La música del siglo XX se caracterizó por la crisis de la tonalidad, el sistema dodecafónico y la ruptura de la unidad de la música europea. También hubo una multiplicación de estilos y tendencias musicales, el surgimiento de la vanguardia, y una menor distinción entre música culta y popular. Las nuevas tecnologías se aplicaron a la música y surgieron métodos pedagógicos como los de Kodály y Orff.