El autor visitó una casa en ruinas varias veces tratando de comprenderla mejor, pero siempre se sintió conmocionado por su desolada apariencia y no pudo encontrar respuestas. Los habitantes de la casa se escondieron de su vista cada vez. El autor cita a Lovecraft señalando que aunque algo parezca muerto, podría despertar de nuevo con el paso del tiempo, e incluso la muerte misma podría morir eventualmente. Pide respetar los lugares que se visitan porque una parte del visitante y una parte del lugar se afectan mutuamente.