2. Oración
MIÉRCOLES DE CENIZA
Evangelio
Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres
para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen
los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres;
os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no
sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu
Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Mateo 6, 1-6
Reflexión
Constatamos que la paz está herida en muchas partes y de muchas maneras. La violencia se adue-
ña de los corazones y de los pueblos. La violencia engendra violencia; una espiral que no termina.
¿Cuántas espadas en nuestra mente, cuántos cuchillos en nuestra lengua; cuántos odios en nues-
tro corazón?
Cuando encontramos una persona pacífica, nos hace mucho bien. Es el pacífico quien pacifica con
su mirada y gestos, con su palabra y sus acciones. Perdona y no lleva cuantas del mal, no hay
vinagre en su corazón. Denuncia a los señores de la guerra y de la muerte, construye la paz con sus
palabras y sus compromisos. Propicia el diálogo, los encuentros, la colaboración y la solidaridad.
Son como hijos de Dios.
«Señor, enséñame que perdonar es un signo de grandeza, y que la venganza es señal de bajeza. Si
yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme; si la gente me ofende, dame valor para
perdonar». (Ghandi)
Oramos juntos
Señor, en esta cuaresma te pedimos
nos concedas un corazón amplio como las estrellas del cielo:
vigilante, para que ninguna curiosidad le aparte de ti;
noble, para que ninguna influencia le envilezca;
recto, para que ninguna mala intención le desvíe;
firme, para que ninguna preocupación le debilite;
libre, para que ningún afecto le esclavice;
sincero, para que nunca se aparte de la verdad;
humilde, para que no se torne prepotente;
pacífico, para que ninguna ofensa le haga violento;
confiado, para que las dificultades
no le dejen sin esperanza;
alegre, para que no le aneguen las lágrimas;
creyente, para nunca se olvide de Ti.
Oración
Padre, al inicio de esta cuaresma nos confiamos a Ti.
Guía nuestros pasos por el desierto de las tentacio-
nes para que nunca sucumbamos ante ellas. Sostén-
nos con la fuerza de tu Espíritu para que seamos
fieles a la vocación a la que hemos sido llamados en
Cristo. Te lo pedimos por el mismo Jesús, hijo tuyo y
Señor nuestro. Amén.
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3. Oración
1º CUARESMA · B
Evangelio
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta
días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando
arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: "Se ha
cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: Convertíos y creed en el Evangelio".
Marcos 1, 12-15
Reflexión
Jesús escuchaba en su interior voces halagüeñas. Tienes fuerza, tienes sabiduría, tienes encanto,
eres la gracia personificada, tienes capacidad de comunicación, tienes palabras, eres la Palabra,
puedes seducir, tienes autoridad moral... Ánimo, pisa fuerte. Puedes arrasar. Comienza por tu
región, deslumbra con tus milagros... Enfréntate después a Herodes Antipas, el rey corrupto y
cobarde. Échalo lejos, que está manchando el trono de David. Acaba después con Pilatos, el repre-
sentante opresor de la Roma Imperial...
Jesús escuchaba las voces de la tentación. Pero Jesús quería escuchar otra voz, la del Padre. Era una
voz que hablaba de servicio, de perdón y libertad, de la fuerza que hay en la debilidad. Jesús abrió
sus vida a la voz del Padre.
Oramos juntos
Señor, al inicio de esta cuaresma,
abre nuestra existencia
a los caminos que iniciaste con tu vida:
Aléjanos del poder y comprométenos con el servicio.
Aléjanos de la gloria y acércanos a la humildad y a la sencillez.
Aléjanos de la violencia y abre nuestras vidas a la paz.
Aléjanos de la venganza y acércanos al perdón.
Cierra nuestros labios a las críticas y pon en ellos palabras de bendición.
Cierra nuestras manos al egoísmo y ábrelas a la solidaridad
Cierra nuestros oídos a las murmuraciones y ábrelos al bien.
Cierra nuestras vidas a las leyes y ábrelas al amor compartido.
Muéstranos tus promesas
para llenar nuestros días de alegría.
Muéstranos tu desierto
para que aprendamos la austeridad.
Muéstranos tu resurrección
para que ofrezcamos frutos abundantes.
Oración
Señor Jesús, Tú escuchaste las voces de la tentación y supiste
abrir tu vida a la voz de Dios. Te pedimos que en este tiempo
de cuaresma tengamos la fortaleza suficiente para alimentar-
nos de sencillez y de Palabra de Dios. Gracias porque Tú acom-
pañas nuestro caminar por la vida. Te pedimos tu ayuda. Amén.
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4. Oración
2º CUARESMA · B
Evangelio
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña
alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como
no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés conversando con
Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a
hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Estaban asustados, y no sabía lo
que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: "Este es mi Hijo amado;
escuchadlo"
Marcos 9,2-10
Reflexión
Don Bosco sintió el drama de un pueblo que se alejaba de la fe y sobre todo sintió el drama de la
juventud, predilecta de Jesús, abandonada y traicionada en sus ideales y en sus aspiraciones por los
hombres de la política, de la economía, acaso también de la Iglesia.
Pues bien, ante tal situación Don Bosco reaccionó enérgicamente, encontrando formas nuevas de
oponerse al mal. A las fuerzas negativas de la sociedad resistió denunciando la ambigüedad y la
peligrosidad de la situación, "contestando" - a su modo, se entiende - los poderes fuertes de su
tiempo. He aquí qué significa tener una mente y un corazón pastorales.
Sintonizado sobre estas necesidades, trató de dar una respuesta, con las posibilidades que le ofre-
cían las condiciones histórico-culturales y las coyunturas económicas del momento histórico, y esto,
a pesar de oposiciones parciales del mundo eclesiástico, de autoridades y fieles.
Pascual Chávez. Clausura CG26
Oramos juntos
Venid a mí los que estáis fatigados y agobiados
y yo os transfiguraré.
Venid a mí los que estáis cansados,
yo os volveré jóvenes.
Venid a mí los que estáis paralizados,
cambiaré por alas vuestras muletas.
Venid a mí los que os sentís esclavos,
os daré las llaves de la libertad.
Venid a mí los que estáis sucios,
os lavaré con el agua de mi costado.
Venid a mí los que os sentís solos,
seré vuestro amigo y compañero.
Venid a mí los que estáis enfermos,
os daré la medicina de mi Espíritu.
Venid a mí los que os sentís muertos,
os daré vida nueva, corazón nuevo.
Yo os aliviaré.
Yo cargo con vuestros pesos,
con vuestros miedos, con vuestros pecados.
Oración
Padre del amor y de la bondad. A veces necesi-
tamos ver un poco de luz, confiar en ti, apren-
der a esperar contra toda esperanza. Hoy te
damos gracias porque nos muestras tu luz para
que iluminemos nuestra vida con la fuerza del
compromiso. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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5. Oración
3º CUARESMA · B
Evangelio
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los
vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote
de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las
monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quitad esto de aquí;
no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre".
Juan 2,13-25
Reflexión
Ocho años en esta celda de la prisión.
Escucho las olas del Pacífico. Oigo las campanas de mi catedral, a tan sólo dos kilómetros de mi
celda de prisión.
Antes celebrada con patena y cáliz dorados; ahora tu sangre está en la palma de mi mano.
Antes recorría el mundo dando conferencias y reuniones; ahora estoy recluido en una celda
estrecha y sin ventana desde donde preparo palabras de ánimo y consuelo.
Antes iba a visitarte al sagrario; ahora te llevo conmigo, día y noche, en mi bolsillo.
Antes celebraba la misa ante miles de fieles; ahora en la oscuridad de la noche, dando la comu-
nión
por debajo de las mosquiteras.
Antes daba la bendición solemne con el Santísimo en la catedral, ahora hago adoración eucarís-
tica cada noche a las nueve, en el silencio obligado de la prisión.
Monseñor Van Thuan (desde la prisión de Vietcong)
Oramos juntos
Señor recuérdanos, una vez más,
que cada persona es templo de tu Espíritu.
Abre nuestros ojos para comprender
la dignidad que has puesto
en cada mujer y en cada hombre;
en cada niño y en cada joven.
Señor, tal vez así comprenderemos:
que un niño hambriento es una blasfemia,
que una mujer violada es una profanación,
que cada persona torturada es un sacrilegio,
que cada esclavo es un pecado contra el Espíritu,
que un drogadicto es un templo derrumbado,
que cada persona engañada es un perjurio...
Señor recuérdanos, una vez más,
que cada persona está habitada por tu Espíritu.
Oración
Señor, gracias porque quieres habitar en lo más pro-
fundo de cada persona. Gracias porque Tú nos en-
señas los caminos de la dignidad y el compromiso
por la vida, para que crezca fuerte y vigorosa en todo
el mundo. Espabila nuestros ojos y fortalece nues-
tros brazos para la atarea común. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
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6. Oración
4º CUARESMA · B
Evangelio
Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme».
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.
Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran
número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo:
«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?»
Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los
justos, sino a los pecadores para que se conviertan»
Lucas 5,27-32
Reflexión
Don Bosco, hombre de orígenes humildes, experimentó desde niño las incomodidades y los valores
de una existencia pobre. En la escuela de mamá Margarita aprendió a gustar el trabajo y la sobrie-
dad, la serenidad en las pruebas y la solidaridad con los necesitados. Poniendo total confianza en la
Providencia, decidió vivir pobremente y gastar todas sus propias energías por los jóvenes a los que
Dios le había enviado: "Yo por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por voso-
tros estoy dispuesto incluso a dar mi vida". El desprendimiento de todo lo que hace insensibles
respecto de Dios y obstaculiza la misión es el significado profundo del cetera tolle y constituye el
criterio para evaluar nuestro modo de vivir la pobreza.
CG26. nº 79
Oramos juntos
Señor, Tú apartabas los demonios de la gente,
y les hacías recuperar la salud.
Aléjanos de los demonios,
que hoy nos quitan la vida:
del trabajo que nos esclaviza y estresa,
del consumo desaforado que aumenta diferencias,
del ocio compulsivo que nos roba el sosiego,
de las conversaciones vacías que nos dejan solos,
de las familias rotas, sin tiempo para encontrarse,
de las autosuficiencias que nos alejan del otro,
de las quejas eternas, con las que robamos energía alrededor,
de los sueldos injustos con que muchos son explotados,
de los niños sin padres, por culpa de la televisión,
de los jóvenes sin modelos, por adultos mediocres.
Aleja de cada uno de nosotros
lo que nos separa de la vida en abundancia
que tú nos propones, Señor.
Oración
Señor, Tú nos invitas a vivir poniendo nuestra con-
fianza en Ti. Danos fuerza suficiente para seguirte
de cerca, liberándonos de las cosas que nos atan.
Dispón nuestro corazón para que tengan cabida en
él tantos niños y jóvenes que necesitan una mano
amiga que les ayude a caminar. Gracias por invitar-
nos a seguirte. Amén.
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7. Oración
5º CUARESMA · B
Evangelio
Jesús les dijo: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro que
si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho
fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se
guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí
estará también mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará»
Juan 12,20-33
Reflexión
«El silencio de Jesús es un misterio. En muchas ocasiones queda callado, como el grano de trigo en
lo profundo del surco. Podía haber dado respuesta convincentes y elocuentes. Haber pronunciado
discursos arrebatadores. Podría haber puesto en ridículo a sus interlocutores. Pero Jesús no juega
con las cartas del poder. Quien es la Palabra, permanece en silencio. Y en el silencio humilde germi-
na Jesús- Grano de Trigo hasta ofrecer una cosecha abundante de perdón y misericordia, de espe-
ranza y alegría, de honradez y honestidad, de entrega y vida. Jesús nos invita a ser granos de trigo
en la tierra de nuestro mundo para ofrecer el milagro de una abundante cosecha de buenas obras».
Louis Wihter
Oramos juntos
Tú, Señor, nos invitas a ser granos de trigo
que gestan en silencio
el milagro de una cosecha abundante.
Que nuestras espigas llenen los graneros
de quien mendiga un poco de cariño para pasar el día.
Que nuestros granos de trigo llenen los hogares fríos
en los que nunca se pone sobre la mesa
un plato colmado de esperanza.
Que nuestros granos de trigo, molidos y amasados,
formen una hogaza de alegría
que haga olvidar las amargas lágrimas de la soledad.
Tú, Señor, nos ofreces la posibilidad
de ser grano sembrado en esta tierra,
sueño de futuro y signo.
Oración
Escucha, Padre, las palabras que te dirigimos. Llena nues-
tras vidas de esperanza. Míranos cuando sembramos el gozo
y la Palabra. Multiplica nuestros esfuerzos con la fuerza de
tu Espíritu para que hagamos del tiempo futuro nuestra
mejor esperanza. Te pedimos tu ayuda por Jesucristo nues-
tro Señor. Amén.
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8. Oración
DOMINGO DE RAMOS
Evangelio
Llevaron el borrico, le echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron
el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y
detrás gritaban: «Hosanna, bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que
llega, el de nuestro padre David. ¡Hosanna en el cielo!»
Marcos 11,1-10
Reflexión
«El gesto de Jesús era seguramente intencionado. Su entrada en Jerusalén montado en un asno
decía más que muchas palabras. Jesús busca un reino de paz y justicia para todos, no un imperio
construido con violencia y opresión. Montado en su pequeño asno aparece ante aquellos peregri-
nos como profeta, portador de un orden nuevo y diferente, opuesto al que imponían los generales
romanos, montados sobre sus caballos de guerra. Su humilde entrada en Jerusalén se convierte en
sátira y burla de las entradas triunfales que organizaban los romanos para tomar posesión de las
ciudades conquistadas»
J.A. Pagola. Jesús, aproximación histórica
Oramos juntos
Así dice el Señor:
Mirad mi elegido a quien sostengo, el educador a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi Espíritu para que sea como luz que brilla en la noche
por donde fueron dispersados tantos niños y jóvenes.
No gritará por las calles que educar es un asunto sin sentido.
No andará por ahí proclamando que todo está perdido
y que los chicos y chicas de hoy no tienen solución.
Él hará de la pedagogía una herramienta
para construir un futuro nuevo y mejor.
No quebrará la caña cascada,
ni romperá las frágiles esperanzas
de esos niños y jóvenes que están a punto de derrumbarse,
porque no tienen una mano amiga que les ayude a crecer.
Mirará con atención el fondo de los corazones jóvenes
e inventará mil cosas nuevas
para devolver las ganas de vivir
a esos pequeños y adolescentes,
que teniendo pocos años,
ya conocen el dolor de la vida.
Yo, el Señor, le he tomado de la mano,
le he elegido y le he hecho
buen pastor para un pueblo de jóvenes.
Oración
Padre, te damos gracias porque nos llamas continuamente
a construir un mundo nuevo. Gracias porque nos invitas
a mirar con esperanza el futuro. Que tu mano nos sos-
tenga en la vocación a la que hemos sido llamados. Pon
en nosotros ternura, fortaleza y misericordia. Te lo pedi-
mos por Jesús, Hijo tuyo y Señor nuestro. Amén.
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9. Oración
RESURRECCIÓN DEL SEÑOR · B
Evangelio
En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María Magda-
lena y la otra María a ver el sepulcro. ( ) El ángel habló a las mujeres: «Vosotras, no temáis;
ya sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado, como había dicho.( )
De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «Alegraos» Ellas se acercaron, se postraron
ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: «No tengáis miedo: id a comunicar a mis
hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.»
Mateo, 28, 1-10
Reflexión
La fuente de toda la obra de evangelización está en el encuentro personal con Cristo. Tal experien-
cia es para nosotros un evento cotidiano que se renueva en la escucha de la Palabra de Dios, en la
participación en el misterio pascual por medio de la liturgia y los sacramentos, en la participación
fraterna y en el servicio a los jóvenes.
María, que fue la primera en acoger y llevar el anuncio de salvación, nos enseña a realizar comuni-
dades evangelizadas y evangelizadoras. De ella aprendemos que la profundidad de la experiencia
de Dios es la raíz de la misión y que el primero y principal camino de evangelización es el testimonio
de fe. Tal testimonio se hace más convincente cuando nosotros nos acercamos a los jóvenes como
amigos y los acompañamos como padres y maestros, irradiando alegría y esperanza. De este modo
transmitimos aquello en que creemos, y mostramos con la vida lo que anunciamos.
CG26. nº 23
Oramos juntos
Señor, gracias por tu vida nueva y por tu resurrección.
Repite nuevamente nuestro nombre
para que, como María Magdalena,
volvamos a descubrirte en la ternura y el amor.
Comparte nuestro camino duro y pedregoso,
para que, como los discípulos de Emaús,
se abran nuestros ojos
al milagro de la eucaristía que es solidaridad.
Espéranos en la orilla del lago de la vida
para que, como los discípulos,
tras una noche de trabajo y faena,
te encontremos en la responsabilidad diaria.
Hazte presente a nuestras dudas y oscuridades
para que, como Tomás,
sepamos reconocerte más allá de las razones.
Señor, gracias por tu presencia nueva y resucitada.
Abre nuestros ojos y nuestro corazón.
Oración
Padre bueno que has resucitado a Jesús. Gracias por
mostrarnos que la vida es más fuerte que la muerte y el
dolor. Gracias porque la Pascua nos acerca a tu mismo
corazón. Robustece nuestra esperanza y aumenta nues-
tra alegría para que todos los que nos vean, descubran
en nosotros la misma esperanza y gozo de los discípu-
los. Te lo pedimos por Jesús resucitado y presente en
medio de nosotros, su comunidad. Amén.
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10. Oración
Palabra de Dios
El grano de mostaza creció y se convirtió en árbol
Decía Jesús:
«¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un
hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas».
Y añadió: «¿A qué compararé el reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete
en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta».
Lucas 13, 18-21
Reflexión
eflexión
Vocaciones para el compromiso apostólico
Hoy sentimos más fuerte que nunca el desafío de crear una cultura vocacional en todos los ambien-
tes, de modo que los jóvenes descubran la vida como llamada y que toda la pastoral salesiana sea
realmente vocacional. Esto requiere ayudar a los jóvenes a superar la mentalidad individualista y la
cultura de la autorrealización, que los impulsa a proyectar el futuro sin ponerse a la escucha de
Dios; esto exige también implicar y formar familias y seglares.
Un empeño particular debe ponerse en suscitar entre los jóvenes la pasión apostólica. Como Don
Bosco estamos llamados a estimular a los jóvenes a ser apóstoles de sus compañeros, a asumir
diversas formas de servicio eclesial y social, a comprometerse en proyectos misioneros. Para favore-
cer una opción vocacional de compromiso apostólico, a dichos jóvenes se deberá proponer una vida
espiritual más intensa y un acompañamiento personal sistemático.
CG26. 54
Oramos juntos
En los momentos difíciles de nuestra vida,
míranos con misericordia, Señor.
Cuando estamos ciegos y ofuscados,
llénanos con tu luz.
Cuando tropezamos y caemos,
tómanos con tus manos de Buen Pastor.
Cuando nos extraviamos,
recuérdanos que Tú eres el camino.
Cuando ascendemos las montañas de la vida,
danos la fuerza de tu aliento.
Cuando caminamos sedientos,
llévanos a manantiales de agua abundante.
Cuando olvidamos tu llamada,
susurra nuevas promesas a nuestros oídos.
Cuando desfallecemos de cansancio,
ofrécenos tu Pan de Vida.
Cuando se entrecruzan falacias y mentiras
haz resonar tu Palabra que es verdad.
Oración
Señor, al inicio de nuestro trabajo, te pedimos que nos
ilumines para que seamos fieles a tu Palabra. Señor,
que crezcamos hasta dar fruto; que ofrezcamos a to-
dos la alegría de un trabajo compartido y hecho con
amor. Ayúdanos a ser levadura en medio de la masa
del mundo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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11. Oración
Palabra de Dios
Los creyentes vivían unidos y tenían todo en común. Vendían sus posesiones y sus bienes y repar-
tían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno.
Acudían al Templo todos los días con perseverancia. Y con un mismo espíritu, partían el pan por las
casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.
Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la
comunidad a los que se habían de salvar.
Hechos de los apóstoles 2,44-47
Reflexión
Valor de la vida en comunidad
Vivir y trabajar juntos es para nosotros, salesianos, exigencia fundamental y camino seguro para
realizar nuestra vocación. Por eso nos reunimos en comunidades [18] , en las que nos amamos
hasta compartirlo todo en espíritu de familia y construimos la comunión de las personas. En la
comunidad se refleja el misterio de la Trinidad; en ella encontramos respuesta a las aspiraciones
profundas del corazón y nos hacemos, para los jóvenes, signos de amor y de unidad. (C. 9)
Oramos juntos
Si puedo hacer, hoy, alguna cosa,
si puedo realizar algún servicio,
si puedo decir algo bien dicho,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo animar a quien está abatido,
si puedo dar fuerzas a mi prójimo,
si puedo alegrarlo con mi canto,
dime cómo hacerlo, Señor.
Si puedo ayudar a quien sufre,
si puedo aliviar alguna carga,
si puedo irradiar más alegría,
dime cómo hacerlo, Señor
Si puedo levantar a quien cayó,
si puedo convocar a la esperanza,
si puedo compartir vida y sendero,
dime cómo hacerlo, Señor.
Oración
Padre de la vida y del amor que nos has
unido en tu nombre para que santifi-
quemos la vida y el trabajo. Enséñanos
a vivir siendo testigos de tu perdón y
solidaridad. Danos fortaleza para que
nunca devolvamos mal por mal. Concé-
denos tu amor para que vivamos en fra-
ternidad. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
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12. Oración
Palabra de Dios
«El Reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta;
aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se
hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas».
Lc 4,18-19
Reflexión
El 150º aniversario de fundación de la Sociedad Salesiana es una ocasión privilegiada para reflexio-
nar sobre la idea original de Don Bosco y sobre la fundación concreta de los grupos originarios,
suscitados y cultivados por él: los Salesianos de Don Bosco, las Hijas de María Auxiliadora, la Aso-
ciación de los Cooperadores Salesianos, la Asociación de los Devotos de María Auxiliadora.
Pues bien, partiendo de la parábola empleada por Jesús para explicar el Reino de los cielos y su
dinamismo, me atrevo a decir que la semilla sembrada por Don Bosco ha crecido hasta convertirse
en un árbol frondoso y robusto, verdadero don de Dios a la Iglesia y al mundo. En efecto, la Familia
Salesiana ha vivido una auténtica primavera.
A los grupos originarios se han unido, bajo el impulso del Espíritu Santo, otros grupos que, con
vocaciones específicas, han enriquecido la comunión y ampliado la misión salesiana.
Aguinaldo del R.M. 2009
Oramos juntos
Señor del tiempo y los milenios,
Tú posees la paz y nos la brindas.
Derrámala abundante sobre todos;
inunda con la paz toda la tierra.
Paz que brota de la justicia y es dignidad.
Paz que nace en lo profundo de cada persona
y ahoga los odios y las guerras.
Paz necesaria como el pan compartido.
Tu paz, Señor, tu paz, que no la nuestra;
la paz que anida en la naturaleza,
la paz de los espacios infinitos,
la paz del corazón y la armonía.
No queremos la paz del satisfecho,
ni la del autosuficiente y ambicioso,
ni de la del indiferente,
ni la del pendenciero o el violento.
Danos tu paz, Señor, y que ella sea
maestra de la nuestra.
Paz en el amor, en la justicia,
paz de todos, con todos, y ¡contigo!
Oración
Al inicio de nuestros trabajos, te damos las gracias Se-
ñor. Que todos nuestros esfuerzos contribuyan a hacer
crecer tu Reino. Que tu Palabra sea semilla que echa
raíces en nuestra tierra.
Que esta jornada que ahora comienza nos traiga paz y
serenidad, esperanza y alegría. Danos la fuerza suficien-
te para caminar por tus sendas. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
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13. Oración
Evangelio
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalaria-
do, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace
estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y
yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán
mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.
Juan 10,11-18
Reflexión
La fuente de toda la obra de evangelización está en el encuentro personal con Cristo. Tal experiencia
es para nosotros un evento cotidiano que se renueva en la escucha de la Palabra de Dios, en la partici-
pación en el misterio pascual por medio de la liturgia y los sacramentos, en la participación fraterna y
en el servicio a los jóvenes.
María, que fue la primera en acoger y llevar el anuncio de salvación, nos enseña a realizar comunidades
evangelizadas y evangelizadoras. De ella aprendemos que la profundidad de la experiencia de Dios es
la raíz de la misión, y que el primero y principal camino de evangelización es el testimonio de fe.
CG26. nº 23
Oramos juntos
Así dice el Señor:
Mirad mi elegido a quien sostengo; el educador a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi Espíritu
para que sea como luz que brilla en medio de la noche
por donde fueron dispersados tantos niños y jóvenes.
No gritará por las calles que educar
es un asunto sin sentido.
No andará por ahí proclamando que todo está perdido
y que los chicos y chicas de hoy no tienen solución.
Hará de la pedagogía una herramienta
para construir un futuro nuevo y mejor.
No quebrará la caña cascada,
ni romperá las frágiles esperanzas
de esos niños y jóvenes
que están a punto de derrumbarse,
porque no tienen una mano amiga
que les ayude a crecer.
Mirará con afecto los corazones jóvenes.
Inventará mil cosas nuevas
para devolver las ganas de vivir
a esos pequeños y adolescentes,
que teniendo pocos años,
ya conocen el dolor de la vida.
Yo, el Señor, le he tomado de la mano,
le he elegido y le he hecho
buen pastor para un pueblo de jóvenes.
Oración
Padre, te damos gracias porque nos llamas cada día a construir un mundo nuevo. Gracias porque nos
invitas a mirar con esperanza el futuro. Que tu mano nos sostenga en la vocación a la que hemos sido
llamados. Pon en nosotros la ternura, la fortaleza y la misericordia del Buen Pastor. Te lo pedimos por
Jesús, Hijo tuyo y Señor nuestro. Amén.
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14. Oración
Evangelio
Designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos
y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a
su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos.
No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hay gente de paz, descansará
sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Lucas 10, 1-9
Reflexión
Don Bosco, hombre de orígenes humildes, experimentó desde niño las incomodidades y los valores
de una existencia pobre. En la escuela de mamá Margarita aprendió a gustar el trabajo y la sobrie-
dad, la serenidad en las pruebas y la solidaridad con los necesitados. Poniendo total confianza en la
Providencia, decidió vivir pobremente y gastar todas sus propias energías por los jóvenes a los que
Dios le había enviado: "Yo por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por voso-
tros estoy dispuesto incluso a dar mi vida". El desprendimiento de todo lo que hace insensibles
respecto de Dios y obstaculiza la misión es el significado profundo del cetera tolle y constituye el
criterio para evaluar nuestro modo de vivir la pobreza.
CG26. nº 79
Oramos juntos
Señor, Tú te acercabas a los pecadores
para ofrecerles una vida nueva, libre y liberada.
Aléjanos de todo aquello que nos quita la vida
y nos aparta de Ti y de nuestros hermanos.
del trabajo compulsivo que nos esclaviza y estresa,
del consumo desaforado que aumenta las diferencias,
de las conversaciones vacías que nos dejan solos,
de las familias rotas, sin tiempo para encontrarse,
de las autosuficiencias que nos alejan del otro,
de las quejas eternas, con las que robamos energía alrededor,
de los sueldos injustos con los que muchos son explotados,
de los niños sin padres, por culpa de la televisión,
de los jóvenes sin modelos, por adultos mediocres.
Señor, aleja de nosotros todo aquello que nos separa
de la vida plena que tú nos propones.
Oración
Señor, Tú nos invitas a vivir poniendo nuestra confian-
za en Ti. Abre nuestros ojos para descubrirte presente
en medio del trabajo que ahora comenzamos.
Libéranos de aquello que nos ata. Abre nuestro cora-
zón para que tenga cabida en él la alegría de sabernos
mensajeros de tu Buena Noticia. Gracias por animar-
nos a seguirte de cerca. Amén.
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