1. La vocación de san Mateo,
De Caravaggio
En el análisis de una pintura barroca es
fundamental identificar la técnica pictórica
utilizada, así como el soporte, pues es
imprescindible establecer la distinción entre obras
de estética tenebrista o clasicista, entre pintura de
caballete al óleo o grandes frescos etc.
Identificados estos elementos se debe atender a la
relación de la temática con el contexto histórico y
social, así como las circunstancias vitales del
artista.
Técnica y estética
Se trata de una pintura al óleo realizada sobre lienzo.
Se utiliza la luz para crear el volumen, el espacio y la profundidad.
Los efectos de claroscuro están patentes al dirigirse un fuerte foco de luz procedente del
exterior del cuadro hacia los personajes sentados en la mesa, permaneciendo otras figuras
en la penumbra. Esta técnica, iniciada por el propio Caravaggio, se denomina
tenebrismo, y es característica de. la primera pintura barroca italiana Tendrá/gran
repercusión en España.
El realismo está patente en las figuras y la vestimenta
Los colores son cálidos aunque pálidos, efecto provocado por la incidencia de la luz.
Este realismo impulsa el estudio psicológico de los personajes, que son, representados con
la misma dignidad independientemente de su condición, rango: social o importancia
religiosa.
Se buscan diagonales en las posturas.
Finalidad
Caravaggio quería mostrar una escena bíblica en un espacio que bien podría
corresponderse con el siglo XVII. Hecho que permite un mayor realismo
Caravaggio pretende aproximar la religión a los fieles de la época, acercando a los santos
y sus sacrificios a la vida cotidiana. Este hecho, acorde con el espiritó contrarreformista
fue en ocasiones rechazado por excesiva vulgaridad de los personajes,
El lienzo estaba destinado a una capilla en la iglesia de San Luís de los Franceses, en
Roma, para ser observado por los fieles.
El lienzo narra la vacación de san Mateo, quien según la Biblia, era recaudador de
impuestos. La llamada de Jesús le llega trabajando. Tras esta llamada el santo se
levantaría y, sin dudarlo, seguiría a Cristos Caravaggio no elige el momento de santidad,
sino que muestra la humanidad del personaje, embebido en su trabajo y ajeno al futuro
que le aguarda, como evangelista.