Para que las señales sean efectivas, deben ubicarse correctamente para evitar daños, no contradecirse entre ellas para no confundir al observador, y diseñarse de forma usable y clara para que el mensaje sea entendido sin necesidad de texto adicional.
Para que las señales sean efectivas, deben ubicarse correctamente para evitar daños, no contradecirse entre ellas para no confundir al observador, y diseñarse de forma usable y clara para que el mensaje sea entendido sin necesidad de texto adicional.