2. HOMERO, Ilíada. Canto I. Versos 1-7
“Canta la cólera, oh diosa, de Aquiles Pelida,
cólera funesta, que causó incontables dolores a
los aqueos y precipitó al Hades tantas almas
valerosas de héroes, a quienes convirtió en pasto
de los perros y de las aves todas. Y se cumplía así
la voluntad de Zeus desde que por vez primera se
enemistaron tras una disputa el Atrida, soberano
de hombres, y el divino Aquiles.”
3. HOMERO, Odisea. Canto I. Versos 1-10
“Háblame, Musa, del hombre de múltiples tretas que por muy
largo tiempo anduvo errante, tras haber arrasado la sagrada
ciudadela de Troya, y vio las ciudades y conoció el modo de
pensar de numerosas gentes. Muchas penas padeció en alta
mar él en su ánimo, defendiendo su vida y el regreso de sus
compañeros. Mas ni aun así los salvó por más que lo ansiaba.
Por sus locuras, en efecto, las de ellos, perecieron, ¡insensatos!,
que devoraron las vacas de Helios Hiperión. De esto, parte al
menos, diosa hija de Zeus, cuéntanos ahora a nosotros”.
4. (Glauco) “¡Magnánimo Tídida! ¿Por qué
preguntas por mi linaje? Cual la estirpe de
las hojas, así es también la de los hombres.
Unas hojas las esparce el viento por el suelo,
y a otras el bosque las hace brotar cuando
reverdece, al llegar la primavera. Igual
ocurre con los hombres: una generación
brota y otra perece.”
HOMERO, Ilíada. Versos 145- 149
5. MIMNERMO DE COLOFÓN. Fr. 1
“Nosotros, cual las hojas que cría la estación florida
de primavera, apenas se difunde a los rayos del sol,
semejantes a ellas, por breve tiempo gozamos de flores
de juventud, sin conocer por los dioses ni el mal
ni el bien. Pero al lado se presentan las Keres oscuras,
la una con el embozo de la funesta vejez,
la otra con el de la muerte. Un instante dura el fruto
de la juventud, mientras se esparce sobre la tierra el sol.
Mas apenas ha pasado esa sazón de la vida,
entonces resulta mejor estar muerto que vivo.
Muchos males entonces asaltan el ánimo. Unas veces el hogar
se arruina y vienen los duros acosos de la miseria.
Otro, en cambio, carece de hijos, y con esa ansia extrema
emprende bajo tierra su camino hacia el Hades.
A otro le apresa una angustiosa enfermedad. Ninguno
entre los hombres hay a quien Zeus no le dé muchos males.”
6. MIMNERMO DE COLOFÓN. Fr. 2
“¿Qué vida, qué placer hay al margen de la áurea Afrodita?
Morirme quisiera cuando ya no me importen
el furtivo amorío y sus dulces presentes y el lecho,
las seductoras flores que da la juventud
a hombre y mujeres. Pues más tarde acude penosa
la vejez, que a un tiempo feo y débil deja al hombre.
De continuo agobian su mente tristes pensamientos
y no disfruta ya al contemplar los rayos del sol,
entonces es odioso a los niños, y despreciable a las mujeres.
¡Tan horrible implantó la divinidad la vejez!”
7. SAFO DE LESBOS. Fr. 1
“Me parece que es igual a los dioses
el hombre aquel que frente a ti se sienta,
y a tu lado absorto escucha mientras dulcemente
hablas y encantadora sonríes. Lo que a mí
el corazón en el pecho me arrebata; apenas te
miro y entonces no puedo decir ya palabra.
Al punto se me espesa la lengua
y de pronto un sutil fuego me corre
bajo la piel, por mis ojos nada veo, los oídos me
zumban, me invade un frío sudor y toda entera
me estremezco, más que la hierba pálida
estoy, y apenas distante de la muerte me siento,
infeliz.”
8. SAFO DE LESBOS. Fr. 2
“Dicen unos que un ecuestre tropel, la infantería
otros, y ésos, que una flota de barcos resulta
lo más bello en la oscura tierra, pero yo digo
que es lo que uno ama.
Y es muy fácil hacerlo comprensible a
cualquiera.
Pues aquella que mucho en belleza aventajaba
a todos los humanos, Helena, a su esposo,
un príncipe ilustre,
lo abandonó y marchóse navegando hacia Troya,
sin acordarse ni de su hija ni de sus padres
en absoluto, sino que la sedujo Afrodita.”
9. TEOGNIS DE MÉGARA
(versos 1063 - 1070)
“Siendo joven se puede dormir junto a alguien
coetáneo
la noche entera, colmando el deseo de amorosos
abrazos; se puede en el banquete cantar al compás del
flautista.
Ninguna cosa es más placentera que esto para hombres
y mujeres. ¿Y qué me importan a mí el honor y el
dinero?
El placer que acompaña un ánimo alegre a todo supera.
Insensatos y necios los hombres que lloran a los
muertos y no a la flor de la juventud que se va
marchitando.”
10. TEOGNIS DE MÉGARA.
(Versos 879 – 884)
“Goza de tu juventud, corazón mío. Pronto serán
otros los hombres y, ya muerto yo seré
negra tierra.
Bebe este vino que a mí en los valles del Taigeto
me producen las viñas que el viejo Teotimo, tan
grato a los dioses, plantó en las faldas del
monte,
trayendo agua fresca del Platanistunte al viñedo.
Bebiéndolo ahuyentarás tus amargas tristezas,
y, armado de coraza de vino, estarás más ligero.”