Este documento cuestiona cómo se define e identifica la inteligencia. Señala que tradicionalmente se ha asociado la inteligencia con el rendimiento académico en asignaturas como matemáticas e historia, y se evalúa a través de exámenes. Sin embargo, plantea que esto es absurdo y que las personas más inteligentes que se conocen no necesariamente destacan en todas las materias. Finalmente, sugiere que el concepto de inteligencia es complejo y que debemos reconsiderar su definición.