El documento presenta una crítica culinaria de un restaurante marroquí en Gijón llamado Restaurante-Tetería Marrakech. La crítica describe la decoración y ambiente acogedor del local, y analiza varios platos típicos marroquíes probados, incluyendo ensaladas, cordero en tajín y cuscús, pastela de cangrejo y postres. El autor concluye recomendando el restaurante por su buena relación calidad-precio y la oportunidad de probar la gastronomía mar
1. Como muestra un botón Para demostrar mi vocación adjunto una critica culinaria mía publicada en la revista de Internet “Revestidos” http://www.revestidos.es/index_archivos/page0192.htm
2. Tradicionalmente en España solemos ser reacios a la gastronomía de otras culturas. Cuando la carta muestra nombres exóticos o desconocidos una extraña fuerza en nuestro interior revuelve nuestros intestinos hasta que se nos tuerce la cara y nos sale el típico; ¿Podría hacerme un huevo con patatas fritas?. La crítica que nos ocupa es sobre el Restaurante-Tetería Marrakech que está en la calle Juan Alonso, 12 (Frente a la escalera 7) en Gijón. Trataré de hacer un esfuerzo didáctico para explicar los platos ya que pienso que merecen, al menos, ser degustados por extraños que parezcan. La crítica culinaria del chef Georges Rompiendo fronteras
3. El local El local, no muy grande, presenta una primera zona con la barra y un grupo de mesas normales y una segunda zona mucho más amena con una serie de mesas que incorporan sillones, el típico sofá de tres plazas, en lugar de sillas. Unos asientos originales a la par que cómodos y hogareños. La decoración como no podía ser menos es de inspiración marroquí. Predominan los tonos marrones y se pueden ver en repisas diferentes utensilios típicos, como tajines o cachimbas. El conjunto, acompañado de música árabe, resulta cálido y acogedor, así como el servicio, amable y atento del que no tuvimos queja alguna. Es más debo alabar su paciencia guiándonos y contestándonos a las numerosas preguntas que le hacíamos sobre la comida y la decoración.
4. El entrante En la comida marroquí existe una gran variedad de ensaladas. Sus características principales son la amplia utilización de especias, lo que da un sabor especial aunque no tan recargado como otras cocinas como la china o la india y la esmerada elaboración de las mismas. Las ensaladas de la cocina marroquí, a diferencia de las occidentales que simplemente suelen ser trozos de verdura cortados y aliñados, tienen un extenso trabajo previo de preparación, como la ensalada de pimientos cocidos o la conocida como caviar de berenjena entre otras. La ensalada que escogimos eran unos tomates rellenos. Los tomates, frescos y vaciados tenían un suculento relleno de arroz con una suavísima mayonesa sazonados con especias verdes del estilo del tomillo o del orégano y acompañados de unas endibias también con el mismo relleno. El conjunto; un fresco manjar ideal para los calurosos días de verano.
5. Primer Plato Dado que en la cena éramos cuatro personas compartimos de primero dos abundantes raciones de cordero en sus más clásicas preparaciones, el tajín de cordero y el cuscús de cordero. Cuando nos referimos al tajín nos referimos a un curioso artilugio de barro compuesto por una cacerola y un cono que se coloca encima de ella a modo de tapa o chimenea añadiendo, gracias a su diseño, una generosa cantidad de vapor a la cocción, lo que hace que los alimentos cocinados en el tajín resulten jugosos y tiernos. En nuestro tajín el cordero estaba acompañado de una base de cebolla, pimientos, tomate y frutos como los orejones o las ciruelas que le daban un dulce contrapunto al cordero. El cuscús o couscous, como venía referenciado en la carta, son unos granos de sémola de trigo de un tamaño medio, una vez cocidos, de un milímetro de diámetro, muy similar a la típica sopa de puntitos que nos daban de pequeños pero sin caldo. Actualmente al cuscús se suele conocer y encontrar como una variedad más de la pasta. El cuscús se utiliza como acompañamiento de carnes, Cordero o Pollo generalmente, o solo con verduras. Destacar para los vegetarianos una sabrosa combinación de cuscús con verduras y garbanzos también muy típica y extendida. Nuestro cuscús, muy bien cocinado en el tradicional tajín, además del cordero incorporaba pasas y frutos secos, creando un conjunto meloso en cuanto a textura y rico en sabores, reconocibles pero homogéneos.
6. Segundo Plato Empezando a estar bastante llenos con lo que llevábamos de cena optamos como segundo por algo más ligero, pastela de cangrejo y fideos chinos. La pastela es un plato de origen marroquí compuesto por un pastel de hojaldre relleno. Los rellenos más tradicionales son el pollo, la paloma y el cordero, aunque en la carta se podían encontrar muchos otros para todos los gustos. La pastela que elegimos como dije antes estaba rellena de sucedáneo de cangrejo y fideos chinos. El exterior era un envoltorio de pasta brick frito y muy fino, muy similar a los conocidos rollitos de primavera orientales. Estaba acompañada de una salsa muy suave con tonos cítricos, como de limón que ligaba correctamente con el relleno.
7. El postre y el final Y para terminar, como no podía ser menos, nos comimos unos cuantos dulces típicos. Hay gran variedad de ellos y aunque sean pequeños, del tamaño de una pasta o un poco más grandes, no debemos confiarnos ya que al estar compuestos en su mayoría de miel, almendras, dátiles y otros ingredientes similares son extremadamente dulces y llenan muchísimo. Una persona extremadamente golosa podría comerse tres o cuatro a lo sumo. Satisfechos con la cena nos dejamos llevar por el ambiente y nos fumamos una cachimba en un ambiente tranquilo y relajado. Las cachimbas son aptas incluso para los no fumadores, ya que realmente no son tabaco sino un emplaste hecho con frutas o flores. En nuestro caso era de fresa y resultó muy fresca y tonificante. En conclusión, lo pasamos bastante bien y comimos por menos de 20 euros por persona, vino y cachimba incluidos, lo que resulta una gran relación calidad - precio. Un lugar altamente recomendable si superamos nuestros prejuicios y nos aventuramos a probar lo desconocido.