El documento discute cómo la publicidad ha retratado a la mujer como un icono social casi inamovible a lo largo del tiempo, repitiendo imágenes de prototipos femeninos sin mucha variación y enfocándose principalmente en la belleza física. Plantea preguntas sobre si se les ha preguntado a las mujeres qué patrones quieren seguir y cuál es su verdadero deber o propósito en la publicidad, cuestionando si los estereotipos femeninos realmente cambian a pesar de pequeñas variaciones estéticas.