc és una còpia de l’existent a Brusel·les lEs reivindica que torni a haver a Barcelona un carrer dedicat al pedagog (durant la guerra civil ho va ser la plaça del bisbe Urquinaona) Onze anys més tard es va aixecar a Barcelona un altre monument a Ferrer i Guàrdia, aquest cop promogut per l’Escola Universitària d’Empresarials, que el va posar a la paret dreta de l’entrada principal de la Facultat, situada a la Zona Universitària. La iniciativa va sorgir, un cop més, de la Fundació Ferrer i Guàrdia. Aquest segon cop, el motiu va ser el centenari de la creació de l’Escola Moderna. Set estudiants de Belles Arts de la ciutat italiana de Carrara, sota els auspicis de l’Associació Germinal, van esculpir un baix relleu de marbre que simbolitza l’afusellament de Ferrer, el 13 d’octubre de 1909. Dirigits per l’escultor Dominique Stroobant, els estudiants van dur a terme l’obra inspirant-se en un dibuix de Flavio Constantini que, des de sempre, ha estat una estampa clàssica de la iconografia sobre aquest fet històric. El baix relleu és en una estela de marbre adossada a la paret i subjectada formalment per dues columnes. A part de la imatge de Ferrer afusellat pels militars, també hi ha un capellà, la Guàrdia Civil i uns burgesos. El monument va ser ofert a l’Escola de Ciències Empresarials de la Universitat de Barcelona, a través de la Fundació Ferrer i Guàrdia, que va acceptar posar-lo a la façana principal tot coincidint amb el centenari de la creació de l’Escola Moderna. El dia triat per posar-lo va ser el 16 d’octubre del 2001, en presència del director de l’escola, Alfred Rocafort, i del president de la Fundació Ferrer i Guàrdia, Joan Francesc Pont. Posteriorment, el 2002, encara es va aixecar a Barcelona un tercer monument a Ferrer i Guàrdia, davant de l’edifici de Ciències de l’Educació del campus de la Vall d’Hebron. La iniciativa va partir de la Divisió de Ciències de l’Educació, que aplegava fins l’any 2003 les facultats de Pedagogia i de Formació del Professorat de la Universitat de Barcelona. Es van fer gestions amb l’escultor Francesc Torres, però el projecte no va quallar a causa de limitacions de pressupost. Aleshores es va trobar una solució més econòmica que és la que finalment es va portar a terme: fer una còpia d’un bust de Ferrer i Guàrdia que havia realitzat l’any 1902 l’escultor Josep Cardona Furró. La còpia es va posar discretament, el 23 d’abril, dia de Sant Jordi, de l’any 2002, al parterre davant de l’entrada de l’església, cap al costat del pavelló de Llevant on hi ha els despatxos dels departaments de la Divisió de Ciències de l’Educació. El bust, de petites dimensions, es va posar sobre una peanya d’aproximadament un metre amb una placa que recordava el centenari de l’Escola Moderna. Els altres dos monuments, a la Universitat
  • 11. CARRER112 juliol 2009 DOSSIER 25 L La Fundació, memòria i actualització marc villoro a Fundació Francesc Ferrer i Guàrdia és molt present en l’any del centenari dels fets de la Set- mana Tràgica. No pot ser d’una altra ma- nera tractant-se d’una entitat que neix el 1987 amb la idea de recuperar aquesta figura històrica i el seu llegat. La fundació es crea amb una voca- ció d’actualització quant al seu posici- onament ideològic, de compromís ètic i cívic, de l’educació i joventut com una aposta de futur de la renovació i trans- formació social, laïcitat i associacionis- me. Segons David Prujà, director de la Fundació, “una de les reflexions que fa l’entitat és com 40 anys de franquisme aconseguiren estroncar la continuïtat d’un moviment organitzat de ciutadania hereva dels valors de laïcitat i progrés, que al primer terç del segle XX eren molt estesos”. La seva ubicació és al carrer Avinyó en un edifici comprat a principis dels 90 i que és propietat de tres entitats: la segona planta és d’Esplais Catalans (ESPLAC), la quarta de la Fundació Terra, i la resta pertany a la Fundació Ferrer i Guàrdia. Aquestes organitza- cions formen part del Moviment Laic i Progressista que integra també Acció Escolta de Catalunya, l’Associació de Casals i Grups de Joves de Catalunya, Cooperacció (no té la seu al carrer Avi- nyó), Escola Lliure el Sol, Cooperativa Entorn, i Ateneus Laics i Progressis- tes. Com explica Prujà, “es tracta d’una federació que necessita el lideratge de totes les entitats, que té estructura prò- pia, orientades sobretot a educació en temps de lleure, però també hi ha eco- logistes, de cooperació internacional, i amb una visió molt clara de separar el que és la gestió de serveis de l’activitat associativa”. En aquest sentit, s’estableix un tre- ball en xarxa des de la consciència que dani codina Seu de la Fundació Francesc Ferrer i Guàrdia al carrer Avinyó El legado de la Escuela Moderna valeria giacomoni historiadora ara explicar la fundación de la Escuela Moderna hay que situar- la en el contexto socio-político de la Cataluña de principios de siglo XX. La creciente industrialización y la consecuen- te migración del campo a las ciudades con- llevaba unos inevitables cambios sociales que se enfrentaban con el tradicionalismo de costumbres y un sistema político de partidos turnantes que se preocupaba de mantener los privilegios de la Iglesia y de la monarquía. Las pésimas condiciones de vida de los trabajadores crearon te- rreno fértil para una paulatina toma de conciencia de la clase obrera y la difusión de las ideologías socializantes, en primer lugar del anarquismo. En el campo edu- cativo hay que destacar que en Barcelona dos tercios de la población era analfabeta y que el monopolio de los centros de ense- ñanza por parte de la Iglesia contribuía a mantener las desigualdades sociales. El rechazo de esta sociedad estática y reaccionaria fue lo que acercó a las ideas republicanas un personaje como Ferrer i Guàrdia, hijo de pequeños propietarios rurales de Alella, que se exilió a París en 1886. Allí tuvo la ocasión de conocer a muchos intelectuales y anarquistas de la época (Jean Grave, Malato, Zola, Re- clus...) y entró en contacto con los movi- mientos de renovación pedagógica que se oponían a la educación tradicionalista en toda Europa y fue delineando su posición “pedagogista”, asumiendo que el primer paso consistía en la liberación de la men- te humana de los dogmas. En París se ganaba la vida como profesor de castella- no, y fue una rica alumna suya, fascina- da por sus ideales laicos y libertarios que le dejó una consistente herencia y le dio la oportunidad de volver a Barcelona en 1901 y plantear un desafío a la Iglesia y al Estado desde la educación. La Escuela Moderna proponía una enseñanza laica, científica y mixta. Se contraponía a la educación confesional rechazando cualquier dogma y apun- tando a una explicación científica para cada cosa. La metodología se centraba en el aprendizaje a través de la experi- mentación, en estimular la curiosidad de los niños mediante la observación direc- ta de la naturaleza, con excursiones al campo, y de la sociedad, haciendo visitas a fábricas y talleres para que los libros solo fueran un instrumento para conocer mejor la realidad. Abogaba al desarrollo del pensamiento crítico de los alumnos a través de conferencias y debates y a una educación integral, dirigida al desarrollo armónico de todo el individuo, con cono- cimientos intelectuales, físicos y manua- les. Practicaba la coeducación de sexos, clases mixtas de niños y niñas (gran no- vedad para la época), y de clases sociales con el objetivo de alcanzar la igualdad es- tando en contacto y recibiendo la misma educación desde la inocencia de la infan- cia. Los valores que se proponían eran de solidaridad, fraternidad y justicia social en contraste con la dura realidad que se vivía en la Barcelona de principio de si- glo. La escuela se proponía como un es- pacio abierto, dotado de biblioteca y sala de conferencias, rompiendo con la estruc- tura del aula tradicional que llevaba a la pasividad; por las tardes y los domingos había charlas abiertas a los padres que aspiraban a convertirla en un punto de encuentro alternativo a la Iglesia. Hay que destacar también la creación de una editorial paralela a la escuela que editaba sus propios libros de texto que proponían una aproximación diferente de la institucional a la realidad y a las ciencias y que más tarde serían utiliza- dos por todas las escuelas racionalistas. También se publicaba un Boletín de la Escuela Moderna donde aparecían artí- culos de debate sobre la renovación pe- dagógica y sobre cuestiones sociales y po- líticas. Estas publicaciones favorecieron la creación de un círculo de intelectuales alrededor de la Escuela, más o menos cercanos al anarquismo. Y fue a causa de un acto de propagan- da por el hecho anarquista que la Escuela fue clausurada: Mateo Morral, que había sido bibliotecario de la Escuela Moderna, tiró la bomba al cortejo nupcial de Alfon- so XIII en 1906 y Ferrer fue encarcela- do como instigador y cómplice. La falta de pruebas permitió su liberación pero la Escuela Moderna no volvió a abrir y Ferrer se convirtió en un símbolo del li- brepensamiento a nivel internacional constituyendo fácil blanco de la represión conservadora. Así que en 1909 fue acu- sado de ser el instigador de la Semana Trágica, debido al carácter anticlerical de la revuelta y no hubo manifestaciones ni movilizaciones internacionales que le salvaran: Ferrer fue fusilado el 13 de octubre en los fosos del Castillo de Mon- tjuïc. Su muerte le elevó a mártir de la li- bertad y resaltó la significación y el ideal de la Escuela Moderna, que contribuyó a difundir el movimiento en Europa y has- ta en las Américas. En España el modelo propuesto por Ferrer encajó perfectamente con los idea- les anarquistas que lo llevaron adelante con las escuelas racionalistas. El movimiento libertario en España, después de una primera fase que atribuía al evento revolucionario el poder de des- truir la sociedad burguesa, puso el enfo- que en la construcción de una nueva socie- dad y sobretodo de personas que supieran vivir dentro de ella y disfrutar de su liber- tad. Se explica así el gran interés del anar- quismo por la educación, considerando la cultura el mejor medio de la emancipación humana. Después de la fundación de la CNT en 1910, alrededor de los diferentes sindicatos se crearon Ateneos encargados de la difusión cultural, que organizaron bibliotecas, cursillos nocturnos para los obreros y abrieron escuelas para sus hijos. En estas escuelas, llamadas racionalistas por basar sus conocimientos en la razón en contra de los dogmas, se utilizaban los libros de textos de la Escuela Moderna y sus métodos de aprendizaje centrados en la experimentación y en el desarrollo de la personalidad del niño. La Escuela Moderna constituyó una experiencia pre- cursora que, aunque no fuese dirigida ex- presamente a la clase obrera, dio forma a las inquietudes del movimiento obrero en materia de educación. Las primeras escuelas racionalistas de las que tenemos noticia son del año 1917 y a menudo no tenían vida muy lar- ga debido a la represión contra la CNT y a la clausura que podían sufrir sus lo- cales. No había una red de escuelas sino que se basaban en los esfuerzos que cada sindicato podía dedicarle, sin embargo una de las preocupaciones comunes era la de locales sanos, espaciosos y bien ai- reados, en contraste con los ambientes poco higiénicos, oscuros y mal ventilados de las fábricas de la época. El Consell de l’Escola Nova Unificada En las escuelas racionalistas los niños podían moverse libremente entre aulas, biblioteca y talleres y esta libertad, en vez de perjudicar el interés y la atención que ponían en sus trabajos, aumentaba el entusiasmo, siendo ellos los artífices del proceso creativo. Nada había de au- toritario en la relación con los maestros, éste era uno más de los compañeros; en la mayoría de los casos representaba sí un modelo moral pero sin repartir pre- mios ni castigos, capaz de interpretar las diferentes actitudes de cada niño. La formación de los maestros era pues una cuestión fundamental y fue una de las principales preocupaciones de Joan Puig Elías, pedagogo que recogió la he- rencia de Ferrer y convirtió la Escuela Natura del Clot en escuela piloto entre las racionalistas en los años 30. Por su destacada labor pedagógica fue el encar- gado de reorganizar el proyecto educati- vo cuando estalló la guerra civil en 1936 que se plasmó en el CENU. El Consell de l’Escola Nova Unificada “institucio- nalizó” durante la guerra un modelo es- colar que aprovechaba de la experiencia de las escuelas racionalistas y tenía sus raíces en la Escuela Moderna. P arxiu fotogràfic fundació francesc ferrer i guàrdia Boletín de la Escuela Moderna anunciando dos meses de suspensión lSin ir dirigida a la clase obrera, la Escuela Moderna dio forma a las inquietudes del movimiento obrero en materia de educación 2passa a la pàgina 26