El documento insta a las personas a levantarse y convertirse, ya que a veces no tenemos ganas de cambiar o vivir. Dios espera que nos convirtamos y sigamos sus caminos, creyendo en la Buena Noticia. Convertirse significa creer en Dios, abrirnos a su luz, y pasar del egoísmo a la fraternidad mediante nuevos caminos que nos lleven a la comunión.

1. LEVANTÁOS Y CONVERTÍOS - dice el SEÑOR-.
Queridos amigos: Hay momentos, épocas y situaciones de la vida, que no
tenemos ganas de levantarnos, ni de cambiar, ni de buscar y, a veces, ni de vivir.
 Jonás “echa en cara a Dios” su lejanía, su silencio (aunque reconoce su poder).
Jonás echa en cara por qué no actúa o por qué permite el mal, la guerra, la
enfermedad o el hambre.
 El Señor le responde, que Él no hace distinción de personas, y que lo que espera
es que “nos convirtamos y nos instruyamos en sus sendas” (Sal.24).
“Levantaos, convertíos y creed la Buena Noticia – dice el Señor-. (Mc. 1, 14,-
20).
 Levantaos.
Dios nos llenará de su luz y de su fuerza para erradicar el mal, las injusticias y
miserias.
Dios espera que no huyamos de la realidad ni nos desentendamos de ella, sino
que nos decidamos “a recorrer la ciudad y nos convirtamos de corazón”.
 La conversión, no es cosa solamente de hacer penitencia, sino de creer la
Buena Noticia.
Convertirse, es creer y ponerse en las manos de Dios. Es creer que Dios está
cerca de nosotros y que confía en nosotros.
Convertirse, es abrirnos a la luz del Señor que nos quiere ayudar a ver “con-
versión nueva” nuestra realidad, lo que nos acontece y sentimos cada día.
Convertirse, es tratar de pasar: - de la codicia a la confianza;
- de la soberbia a la humildad;
- del egoísmo a la fraternidad;
- de la desilusión a la esperanza.
Convertirse, es buscar nuevos caminos; emprender nuevas sendas; actuar con
actitudes que nos lleven a la comunión y a la fraternidad.
“Levantaos, convertíos y creed la Buena Noticia – dice el Señor.”
Gabriel.
3º. Domingo Ordinario. Ciclo. B. Madrid. 22 de Enero de 2012.