El documento argumenta que viajar es una forma de vivir y que vivir viajando es la verdadera vida. Explica que viajar permite conocer la Tierra y diferentes culturas, costumbres, gente y gastronomías. Además, señala que experiencias como asomarse desde lo alto del Empire State o ver la sonrisa de sorpresa de un niño rural al conocer a alguien diferente son indescriptibles y valiosas. Finalmente, concluye que todas estas sensaciones que ofrece viajar constituyen la verdadera vida.