La ciudad romana de Tarraco se estableció en el siglo II a.C. en la costa catalana como base militar para combatir a los cartagineses. Más tarde se convirtió en la capital de la Hispania Citerior debido a su ubicación estratégica. Durante los siglos I y II d.C. la ciudad alcanzó su máximo esplendor, construyéndose monumentos como el teatro, el anfiteatro y el circo. El obispo San Fructuoso y sus diáconos fueron los primeros mártires cristian
Tarraco fue una importante ciudad romana en Hispania. Originalmente un asentamiento ibérico, se convirtió en la capital de la provincia Tarraconensis bajo el emperador Augusto. Contenía importantes edificios romanos como un anfiteatro, circo, acueducto y foro, y fue un centro administrativo y político clave durante el Imperio Romano.
La ciudad de Tarragona tiene sus orígenes en un pequeño poblado íbero llamado Kese. Tarragona fue la capital de la provincia romana de Hispania Tarraconensis durante el Imperio Romano, y debe su nombre a la antigua colonia romana de Tarraco. La ciudad conserva varios monumentos romanos notables como el anfiteatro, el circo romano y la catedral.
La maqueta de la ciudad romana de Tarraco en el siglo II d.C. construida por el Museo de Historia de Tarragona es el proyecto de didáctica arqueológica más importante realizado en Europa en los últimos 75 años, y ha servido para conocer mejor cómo era Tarraco y cómo funcionaban las ciudades del Imperio Romano. La maqueta es excepcional por sus dimensiones e información arqueológica, y solo es comparable a la maqueta de la ciudad de Roma.
Tarraco fue fundada en el 218 AC como un campamento militar romano y se convirtió en la capital de la provincia romana de Hispania Tarraconensis. La ciudad prosperó debido a su ubicación costera a lo largo de la Vía Augusta y su comercio, aunque fue saqueada por los francos en el 257. Tarraco se dividía en dos partes, con el foro provincial y el circo en la parte superior, y el puerto, anfiteatro y teatro en la parte inferior. Hoy en día, los restos arqueológicos de la antigua
La ciudad romana de Tarraco se estableció en el siglo II a.C. en la costa catalana como base militar para combatir a los cartagineses. Más tarde se convirtió en la capital de la Hispania Citerior debido a su ubicación estratégica. Durante los siglos I y II d.C. la ciudad alcanzó su máximo esplendor, construyéndose monumentos como el teatro, el anfiteatro y el circo. El obispo San Fructuoso y sus diáconos fueron los primeros mártires cristian
Tarraco fue una importante ciudad romana en Hispania. Originalmente un asentamiento ibérico, se convirtió en la capital de la provincia Tarraconensis bajo el emperador Augusto. Contenía importantes edificios romanos como un anfiteatro, circo, acueducto y foro, y fue un centro administrativo y político clave durante el Imperio Romano.
La ciudad de Tarragona tiene sus orígenes en un pequeño poblado íbero llamado Kese. Tarragona fue la capital de la provincia romana de Hispania Tarraconensis durante el Imperio Romano, y debe su nombre a la antigua colonia romana de Tarraco. La ciudad conserva varios monumentos romanos notables como el anfiteatro, el circo romano y la catedral.
La maqueta de la ciudad romana de Tarraco en el siglo II d.C. construida por el Museo de Historia de Tarragona es el proyecto de didáctica arqueológica más importante realizado en Europa en los últimos 75 años, y ha servido para conocer mejor cómo era Tarraco y cómo funcionaban las ciudades del Imperio Romano. La maqueta es excepcional por sus dimensiones e información arqueológica, y solo es comparable a la maqueta de la ciudad de Roma.
Tarraco fue fundada en el 218 AC como un campamento militar romano y se convirtió en la capital de la provincia romana de Hispania Tarraconensis. La ciudad prosperó debido a su ubicación costera a lo largo de la Vía Augusta y su comercio, aunque fue saqueada por los francos en el 257. Tarraco se dividía en dos partes, con el foro provincial y el circo en la parte superior, y el puerto, anfiteatro y teatro en la parte inferior. Hoy en día, los restos arqueológicos de la antigua