El documento habla sobre los desafíos que enfrentan las empresas para implementar sistemas de inteligencia artificial éticos y cómo la tecnología puede exacerbar las desigualdades sociales si no se toman medidas para mitigar los sesgos. Propone que las compañías deben realizar auditorías de sesgo, pruebas de impacto y asegurarse de que los sistemas de IA sean transparentes, responsables y beneficien a toda la sociedad.