La religión romana se centraba en la vida cotidiana y pública. Los romanos rezaban diariamente a los Lares en el lararium de su hogar y celebraban festivales públicos como las Parilias para honrar a los dioses. Creían en augures, adivinos y supersticiones. Más tarde, toleraron nuevas religiones como el culto a Isis y Cibeles, aunque persiguieron el judaísmo y el cristianismo, hasta que este último se convirtió en la religión oficial bajo el emperador Constantino.
La religión romana se centraba en la vida cotidiana y pública. Los romanos rezaban diariamente a los Lares en el lararium de su hogar y celebraban festivales públicos como las Parilias para honrar a los dioses. Creían en augures, adivinos y supersticiones. Más tarde, toleraron nuevas religiones como el culto a Isis y Cibeles, aunque persiguieron el judaísmo y el cristianismo, hasta que este último se convirtió en la religión oficial bajo el emperador Constantino.