La filosofía de la calidad surgió en Japón después de la Segunda Guerra Mundial y ayudó al país a mejorar sus procesos productivos y elevar el nivel de vida de sus empleados, convirtiéndose en líderes tecnológicos mundiales. La implementación de esta filosofía se ha expandido en todo el mundo, demostrando que la calidad es una forma de pensar y vivir, no solo una manera de mejorar los procesos, como lo muestran grupos japoneses que han hecho de ella su estilo de