8. La Lidia
Antes de salir a la plaza, el toro ha sido recluido en un espacio pequeño y
privado de la luz. Una vez que se le abre la puerta de donde se
encontraba, será conducido por un estrello pasillo hacia la puerta de
chiqueros. Unos instantes antes de permitirle la salida al ruedo, se le
clavará en el cuello lo que se conoce como divisa con los colores de la
ganadería a la que pertenece.
9. TERCIOS DE LA LIDIA
•De varas.
•De banderillas.
•De muerte.
10. TERCIO DE VARAS
Puya: arma metálica de 8.5 cm de longitud: 6.5 cm de acero encordado y
2.5 cm de púa piramidal afilada en cada una de sus aristas como la hoja de
un bisturí. El tope impediría que traspasase la carne del toro más de esos
8.cm, pero se han medido trayectorias de más de 30 cm con una media de
17 cm en las autopsias de toros lidiados. Cada puya abre 7 trayectorias
diferentes. ¿Cómo es posible?
11. TERCIO DE VARAS
• 70% de las varas son colocadas por detrás del morillo.
• Daños anatómicos: rotura de músculos (+ de 20 sin contar costales e
intercostales), tendones, ligamentos, nervios, arterias, venas, costillas y
sus cartílagos de prolongación, y apófisis espinosas de vértebras dorsales.
Hemorragias en el canal medular, y pérdida de sangre estimada entre un 8
y un 18% (un toro de 550 kilos perderá por acción de la puya entre 8 y 18
litros de sangre)
• Objetivo de las puyas: lesionar los músculos, tendones, y ligamentos del
cuello para que el toro no pueda levantar la cabeza, y hacerle perder
fuerza por el dolor y la pérdida de sangre. Sirven, además, para medir la
bravura del toro, según se crezca ante el caballo o huya de él.
• Uno de los grandes daños que provoca la puya con más frecuencia, es la
lesión del plexo braquial, el nervio que se ocupa de la inervación de las
extremidades anteriores, y de los nervios que se proyectan paralelos a la
médula espinal.
• Puede penetrar en el tórax lesionando la pleura y dando lugar a
neumotórax.
12. TERCIO DE VARAS
El picador realiza maniobras ilegales
para castigar y debilitar más al toro
13. TERCIO DE VARAS
• Metesaca (introducir, sacar, introducir, sacar…), y el sacacorchos (usar la
puya como si estuviera descorchando una botella de vino). Además,
infringiendo el reglamento, que dice que se debe permitir la salida del
toro del caballo, el picador lo suele impedir moviendo al caballo hacia la
derecha, y envolviendo al toro, lo que se conoce como hacer la carioca.
• Choque a la carrera (más o menos 30 km por hora) de un animal de unos
500 kilos contra un objeto inmóvil de unos 800 kilos que es lo que suman
los pesos del caballo, sus protecciones, el picador y sus defensas. En
medios de comunicación taurinos se dice que el choque del toro contra el
caballo, equivale al que podría producir un saco de 45 kilos que cayera
desde una altura de 2 metros sobre el lomo del toro.
• En el 23% de los casos, el estribo del picador, armazón de hierro de 30
kilos, va a provocar importantes lesiones oculares en el toro, y según el
taxidermista de la plaza de Las Ventas, en el 60% de los casos, fracturas y
fisuras de cráneo. Hemos podido observar en muchas grabaciones que el
picador dirige el estribo hacia la cabeza del toro cuando esté va a chocar
con el caballo.
16. TERCIO DE BANDERILLAS
• Las banderillas son unos palos de madera con adornos,
que llevan en su punta un arpón de acero cortante y
punzante, de 4.5 cm de longitud. Se colocarán como
mínimo 4, cómo máximo 8 (en caso de que el torero
actúe también como banderillero), y la media es de 6.
Se clavan en la zona dorsal del animal y van a lesionar
músculos, vasos sanguíneos, tendones, ligamentos y
nervios, además de aumentar la hemorragia que
provocaron los puyazos. Si se colocan incorrectamente,
como a veces sucede, en el lateral del tórax, podrán
provocar neumotórax. El objeto es que, a consecuencia
del dolor, el toro se encolerice y entre posteriormente
a la muleta del torero
19. TERCIO DE MUERTE
• En Tauromaquia de denomina suerte suprema. Se trata de introducir en el hoyo de
las agujas, situado entre la 4ª y 6ª vértebra dorsal, una espada de 80 cm de
longitud con objeto de seccionar los grandes vasos de la cavidad torácica, la vena
cava caudal y la arteria aorta posterior, para producir una gran hemorragia
21. TERCIO DE MUERTE
Lo cierto es que, según los estudios
post mortem realizados en toros
lidiados, sólo el 20% de ellas consiguen
el objetivo mencionado
22. TERCIO DE MUERTE
En el 80% de los casos restantes va a ocurrir
algo muy diferente y que provocará una agonía
mayor en el animal
23. TERCIO DE MUERTE
Corte en el gran
lóbulo pulmonar
derecho del toro,
con hemorragia
lenta en la cavidad
torácica que irá
provocando ahogo
y asfixia en el
animal. El toro se
irá tragando su
propia sangre, y se
observarán
pequeños hilos de
la misma que
saldrán por su boca
y por su nariz
24. TERCIO DE MUERTE
El estoque traspasa el diafragma (músculo respiratorio) clavándose en hígado o panza. La lesión
en el diafragma va a dar lugar a la parálisis del nervio frénico, vital para la inspiración y
espiración, lo que va a provocar una severa insuficiencia respiratoria, y el hipo en el animal, que
se derrumbará dando unos pasos hacia atrás, y echando sangre por la boca y la nariz
25. TERCIO DE MUERTE
Entrada de la espada en los pulmones, con lo que la hemorragia provocada
va a pasar de los mismos a los bronquios, de ahí a la tráquea, y de ahí al
exterior por la boca y la nariz. La situación agónica del animal ante esta
circunstancia es clara. El animal vomita sangre.
26. TERCIO DE MUERTE
Después de la estocada y tras un tiempo de espera en que se verá si el animal cae
doblando las extremidades anteriores o no, se procede al descabello, para lo que usa una
espada similar al estoque, pero que lleva un tope a 10 cm de su punta. Esta espada se
introduce entre la primera y segunda vértebra cervical buscando el objetivo de seccionar la
médula espinal. No siempre se consigue al primer intento, ni al segundo, ni al tercero… Yo
he llegado a ver descabellar novillos por novilleros hasta 10 veces consecutivas, y algunos
toreros no les van a la zaga.
Una vez seccionada la médula, se producirá la desconexión de todo el aparato motor del
toro, lo que impedirá que pueda volver a ponerse en pie
27. TERCIO DE MUERTE
La lidia terminará con la puntilla: Se introduce
en el espacio occipito atlantoideo, un cuchillo
de 10 cm de hoja, que va a lesionar el bulbo
raquídeo, estructura nerviosa que pone en
conexión la médula con el encéfalo. El bulbo
raquídeo tiene como función transmitir los
impulsos nerviosos de la médula espinal a
cerebro, y regula los movimientos respiratorios
de inspiración y espiración, así como el latido
cardiaco.
28. TERCIO DE MUERTE
Su lesión, por tanto, va a provocar la parada cardiorespiratoria en el toro, pero no será
fulminante, sino lenta, especialmente si la aplicación de la puntilla no se ha hecho
correctamente. Podemos decir que esto ocurre a veces, como lo ha certificado uno de los
mulilleros de la Plaza de Las Ventas, cuando dijo: “algunos toros llegan al desolladero mal
apuntillados, y menos mal que no se pueden levantar”. En estos casos, si al toro se le
cortaron una o las dos orejas como premio al torero, fue perfectamente consciente de
ello. El uso de la puntilla como método de sacrificio en los mataderos de la UE, está
prohibido hace muchos años por considerarse un método cruel de dar muerte a un
animal.
31. Además de lo que descrito, que espero que haya sido suficiente
para haceros entender que estos animales sufren una intensa
tortura y maltrato en el tiempo que dura la lidia, existen estudios
científicos que dan a conocer un sufrimiento orgánico. Las analíticas
sanguíneas de toros lidiados indican que todos los parámetros (32
medidos) de función hepática, renal y muscular, incluidos los
electrolitos, y algunas hormonas, se encuentran alterados con
relación a los valores fisiológicos, unos por encima de su valor
normal, y otros por debajo. Las gasometrías realizadas en estos
animales indican que su sangre se encuentra cargada de dióxido de
carbono, y que el 95% de los toros lidiados sufren lo que se conoce
como acidosis metabólica que es un factor que determina de forma
inequívoca el sufrimiento en los bóvidos y que viene provocada por
la transformación del ácido láctico que se produce en sus músculos
por el agotamiento físico, en lactato que pasará a la sangre.
36. Lo que he expuesto se refiere al sufrimiento físico al que
son sometidos estos animales, y que tiene su máxima
expresión en el dolor que se les provoca, pero no debemos
olvidar que estos animales, con un sistema límbico, el
encargado de procesar de las emociones, prácticamente
idéntico al nuestro, son capaces de sentir miedo, temor,
pánico, soledad, y tristeza en situaciones adversas como la
descrita. Me gustaría que os pusierais por un momento en
el cuerpo y en el cerebro de estos animales, qué empaticeis
con ellos y que seáis capaces de procesar las sensaciones y
los sentimientos que pueden percibir y desarrollar desde
que son separados de su manada en el lugar en donde
nacieron y vivieron, hasta que su vida acaba en el ruedo de
cualquier plaza de nuestro país.
37. Hace unos días leí un texto en el que una
aficionada a las corridas de toros razonaba su
tránsito a su conversión en antitaurina, y decía:
“La lidia de un toro, es una obra que sólo produce un
cadáver. A través de la lidia, el toro, que nunca antes
había estado en una plaza, aprende a ser toreado; es
decir, aprende a ser lo que hasta entonces ha sido sin
saberlo, un toro de lidia, y justo cuando aprende,
descubre que ese destino de transformación en si
mismo coincide con un final a manos de su maestro”.
Una paradoja.
38. José Enrique
Zaldívar
Veterinario
Presidente de la
Asociación de
Veterinarios
Abolicionistas de la
Tauromaquia (AVAT)