La leyenda cuenta que en la ciudad de Girona vivía una anciana a la que se creía era una bruja, ya que se decía que podía transformarse en gato y volar. Cada noche, después del Ángelus, la bruja lanzaba piedras contra la catedral de la ciudad y gritaba blasfemias. Un día, la bruja fue castigada y se convirtió en piedra, quedando su figura deformada en uno de los contrafuertes de la catedral, poniendo fin a los temores de los vecinos sobre sus malas artes.
2. Varios siglos atrás,
en la ciudad de Girona,
vivía una vieja de la que se comentaba que era
una bruja y aseguraban que volaba por los aires.
3. Un vecino afirmó que una noche que se le cruzó
un gato negro.
Le lanzó una piedra golpeándole la cabeza y que
al día siguiente la vieja bruja apareció con la
frente vendada en la misma zona en la que la
piedra golpeó al gato en la cabeza, por lo que se
creía que tenía la capacidad de transformarse
por las noches.
4. Esta mujer, tenía una extraña costumbre:
Tiraba piedras contra la
catedral de la ciudad,
soltando blasfemias y
riéndose a carcajadas,
cantando mientras se iba
coplas obscenas
5. Los ataques con piedras a los muros de la
catedral sucedían siempre a la misma hora,
después del Ángelus, cuando los vecinos
estaban en sus casas y no se veía un alma por las
calles.
6. Cuenta la leyenda, que un buen día la bruja fue
castigada, convirtiéndose en piedra en uno de
los contrafuertes del claustro, cerca de la
llamada torre de Carlomagno.
Los vecinos de la ciudad pudieron contemplar
como había surgido en el muro la deforme
figura de piedra y reconocieron en sus rasgos a
la vieja.
7. Así acabaron los temores de que la bruja empleara
sus malas artes y poderes mágicos contra ellos.
Y allí reposa todavía bajo
la mirada de todo aquel
que pasea junto
a la catedral.