1. Patrimonio aragonés romano paleocristiano Proyecto: Patrimonio arqueológico y artístico aragonés: elaboración de materiales multimedia para los módulos 1 y 2 de ESPA (Gobierno de Aragón, 2008/2009) Material cedido para el proyecto AGELEA por la autora Para su mayor difusión (Pilar Rivero, 2009)
2. 6.4. El cristianismo: difusión Valle del Ebro y el sur, primeras zonas de la península Ibérica cristianizadas (siglo III) Los monasterios se difunden desde el Mediterráneo oriental MAPA SOBRE LA DIFUSIÓN DEL CRISTIANISMO (P. Rivero y J. Pelegrín) Vídeo sobre la difusión del cristianismo en la Antigüedad (Artehistoria)
3. Villa Fortunatus: crismón en mosaico Omega ( Cristo es el final) Alfa ( Cristo es el principio)
5. Mosaicos paleocristianos de Monte Cillas Símbolos cristianos: crismón portar el cordero bendecir signos solares paloma PRB = Presbítero Cargo eclesial:
6. Sarcófago paleocristiano de Catiliscar Curación de Lázaro Curación de la hemorroisa Cristo Cristo Orante Personaje que enseña un pez a Cristo Cristo Conversión de agua en vino Adoración de los tres Reyes Magos (Epifanía)
8. Sarcófago paleocristiano de Santa Engracia Atlante Atlante Conversión del agua en vino Curación de la hemorroisa Curación del ciego Orante Receptio animae
Editor's Notes
Proyecto: Patrimonio arqueológico y artístico aragonés: elaboración de materiales multimedia para los módulos 1 y 2 de ESPA Proyectos de Innovación e Investigación Educativa en el campo de la Educación Permanente (BOA 12/5/2008). Participantes: Ana Nerín (coord.), Néstor Lasheras, José María Nasarre, M. Jesús Panzano, Julián Pelegrín, M. Pilar Rivero, Juan M. Sanz. Centros participantes: CPEPA Somontano, Barbastro ; CPEPA Miguel Hernández, Huesca; CPEPA Cinca Medio, Monzón , Dpto. Didáctica de las Lenguas y de las Ciencias Humanas y Sociales, Universidad de Zaragoza (Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación, campus de Huesca).
En algunos libros de texto y de divulgación los mapas de difusión del cristianismo recogen tradiciones no comprobadas históricamente sobre el avance del cristianismo anterior a la época en la que éste fue permitido por los emperadores romanos. Este mapa reproduce, simplificándolo, el del Atlas de Historia Antigua de Francisco Marco y Francisco Beltrán y corresponde al Atlas multimedia de Historia Antigua, de la Universidad Politécnica de Madrid, realizado por los ingenieros topógrafos Javier Moya y Francisco Honduvilla (como proyecto fin de carrera), y por P. Rivero y J. Pelegrín como historiadores. Lo que es relevante para el alumnado es que la religión tradicional romana no desapareció de un día para otro y fue sustituida por el cristianismo, sino que, desde sus inicios en el siglo I d. C., el cristianismo se expande lentamente, siendo pocas las zonas que pueden calificarse de cristianizadas a inicios del siglo III. En el siglo IV, asociado ya al poder de los emperadores romanos, el cristianismo vive un gran momento de expansión que proseguirá en el siglo V. El estilo de vida monástico tiene un foco claro en el Mediterráneo oriental, en la zona africana, y de ahí va expandiéndose como modelo de vida a todos los territorios del imperio romano.
Agradecimiento al Museo Provincial de Zaragoza. Foto Roberto Lérida Lafarga. http://catedu.es/aragonromano/index.html
Agradecimiento al Museo Provincial de Huesca. El museo de Huesca conserva tres laudas sepulcrales paleocristianas procedentes del término de Montecillas, en Coscojuela de Fantova. Este asentamiento romano, ya investigado a finales del siglo XIX y principios del XX por Mariano de Pano y Ricardo del Arco, entre otros, fue habitado desde el siglo I al IV d.C. De los primeros siglos se conservan notables restos epigráficos, algunos de los cuales habían sido reaprovechados como piedra de construcción para la ermita de Nuestra Señora del Socorro. Por su calidad artística y su valor como fuente histórica para el estudio de la implantación del cristianismo en la península Ibérica destacan varias laudas sepulcrales que cubrían sepulturas de tegulae (tejas). Gracias al hallazgo de varias monedas romanas, datadas desde época del emperador Maximino (305-313) a Graciano [367-383). ya su estilo artístico sabemos que estos mosaicos corresponden a finales del siglo IV. Junto al retrato de cada uno de los difuntos aparecen símbolos muy frecuentes en las representaciones artísticas del cristianismo primitivo, como ruedas solares, palomas y el crismón, que se convertirá en el símbolo por excelencia durante la Edad Media. Dado su carácter funerario, cada obra se completa con una inscripción latina que sigue la tradición romana, indicando el nombre del difunto y el del dedicante, es decir, la persona que encarga y sufraga el momento funerario. Por su estilo, se han relacionado con el norte de África, como otras piezas similares encontradas en Baleares y Levante, y de ahí que se plantee la posibilidad de que existiera relación entre las comunidades cristianas de la península Ibérica y del norte de África o, incluso, que la expansión del cristianismo en la península Ibérica provenga directamente de la zona africana. (Texto: Pilar Rivero, publicado previamente en “La magia de viajar por Aragón”).
Agradecimiento al Museo Provincial de Huesca. El museo de Huesca conserva tres laudas sepulcrales paleocristianas procedentes del término de Montecillas, en Coscojuela de Fantova. Este asentamiento romano, ya investigado a finales del siglo XIX y principios del XX por Mariano de Pano y Ricardo del Arco, entre otros, fue habitado desde el siglo I al IV d.C. De los primeros siglos se conservan notables restos epigráficos, algunos de los cuales habían sido reaprovechados como piedra de construcción para la ermita de Nuestra Señora del Socorro. Por su calidad artística y su valor como fuente histórica para el estudio de la implantación del cristianismo en la península Ibérica destacan varias laudas sepulcrales que cubrían sepulturas de tegulae (tejas). Gracias al hallazgo de varias monedas romanas, datadas desde época del emperador Maximino (305-313) a Graciano [367-383). ya su estilo artístico sabemos que estos mosaicos corresponden a finales del siglo IV. Junto al retrato de cada uno de los difuntos aparecen símbolos muy frecuentes en las representaciones artísticas del cristianismo primitivo, como ruedas solares, palomas y el crismón, que se convertirá en el símbolo por excelencia durante la Edad Media. Dado su carácter funerario, cada obra se completa con una inscripción latina que sigue la tradición romana, indicando el nombre del difunto y el del dedicante, es decir, la persona que encarga y sufraga el momento funerario. Por su estilo, se han relacionado con el norte de África, como otras piezas similares encontradas en Baleares y Levante, y de ahí que se plantee la posibilidad de que existiera relación entre las comunidades cristianas de la península Ibérica y del norte de África o, incluso, que la expansión del cristianismo en la península Ibérica provenga directamente de la zona africana. (Texto: Pilar Rivero, publicado previamente en “La magia de viajar por Aragón”).
Alabastro. 2'23 metros de largo por 0'74 de altura Altorrelieve. Escenas (de izq a drcha): resurrección de Lázaro, curación de la Hemorroisa, una orante, un personaje que presenta al Señor, un pez en un plato, la conversión del agua en vino y la adoración de los Reyes Magos. Total 16 figuras distribuidas en seis asuntos.
De izquierda a derecha: curación de la hemorroísa , un orante acompañado por otras dos figuras, la receptio animae , la curación del ciego y el milagro de la conversión del agua en vino .
De izquierda a derecha: curación de la hemorroísa , un orante acompañado por otras dos figuras, la receptio animae , la curación del ciego y el milagro de la conversión del agua en vino .