Los ecosistemas y los sistemas sociales son sistemas complejos adaptativos que exhiben propiedades emergentes como la auto-organización, dominios de estabilidad y ciclos de cambio. Se auto-organizan a través de procesos similares a la evolución biológica y mantienen un equilibrio interno entre fuerzas de retroalimentación positiva y negativa. Pueden cambiar gradual o abruptamente de un estado estable a otro debido a factores internos o externos respectivamente.