Si tu fe es suficientemente sólida, podrás ver milagros hechos realidad, antes de que sucedan, porque sabes que para tu Padre celestial todo es posible. Verás los milagros en tu mente, con tus ojos espirituales y tendrás total seguridad de que sucederán. Si logras esto, los milagros sucederán.

1.
Tu Fe Mueve A Dios A Hacer Milagros
Si tu fe es suficientemente sólida, podrás ver milagros hechos realidad, antes de que
sucedan, porque sabes que para tu Padre celestial todo es posible. Verás los milagros en tu
mente, con tus ojos espirituales y tendrás total seguridad de que sucederán. Si logras esto,
los milagros sucederán.
En Mateo 9:18­26, el líder de una sinagoga le dijo a Jesús: mi hija acaba de morir, pero tú puedes
traerla nuevamente a la vida solo con venir y poner tu mano sobre ella. Y, una mujer quien hacía
doce años que sufría de una hemorragia continua, se le acercó a Jesús por detrás y pensó: Si tan
solo toco su túnica, quedaré sana. El resultado fue que Jesús resucitó a la hija del líder de la
sinagoga y sanó a la mujer que hacía doce años que sufría de una hemorragia continua, Jesús
explica que fue la fe de ellos, lo que produjo los milagros.
En Mateo 9:27­35, dos hombres ciegos siguieron a Jesús y gritaban: ¡Hijo de David, ten compasión
de nosotros! y él les preguntó: ¿Creen que puedo darles la vista? Sí, Señor, le dijeron, lo creemos.
Entonces él les tocó los ojos y dijo: Debido a su fe, así se hará. Entonces sus ojos se abrieron, ¡y
pudieron ver!
Pero lo más asombroso es que tu fe puede también mover a Dios a hacer milagros en otros.
El concepto es que la fe mueve a Dios a hacer milagros. Puede ser la fe de la persona que necesita
el milagro o la fe de alguien que intercede por otro. Por ejemplo, en Mateo 9:1­8, unos hombres le
llevaron a Jesús a un paralítico en una camilla. Al ver la fe de quienes traían al paralítico, Jesús lo
sanó.
Todo el poder de Dios está disponible para ti, si crees. Acepta a Jesús como tu Señor y
Salvador, cree que para tu Padre celestial todo es posible y ejercita tu fe para fortalecerla.
Ejercitas tu fe, usando tus ojos espirituales para ver los milagros hechos realidad antes de
que sucedan, porque sabes que para Dios todo es posible. Creer es verlo hecho antes de que

2. suceda y perseverar viéndolo aunque tarde. Si haces esto, los milagros sucederán, para ti y
para otros por quienes intercedas ante Dios.
Francisco J García
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