1. “LA MOSCA VANIDOSA”
Una hormiga y una mosca discutían sobre cual de las dos valía
mas, la mosca decía: -¿Cómo puedes soñar siquiera en compararte
con migo? ¿No ves, acaso, como vuelo y cuanto hago? Me meto en
todas partes, incluso en los palacios y en las mansiones de los mas
ricos, saboreo los alimentos antes que sus propios dueños, me
poso en la cabeza del rey y beso las flores mas bellas y a las mas
hermosas muchachas. Me desplazo por el aire sin ningún
esfuerzo y gozo sin preocupaciones de todo lo mejor que hay en
el mundo. ¿Quieres decirme de que cosa semejante disfrutas tu,
hormiguita miserable?
-Es verdad- respondió la hormiga que es una gran cosa poder
asistir a los banquetes mas elegantes, pero siempre que sea por
que te invitaron, no como intruso. Si. Ciertamente frecuentas
los palacios y las mansiones reales, pero tienes que hacerlo a
escondidas, pues en cuanto te ven, siempre te quieren espantar, o
aplastar. Hablas majaderamente del rey y de las muchachas, sin
el menor respeto. No te esfuerces en convencerme: Todo eso es
verdad, sin embargo cuando llega a pasarte cualquier cosa, no
sirves para nada. Llega el invierno y yo tengo asegurada mi
comida. Tu, en cambio, vas a posarte sobre la pared, donde
muere el ultimo rayo de sol… y te mueres de frió. Yo entro en mi
casa, bien provista de todo, y allí estoy calientita, sana y salva…
¿Por qué no me contestas ahora? Como la mosca no supo que
contestarle a la hormiga, dio dos o tres vueltas volando y se
marcho por la ventana con su gran autoestima que ella misma se
imaginaba no sabiendo que solamente eran cosas que no eran tan
importantes ni valiosa como las que realizaba la pequeña
hormiga…