El documento describe varios tipos de establecimimientos comerciales en la antigua Roma, incluyendo hospederías, tabernas, tintorerías y casas de cambio. Las hospederías incluían mansiones para oficiales, cauponae para viajeros de baja reputación, y mutationes para cambiar animales. Las tabernas vendían alimentos como pan, fruta, carne y pescado, así como ropa, zapatos, perfumes y libros. Las fullonicas eran tintorerías que lavaban, teñían y planchaban
2. Otium et Negotium
La palabra negotium procede de “ nec otium”, tiempo de no ocio:
trabajo, ocupación deber , empresa o asunto que requiere trabajo. Los
nobles romanos ocupaban gran parte de su tiempo a lo que llamaban
“otium”, es decir a descansar y cultivar las artes y las letras.
3.
4. HOSPITIA
Mansiones: parada oficial en una calzada romana, mantenida por el gobierno central para el
uso de oficiales y hombres de negocios a lo largo de sus viajes por el imperio.
A lo largo del tiempo fueron adaptadas para acomodar a viajeros de toda condición, incluso
al emperador. Eran lujosas.
5. HOSPITIA
Caupona Un sistema privado de cauponae se colocaban cerca de las mansiones. Tenían las mismas
funciones que una mansio pero eran de baja reputación, siendo frecuentadas habitualmente por
ladrones y prostitutas. Restaurante para comer y beber.
6. HOSPITIA
Mutatio Este tipo de estaciones o paradas prestaba servicio a los vehículos y a los animales: Eran las
mutationes o lugar para cambiar de caballos y tomar otros de refresco. Estaban localizadas cada 12-
18 millas. En estos complejos, el conductor podía adquirir los servicios para ajustar las ruedas, el
carro, o conseguir las medicinas o un veterinario para sus animales.
7. BIBERE ET MANDUCARE
Taberna vinaria: bodega donde se podían comer nabos, garbanzos, salazones.
Popina: parecido a nuestros restaurantes donde uno se sentaba y le servían comida caliente y
bebida.
Caupona: servían comida y bebida y también hospedaje.
Thermopolium: local de comida rápida, los modernos fast food.
8.
9. TABERNAE
Pistrinum: panadería
Taberna fructuaria o pomaria: frutería
Taberna laniena o laniarum: carnicería
Taberna piscaria: pescadería
Taberna frumentaria: venta de trigo, cebada, mijo, sésamo etc
Taberna favaria: habas. Muy consumidas por los pobres.
Taberna olearia: venta de aceite
Taberna lagenaria: pastelería
Taberna conditaria: venta de conservas, la más importante el garum
Taberna formatica: venta de quesos y leche
13. TABERNAE
Taberna gemmaria: venta de piedras preciosas.
Taberna margaritaria: venta de perlas.
Taberna unguentaria: perfumería y cosmética
Taberna medica: consulta médica
Taberna scriptoria: librería
14.
15. Fullonicae
Eran las tintorerías de la antigua Roma.
Estos negocios no solo se ocupaban en teñir y preparar la ropa con la que coser los nuevos
vestidos, sino también en su limpieza posterior y periódica. Tenían la importante misión, del
lavado, secado y planchado de la ropa y, en su caso, el retintado de la misma cuando ésta perdía
su brillo o color.
Se atendía diariamente a una gran cantidad de clientes y era necesaria por tanto mucha mano de
obra y una infraestructura importante. Este tipo de negocios requería un alto número de
empleados los fullones que eran esclavos y probablemente el dueño era uno de los patrones
más importantes de la ciudad.
La típica fullonica necesitaba tanques para el lavado, los tintes y el aclarado de la ropa, así como
espacio para secar y planchar, y, por supuesto, decenas de pequeñas cubas para los diferentes
tintes de uso cotidiano.
17. FULLONICAE
.
El proceso era muy sencillo:
Tras una breve inspección de las prendas y realizados los remiendos pertinentes eran depositadas en
una balsa para el intenso pisoteo de los esclavos, algo que el filósofo Séneca describió como el saltus
fullonicus y que recuerda el ritual del aplastado de las uvas para hacer el vino.
La ropa se lavaba generalmente en orina humana o de animales (caballo, camello…) que era
recolectada de los servicios públicos (letrinas) de la ciudad, de vasijas que se encontraban en las
esquinas de las calles o situadas justo en la puerta de la fullonica. El emperador Vespasiano creó
letrinas públicas en las que los propietarios de fullonicas podían recoger la orina empleada en sus
negocios mediante el pago de un impuesto (Pecunia non olet).
Una vez las manchas habían desaparecido, las prendas eran llevadas a una balsa exterior más grande,
llamada iacuna fullonica, donde se enjuagaban con agua de lluvia recogida en el impluvium o
posiblemente arcilla que ayudaba a eliminar los residuos de grasa.
Posteriormente las prendas recibían un buen enjuague para eliminar cualquier mal olor y eran
colgadas en un lugar abierto para que les diera el aire. A veces se colgaba una cesta con sulfuro por
debajo para que los gases ayudasen a blanquear la ropa.
La ropa se colocaba entonces en una cesta denominada viminea cava, que se colgaba sobre vapores
de azufre con el fin de vlanquear el tejido. Finalmente se aplicaba una tierra o arcilla blanca al tejido
para blanquearlo aún más. Por último se pasaba por el pressorium ( planchado)
18.
19.
20. Taberna argentaria
En el siglo IV a. C. apareció el grupo financiero profesional más antiguo en el mundo romano: el
de los argentarios (argentarii). Los antiguos romanos tuvieron en un principio una actitud de
rechazo ante el lujo y el poder que la acumulación de riquezas proporcionaba a muchos hombres,
pero con el tiempo se adaptaron a una economía que se basaba en el libre comercio y que
utilizaba unas técnicas financieras como el cambio de moneda y el préstamo con interés.
El Foro de Roma estaba rodeado en tres de sus lados por oficinas argentarias, por lo que era
éste el lugar más habitual de encuentro para hacer negocios. Estaban equipadas básicamente con
una mesa que servía de mostrador (mensa argentaria), y eran propiedad del Estado, que vendía
a ciudadanos particulares únicamente el derecho de uso y a operar.
21. El nummularius, por su parte, se encargaba de cambiar monedas de alto valor por monedas de
menos valor (en general, cambiaba monedas de oro por monedas de plata o bronce), además de
verificar el valor de las monedas, retirar de la circulación las monedas falsas, cambiar lingotes de
metales preciosos por monedas de uso corriente. Por todo ello cobraba una comisión. Era un
oficial del estado romano conectado con la ceca y estaba supervisado por funcionarios estatales.