2. Nos vamos a presentar. Somos la comunidad de los linces, y somos mamíferos, parecidos a los gatos, pero somos de mayor tamaño. Nuestras patas son largas y tenemos orejas cortas y anchas con puntas agudas, nuestra cola es larga también y tenemos una vista vivaz. Estamos en PELIGRO DE EXTINCIÓN. Somos muy inquietos y también somos los feroces enemigos de los roedores. Cuando llega el duro invierno nos vestimos de un blanco libreado para camuflarnos perfectamente con el paisaje nevado. Tenemos parientes en diversas países del mundo y cada uno tiene características que les son propias. El color de nuestro pelaje va del gris amarillento al pardo rojizo. Somos una especie marcadamente predadora, localizamos nuestras presas mediante la vista y el oído. Tenemos como técnica de caza el acecho sobre la presa, saltando cuando estamos cerca de ella, con saltos hasta de 5 metros. Nos gusta la vida nocturna, aun en inviernos. Somos por la general solitarios, excepto cuando queremos procrear. Los machos no colaboramos en la cría de los recién nacidos.
3. Alimentación: sus presas habituales son liebres, conejos, roedores, pájaros y pequeños venados inmaduros a los que caza al acecho. Consigue cazar presas mayores que él gracias a que las asfixia clavándoles los colmillos en la yugular. Características: Los linces pertenecen a la familia de los Félidos, dentro del orden de los Carnívoros. Tienen un cuerpo robusto, que mide entre 65 cm y 1,30 m de longitud (sin contar la cola, que es corta) y está recubierto por un pelaje denso y suave.
4. Reproducción: tiene lugar en primavera después de 90 días de gestación. En el momento de dar a luz, la hembra se retira a un cobijo para parir una camada que generalmente es de dos o tres crías. Luego del parto, la madre devora la placenta. Los linces al nacer tienen el aspecto de los gatitos recién nacidos que con los ojos cerrados apenas pueden arrastrarse hasta la madre para mamar. Permanecen al lado de la madre durante el primer año de vida. Ante la presencia de depredadores, las madres defienden valientemente a sus cachorros con garras y dientes Sin embargo, las crías quedan expuestas a ser atacadas por otros animales cuando la madre forzosamente debe dejarlos para abrevar o alimentarse. Curiosidades: la madre enseña a cazar a sus hijos progresivamente, permitiéndoles juguetear con presas vivas a las que captura ex profeso. Si un lince pequeño es separado de su madre, no tiene ninguna oportunidad de sobrevivir en la naturaleza .