Lacan divide el complejo de Edipo en tres tiempos. En el primer tiempo, el niño desea ser el objeto del deseo de la madre. En el segundo tiempo, el padre interviene como privador de la madre, introduciendo la ley. En el tercer tiempo, el padre interviene como potente, permitiendo que la relación entre la madre y el padre vuelva al plano real, lo que permite la salida del complejo de Edipo a través de la identificación del niño con el padre como Ideal del Yo.
Lacan divide el complejo de Edipo en tres tiempos. En el primer tiempo, el niño desea ser el objeto del deseo de la madre. En el segundo tiempo, el padre interviene como privador de la madre, introduciendo la ley. En el tercer tiempo, el padre interviene como potente, permitiendo que la relación entre la madre y el padre vuelva al plano real, lo que permite la salida del complejo de Edipo a través de la identificación del niño con el padre como Ideal del Yo.