Este documento es una colección de poemas que describen la relación entre el autor y su perra Carry. Los poemas detallan cómo Carry trajo alegría a la familia, cómo superó momentos difíciles juntos, y cómo su presencia fue muy valorada hasta que falleció. El documento expresa el profundo amor y aprecio que el autor sentía por su mascota.
1. MI CHICA CARRY
Con el Amor de sus
Amigos.
Amar a un perro, es amar
La gracia de la Amistad
Sin condiciones…
Él, sin conocimiento,
Enseña más que un humano
Con toda su sabiduría.
2. Mi Chica Carry
Un lametón, no es señal
De debilidad,
Cómo una agresión
No es señal de fuerza…
La Inteligencia es el fruto
Del Amor hacia los
Débiles.
Santiago Martín Moreno
UNA CHARLA CONMIGO
Me da igual si se piensa de mí que ya
estoy “chocho”. Lo cierto es que tú, Chica, me has
dado más satisfacciones que muchos… Y no es que
yo, y tú lo sabes mejor que nadie, te haya tenido
como mi
paño de
lágrimas,
o como se
suele
decir, a
quien
hacer o
con quien
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3. Mi Chica Carry
compartir confidencias, ya hayan sido estas el
resultado de favorables o desfavorables cuestiones.
Aunque es cierto que la Inteligencia de tu mirada, y
el movimiento tan nervioso, como insinuante, de tu
hociquito de Ciruela negra, me daban la impresión
de que pedías te contara mis cuitas. Y es que tú, con
tu más que reconocida habilidad sensitiva, parecías
adivinar en cada momento el estado de ánimo en el
que me encontraba.
A veces, cuando llegaba a la casa y
observaba tu inquieta espera, moviendo el rabito en
señal de querer juego, me tranquilizaba porque ello
venía a confirmar mi estado anímico. No así, cuando
lejos de este comportamiento tuyo, sólo te limitabas
a agazaparte sobre mis pies, enroscándote a ellos
como si fueras un gato, cuestión esta que nunca nos
sorprendió dado lo que te gustó siempre el pescado.
Entonces me dabas a entender que te habías
percatado perfectamente de que algo enturbiaba mi
paz interior. Habría de pasar un buen rato antes de
que incorporándote y poniendo tus esponjosas y
bonitas manos sobre mí, le dabas comienzo a tu
típico proceso de darme a entender que mañana
será otro día… ¡Eras maravillosa! Cómo hacías firme
aquella sentencia de: Curar mis males antes de que
estos anidaran con fuerza. Tú, conseguías con tus
saltitos y carreras, que el problema nunca se hiciera
fuerte estando ya en casa.
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4. Mi Chica Carry
Por eso sufrimos tanto el día qué, por
culpa de aquellos cohetes de Romería que tanto te
asustaban, te extraviaste en la huida a la que te
obligó tu miedo, encontrándote perdida durante
cuarenta y ocho largas horas por los campos de
aquel pueblo al que fuimos de visita. Y cómo
saltaron de alegría los duendes de mi corazón,
cuando aquella tarde de Domíngo, sumido en una
honda desazón, oí la voz de Marisa, la cual y desde
el pasillo de entrada decía con un timbre de alegres
campanillas: “Papá, ¿a que no sabes quién viene a
verte…?”
Salté del sillón como si hubiera estado
sentado sobre un muelle. Mientras que duraron esos
segundos en los que invertí mi carrera hacia la
puerta para encontrarme contigo, vinieron a mi
mente las horas de búsqueda qué, con lágrimas en
los ojos, hice de cerro en cerro, por campos,
haciendas y cortijos… Cuando te ví… ¡Madre mía!
Cómo venías de sucia, pero, no importaba. Te tomé
entre mis brazos, y al tiempo que pensaba en darte
un buen baño, te pedía amargamente que
perdonaras mi, en cierta medida, imprudencia por
no haberte tenido amarrada conociendo el pánico
que se apoderaba de ti cuando hay de por medio
cohetes y petardos, aunque me pareció oírte
susurrar: “Tenía que ser así porque tú nunca
quisiste ponerme un collar al cuello”. Aquel día fue
un gran día. Todo estaba escrito en las miradas.
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5. Mi Chica Carry
Aprovecho para pedirte perdón
también por haberte dejado sola en casa en más de
una ocasión. Una necesidad que tú a veces parecías
comprender, digo a veces porque, cuando no te
quedabas conforme ya me lo hacían saber los
vecinos. Sin embargo, siempre fue sorprendente
cómo hasta en el silencio conocías el sonido de
nuestros pasos cuando acercándonos a la puerta nos
encontrábamos de vuelta. Una puerta qué, cuando
se abría y te encontrabas con nosotros, se convertía
en una fiesta de escandaloso regocijo.
TODO UN PERSONAJE
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6. Mi Chica Carry
Corre y brinca por el campo,
Entre los alcornocales,
Y en alocadas carreras
Se sube por las paredes,
Bebe de los manantiales,
Se revuelca por la hierba.
Y se come las boñigas
Cual deliciosa merienda,
Al igual que los humanos
Que disimulan la mierda
Con que abonan las viandas
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7. Mi Chica Carry
Utilizando otras técnicas.
No le tiene miedo a nada…
Ella se enfrenta a cualquiera
De los tantos animales
Asiduos de aquella sierra:
Los cochinos, cabras, vacas,
Y hasta el perro de la huerta
Parece que ve al diablo
Cuando advierte su presencia.
Ya lo he dicho muchas veces:
¡Qué valerosa es mi perra!
Que loquilla y que traviesa,
Con esa altura que tiene
Que no es un palmo siquiera.
Que en su mirar no se aprecia
Ni un atisbo de fiereza
Porque sus ojos alegres,
Brillantes cual dos estrellas,
Se confunden con la noche
Por su carita tan negra;
Tan negra como ese cuerpo
Acogiendo la rareza
De un lunar blanco de nácar
Sobre pecherín de seda.
Bautizada como “Carry”,
En Chica el nombre se queda
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8. Mi Chica Carry
Correspondiendo a la gracia
Que tan sólo ella despierta
Por la gracia de su madre,
Una Foxterrier morena,
Y porque no, la de su padre,
Un Caniche, ¡Buena pieza!
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9. Mi Chica Carry
LA PRIMERA DE CINCO
Esta noche, primeriza.
Y entre sudores de esfuerzos,
Nos ha traído la Chica
Una camada de cuento.
Hemos sentido ese llanto
Que dulcemente, en silencio,
Nos estaba regalando
Al tiempo que iba pariendo.
Su mirada agradecida
Nos estaba recorriendo,
Al ver nuestras torpes manos
Acariciando su cuerpo;
Intentando suavizar
La contracción del momento
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10. Mi Chica Carry
En que aquellos cinco hijos,
Uno a uno, iban saliendo.
Cinco vástagos preciosos,
Tal vez productos del sueño
Que una noche de Verano
Disfrutara con un perro.
A las tres de la mañana
Se consumó el nacimiento;
Más ella no descansó,
Y entre lametones tiernos
Los fue con maña limpiando
Hasta dejarlos perfectos.
Tres hembritas y dos machos
Cuyos ojos bien abiertos
Fueron con fiebre buscando
El manantial de sus pechos,
Mientras ella bocarriba,
Pletórica de contento
Ni siquiera reparaba
En que estaba sin aliento.
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11. Mi Chica Carry
NOCHE DE REYES
Ayer mañana fue un día
Difícil de echar en olvido,
Vinieron los Reyes Magos,
Y es que aun me siento niño;
Un niño mayor, ya sé,
Que quiere seguir pensando:
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12. Mi Chica Carry
No son los Reyes los padres
Tal quieren hacer creer
A personas como yo.
Por eso todos los años
Y según la tradición,
Sigo poniendo regalos
Como si el Rey fuera yo.
A mi mujer, a mis hijos
A mi Chica, como no,
También le pongo un detalle
Propio de su condición…
El año pasado fue
Y creo no equivocar,
Un envoltorio con huesos
De esos que dan un millar
En una tienda cercana
Donde los pude comprar.
Este año el día de Reyes
No fue como los demás,
Se encontró en su paquetito,
Que ella deshizo tal cual,
De peluche coloreado
Un diminuto perrito,
¡Cómo la ví disfrutar!
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13. Mi Chica Carry
Mordiéndole las orejas,
Tirándolo aquí y allá,
Y provocando gruñona
Se lo fuera yo a quitar
Para tirando entre ambos
Hacer la lid desigual.
Es sorprendente mi Chica,
Seis meses pasaron ya
Y aun conserva el juguete
Como una novedad.
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14. Mi Chica Carry
SALTANDO DE UN LADO A OTRO
De la noche al día se viven mil
sensaciones; emociones que en verdad disfrutamos
o padecemos, en ocasiones, de forma absolutamente
involuntaria. Son el producto de un abanico de
alteraciones: Psicofuncionales, orgánicas, psíquicas,
y en algunos casos pertenecientes al grupo de las
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15. Mi Chica Carry
(PES) Percepción Extra Sensorial, debidos a un
estado de ansiedad o de un trabajo preconcebido.
Del día a la noche todas las
sensaciones vividas, sufridas o disfrutadas, están
sujetas a una realidad absolutamente palpable. El
mal, merodea las buenas obras. El bien, intenta
poner cerco a esa serie de fuerzas negras que
intentan por todos los medios menguar la Felicidad.
En este ir y venir de las sensaciones diarias, también
aguarda un emotivo momento; ese instante en el
que una misión predeterminada, aunque para el
resto desconocida, decide que ha llegado su final.
Culmina pues, la obra y se baja el telón…
Paradójicamente, en ocasiones, deseamos que
alguna obra finalice lo antes posible. Y sobre este
pensamiento o deseo, ¿qué puede predominar: el
Amor, el egoísmo…?
Evidentemente, tal reflexión es sólo y
exclusivamente aplicable al ser humano, dado su
corto deseo de saber que hay más allá de su
endémica espiritualidad, y a la que se le pide
constantemente, ignorándose si ello conviene o no.
No es este el caso, ya que una perrita, al igual que el
resto de todo ser perteneciente al género del Reino
Animal Irracional, carece de Mente, pero, no de
Espíritu. Mi perrita. Mi Chica, quiero pensar,
evolucionó lo suficiente como para que ese, entre el
día y la noche, cumplida su misión, que no fue otra
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16. Mi Chica Carry
más que la de hacernos feliz a mi Familia y a mí, se
elevara por una guirnalda de fulgores, hacia ese
lugar maravilloso que ella misma se fue creando con
su amorosa forma de ser hacia nosotros.
EVOCADOR ADIOS
U
Ahora Que ya no te tengo.
Ahora que te me has ido,
¡Cuánto te hecho de menos!
Cómo bullen tus recuerdos
Las arcas de mis sentidos.
Cómo rezume en mi olfato
El olor inconfundible
De cuando estando en el nido,
Y sin destetar siquiera,
Fuiste como Primavera
Que acelera los latidos;
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17. Mi Chica Carry
Aroma a recién nacido,
De ese nacer diferente
Qué, sólo sabe la gente
Que pasó tiempo contigo.
Aun resuena en el ambiente
El dulzor de los gemidos,
Las rabietas provocadas
Y el eco de tus ladridos,
Cuando con sólo oír el timbre
Saltabas cual vivo mimbre
Protegiendo a tus amigos.
Qué tiempos aquellos, Dios.
Ahora que no estás conmigo
Comienzo hasta echar de menos,
El aun estando dormido,
Vinieras a despertarme
Soplándome en el oído.
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18. Mi Chica Carry
Sólo te faltaba el habla,
Aquel eslabón perdido,
Y que de haberlo tenido
Sí serías diferente,
Mas no por lo que la gente
De ti hubiera sabido,
Sino por esa nobleza
Que siempre fuera testigo
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19. Mi Chica Carry
De tu trato hacia los hombres
Y en especial a los niños.
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20. Mi Chica Carry
¡AY! VEINTE DE JUNIO
¡Hay, veinte, veinte de Junio!
Que te clavaste en mi pecho
Cual rejón enfebrecido.
Lo dejaste dolorido,
Tan apenado y maltrecho
Que aun vuelan mis sentidos
Buscando la razón negra
Al negro instante vivido.
La pena en él hizo nido
Acurrucando tristezas,
Se acomodó tan cruelmente
Que no consigo a mi mente
Equilibre mis latidos,
Que haya un entendimiento,
Y que comprenda el momento
Amargamente vivido.
¡Hay, veinte, veinte de Junio!
Que truncaste la alegría
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21. Mi Chica Carry
Y la viveza envidiada,
Cuando su mundo reía
En feliz algarabía
De carreras alocadas;
Cuando su vida bebía
Todo cuanto deseaba
Porque así lo concebía
Desde la aurora hasta el alba.
La tarde se hizo noche,
Y el Sol peinando sus canas
Se fue por entre pinares
Como si en la Resolana
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22. Mi Chica Carry
A aquella hora del día
No hubiera pasado nada…
¡Maldito sea aquel tiempo
En que la vida se fue
Sin dar un razonamiento,
Ni la causa, ni el por qué!
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23. Mi Chica Carry
AQUELLAS HORAS
Estoy recordando, Chica,
Los muchos ratos vividos
Contigo y tus travesuras.
Ese jovial entender;
Tu Inteligencia Intuitiva,
Y aquella forma de ser
Tan irresponsable, viva,
Que yo quisiera tu ayer
Llenando otra vez la vida.
Así al recuerdo me viene
El follón que organizaste
El día qué, tras los gatos,
Te fuiste por los tejados
De las casas colindantes.
Los vecinos me vinieron
Con protestas razonables,
Mientras que tú me mirabas
Con un mirar suplicante,
Como queriendo decir:
“¡Yo no he hecho nada malo,
Ni nada de que avergonzarme!”
¿Y recuerdas aquel día,
Aquel que te emborrachaste
Cuando una tarde con Santi,
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24. Mi Chica Carry
Teniendo sed te tomaste
Aquel vinillo, que Jorge,
Siendo poco vigilante,
Dejó sobre la Zapata
De calle Betis, un instante?
Y te recuerdo nerviosa,
Porque no quería dejarte
Corrieras tras la pelota
De un partido memorable
Que en el Charco de la Pava
Y con la gente de Amate
Jugaba nuestro Triana;
Y pudieron empatarle
Sino fuera porque tú,
Como una loca saltaste
Estropeando aquel juego
Que nos era favorable…
Gracias a Dios que ganaron
Por los goles que más tarde
Metieron, mientras tú,
Graciosamente incansable
No sé que estabas diciendo,
No parabas de ladrarles.
Y no olvidaré aquel paseo
Que un Domíngo por el Parque
Hiciéramos los dos juntos
Sin incomodarnos nadie,
Excepto aquél mastodonte,
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25. Mi Chica Carry
Pastor Alemán tan grande,
Que no se me olvida el susto
Que te llevaste al instante;
Corrías como alma en pena
Sin tan siquiera mirarle.
Te busqué más de una hora
Por entre todo el paraje
Sin tener razón de ti,
Sin conseguir encontrarte
Por lo que me vine a casa
Para estudiar el buscarte.
Y allí te encontrabas tú,
Tan feliz y tan campante
Ante tu plato, comiendo,
Como si mi preocupación,
Aparte de no ser grande,
En modo fuera conmigo,
Ni contigo, ni con nadie.
Y así podría seguir…
Recordando tantos lances
De mil momentos vividos
En armonía constante.
Hoy estarás en el Cielo,
Ese lugar en el que el Padre
Te reñirá muchas veces
Por hacer correr a los ángeles.
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26. Mi Chica Carry
UNA MISIVA
Hola Chica, ¿Cómo estás?
Nosotros aquí, charlando,
Nada de particular.
¿Qué con quien estoy ahora?
Con la que arreglando el pollo
No la dejabas en paz
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27. Mi Chica Carry
Arañándole las piernas
Para que aquellas ternillas
Que eran para ti un manjar,
Haciéndose la despistada
Tanto te hacía rabiar.
¡Ah, sí! Te tengo una novedad…
Y es que esta mañana he estado
Visitando a Paco y Paqui,
Ya sabes, los del taller
Que en la calle Castellar
Tienen de Encuadernación.
¡Exactamente! Los mismos
Que en aquella Primavera
Del año noventa y dos,
Se hicieron cargo, dichosos
De una de aquellas hijitas
Que rebosando blancor
Pariste una madrugada.
Fue tu segunda camada
Si no estoy en un error,
Y a la que pusieron: Maya,
Puesto que en Mayo nació.
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28. Mi Chica Carry
Al poco te llevé a verla,
Pero, por esa razón
Común de los animales,
No tuviste relación
A pesar de ser su madre.
Mas este no es el motivo
Para escribirte esta tarde,
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29. Mi Chica Carry
Sino entre otros, decirte
Que la he visto muy triste,
Y es que estuvo muy malita,
Aunque está mucho mejor;
Y es que con los años, ya
Ha perdido la vergüenza,
Y según me cuenta Paco,
La timidez y la atención…
Ya no se queda en la puerta,
Escapándose a la calle
Con lo que ello conlleva,
No sólo por los peligros
Con el que el tráfico acecha,
Los cuales conoces bien,
Sino por esos venenos
Que en carnes muy suculentas
Os regalan esos humanos
De tan podrida conciencia.
En fin, Chica, ya te dejo
Porque tengo que salir,
Aparte de que estas cosas
Me desaniman bastante,
Aunque mi peor instante
Es cuando estoy de regreso,
¿Te puedes imaginar?
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30. Mi Chica Carry
Ya no te tengo a la puerta
Moviendo el rabo nerviosa
Justo al momento de entrar;
Ni te siento como loca
Corriendo por el zaguán
En busca de la pelota
Para ponerte a jugar,
Incansable como siempre,
Sin importarte la edad.
Hasta la próxima, Chica,
En que te escriba de nuevo,
Y no te preocupes por mí,
Porque tú, y en mis recuerdos
Siempre estaremos así…
Aunque recuerdo la fecha,
No quiero recordar el año.
Por eso,
Cuando terminé este conjunto
De imborrables recuerdos,
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31. Mi Chica Carry
Aun sentía en mi piel
El sutil cosquilleo de
Sus deliciosas “cocas”.
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