Un cuadrado nació entre círculos y aunque al principio le temían, luego le aceptaron. Sin embargo, el cuadrado quería ser como los círculos, así que se puso un sombrero y zapatos para ocultar sus esquinas. Aunque los círculos se alegraron, el cuadrado no podía rodar como ellos y se puso triste. Los círculos lo abrazaron y le dijeron que lo querían tal como era.