1. CONVERTIR UN POEMA EN UN RELATO
Copiar con bolígrafo i autocorregir.
Ella tenía el libro abierto sobre la falda. Estábamos juntos y mi mejilla
tocaba sus rizos negros. No podíamos ver las letras, por lo que ninguno de
los dos leía, creo, pero guardábamos un profundo silencio.
No sé cuánto tiempo estuvimos así, sólo sé que nada más se oía nuestro
aliento apresurado. Entonces, nos volvimos a la vez, nuestros ojos se
encontraron y nos besamos.