2. La confianza que los hijos depositan en los progenitores
y la admiración que tienen hacia ellos hacen que tomen
aún más como ejemplo su forma de actuar. De esta
manera, en un viaje familiar con niños pequeños los
padres y madres conductores deberían prestar cierta
atención a determinados aspectos para mostrar un
buen comportamiento al volante.
3. “Los niños son como esponjas”. ¿Cuántas veces has
escuchado esta frase? Lo cierto es que es un fiel reflejo de
la realidad, también si hablamos de conducción. Su enorme
curiosidad y sus ganas por descubrir y comprender el
mundo llevan a los más pequeños de la casa a imitar las
conductas de los mayores… tanto las más adecuadas como
las menos correctas. Y aquí está el problema de la cuestión:
en ocasiones actuamos con tanta naturalidad que no nos
damos cuenta de que tenemos ojos que nos observan como
si lo hicieran frente a un espejo.
4. Actuaciones al volante de
causa-efecto
• No superes los límites de
velocidad, por tu seguridad, la de
los tuyos y la del resto de
conductores con los que compartes
la vía y también porque sería una
de las peores “manías” que podría
adoptar tu hijo en el futuro.
5. • Modera tu lenguaje en caso de
cabreo, ya que no hay nada más
pegadizo y más gracioso para un niño
que una palabrota en el momento
oportuno y, en ningún caso, la
agresividad es la solución a nuestros
problemas, más bien al contrario, ya
que puede agravarlo o generar estrés a
todos los pasajeros.
6. • No utilices el teléfono móvil
mientras conduces, ni para hablar
ni para enviar mensajes. En un
mundo en el que las nuevas
generaciones nacen y crecen en
un entorno digital, rodeados de
nuevas tecnologías, conviene
adquirir desde el minuto uno
buenos hábitos.
7. • Para en los pasos de peatones si hay personas
dispuestas a cruzar la calzada y no te saltes los semáforos.
Es una manera de aprender a respetar a los demás y a
convivir como ciudadano. Además, es muy positivo pensar
de manera empática: de hecho, todo conductor es
también en algún momento del día un peatón más como
el que pasa por delante de nuestro coche.
8. • Utiliza el cinturón de
seguridad tanto en
trayectos largos como en
los cortos. Se trata de un
gesto muy normalizado,
pero es mejor no caer en
un despiste y comprobar
antes de arrancar que tus
pequeños acompañantes
lo llevan puesto.
9. Si se siguen estas breves indicaciones, estaremos
ofreciendo a nuestros hijos el mejor ejemplo de
precaución, atención y responsabilidad a la hora de
conducir. De hecho, la mayoría de los padres y madres
cuidan más estos detalles cuando viajan acompañados por
sus hijos que si lo hicieran solos. En definitiva, se trata de
fomentar la educación vial desde el ámbito familiar, ya
que toda la influencia que hayamos ejercido de manera
directa o indirecta sobre nuestro hijo, tendrá su efecto
cuando llegue el día en que sea él quien se ponga al
volante.
10. Cuando se acerque ese momento, en los inicios de su
experiencia como conductor, cuando se esté sacando el
carnet, cuando realice sus primeros viajes y cuando tenga
que realizar acciones tan cotidianas como echar gasolina y
otras más periódicas como pasar la ITV (cita que se puede
solicitar online sin mayor dificultad), recordará todas las
escenas vividas cuando tenía un papel secundario en el
interior del vehículo.
11. No dudes en mostrarle tu apoyo, en animarle a que
cumpla con las normas de circulación y, sobre todo, en
disfrutar junto a él o ella de rutas increíbles y de la
libertad que ofrece este medio de transporte.
Contenido original disponible en: https://goo.gl/l7enpq