El documento describe cómo se vivió la Ley General de Educación (LGE) en el Liceo Andrés Bello en 2008. Se dividió entre alumnos adherentes al movimiento contra la LGE que realizaron tomas y marchas, y alumnos no adherentes que asistían bajo presión. La dirección reprimió a los voceros y alumnos adherentes, pero finalmente el proyecto de ley no fue aprobado. El movimiento trajo algunas ganancias como la formación de un centro de alumnos, pero también perdidas como la disgregación del liceo