la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
Presentación final de cuentos en imágenes
1. CUENTOS CON IMÁGENES. 1º BACHILLERATO. Departamento de lengua castellana. Curso 2007-2008.
2. Vida para muerte. Autor: Jordi Ferré. 1º A Lectura: Laia Pellisa 1º A Imágenes : Joan Mestre Karolina Karlsen y Marisa Heath 1º F
3. Yo fui creada en un almacén en medio de la nada. Por lo que escuché durante mi construcción debía ser Alemania, o algún país de Centroeuropa. La verdad es que no nos enseñan mucho de esto en la escuela… Sé que los humanos no tenéis recuerdos de vuestra niñez, pero yo, como soy parte de un cuento, puedo hacer lo que quiera. Así pues, voy a hablaros de mi infancia, en la fábrica. Mi vida empezó cuando la máquina corta-metales cortó el metal ¡valga la redundancia! Nos creaban de mil en mil, así que en la familia éramos yo y novecientas noventa y nueve más. Después nos daban una forma cilíndrica muy elegante y nos tapaban por un lado. Fue horrible, pero ya lo tengo superado. La etapa más feliz de mi vida recuerdo que empezó cuando descubrimos el polvo. Aquel mágico polvo que nos echábamos nos hacia volar y volar e ir más rápido que el aire.
4. Cuando nos habíamos llenado todas de polvo hasta reventar nos pusieron una capucha para no enfriarnos. Entonces vino la época de las movidas. Todo eran rampas, chocábamos unas con las otras, caídas interminables hasta al fin llegar a una caja. Nuestra casa. Como nuestra caja había miles y miles y miles y más miles más. Supongo que éramos tantas porque se nos necesitaba. O al menos eso creía la gente que nos hizo. Cargada en un avión nos pusieron rumbo a países que estaban más hacia el este de donde nos habían hecho. Yo lo sabía por el acento que oía hablar ¡En lenguas siempre había sido muy buena! Y tampoco tenías que ser un experto en lenguas para darte cuenta de que el paisaje cambiaba. Después, nos enviaron en un vuelo directo hacia África. Parecía que aquel sería nuestro verdadero destino.
5. Dentro de la caja de hojalata negra se estaba muy mal. No tenía ni siquiera una ventana para poder asomarme y contemplar el paisaje. Tanto viajar para acabar metida entre esta muchedumbre… era un poco claustrofóbico. Tenía ganas de salir de allí. Voces, gritos, más voces y más gritos. Sí, todo aquello debía ser la señal de que había llegado nuestra hora. Entonces, en aquel momento me di cuenta de mi finalidad, mi objetivo en la vida, con qué fin había sido creada. Mi única finalidad en la vida era quitar la de otros. Si lo llego a saber no os cuento mi biografía. ¿A quién le interesa? Matar es feo, por lo tanto, yo, que soy algo pensado para matar, también lo soy. Lo siento chicos, no ha sido culpa mía. Soy una bala. FIN
9. Por poco bajé a hacerle un huevo frito porque pensé que estaba hambriento. Me di la vuelta y dejé que el ladrón hiciera su trabajo. Después de tanto rato de estar pensando, me fijé en el ruido que aún se oía. No se había estado quieto en todo ese rato. Parecía que el ladrón arrastraba un poco los pies, seguramente no tenía fuerzas del hambre que pasaba. Además, hacía mucho ruido...Parece mentira que no supiera que para robar no se puede hacer tanto ruido. ¡Pobre ladrón! De la pena que sentía me levanté y me decidí a darle algo de comer para que recuperase fuerzas. Me puse las zapatillas y busqué al ladrón. No aparecía. El hilo de la mosquitera seguía golpeando rítmicamente el cristal de la ventana.
10. Llevaba un minuto bajo el agua. Autora: Júlia Pàmies 1º A Lectura: Júlia Vila 1º A Imágenes: Eugenia Rojo y Cristina Martínez Ainara García. MireiaChaos 1º F
11. Llevaba un minuto bajo el agua. Autora: Júlia Pàmies 1º A Lectura: Júlia Vila 1º A
12. Llevaba un minuto bajo el agua. Su ropa de invierno la hacía mucho más pesada, pero aun así tenía que luchar contra su propio cuerpo para no salir a la superficie. El agua fría se colaba entre sus piernas y se mezclaba con sus lágrimas. Estaba desesperada, siempre había creído que su muerte sería rápida y limpia como una corriente de aire que cierra de golpe una puerta, pero ahora se daba cuenta de que tendría que luchar por ella. Mantenía la cabeza colgada entre sus brazos y reprimía la necesidad de sacarla a la superficie. Eugenia Rojo y Cristina Martínez
42. Salí a la terraza y me tumbé. Autora: Ainara García 1º F Lectura: Adriana Blanco Imágenes: Arnau Olesti Silene Benítez, Tatyana Boyko y Mireia Ruiz (en archivo aparte) Iván Fernandez, Sandra Bigorra y Aïda Cisa (en archivo aparte) Elisenda Guasch y Aina Calderó 1º F
43. Salí a la terraza y me tumbé. Autora: Ainara García 1º F Lectura: Adriana Blanco
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48. El viernes salimos a cenar. Habíamos puesto una lavadora, y luego la tendimos, pero nos fuimos sin acordarnos de recogerla. Salimos del restaurante. -“¡Qué tiempo más loco!” -“Éstas tormentas de verano vienen sin avisar.” -“¡La ropa tendida! Me había olvidado…” Al llegar, la camiseta azul no estaba. La había sujetado lo mínimo posible, para que no quedaran marcas. “Qué pena, con lo que me gustaba…” Voló, y seguramente no fue la única esa noche.