2.
La montaña mágica
(1929)
La acción de esta novela transcurre en un
sanatorio de tuberculosos en Zauberberg,
que recientemente, donde coinciden dos
primos de caracteres muy distintos. Más que
en los sucesos (el conocimiento con Claudia
Chauchat o con una pareja de peculiares y
enfrentados pensadores, los pequeños
conflictos generados por la convivencia entre
personajes de muy distinta procedencia, el
goteo constante de fallecimientos, etc.), el
interés de la novela reside en la perfecta
reproducción de la vida interior, afectiva e
intelectual, de la amplia galería de personajes
que despliega Mann ante los ojos del lector.
3.
El ruido y la furia
(1949)
«La vida no es más que una sombra... Una
historia narrada por un necio, llena de ruido y
furia, que nada significa.» Macbeth, Shakespeare
El ruido y la furia es una obra maestra de la
literatura. Relata la degeneración progresiva de la
familia Compson, sus secretos y las relaciones de
amor y odio que la sostienen y la destruyen. Por
primera vez, William Faulkner introduce el
monólogo interior y revela los diferentes puntos
de vista de sus personajes: Benjy, deficiente
mental, castrado por sus propios parientes;
Quentin, poseído por un amor incestuoso e
incapaz de controlar los celos, y Jason, monstruo
de maldad y sadismo. El libro se cierra con un
apéndice que descubrirá al lector los entresijos de
esta saga familiar de Jefferson, Mississippi,
conectándola con otros personajes de
Yoknapatawpha, territorio creado por Faulkner
como marco de muchas de sus novelas.
4.
El viejo y el mar
(1954)
El viejo y el mar es uno de los relatos más
bellos que jamás se han escrito. En la cúspide
de su maestría, Hemingway alumbró una
historia en cuya sencillez vibra una inagotable
emoción: en Cuba, un viejo pescador, ya en el
crepúsculo de su vida, pobre y sin suerte,
cansado de regresar cada día sin pesca,
emprende una última y arriesgada travesía.
Cuando al fin logre dar con una gran pieza,
tendrá que luchar contra ella
denodadamente. Y el regreso a puerto, con el
acoso de los elementos y los tiburones, se
convierte en una última prueba. Como un rey
mendigo, aureolado por su imbatible dignidad,
el viejo pescador culmina finalmente su destino
5.
Platero y yo
(1956)
En breves prosas, el poeta, en diálogo con
Platero unas veces, en su compañía otras,
va captando la belleza de la realidad
exterior por un lado; por otro, la belleza de
la relación entre el hombre y su amigo
Platero.
En plena época modernista, Juan Ramón
Jiménez supo crear, con un lenguaje
exquisito y a la vez sencillo, lleno de
hermosas metáforas y de elementos
visuales, un mundo de relaciones con las
cosas más cotidianas y diminutas para
realzar sus valores más mínimos. Y, en
medio de ese diálogo entre el poeta y el
mundo, convierte a Platero en figura
mítica de delicadeza y sensualidad pura.
6.
El extranjero
(1957)
La novela tiene como referencia
omnipresente a Meursault, su
protagonista, a quien una serie de
circunstancias conduce a cometer un
crimen aparentemente inmotivado: su
muerte en el patíbulo no tendrá más
sentido que su vida, corroida por la
cotidianidad y gobernada por fuerzas
anónimas que, al despojar a los hombres
de la condición de sujetos autónomos,
les eximen también de responsabilidad y
de culpa.
7.
La naúsea
(1964)
Por encima de su formato de diario
íntimo, La náusea (1938) es sin duda una
novela metafísica, una novela de un
innegable calado filosófico, pero también
es el relato detallado de la experiencia
humana de una calamidad, de una
calamidad de nuestro tiempo: el
sentimiento y la contemplación del
absurdo de la existencia. Antoine
Roquentin, su protagonista, está afectado
de esa enfermedad en virtud de cual
produce un vértigo muy
desagradable, una arcada difícil de
controlar.
8.
Veinte poemas de amor y una canción
desesperada
(1971)
Intocables en su definitiva
rotundidad de pieza maestra, estos
Veinte poemas de amor y una canción
desesperada constituyen sin duda
una de las mayores cimas de la
poesías amorosa en lengua castellana.
9.
Cien años de soledad
(1982)
"Muchos años después, frente al pelotón
de fusilamiento, el coronel Aureliano
Buendía había de recordar aquella tarde
remota en que su padre lo llevó a
conocer el hielo". Con estas palabras
empieza una novela ya legendaria en
los anales de la literatura universal, una
de las aventuras literarias más
fascinantes de nuestro siglo. Millones de
ejemplares de "Cién años de Soledad"
leídos en todas las lenguas y el premio
Nobel de Literatura coronando una obra
que se había abierto paso "boca a boca".
10.
Ensayo sobre la ceguera
(1998)
Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego
súbitamente. Es el primer caso de una «ceguera blanca» que
se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena
o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse
con lo que existe de más primitivo en la naturaleza humana:
la voluntad de sobrevivir a cualquier precio. Ensayo sobre la
ceguera es la ficción de un autor que nos alerta sobre «la
responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron».
José Saramago traza en este libro una imagen aterradora y
conmovedora de los tiempos que estamos viviendo. En un
mundo así, ¿cabrá alguna esperanza? El lector conocerá una
experiencia imaginativa única. En un punto donde se cruzan
literatura y sabiduría, José Saramago nos obliga a parar,
cerrar los ojos y ver. Recuperar la lucidez y rescatar el afecto
son dos propuestas fundamentales de una novela que es,
también, una reflexión sobre la ética del amor y la
solidaridad.
11.
La ciudad y los perros.
(2010)
Un libro básico para el estudio de la literatura
hispanoamericana de la segunda mitad de este siglo.
Con esta novela Vargas Llosa alcanzó el
reconocimiento internacional. En ella demuestra una
madurez literaria extraordinaria que en delante irá en
aumento hasta alcanzar un estilo depuradísimo y un
sitio de primera fila entre los escritores contemporáneos.
Desde su publicación, La ciudad y los perros ha sido
traducida a más de treinta idiomas.
La ciudad y los perros no solamente es una diatriba
contra la brutalidad ejercida en un grupo de jóvenes
alumnos del Colegio Militar Leoncio Prado, también es
un ataque frontal al concepto erróneo de la virilidad, de
sus funciones y de las consecuencias de una educación
castrense malentendida.
Aunada a la brutalidad propia de la vida militar, a lo
largo de las páginas de esta extraordinaria novela, la
vehemencia y la pasión de la juventud se desbocan hasta
llegar a una furia, una rabia y un fanatismo que anulan
toda su sensibilidad.
El libro más violento de Mario Vargas Llosa.