La Santa Compaña es una procesión nocturna de almas en pena que recorre pueblos y parroquias para llevarse el alma de aquellos que morirán pronto. Las almas van vestidas de negro con capuchas y velas encendidas, dirigidas por el fantasma mayor Estadea. La procesión va encabezada por una persona viva con una cruz y agua bendita, que no recordará los eventos de la noche y caerá enfermo hasta morir si no es reemplazado. Las almas caminan emitiendo rezos

1. SANTA COMPAÑA
La Santa Compaña en una procesión de almas en pena que por la noche, a partir
de las doce, recorren los caminos de una parroquia o de un pueblo. Lo tétrico de su
procesión es que visitan todas las casas donde morirá alguien ,para llevarse su alma.
Las almas en pena van vestidas con túnicas de color negro con capuchas y van
caminando con los pies descalzos. Cada fantasma lleva una vela encendida y su paso
deja un olor a cera o incienso en el aire.
Dirigiendo este grupo fantasmal esta el fantasma mayor llamado Estadea.
La procesión va encabezada por un vivo portando una cruz y un caldero de agua
bendita seguido por las ánimas con velas encendidas. Esta persona viva que precede a la
procesión puede ser hombre o mujer, dependiendo de si el patrón de la parroquia es un
santo o una santa. También se cree que quien realiza esa "función" no recuerda durante
el el día lo ocurrido la noche anterior. Únicamente se podrá reconocer a las almas
penadas por su extremada delgadez y palidez. Las personas elegidas por las almas no se
les permiten descansar ninguna noche, por lo que su salud se va debilitando hasta
enfermar sin que nadie sepa las causas de tan misterioso mal. Son condenados a vagar
noche tras noche hasta que mueran u otro incauto sea sorprendido.
Ellos caminan emitiendo rezos o cánticos fúnebres , tocando una pequeña
campanilla.
Los motivos por lo que esta compañía de almas errantes pueden aparecer son:
1. Para reclamar el alma de alguien que morirá pronto.
2. Para reprochar a los vivos, faltas o errores cometidos. Si la falta es especialmente
grave, el mortal que la ha cometido podría recibir la visita de la Compaña para que la
encabece, condenado así a vagar hasta que otro mortal le reemplace.
3. Para anunciar la muerte de un conocido del que presencia la procesión.
4. Para cumplir una pena impuesta por alguna autoridad del más allá.