2. En tres años y medio Jesús sacudió el mundo de su tiempo
con la palabra del Reino, con prodigios y mas señales que
cualquier hombre haya hecho en todo una vida. Jesús vivía
El Reino, él era el Reino. Vemos en Jesús y en sus enseñanzas
el aspecto teórico del Reino, pero vemos en su vida, la parte
práctica del Reino. Jesús dijo que el que cree en él, tiene la
capacidad de hacer las cosas que él hacía (Juan 14:12), O
sea, un creyente tiene el poder de vivir la vida de Cristo, es
eso consiste la dinámica del Reino.
3. El Reino es mucho más que solo palabras,
es PODER. 1 Corintios 4:20.
Todo verdadero creyente ha
recibido “Poder”.
Un Poder que transforma las vidas.
Un Poder que hace milagros.
Un Poder que vence la tentación y
el pecado.
Un Poder totalmente superior a los
poderes de este mundo.
Un Poder que hace posible lo
imposible.
¿Estás viviendo en ese Poder?
¿Puede la gente a tu alrededor ver
ese Poder en ti?
4. Los sufrimientos por causa de Cristo Demuestran
que somos dignos del Reino. 2 Ts 1:5
Ciertamente en la vida de Cristo no
todo fue color de rosa. El sufrió
persecución desde antes de nacer,
sufrió críticas, rechazo, agresiones,
incredulidad, tentaciones, acoso,
traición, abandono, y violencia que lo
llevó a la muerte. Al ser parte del
Reino de Dios y vivir la vida en Cristo,
todo creyente esta expuesto a que las
experiencias de Cristo se repitan en su
propia vida. ¿Has sufrido tú por causa
de Cristo? Si lo has hecho, considéralo
un privilegio, considérate digno del
Reino de Dios.
5. Finalmente, en un día cercano, El Reino será
consumado y entregado al Padre. 1 Co. 15:24.
La consumación del Reino se dará
cuando Cristo venga por segunda vez a
esta tierra. El vendrá con toda su
Majestad y toda su Gloria a arrebatar a
los suyos y trasladarlos a los cielos, a la
presencia del Padre, a la misma vez que
destruirá todo dominio autoridad y
poder que haya en el mundo y
entonces de esta manera toda rodilla
se doble ante el poderoso nombre y
autoridad de Jesús El Rey de Reyes.
6. Una palabra final. No hay parte en el Reino
Para quienes no se arrepienten. 1 Co. 6:9-10
Un malvado no puede formar parte
de Reino de Dios. ¿Quien es un
malvado? Todo aquel que pretende
seguir viviendo en su pecado, el que
ama y hace pecado, quien se niega a
abandonar su viejo estilo de vida,
quien ama más al mundo y lo que
éste le ofrece, que al Señor y lo que el
Señor ofrece. Quién no valora a Cristo
y su sangre derramada, todo aquél
que se niega a vivir en Cristo y para
Cristo.
7. El conflicto de los siglos, el conflicto por el poder,
esta llegando a su clímax, y los verdaderos hijos del
Reino, los discípulos fieles al Señor y a sus
enseñanzas, debemos ser piezas claves y
protagonistas en los acontecimientos actuales y en
los que están por venir. Triste y lamentablemente, el
enemigo ha logrado infiltrar en el Reino a líderes
corruptos, siervos del mal que han venido causando
un daño tremendo provocando confusión
entre los no salvos y un estilo de vida irresponsable,
equivocado y muy cómodo entre muchos hijos del
Reino. En medio de todo esto y mucho más,
hay que levantar la voz, declarar la verdad,
permanecer firmes en la suprema tarea y aguardar
con deseo ferviente el arribo a esta tierra de
nuestro Gran Dios Rey y Salvador JESUCRISTO, ¡A Él
sea la Honra y la Gloria por siempre Amén!