2. EDUCACIÓN PARA ALUMNADO CON N.E.E . EDUCACIÓN ALUMNADO INMIGRANTE Y DE MINORIAS CULTURALES DIVERSIDAD CULTURA EDUCACIÓN INCLUSIÓN INTERCULTURALIDAD Todos forman parte de la comunidad Nos necesitamos los unos a los otros . Nos enriquecemos mediante el diálogo i la búsqueda del consenso ESCUELA INTERCULTURAL INCLUSIVA EDUCACIÓN ESPECIAL EDUCACIÓN COMPENSATORIA
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Editor's Notes
Podemos definir la Educación Intercultural como “un modelo educativo que propicia el enriquecimiento cultural de los ciudadanos, partiendo del reconocimiento y respeto a la diversidad, a través del intercambio y el diálogo, en la participación activa y crítica para el desarrollo de una sociedad democrática basada en la igualdad, la tolerancia y la solidaridad” (Sales y García, 1997:46). En este sentido, el modelo intercultural comparte las premisas del modelo inclusivo como superador de las limitaciones de los modelos compensadores e integradores, puesto que su concepción de la educación, la cultura y la diversidad son similares y no se centran exclusivamente en aquellos grupos a priori estigmatizados y convertidos en problemáticos, sino que abogan por una educación para todos, en igualdad, desde el principio democrático de universalidad de la educación, considerando la diversidad, en todas sus manifestaciones, como positiva y enriquecedora, en un marco social y político de lucha por la justicia (Lluch, 1995; López Melero, 1995). Abogamos por un enfoque que amplíe los límites de la normalidad hasta afirmar que lo normal es lo diverso y lo diverso es positivo y enriquecedor, si se cuidan las condiciones de justicia social que no conviertan las diferencias en desigualdades. Y el aspecto en el que creo que confluyen los planteamientos inclusivo e intercultural sobre el tratamiento de la diversidad, no es tanto en el concepto de necesidades educativas especiales, que siendo un avance respecto al concepto de déficit, puede seguir siendo engañoso, sino en el papel que la escuela, el sistema educativo debe jugar en la atención a esa diversidad que somos todos: una escuela eficaz para todos, una escuela que es intercultural e inclusiva porque es democrática y plural. La diversidad no atañe a un reducto “especial” o “diferente” de personas (sean alumnos, profesores, padres) sino que es un asunto de todos y, por tanto, una responsabilidad colectiva e institucional. No es una cuestión de voluntarismo, buenas intenciones, parches o añadidos curriculares, sino que requiere una reforma total, tanto política como pedagógica, del sistema educativo (Carbonell, 2000; Besalú, 2002)
La comunicación intercultural es un elemento clave en el cambio escolar, puesto que supone poner en juego toda una serie de elementos que influirán en el inicio, desarrollo y sostenibilidad del cambio, que ha de ser coherente con principios democráticos de participación e interacción. Se deben propiciar recursos y estrategias pedagógicas para provocar espacios compartidos de comunicación donde sea posible el intercambio eficaz y estimulante de ideas (Álvarez et al., 2005:188). superar las barreras a la comunicación intercultural en el proceso de cambio, como son la sobregeneralización, la ignorancia, la sobredimensión de las diferencias y la universalización a partir de lo propio (Rodrigo Alsina, 2001). Como señala, Ruth Vilà (2007:260), la comunicación intercultural es un reto educativo, puesto que debemos “ preparar a la nueva ciudadanía para vivir en sociedades plurales cohesionadas sin renunciar a la diversidad cultural, y esto supone, entre otros elementos, preparar para relacionarnos y consecuentemente, comunicarnos, con personas de referentes culturales diversos .” Como apunta Weber (1996), la interculturalidad comienza en uno mísmo. Los elementos comunicativos no sólo se ponen en evidencia las barreras lingüísticas sino sobre todo y fundamentalmente las barreras relacionadas con las relaciones de poder entre colectivos y miembros de la comunidad educativa y las competencias comunicativas que se tienen o se demandan para llevar a cabo cambios hacia la interculturalidad y la inclusión que impulsen políticas más equitativas Analizar la incidencia de la comunicación intercultural en la percepción sobre procesos de cambio escolar que tiene el profesorado.
Contexto: Seminario Permanente de Formación del Profesorado: “Ciudadanía Crítica” Participantes: 2 maestras de Educación Infantil, 2 maestros de Educación Primaria, 3 profesores de Educación Secundaria, una psicopedagoga y una maestra de Pedagogía Terapéutica. Metodología: análisis de contenido del Grupo de Discusión realizado en el Seminario.
supone incluir todas las culturas, velando por la igualdad de todas las personas y propiciando la interrelación entre todo el alumnado. Disfrutar y enriquecernos de las diferentes culturas pasa por el diálogo y la comunicación con gente que tiene formas distintas de ver el mundo, pero con la que hay que convivir y trabajar. Esta diversidad de perspectivas y formas de vida no debe ser un obstáculo para la aceptación y el respeto, aunque resulta difícil en el día a día llevarlo a cabo.
Permite no sentirse en soledad dentro del aula, tanto si se realiza en colaboración con otros colegas como si se pone en práctica con el propio alumnado, a través de diarios docentes y de aula. Se comparte el conocimiento, se abordan problemas prácticos, se pone en común lo que se ha intentado y se contrasta para ver qué ha funcionado bien y qué hay que mejorar. Significa compartir con otros, poner en común, problematizar y renegociar significados y prácticas, y por tanto, el componente de comunicación intercultural es esencial.
El diálogo, las lecturas, la reflexión compartida y el intercambio de experiencias como elementos básicos. Es necesario dedicar un tiempo específico a trabajar en equipo, a construir en equipo y romper el individualismo y las resistencias de otros compañeros y compañeras que no se atreven a innovar. Tiempo y espacio para nuevos temas, nuevos canales de comunicación, nuevos interlocutores con diversas experiencias y perspectivas que enriquezcan el trabajo diario y permitan transformar la práctica de manera auténtica.
Es esencial consensuar y comunicar el objetivo que se persigue, cuidar la información que se recoge entre todos y devolverla con sensibilidad, para que sirva de revulsivo y movilice a la comunidad para el cambio.
En la formación del profesorado, desarrollar estrategias de comunicación intercultural que tengan en cuenta las barreras interpersonales y organizativas, al tiempo que favorecen la participación democrática y la toma de decisiones igualitaria. Es muy importante el empoderamiento, en red distributiva, del profesorado como líderes del cambio escolar. En definitiva, crear una mirada comunicativa abierta y crítica dónde no se compartan emociones, desde la igualdad, puesto que es necesario combatir la tendencia a poner el acento en la desigualdad y a olvidar lo común (Rodrigo Alsina, 1997). Proponemos en los procesos formativos, la toma de conciencia de la importancia de la comunicación intercultural y el desarrollo de estrategias que la faciliten, para mejorar los procesos de toma de decisiones cooperativas y democráticas. Como dice Traver (2008), en una sociedad que se caracteriza por cambios constantes, incertidumbre e inseguridad, la educación en valores y actitudes, el aprendizaje cooperativo y solidario se convierten en un objetivo educativo de primer orden.