El C.C.M, descrito por primera vez por Toker en 1972 como carcinoma trabecular de piel, es un tumor cutáneo de origen neuroendocrino que afecta típicamente a personas de edad avanzada, se localiza en la dermis y a veces en el tejido subcutáneo apreciándose en áreas expuestas al sol, se presenta en cabeza y cuello en el 50% de los casos seguido de las extremidades, como localizaciones más frecuentes. Su conducta biológica es agresiva, con alta incidencia de recurrencia local y metástasis a ganglios regionales y a distancia. Su diagnóstico clínico es difícil debido a su apariencia inespecífica. Histológicamente se caracteriza por células tumorales monótonas redondas con mitosis frecuentes, dispuestas en nódulos o trabéculas. Es difícil de distinguir de otros tumores de células pequeñas. El diagnóstico diferencial del C. C. M con el carcinoma anaplásico de célula pequeña de pulmón (CACPP) es dificultoso ya que ambos poseen caracteres neuroendocrinos con casi idéntica morfología citológica, los datos de su presentación clínica tiene importancia. El TTF-1 es negativo en el C.C. M y positivo en CACPP. El C.C.M. es negativo para CK-7 mientras que el CACPP es positivo para CK-7 y negativo para CK-20. Los aspectos morfológicos del linfoma y del melanoma pueden semejar el C.C.M en estos casos el diagnóstico diferencial se pueden alcanzar por Inmunocitoquímica con el empleo de citoqueratinas, marcadores neuroendocrinos, marcadores linfoides y S-100 proteína. En el diagnostico citológico el problema es con otros tumores de células pequeñas, especialmente si se desconoce el tumor primario. Presentamos el cuadro citológico, en muestra obtenida por PAAF de adenopatía en un caso de C.C.M.