2. A ti que tienes muchos
nombres, Papín, Pepín, Pepe y José, Santo
protector de la familia y el trabajo.
A ti que nunca envejeces y tienes siempre 25 años.
A ti que consagraste tu vida a la familia y que nos
proteges como San José hizo con la suya.
A ti que nos das cobijo, aliento, cariño y afecto.
A ti que nos vistes y nos das alimento.
3. A ti que cada mañana nos despiertas, nos
enseñas, nos sonríes, nos llevas y nos traes.
A ti que compartes tu tiempo jugando y
estudiando con nosotros.
A ti que nos ayudas, nos entiendes, nos
orientas, nos perdonas y nos quieres de forma
incondicional.
4. A ti que te desvives por nosotros, que decides
educarnos, formarnos y cuidarnos, que nos das lo
más valioso que posees: TU TIEMPO.
Por todo esto te damos a ti las gracias y te
decimos: PAPÍN, TE QUEREMOS.
ÁLVARO E IVÁN
5. Papín, Papín, eres la luz de mi amanecer, eres la
imagen que cada mañana veré, contigo me
despierto sin pesar, porque solo tú sabes despertar.
Me haces reír y reír con todo tu ser, porque solo tú
lo sabes hacer.
Con coco y drilo lo pasamos del copón, y con los
sustos pasamos miedos a mogollón.
6. Sentada a tu lado me quedo bloqueada, te cojo la
cara y te la dejo sonrojada.
Tú me enseñaste a sonreír y a asustar, y así mi cara
aprendí a transformar.
Mucho miedo pasaba cuando de zombi
paseabas, y rápido aprendí a decirte “ya está, ya
está Papín”.
Por todo esto y mucho más, te dedico a ti, mi
Papín, esta poesía sin fin. TE QUIERO, PAULA
7. El fruto de tu palabra es nuestra ORIENTACIÓN.
El fruto de tu orientación es nuestra VIDA.
El fruto de tu vida es nuestra ALEGRÍA.
El fruto de tu alegría es nuestra PAZ.
El fruto de tu paz es nuestra SEGURIDAD.
El fruto de tu seguridad es nuestro REFERENTE.
El fruto de ser un referente somos NOSOTROS.
TE QUEREMOS SONI Y KOKE