El resumen describe la aplicación débil de la Ley de Reforma Agraria de 1932 en España debido a la oposición de los bancos privados. La ley asignó la tarea de reforma agraria al Instituto de Reforma Agraria, pero carecía de financiamiento adecuado. Se propuso crear un Banco Nacional Agrario con un capital de 50 millones de pesetas para proporcionar crédito, pero los bancos privados se opusieron por temor a la competencia. A pesar de los intentos del ministro de Agricultura Marcelino Doming