2. ¿QUÉ SON?
Son un grupo de afecciones de salud mental en las cuales una persona
tiene un patrón prolongado de comportamientos, emociones y
pensamientos que es muy diferente a las expectativas de su cultura.
Estos comportamientos interfieren con la capacidad de la persona para
desempeñarse en las relaciones interpersonales, el trabajo y otros
escenarios.
3. CAUSAS Y SÍNTOMAS
Causas
Las causas de los trastornos de personalidad se desconocen. Se
cree que factores genéticos y ambientales juegan un papel en su
desarrollo.
Síntomas
Los síntomas varían ampliamente dependiendo del tipo de trastorno
de la personalidad. En general, los trastornos de la personalidad
involucran sentimientos, pensamientos y comportamientos que no
se adaptan a un amplio rango de escenarios . Estos patrones
generalmente comienzan en la adolescencia y pueden llevar a
problemas en situaciones laborales y sociales . Estas afecciones
varían de leves a graves
4. Clasificación
Los dos principales sistemas de
clasificación, el CIE y el DSM
Grupo A (trastornos raros o excéntricos)
Trastorno paranoide de la
personalidad, personalidad paranoide.
Trastorno esquizoide de la
personalidad, personalidad esquizoide.
Trastorno esquizotípico de la
personalidad, personalidad
esquizotípica.
Este grupo de trastornos se caracteriza
por un patrón penetrante de cognición
(por ej. sospecha), expresión (por ej.
lenguaje extraño) y relación con otros
(por ej. aislamiento) anormales
5. Clasificación
Los dos principales sistemas de
clasificación, el CIE y el DSM
Grupo B (trastornos
dramáticos, emocionales o erráticos)
Trastorno antisocial de la
personalidad, personalidad antisocial.
Trastorno límite de la
personalidad, personalidad límite o
Borderline.
Trastorno histriónico de la
personalidad, personalidad histriónica.
Trastorno narcisista de la
personalidad, personalidad narcisista.
Estos trastornos se caracterizan por un
patrón penetrante de violación de las
normas sociales (por ej. comportamiento
criminal), comportamiento
impulsivo, emotividad excesiva y
grandiosidad. Presenta con frecuencia
acting-out (exteriorización de sus
rasgos), llevando a
rabietas, comportamiento auto-abusivo y
arranques de rabia.
6. Clasificación
Los dos principales sistemas de
clasificación, el CIE y el DSM
Grupo C (trastornos ansiosos o
temerosos)
Trastorno de la personalidad por
evitación, personalidad fóbica.
Trastorno de la personalidad por
dependencia, personalidad
dependiente.
Trastorno obsesivo-compulsivo de la
personalidad, trastorno anancástico de
la personalidad o personalidad
obsesiva-compulsiva.
Este grupo se caracteriza por un patrón
penetrante de temores
anormales, incluyendo relaciones
sociales, separación y necesidad de
control.
7. PAUTAS DEL DIAGNÓSTICO
1. Actitudes y comportamiento marcadamente faltos de armonía, que afectan por
lo general a varios aspectos de la personalidad, por ejemplo, a la afectividad, a la
excitabilidad, al control de los impulsos, a las formas de percibir y de pensar y al
estilo de relacionarse con los demás.
2. La forma de comportamiento anormal es duradera, de larga evolución y no se
limita a episodios concretos de enfermedad mental.
3. La forma de comportamiento anormal es generalizada y claramente
desadaptativa para un conjunto amplio de situaciones individuales y sociales.
4. Las manifestaciones anteriores aparecen siempre durante la infancia o la
adolescencia y persisten en la madurez.
5. El trastorno conlleva un considerable malestar personal, aunque éste puede
también aparecer sólo en etapas avanzadas de su evolución.
6. El trastorno se acompaña, por lo general aunque no siempre, de un deterioro
significativo del rendimiento profesional y social. Para diagnosticar la mayoría
de los tipos citados más abajo, se requiere a menudo la presencia de al menos tres
de los rasgos o formas de comportamiento que aparecen en su descripción.
8. CONSEJOS PARA FAMILIARES
El mejor consejo que se puede dar a los familiares es que recomienden a
su ser querido que se ponga en manos de un profesional especializado en
trastornos de la personalidad, porque es el que sabrá comprenderle y
manejar las muchas veces complicadas situaciones que se plantean en las
terapias. Pero, al final, será el interesado el que deberá decidir si se pone
en tratamiento o no, lo que nunca se debe hacer es forzar la situación
porque, aparte de ser inútil (el paciente viene sin ninguna motivación y la
mejora, por tanto, es imposible) sólo provocará que el individuo se
encabezone y afiance su postura de no querer recibir tratamiento.
9. TRATAMIENTO
Al principio, las personas con estos trastornos usualmente no
buscan tratamiento por su cuenta. Tienden a buscar ayuda una vez
que su comportamiento ha causado problemas graves en sus
relaciones personales o en sus trabajos. También pueden buscar
ayuda cuando están luchando con otro problema psiquiátrico, como
un trastorno del estado anímico o drogadicción.
Aunque lleva tiempo tratar los trastornos de personalidad, ciertas
formas de psicoterapia pueden servir. En algunos casos, los
medicamentos son un complemento útil.